Entrevista realizada por HÉCTOR TARANCÓN ROYO La poesía de Luis Armenta Malpica es una voz atronadora e inclemente dirigida a lo divino que termina ahogándose y estrellándose contra el asfalto del lenguaje, lo cotidiano y el deseo. Además de poeta y ensayista, es director de Mantis Editores y, aunque ha publicado más de veinticinco poemarios desde 1996, conocemos su obra en España gracias a la labor de la editorial Vaso Roto con El agua recobrada (2012), antología poética con selección de Luis Aguilar, Greetings to the Family (2016), y Enola Gay (2019). Con motivo de este último, hacemos un repaso con él sobre su filosofía editorial, la rebeldía y la juventud, la visión doble y contrapuesta de la realidad, el engaño de la migala, y la energía del desamor. --EL COLOQUIO DE LOS PERROS: Desde hace varios años diriges la editorial Mantis. ¿Cuál es su filosofía? —LUIS ARMENTA MALPICA: Por encima de la belleza (que podría ser inherente a la poesía, pero no imprescindible), creo que el género poético (o yo como poeta y editor, para no atribuirme una certeza general) propone un mundo sucedáneo, alterno, al mundo real. A diferencia de la narrativa de ficción, es un mundo que nace desde el hombre y va a parar a su interior. Esta experiencia de lo humano es lo que constituye su honestidad, su basamento. Sin la experiencia humana el lenguaje es más un producto racional que emocional. A Mantis Editores no le basta con el lenguaje o la distracción humorística. Lo quiere, sí, pero en la mayor riqueza de la palabra y del emisario. --ECP: Al menos, en España, ser poeta y editor resulta problemático porque no se contempla la confluencia de ambos papeles, sobre todo por la envidia o la vanidad de algunos autores, que presionan para ser publicados. —LAM: A nadie se le enseña a amar y todo el mundo lo practica desde pequeño. El lector de poesía debe hacer lo mismo por sus propios medios. Si a alguno no le interesa la poesía, no hay por qué obligarlo. Cuando sienta un hueco en su espíritu u otros libros lo desilusionen, probablemente encontrará uno lleno de versos que le haga cómplice y, como hacemos con la gente y los amigos, empiecen una relación que se irá ampliando y enriqueciendo. En lo personal, la creación y la edición de poesía nacieron al mismo tiempo y avanzan en línea paralela, así que lejos de resultar un problema ha sido una manera de enriquecer ambas posibilidades. --ECP: Y es una labor, en cierto modo, cada vez más complicada por el desarrollo de las nuevas tecnologías. ¿Crees que eso ha influido en las estadísticas de lectura? ¿Han cambiado las formas de entretenimiento? —LAM: Más que el vehículo con el cual acercar la poesía a los lectores, el mayor riesgo es creer en el arte y en la inteligencia del ser humano. Frente a la uniformidad mediática, a las modas y los vaivenes que impone la mercadotecnia y la pereza de algunos individuos, en Mantis Editores apostamos por ofrecer contenidos que motiven la reflexión, y que involucren de manera más profunda a los lectores con su siglo y su espacio. No debemos perder de vista que estamos en el siglo XXI, pero tampoco que trabajamos con las emociones más intensas y básicas de los hombres. Un equilibrio entre la forma y el fondo, entre el decir (actual) y su correspondencia emocional y sensorial con los seres humanos sería, si cabe, uno de los riesgos que más nos apasionan en nuestro quehacer editorial. Nos hemos abierto a los formatos digitales (ePub), pero la apuesta sigue siendo el libro impreso. Las estadísticas suelen considerar la compra de libros impresos: olvidan que mucha gente lee en fotocopias, en libros prestados, en la computadora, Kindle, en formato pdf, etc. Los jóvenes, sobre todo, prefieren leer en blogs y revistas electrónicas. --ECP: Si atendemos a la parte “más comercial”, el contacto con las distribuidoras y la prensa es fundamental. ¿Cómo, y en qué medida, funciona el sistema de críticas/reseñas? —LAM: Siempre se ha dicho que no existe la crítica en México y llega, si acaso, a breves reseñas entre amigos. Aunque no es del todo cierto, sí creo que falta un mayor acercamiento crítico, académico, hacia la literatura más actual. Las universidades privilegian el canon histórico por encima de los intereses más vigorosos y menos explorados de los libros emergentes. Por fortuna, siempre hay autores que vuelcan en revistas y libros de ensayo ese ojo inquisitivo que les hace compartir su experiencia lectora. --ECP: Últimamente han cerrado bastantes editoriales y librerías, lo que hace pensar en este tipo de empresas como algo más romántico que beneficioso en términos económicos. —LAM: También es verdad que los modelos económicos globales imponen cuotas de crecimiento difíciles de cumplir, entre impuestos, costes y gastos de distribución. Sin embargo, librerías que habían optado por el mercado digital, como Barnes & Noble, han regresado al formato de pequeñas librerías. Y las cafeterías y espacios culturales abren y cierran en un equilibrio precario, pero que muestra el entusiasmo por no dejarse vencer por una economía liberal tan poco humana. [...] En Mantis Editores publicamos poesía, lo que nos da cierto respiro al respecto de los grandes narradores (quiero decir los vendedores famosos y reconocidos) y su permanencia en un mercado que incita y obliga a la vigencia y a la sobreexposición. Los poetas, incluso los notables, siempre son más discretos en la venta. Y, por lo mismo, las leyes de mercado son distintas. --ECP: Uno de los rasgos esenciales de tu poesía es el asombro, ¿dónde lo encuentras y cómo lo recoges en tu obra? —LAM: El asombro existe en casi todos los poetas que admiro. La diferencia principal, me parece, está en el miedo y la memoria. En mi primer poemario, Voluntad de la luz (1996), aparecía la figura de una migala para representar, de manera alegórica, a la mujer y al narrador. Esta manera de homenajear a una de mis figuras tutelares traía consigo su carga de veneno: en toda la obra literaria de Arreola hay aspectos misóginos que yo debí romper. La mujer, en mis textos, no podría ser la víctima ni de la sociedad ni siquiera del hombre. Ni podría hacerla a un lado, como la dama del juego de ajedrez de mi novela fallida. Entonces, al igual que la Beatriz arreoliana, la migala en Voluntad de la luz (1996) le mostraría el camino al hombre, al poeta, hacia una realidad inexplorada. [...] También está el Ulises salmón de José Gorostiza: símbolo del poeta, del héroe, de quien regresa a casa luego de un largo viaje por los siglos de vida que lo llevan de la composición primaria (minerales y plantas) hasta la evolución espiritual. Pasar de Darwin y Lamarck a Teilhard de Chardin hubiera sido más complejo sin la Muerte sin fin de Gorostiza y sin Arreola. En este mismo libro el pez es femenino y la malagua el macho. Esta otra oposición de los artículos y personajes me serviría para un sujeto ambiguo, anfibio, no binario (como dicen ahora) que es el creador de ese libro que intentó (lo intenta, muchos años más tarde) recrear su propia historia a falta de una memoria en serio. Lo que quiero incorporar a la hora que refiero otros libros y temas musicales en mi propio trabajo son esos otros modos, olvidados por mí, o no reconocidos, no creados específicamente y que me representan. Así, los tantos referentes culturales y la memoria ajena alimentan, sin miedo, esta reconstrucción biográfica y ficticia, a la vez, de lo que soy como hombre y como poeta. --ECP: También pones el foco en hechos olvidados, a modo de reevaluación de la Historia. Si la memoria es una herramienta inestable y traicionera, ¿cómo hacer justicia al pasado? ¿Crees que estamos en una sociedad condenada al olvido? —LAM: La migala es el miedo, y no en vano compareció en mi mente en algunos versos de Llámenme Ismael (2014) para hablar de un tumor cerebral, clínicamente denominado aracnoide. Si bien este libro habla de Moby-Dick, la conocida y enorme ballena blanca, en la arquitectura del libro funciona en múltiples espacios: un pabellón para enfermos psiquiátricos, la embarcación que remite a Herman Melville, el Pequod, un edificio en Nueva York del cual se tira un joven fotógrafo en su intento de suicidio, etc. En estas habitaciones la incertidumbre corre por las venas, por los mares, por las nubes, siempre libre y con nosotros como espectador atónito del juego entre la vida y la muerte. El blanco del cachalote y el cuadro del tablero de ajedrez se funden en la almohada, que es capaz de ahogar a quien amamos con tal de no verlo sufrir, como en el filme de Milos Forman Atrapado sin salida (1975): embestimos un rostro para hundirlo en el sueño más profundo. También en Mar adentro (2004) está ese deseo de morir, que se nos niega una vez pronunciada la palabra eutanasia. Al contrario, el momento oportuno, en la siempre inoportuna muerte, es la noche: esa casilla negra del tablero. [...] Entre las mil y una noches que encantaban a Borges, quien tanto admiró a Arreola, hay Siete noches que me resultan magníficas. Son siete maravillas de lucidez, conferencias que Borges ofreció en 1977 en el Teatro Coliseo de Buenos Aires, posteriormente publicadas como libro en 1980. ¿Qué Arreola tras de Borges me inspiraron a escribir Enola Gay, distante de Voluntad de la luz por veinticinco libros, pero cuya capacidad de horrorizarme nunca desaparece? Puedo decir que nada, y mentiría. Lejos del juego y cerca de la estrategia de la guerra, el desamor sigue siendo la constante que nos hace escribir. Es el veneno. El Aleph es el mundo complejo que lo mismo requiere del blanco de la nieve que del negro del humo. La pureza y la pólvora, Beatriz y su revés. Ensayar la historia de la bomba de Hiroshima desde una varia invención, del diario de Paul Tibbets y del nombre del bombardero B-29 Superfortress, Enola Gay, por la madre del primer oficial, requirió muchos días negros, muchas noches en blanco y una mecha de enebros. Para seguir un método, contrario al Paraíso es el Infierno. La sociedad nos condena. El olvido es el arma. La memoria y la recreación poética son el antídoto. --ECP: Precisamente, el título de tu antología poética El agua recobrada me recuerda al mito de Narciso y la devolución, en sentido inverso, de identidad y certeza. —LAM: Esa antología fue preparada y titulada por el también poeta, narrador y periodista Luis Aguilar, título con el que concuerdo porque, como ocurría en mis primeros trabajos, el agua era un elemento primordial en el que sucedían los acontecimientos poéticos. Reunificarlos y renovarlos a partir de esa afinidad temática y espacial resulta muy lógico. Sin embargo, una muestra posterior difícilmente podría circunscribirse al agua o a la luz, ya que los episodios ficcionales y reales de mis libros posteriores a dicha antología se acercan más a las praderas norteamericanas, a paisajes renacentistas y, en mi libro más reciente, a la geografía japonesa. Hay, claro, recurrencias al mar, en Llámenme Ismael, sobre todo, pero no toda la simbología y mitología del agua que tuve en mis inicios. --ECP: Sobre todo por su variedad: por decisión del antólogo no hay cronología ni referencias. Hay transvases temporales, temáticos, espaciales, etc, que crean una nueva obra, colectiva y expandida. —LAM: Estoy sumamente complacido con la antología preparada por Luis Aguilar, a quien no me canso de agradecerle justo eso: la creación de un libro diferente, no cronológico ni temático, sino por afinidades tonales, elusiones y variaciones de la dicción de los poemas, y por un periplo mayor al de la simple revisión de lo mejor de cada obra publicada. Aguilar hace la misma reformulación que yo me planteo al atacar un proyecto: la variación de registros y posibilidades de un tema, de un elemento e incluso de un tratamiento autorreferencial (a la manera de Richard Wagner) para encontrar y separar momentos poéticos que de otra manera difícilmente pudieran ser encontrados por un lector distraído. --ECP: Aunque, eso sí, gira en torno al poder cegador de la luz y, como consecuencia, en la no visión, los ojos abatidos. ¿Qué mística encontramos en este territorio interior? —LAM: Toda mi vida he padecido disfunciones visuales: desde la temprana miopía al astigmatismo, una fuerte sensibilidad a la luz, y la dificultad mayor de lo común del paso de un medio luminoso a uno oscuro; luego el conato de una degeneración macular y, ya por la edad, la recuperación de algún grado de miopía, pero acentuada con vista cansada. En algún momento pensé en estudiar el lenguaje braille e incorporo algunas frases en braille en Envés del agua, por ejemplo, o un poema visual que retrata la pérdida del punto fino de lectura y la curvatura que sufren las líneas rectas en mi ojo izquierdo (al que llamo, por lo tanto, femenino) en ese mismo título. Mi aspiración es la luz, pero no solamente la visión del ojo, el sentido de la vista tal cual, sino esa luz espiritual que nos muestre un mundo distinto y nos permita trascenderlo e insertarnos en él. --ECP: El poeta, ahí, como en otros lugares de tu poesía, está atrapado por sus propias creaciones, puede imaginarlo todo y ponerse al nivel del creador, pero apenas puede verbalizar el amor, hacer corpórea a la amada.
—LAM: El lenguaje es un invento humano. Según Umberto Eco, Dios no requería de palabras para comunicarse con Adán (porque era Dios), sino que fue él quien tuvo que crear el lenguaje para hablarle a su creador. Pero las palabras están cargadas de sentido y de pasión humana, lo que hace difícil su domesticación. Con el tiempo, esas mismas palabras se convierten en otras: algunas ganan peso y densidad, otras se vuelven comunes o se banalizan, algunas más (quiero pensar que las que se integran en un poema) nos revelan un lenguaje distinto. En mi obra siempre hay un amado y un desapasionado en fluctuación, en lucha: el otro es necesario para hacer resonar una pregunta, para esperar respuesta, para acompañar ese intervalo, la pausa entre palabra y voz, entre canto y violencia. El cuerpo del amado también está construido con palabras porque lo idealizamos como divinidad o, bien, como demonio, y entonces requerimos de palabras para entablar un diálogo. --ECP: Es el cuerpo el que no termina de formarse, y así los versos se dispersan entre los ángeles, la podredumbre, el árbol del Paraíso, el Infierno, la serpiente, el río, etc. —LAM: El lenguaje también es un poder, y en su capacidad de destrucción y construcción hacemos otros mundos, ya sea el Paraíso o el Infierno. Mi mundo literario viene de mis lecturas de la Biblia y la Comedia de Dante, pero también se mueve en basamentos próximos: Auschwitz, Hiroshima, Chernóbil, Berlín, Río de Janeiro o mi propia ciudad, su violencia hacia los jóvenes, y su desinterés por los ancianos. Todo este cuerpo (corpus) está en un interminable proceso de equilibrio, la sociedad fluctúa entre la llegada y salida de corrientes liberales y muy conservadoras. Un cuerpo que a veces presume sus placeres y otras veces los castiga y silencia. --ECP: Así como por homenajes (Greeting to the Family): el Greenwich Village, Robert Mapplethorpe, Nick Drake, Allen Ginsberg... —LAM: Tengo fascinación por los espíritus rebeldes, de allí que personajes como los que mencionas y otros más me parezcan geniales. Nada más que aquellos que murieron muy jóvenes, porque es la juventud tan llamativa (cada vez más lejana), lo que hace que la mire con envidia y con cierta deferencia. Llevo una vida muy apacible, sin drogas, sin excesos. Mi manera de acercarme a ese lado salvaje del camino me lo permite la música: Lou Reed, David Bowie, Jeff Buckley. De allí que los tome, de manera ficticia, para seguir construyendo esa ciudad imaginaria que es mi literatura. --ECP: Parece que hemos hablado mucho de poesía, pero por sí misma es un campo bastante reducido. ¿En qué otras disciplinas encuentras inspiración para seguir escribiendo? —LAM: Escribo mucho a partir de poemas y de ensayos, pero también de música y del arte en general. De joven hice por breve periodo de tiempo danza clásica, lo que me orilló a intentar un poema (Papiro de Derveni) con estructura de ballet y teniendo como personaje principal al pintor Caravaggio. Después, he realizado ciertos intentos de óperas más complejas (en Götterdämmerung, que es una biografía mentida, incompleta y confusa). Escribo a partir de cualquier cosa, detalle o tema: si crea una convulsión, si es capaz de sacudirme, seguramente ese pretexto será una bomba atómica. --ECP: Al fin y al cabo, tu poesía se mueve en terrenos mínimos y frágiles: «Una mirada basta / para contaminar la transparencia» (‘Seppuku de Mishima’, Enola Gay). —LAM: Insisto en que mi modo de ver el mundo parte de una enfermedad, pero busca la gracia, la salvación, la trascendencia. Persigo que mis textos expresen lo que mi cuerpo (incluso mi lenguaje) es torpe en responder. Yo quisiera mirar con las palabras puras lo que es puro, y que así permanezca. Mientras tanto, dada mi condición humana, me conformo con ser mejor persona gracias también a lo que escribo.
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ENTREVISTAS
El Coloquio de los Perros. CABEZAS, ISMAEL
CAMARASA, RAFAEL CARBAJOSA, NATALIA CARIDE, ALBERTO CARRILLO, VIRIDIANA CÉLINE CEREZUELA, ANA CERVERA, RAFA CHEJFEC, SERGIO CHEJFEC, SERGIO [5] CHESSA, ALBERTO CHESSA, ALBERTO [Anatomía de una sombra] CHICO, ÁLEX CISNERO, ALBERTO COMAN, DAN CONTRERAS, NADIA CORTINA, ÁLVARO CRUZ, GINÉS DELGADO, DESIRÉE DÍAZ, ANA CLAUDIA DÍEZ, JOSÉ MANUEL DOMINIQUE A ELENA PARDO, CRISTINA ELKOURI, RIMA ESPEJO, JOSÉ DANIEL ESPEJO, JOSÉ DANIEL [Perro fantasma] FONT, VIOLETA GALÁN, JULIO CÉSAR GALÁN MOREU, SALVADOR GALÁN MOREU, SALVADOR [No fall] GALINDO, BRUNO GALLARDO, JOSÉ MANUEL GALLUD, EVA GALVÁN, ANI GAMBOA, JEYMER GARCÍA, CONCHA GARCÍA, DIEGO L. GARCÍA JIMÉNEZ, SALVADOR GARCÍA LÓPEZ, ERNESTO GARCÍA MELLADO, ISABEL GARCÍA-VILLALBA, ALFONSO GARRIDO PANIAGUA, RODRIGO GASS, CARLOS GINÉS, ANTONIO LUIS GINÉS, ANTONIO LUIS [Antonov] GÓMEZ, MACARENA GÓMEZ BLESA, MERCEDES GÓMEZ RIBELLES, ANTONIO GÓMEZ RIBELLES, ANTONIO [QUIROMANTE] GONZÁLEZ LAGO, DAVID GRACIA, ÁNGEL GROZO, DANIEL GUERRA NARANJO, ALBERTO HENDERSON, DAIANA HERNÁNDEZ, GALA HERNÁNDEZ, JULIO HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [EL DOLOR DE LOS DEMÁS] HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [ANOXIA] HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [TIEMPO POR VENIR] HERNÁNDEZ BUSTO, ERNESTO IRIBARREN, KARMELO C. JORGE PADRÓN, JUSTO KASZTELAN, NURIT LADDAGA, REINALDO LAYNA RANZ, FRANCISCO LEZCANO, YULEISY CRUZ LINAZASORO, KARLOS LLOR, DOMINGO LOBATO, FLORA LÓPEZ, PABLO LÓPEZ AGÜERA, FULGENCIO ANTONIO LÓPEZ KOSAK, ANDREA LÓPEZ MONDÉJAR, LOLA LÓPEZ MONDÉJAR, LOLA [Qué mundo tan maravilloso] LÓPEZ POMARES, ALEJANDRO LÓPEZ SANDOVAL, DAVID LÓPEZ SORIA, MARISA LOUZAO, ALICIA MACHUCA, LUIS MAESTRO, JESÚS G. MALAVER, ARY MANUELA, ADRIANA MARGARIT, LUCAS MARÍN, MARÍA MARÍN, MARIO MARÍN ALBALATE, ANTONIO MARQUARDT, ANJA MART, BLANCA MARTÍ VALLEJO, MAITE MARTÍN, RUBÉN MARTÍN GIJÓN, SUSANA MARTÍN IGLESIAS, VÍCTOR MARTÍNEZ CASTILLO, ANA MENDOZA, NURIA MESA, SARA MICÓ, JOSÉ MARÍA MIGUEL, LUNA MIRALLES, INMA MOGA, EDUARDO MOLINO, SERGIO (DEL) MONTEVERDE, JULIO MONTEVERDE SÁNCHEZ, CONCEPCIÓN MOR, DOLAN MORALES, JAVIER MORANO, CRISTINA MORENO, ANTONIO MORENO, ELOY MORENO, JAVIER MORENO, SEBASTIÁN MORENTE, ESTRELLA MOYA, MANUEL MUÑOZ, MIGUEL ÁNGEL NAVARRO, ÓSCAR NETO DOS SANTOS, MANUEL NIETO, LOLA NORDBRANDT, HENRIK NUÑO, SIHARA OLMOS, ALBERTO OREJUDO, ANTONIO ORTIZ, DEMIAN ORTIZ ALBERO, MIGUEL ÁNGEL PALOMEQUE, AZAHARA PAPELES DEL NÁUFRAGO [Antonio Lafarque y Aníbal García] PARDO VIDAL, JUAN PARRA SANZ, ANTONIO PEÑA DACOSTA, VÍCTOR PEÑALVER, PATRICIO PEÑAS, ESTHER PÉREZ CAÑAMARES, ANA [Querida hija imperfecta] PÉREZ CAÑAMARES, ANA [Las sumas y los restos] PÉREZ LEAL, AGUSTÍN PÉREZ MONTALBÁN, ISABEL PERONA, JESÚS PICÓN, EMILIO PRADA, JUAN MANUEL DE PRUDENCIO, JESÚS PUJANTE, BASILIO PUJANTE, MANUEL QUIJANO SÁNCHEZ, EDUARDO RÍOS, BRENDA RIVAS GONZÁLEZ, MANUEL ROBLES, SALVA RODRÍGUEZ, ALFREDO RODRÍGUEZ, ALFREDO [Urre Aroa] RODRÍGUEZ, ALFREDO [Días del indomable] RODRÍGUEZ JIMÉNEZ, ANTONIO RODRÍGUEZ PAPPE, SOLANGE ROMERO MORA, J.D. ROMERO MORA, J.D. [En el desvarío] ROSADO, JUAN JOSÉ ROSSELL, MARINA RUDEL, JAUFRÉ RUIZ GUERRERO, Mª CARMEN SALSE BATÁN, ALEJANDRO SÁNCHEZ, GINÉS SÁNCHEZ, GINÉS [2096] SÁNCHEZ, GINÉS [MUJERES EN LA OSCURIDAD] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [El nudo] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [FACTBOOK] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [LA CADENA DEL FRÍO] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [LOS QUE ESCUCHAN] SÁNCHEZ GÓMEZ, MARISOL SÁNCHEZ MARTÍN, LUIS SÁNCHEZ MARTÍN, LUIS [Pastillas debajo de la lengua] SÁNCHEZ MENÉNDEZ, JAVIER SÁNCHEZ ROBLES, MIGUEL SÁNCHIZ, ANTONI SANTOS, ABEL SCHWEBLIN, SUSANA SEÑOR, RUBÉN SERRANO, PABLO SORIANO, ADA SUANE, SAÚL TRIGUEROS, SARA J. ÚBEDA, ANABEL URÍA, JUAN MANUEL VAL, FERNANDO DEL VALDÉS, ANDREA VALERO, MANUEL VALLÈS, TINA VARAS, VALENTINA VEGA, MIGUEL VERA FIGUEROA, ALBA VICENTE, TERESA VICENTE CONESA, FRANCISCO VILA-MATAS, ENRIQUE Hemeroteca
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