Entrevista realizada por JUAN DE DIOS GARCÍA Las lagartijas guardan los teatros Estamos de enhorabuena ante la aparición de Las lagartijas guardan los teatros, “bautizo” libresco de Antonio Gómez Ribelles (Valencia, 1962). Se suponía que este libro iba a nacer en 2020 y se presentó en sociedad un año después, en otoño de 2021. Como se sabe, la propagación de una pandemia mundial rompió en mil pedazos muchos proyectos y pausó prolongadamente otros. Fue el caso de la editorial La Estética del Fracaso, comandada por Vicente Velasco y maquetada, con fructífero minimalismo, por José Alcaraz. A Antonio me une una sólida amistad desde hace aproximadamente una década. Aparte de lazos casi familiares, ambos frecuentamos círculos culturales parecidos y él es un pintor con fuertes tendencias literarias. Todo encaja, pues. Por circunstancias de la vida se ha mudado más de una vez: Jaca, Avilés y otras tierras del norte español. Los paisajes norteños le encandilan, aunque yo llevo convenciéndole hace tiempo de que se acoja a su “mediterraneidad”, que disfrute de sus orígenes valencianos, del deterioro de los muelles y las costas de este levante y de este sur. ¿Lo consigo? Me temo que no. Como digo, Antonio no es solamente un pintor. Es más, en esta entrevista me olvidaré de Antonio como artista plástico. Fijémonos en la potencia exclusivamente literaria de este poemario y sus obsesiones. —EL COLOQUIO DE LOS PERROS: ¿Crees que los artistas —aquí incluimos escritores, pintores, músicos, etc.— en los que más se puede confiar son aquellos que mantienen una obsesión? —ANTONIO GÓMEZ RIBELLES: ¿Somos obsesivos los artistas? ¿Es necesaria una obsesión para desarrollar hasta el fondo una obra que se sostenga en el tiempo? He leído y oído muchas veces a artistas contestar a la pregunta de por qué lo somos, y es una respuesta muy común decir que se convierte en una necesidad, sin saber muy bien explicar en qué consiste esa necesidad, si es una manera de mantenernos en acción, o si es algo más impactante y que nos afecta personalmente, si es algo hacia fuera y desde fuera o es algo hacia dentro. El “dentro” es la obsesión, la que no podemos dejar pero que nos puede mantener no creativos en el sentido de producir obra, pero que hace bullir todo hasta que llegue el momento. Esos son los artistas, los obsesivos, me da igual que lo sean sobre la forma de escribir y los temas, la memoria, las relaciones, sobre la imagen que nos presiona el pensamiento y los métodos, o aquellos que se proyectan sobre las cosas y solo hablan de sí mismos. Sí, son confiables y los busco una y otra vez. Y dices bien lo de mantener una obsesión, como si la cultiváramos, sin complejos, sin miedo de que pueda parecer una mera repetición. —ECP: ¿La obsesión es una garantía de que el escritor te está hablando honestamente y no con medias tintas? ¿Cómo ves tú esto? Pero dímelo como creador y como lector. —AGR: Si eres obsesivo eres sincero porque no puedes no serlo, y esa es la clave. Siempre doy por sentada la sinceridad de los artistas, aunque luego se te caigan, a veces muy pronto, es verdad; y suele coincidir esto último con autores que no dicen nada o solo lo mismo que ya otros dijeron igual, o que solo trabajan apariencias o efectos. Es difícil mantenerte en un sistema de creación que pueda manejar siempre los mismos conceptos claves y convencer de que tratas de una vuelta más, un paso adelante o un lugar que se quedó atrás, una imagen que no has contado lo suficiente, y que ves necesario hacerlo. Me haces pensar en artistas que me gustan ahora y me doy cuenta que son de este tipo obsesivo: Quignard, Kiefer, Carver, Modiano, Sebald, Vila Matas, Fernández Mallo, Boltanski, Rothko, Smithson, Long... Y claro, en el fondo todos hablan de sí mismos. Yo también hablo de mí mismo, a través de la memoria personal, familiar, o ajena. Para hablar de mí me apropio de recuerdos de otros, de imágenes de otros, de objetos que tuvieron otro momento. Usarlos como material hace que se reaviven, que su memoria se cambie por la mía y que crezca. Es honesto mostrar todo lo que utilizas y cómo lo hacemos, y por eso uso la poesía y la imagen, se ven muy bien los procesos, casi transparentes. —ECP: Has dividido el libro en tres partes: “La casa”, “Ciudades” y “Las lagartijas”. ¿Por qué está dividido en tres bloques? ¿Son interactivos? —AGR: Los poemas no nacieron en ese orden, al menos los iniciales del libro. Partían de ese proceso de compartir pintura y poesía para desarrollar un proyecto. Después, cuando se decidió publicar el libro, ya partía de esos tres conceptos básicos que fueron los que ordenaron el libro. Casi la mitad de los poemas son nuevos o fueron reescritos en torno a esas tres ideas: La casa como mito, la ciudad como territorio, las lagartijas como la construcción de lo real. ¿Admitirían otro orden? Supongo que sí, pero sería otro libro. Le doy mucha importancia al desarrollo de los proyectos, a lo que ocurre mientras avanzan y a dónde llegan, y en este caso llegué a este libro, tal y como es. —ECP: Hablemos de la casa, de las formas de habitar un espacio. El colegio, también. La infancia como espacio. La importancia de los huecos, del eco, del equilibrio en la incertidumbre. Hacer y deshacer como el concepto perpetuo de mudanza. ¿Eso sería lo más parecido a tu “identidad”? —AGR: Ya he dicho antes que la casa es el mito, y es la explicación de cómo somos y dónde estamos cuando no sabemos explicarlo. Cuando vacías una casa en una mudanza, y he pasado por muchas, aparece el eco que no estaba antes, y eso te da la imagen de la ausencia que vas a dejar, y también de todo aquello que hiciste para llenar de ti mismo ese espacio habitado, para llenar huecos dando nombres, que es lo mismo que poseer. Y eso vuelve a pasar una y otra vez, nos reinventamos en cada mudanza real o mental, pero como siempre llevamos todo en cajas, casi nada desaparece totalmente, siempre está el pasado para volver a verlo. Eso es algo que puedes llamar identidad, una forma de vernos en los espacios y sus mudanzas, y en la gente que transita por ellos, porque somos proyectores de nuestra identidad. Hay pequeños espacios ocultos, privados, pero casi todo está expuesto si sabes verlo. —ECP: Abramos el melón de la controversia creativa entre palabra e imagen. Hay un poema titulado precisamente ‘La imagen’ y otro poema, ‘Quedan’, es una tirada de imágenes. ¿Escribes con imágenes? —AGR: Pienso con imágenes, y eso se hace evidente en la pintura y en las transformaciones de las fotografías. El lenguaje verbal es algo aprendido y al que tardamos en llegar un tiempo y más en dominarlo como para leer y escribir. Si no llegáramos a él, nuestro pensamiento sería en imágenes. Yo uso las imágenes como una narración, una sucesión de imágenes que entrelazadas te llevan a una unidad en el poema y te construyen el relato y sus consecuencias. A veces son enlaces, signos, y en otras se vuelven esenciales, una historia en sí mismas. Pero necesito el poema para contarlas, no siempre puedo hacerlo solo en la pintura, y es entonces cuando surge el escrito, que nace del mismo origen, la reflexión en torno a la memoria de las imágenes, pero que necesita en estos casos de la palabra, a pesar de la contradicción. —ECP: Cantas al objeto también: cajas, armarios, cristales. ¿Eso es lo real? Esta pregunta la inspira tu poema ‘El dibujante’.
—AGR: El objeto es una cosa a la que le damos un contenido por el espacio de donde surgió, por su historia, por las posesiones anteriores. Yo digo que son capaces de irradiar. El pasado que no hemos vivido nos sorprende en estos objetos, y los que son nuestro pasado se convierten en algo presente y vivo. No son meros recuerdos ni es solo su poder de evocación lo que importa, es el hecho de que están aquí, de que existen de verdad y que además cuentan cosas. Sí, son lo real, porque lo real es lo que escribo, lo que pinto, lo que elijo llevar a casa y tenerlo, lo que construyo, a pesar del conflicto con la realidad. El dibujante habla de eso, de la capacidad de creación del mundo y de nombrarlo que posee el artista a pesar de que para otros solo sea un decorado. Argullol decía que el futuro existe mientras somos capaces de nombrar y esa es la ventaja de los artistas, que siempre somos capaces de seguir nombrando, y eso que nombramos con palabras o imágenes es lo real. —ECP: El mundo de la infancia y el colegio. De nuevo el espacio. Recuerdo físico y recuerdo mental. ¿Degradación espacial que da pie a la elevación mental? —AGR: Es que siempre me he movido en espacios interiores, como si mi espacio secreto tuviera un cascarón más que fuera cambiante: la habitación, la casa, el colegio, la ciudad, y yo lo adaptara en cada momento. Y la construcción mental de todos esos espacios no son otra cosa que la proyección del espacio secreto hacia ellos. El pasado siempre nos sorprende, pero más aún me sorprende la capacidad que tenemos para seguir cambiándolo, no así degradándolo, sino restaurándolo. —ECP: Los recuerdos, la memoria y su laberinto, sus vericuetos... Hay un juego borgeano del recuerdo en el poema ‘Ella’, donde Flori, tu esposa, hace como la madre de Borges. —AGR: Sí, es el mismo juego que yo practico al revés, en el que hago míos recuerdos fotográficos o relatos que escucho a otras personas, siempre próximas. Es asumir el proceso de la memoria relacional, de por qué amamos a las personas y cómo nos volcamos en ellas y ellas en nosotros, y de cómo se pueden entremezclar las memorias en eso que llamas laberinto y que se parece más a las bibliotecas de Borges, o de Eco en La misteriosa llama de la reina Loana, que se aproximan a una biblioteca mental. Asumo la falsedad de los recuerdos, su traición, y la memoria como algo cambiante. Por eso hablo de la mentira como algo creativo, y el contar recuerdos es creativo. Además, hacer partícipe a otros de esas mentiras los acercan a nuestro mundo y a nosotros al de ellos. Me ocurre también con las fotografías del álbum familiar y mis padres contando su realidad, que me invaden las imágenes y se convierten en algo mío como falsos recuerdos pero muy reales —ECP: En la parte de “Las ciudades” hay estampas destacables de Cuenca o de Vigo. ¿Qué te atrajo de ellas? —AGR: Son viajes, y siempre ocurren cosas que no olvidas, simples como el frío, un dolor, algo escrito en la pared, o cosas que esperas y que no están, como la lluvia. Prefiero siempre no esperar nada y encontrarme con situaciones que no son trascendentes, pero a las que soy capaz de otorgarles permanencia, por la cotidianeidad o por el asombro. O por el poder de evocación y de relación con otros tiempos y otras ciudades. Pero sobre todo porque dejan imágenes y espacios capaces de volar solos; esas pasan al poema o al cuadro. Da lo mismo la ciudad, importa aquello que ocurrió, y las lagartijas de Sicilia son un ejemplo claro. —ECP: ¿Podrías resumir a los lectores de El coloquio de los perros la simbología de los animales que protagonizan el título de tu libro? —AGR: No me gusta el concepto de símbolo en mi caso, ni en las lagartijas ni en otros que he utilizado con anterioridad. A veces he pensado en que son metáforas, pero tampoco eso responde bien al uso que hago de ellas. Es que no creo que sea capaz de crear una imagen símbolo que sirviera a nadie, por usar la definición de símbolo como imagen que nos lleva a un concepto superior. En esto soy proustiano cuando explicó que para él la magdalena era solo un enlace literario entre dos tiempos y dos recuerdos, una evocación. La lagartija apareció y me evocó las otras de mi infancia y lo que ocurrió alrededor de ellas. En eso es signo, no un símbolo como tal, sino el reconocimiento de una presencia continua, una imagen testigo. No suelo dibujar nada en los viajes y escribo poco, y en ese teatro grecorromano de Taormina donde aparecieron las lagartijas tampoco lo hice, solo miré, como si fueran una aparición fantasmática. La construcción mental de ese poema, Piedras blancas, cuyo primer verso da título al libro, ya la tenía, y luego creció la lagartija como enlace de los poemas del libro, en un desarrollo lógico después de provocar el recuerdo. Esas son las cosas que no esperas en un viaje y que te saltan delante y se quedan. —ECP: A veces parece que utilizas el verso para protegerte de unas cualidades humanas; por ejemplo, la vanidad; también para definir otras, como en el poema ‘La timidez’. ¿Por qué la timidez tiene cierto brillo de prestigio en el mundo del arte? —AGR: Por lo obsesivo, por volver al inicio de esta conversación. De niño era lo que decían vergonzoso, incapaz de hablar con desconocidos o con personas que consideraba superiores. Eso hacía que mi mundo mental estuviera lleno a rebosar, de ideas equivocadas las más de las veces, pero muy activo. Escuchaba, absorbía, y lo guardaba. La vergüenza desapareció hace tiempo, pero quedó la timidez que te lleva a sacar todo de una manera tendente a la soledad, la soledad creativa del artista y del lector, donde nos sentimos muy cómodos y donde todas esas cualidades humanas nos importan poco si no nos sirven para hacer las cosas con verdad. Debe ser que entre las obsesiones de los artistas está la timidez, al menos trabajando, donde se convierte en el entorno adecuado, porque a la hora de mostrar la obra estamos hartos de ver como esa timidez se pierde en apariencias en muchos casos. Pero en lo que escribimos o pintamos se vuelca todo, al menos todo lo que es útil en el momento de escribirlo, como si hiciéramos las cosas pensando que son solo para nosotros, sin cortapisas, y eso le da sinceridad y verdad. Lo demás es vanidad.
0 Comentarios
Deja una respuesta. |
ENTREVISTAS
El Coloquio de los Perros. CABEZAS, ISMAEL
CAMARASA, RAFAEL CARBAJOSA, NATALIA CARIDE, ALBERTO CARRILLO, VIRIDIANA CÉLINE CEREZUELA, ANA CERVERA, RAFA CHEJFEC, SERGIO CHEJFEC, SERGIO [5] CHESSA, ALBERTO CHESSA, ALBERTO [Anatomía de una sombra] CHICO, ÁLEX CISNERO, ALBERTO COMAN, DAN CONTRERAS, NADIA CORTINA, ÁLVARO CRUZ, GINÉS DELGADO, DESIRÉE DÍAZ, ANA CLAUDIA DÍEZ, JOSÉ MANUEL DOMINIQUE A ELENA PARDO, CRISTINA ELKOURI, RIMA ESPEJO, JOSÉ DANIEL ESPEJO, JOSÉ DANIEL [Perro fantasma] FONT, VIOLETA GALÁN, JULIO CÉSAR GALÁN MOREU, SALVADOR GALÁN MOREU, SALVADOR [No fall] GALINDO, BRUNO GALLARDO, JOSÉ MANUEL GALLUD, EVA GALVÁN, ANI GAMBOA, JEYMER GARCÍA, CONCHA GARCÍA, DIEGO L. GARCÍA JIMÉNEZ, SALVADOR GARCÍA LÓPEZ, ERNESTO GARCÍA MELLADO, ISABEL GARCÍA-VILLALBA, ALFONSO GARRIDO PANIAGUA, RODRIGO GASS, CARLOS GINÉS, ANTONIO LUIS GINÉS, ANTONIO LUIS [Antonov] GÓMEZ, MACARENA GÓMEZ BLESA, MERCEDES GÓMEZ RIBELLES, ANTONIO GÓMEZ RIBELLES, ANTONIO [QUIROMANTE] GONZÁLEZ LAGO, DAVID GRACIA, ÁNGEL GROZO, DANIEL GUERRA NARANJO, ALBERTO HENDERSON, DAIANA HERNÁNDEZ, GALA HERNÁNDEZ, JULIO HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [EL DOLOR DE LOS DEMÁS] HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [ANOXIA] HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [TIEMPO POR VENIR] HERNÁNDEZ BUSTO, ERNESTO IRIBARREN, KARMELO C. JORGE PADRÓN, JUSTO KASZTELAN, NURIT LADDAGA, REINALDO LAYNA RANZ, FRANCISCO LEZCANO, YULEISY CRUZ LINAZASORO, KARLOS LLOR, DOMINGO LOBATO, FLORA LÓPEZ, PABLO LÓPEZ AGÜERA, FULGENCIO ANTONIO LÓPEZ KOSAK, ANDREA LÓPEZ MONDÉJAR, LOLA LÓPEZ MONDÉJAR, LOLA [Qué mundo tan maravilloso] LÓPEZ POMARES, ALEJANDRO LÓPEZ SANDOVAL, DAVID LÓPEZ SORIA, MARISA LOUZAO, ALICIA MACHUCA, LUIS MAESTRO, JESÚS G. MALAVER, ARY MANUELA, ADRIANA MARGARIT, LUCAS MARÍN, MARÍA MARÍN, MARIO MARÍN ALBALATE, ANTONIO MARQUARDT, ANJA MART, BLANCA MARTÍ VALLEJO, MAITE MARTÍN, RUBÉN MARTÍN GIJÓN, SUSANA MARTÍN IGLESIAS, VÍCTOR MARTÍNEZ CASTILLO, ANA MENDOZA, NURIA MESA, SARA MICÓ, JOSÉ MARÍA MIGUEL, LUNA MIRALLES, INMA MOGA, EDUARDO MOLINO, SERGIO (DEL) MONTEVERDE, JULIO MONTEVERDE SÁNCHEZ, CONCEPCIÓN MOR, DOLAN MORALES, JAVIER MORANO, CRISTINA MORENO, ANTONIO MORENO, ELOY MORENO, JAVIER MORENO, SEBASTIÁN MORENTE, ESTRELLA MOYA, MANUEL MUÑOZ, MIGUEL ÁNGEL NAVARRO, ÓSCAR NETO DOS SANTOS, MANUEL NIETO, LOLA NORDBRANDT, HENRIK NUÑO, SIHARA OLMOS, ALBERTO OREJUDO, ANTONIO ORTIZ, DEMIAN ORTIZ ALBERO, MIGUEL ÁNGEL PALOMEQUE, AZAHARA PAPELES DEL NÁUFRAGO [Antonio Lafarque y Aníbal García] PARDO VIDAL, JUAN PARRA SANZ, ANTONIO PEÑA DACOSTA, VÍCTOR PEÑALVER, PATRICIO PEÑAS, ESTHER PÉREZ CAÑAMARES, ANA [Querida hija imperfecta] PÉREZ CAÑAMARES, ANA [Las sumas y los restos] PÉREZ LEAL, AGUSTÍN PÉREZ MONTALBÁN, ISABEL PERONA, JESÚS PICÓN, EMILIO PRADA, JUAN MANUEL DE PRUDENCIO, JESÚS PUJANTE, BASILIO PUJANTE, MANUEL QUIJANO SÁNCHEZ, EDUARDO RÍOS, BRENDA RIVAS GONZÁLEZ, MANUEL ROBLES, SALVA RODRÍGUEZ, ALFREDO RODRÍGUEZ, ALFREDO [Urre Aroa] RODRÍGUEZ, ALFREDO [Días del indomable] RODRÍGUEZ JIMÉNEZ, ANTONIO RODRÍGUEZ PAPPE, SOLANGE ROMERO MORA, J.D. ROMERO MORA, J.D. [En el desvarío] ROSADO, JUAN JOSÉ ROSSELL, MARINA RUDEL, JAUFRÉ RUIZ GUERRERO, Mª CARMEN SALSE BATÁN, ALEJANDRO SÁNCHEZ, GINÉS SÁNCHEZ, GINÉS [2096] SÁNCHEZ, GINÉS [MUJERES EN LA OSCURIDAD] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [El nudo] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [FACTBOOK] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [LA CADENA DEL FRÍO] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [LOS QUE ESCUCHAN] SÁNCHEZ GÓMEZ, MARISOL SÁNCHEZ MARTÍN, LUIS SÁNCHEZ MARTÍN, LUIS [Pastillas debajo de la lengua] SÁNCHEZ MENÉNDEZ, JAVIER SÁNCHEZ ROBLES, MIGUEL SÁNCHIZ, ANTONI SANTOS, ABEL SCHWEBLIN, SUSANA SEÑOR, RUBÉN SERRANO, PABLO SORIANO, ADA SUANE, SAÚL TRIGUEROS, SARA J. ÚBEDA, ANABEL URÍA, JUAN MANUEL VAL, FERNANDO DEL VALDÉS, ANDREA VALERO, MANUEL VALLÈS, TINA VARAS, VALENTINA VEGA, MIGUEL VERA FIGUEROA, ALBA VICENTE, TERESA VICENTE CONESA, FRANCISCO VILA-MATAS, ENRIQUE Hemeroteca
Archivos
Diciembre 2024
Categorías
Todo
|