Entrevista realizada por PEDRO PUJANTE Profesor, escritor y activista cultural, Basilio Pujante (Murcia, 1982) ha publicado hasta la fecha dos libros de cuentos: Recetas para astronautas en 2016 y El peso del hielo en 2020. En este segundo trabajo, publicado por la editorial Boria, se puede apreciar una evolución y la confirmación de un autor con una solidez remarcable al que no hay que perder la pista. Si en su primer volumen de cuentos descubríamos historias bien construidas y de gran calidad, es ahora cuando se percibe en Pujante a un escritor que parece haber encontrado su voz, el tono justo para cada relato y el manejo de una amplia variedad de temas con los que escanea la sociedad, el paso del tiempo, nuestras convicciones y el alma humana. Además, sus textos se despliegan y expanden hacia diferentes niveles de significados, mostrando en cada relato una historia oculta. Desde un punto de vista técnico, todos los relatos en El peso del hielo son pequeñas piezas de orfebrería en las que las que su autor aplica tanto su garra creativa como un excelente manejo de los recursos narrativos. Nos apetece hablar con él para que nos hable de su proceso creativo, de su visión de la literatura y, sobre todo, de su último libro: El peso del hielo. —EL COLOQUIO DE LOS PERROS: Primero, háblanos de este libro. ¿Qué va a encontrar el lector en El peso del hielo? ¿De dónde surge el título? —BASILIO PUJANTE: Va a encontrar, básicamente, once relatos. Partiendo de ahí, he intentado que fueran lo más variados posibles en cuanto a temática y tono. Aunque, como ocurre con cada libro, este tiene una unidad que viene dada por mi forma de escribir, he tratado que cada cuento sea leído como un todo independiente y no como una parte de un conjunto. En cuanto al título, es un fragmento del último de los textos: ‘El hombre que lee’. Se trata de una imagen que me gustó y que muestra a un caminante al que se la va adhiriendo el hielo a la ropa. Para mí esa capa de hielo representa todas las experiencias que vamos acumulando a lo largo de la vida y cuyo peso vamos soportando. —ECP: Hay varios relatos que se recrean en una mirada nostálgica a la infancia, también algunos que tratan de captar nuestro presente de un modo más o menos objetivo. ¿Qué te mueve más a la hora de escribir: una idea, una emoción, una anécdota, una imagen? —BP: Creo que mis fuentes de inspiración son, fundamentalmente, tres; en primer lugar, los recuerdos de experiencias vividas, de ahí que tenga tanto peso en el libro, como dices, la infancia, ese gran generador de vivencias. Después, están los libros; más que escritor me considero lector y muchos libros que leo influyen, si no en los argumentos, sí en la forma de escribir. Por último estaría la imaginación, que, como apuntas, a menudo se dispara a partir de una imagen o de una sensación. —ECP: En tus textos hay un solapamiento evidente entre ficción y vida, entre biografía e invención. ¿De dónde salen las ideas de tus relatos? ¿Cuánto extraes de la vida? —BP: Como te decía, la vida es una inagotable fuente de inspiración. A menudo creemos que atravesamos el mundo en una insignificante y anodina existencia, y quizás sea así, pero pienso que hasta en los días más rutinarios se esconden historias que merecen ser contadas. Hay lectores o críticos que han definido algunos de los relatos de El peso del hielo como autoficción, pero no estoy del todo de acuerdo. Está claro que, como apuntas, mi perfil coincide parcialmente con el de algunos personajes, pero lo que busco es más un juego literario que contar mi vida. —ECP: Se aprecia también un equilibrio entre forma y contenido. ¿Crees que es más importante la historia o el cómo se cuenta? —BP: Es una disyuntiva muy interesante y que jamás va a quedar resuelta, porque no entiendo una sin la otra. Quizás en la poesía la forma, la elección de una palabra adecuada, tenga más peso que en la narrativa, pero no concibo un buen relato, especialmente un buen cuento, sin que esté escrito adecuadamente. Mi forma de entender la escritura es otorgándole más protagonismo a la historia, para que el estilo sea un apoyo silencioso y útil a la trama y no el centro de atención. La única excepción del libro está en ‘Es como volar’, donde, tal vez por la dureza de la anécdota relatada, opté por un estilo más poético. —ECP: Respecto del hielo, hablemos del iceberg. Al igual que hacían escritores como Hemingway o Chéjov, en tus historias se desarrolla siempre una suerte de historia secreta, ese fragmento del iceberg que “no se cuenta”, pero que está ahí. ¿Importa en una historia lo que no se cuenta tanto como lo que sí se cuenta? —BP: Por un lado, sí. Creo que un cuento tiene que ser contenido y evitar la digresión, algo que sí se le tolera a la novela, para lograr ese K.O. del que nos hablaba Cortázar. Pero, por otra parte, no soy muy partidario de escribir historias demasiado elípticas; el lector debe poner de su parte, pero no se le puede exigir que construya un relato a partir de unas ideas o imágenes inconexas. Ese es un tipo de narrativa que no me interesa ni como lector ni como autor. —ECP: La mayor parte de las estanterías las ocupan novelas, sin embargo todavía hay un hueco para los cuentistas. ¿Está el relato debidamente valorado en la actualidad? ¿Hay una tendencia por parte de las editoriales a fomentar más el consumo de novelas? —BP: Está claro que es muy poco habitual que un libro de cuentos alcance los primeros puestos de las listas de ventas; en los últimos años hemos visto que incluso la minoritaria poesía adelantaba al género del relato breve y se convertía, en algunos casos muy concretos pero cada vez más habituales, en best sellers. La novela tiene un valor comercial que jamás poseerá el cuento; debido a su extensión, si consigue enganchar al lector, este le será fiel hasta el final y la acompañará durante días o semanas. Teniendo en cuenta que un gran porcentaje de lectores buscan en la literatura un medio de evasión, esto hace que se vendan muchas más novelas, especialmente las más extensas o las sagas, que libros de cuentos. Sin embargo, para un lector más especializado creo que el volumen de relatos puede ser más interesante porque en él puede hallar esa doble tendencia a la variedad de historias y a la unidad del estilo del que hablaba antes. —ECP: Te conocimos primero en los recitales. El cuento, como sabemos, tiene un origen oral. ¿Has notado un cambio a la hora de enfrentarte al microrrelato para ser recitado en público con respecto a ser leído en formato libro? ¿Cuál es tu metodología en el proceso de creación? —BP: El microrrelato, que cultivé mayoritariamente hace una década, es tan instantáneo que lo escribes de una sentada y en cuanto se te ocurre, o al menos así era en mi caso. Con el cuento el proceso de creación es totalmente distinto. A partir de una idea, un recuerdo, una imagen o una conversación, me viene a la mente una historia mínima que apunto en un archivo. Después, y salvo casos contados, espero hasta las vacaciones y redacto el cuento en pocos días a partir de esa mínima idea o esqueleto que apunté meses atrás. Como nota para curiosos (a mí siempre me han interesado estos ritos), puedo añadir que me gusta escribir en el ordenador, en sitios públicos como una biblioteca y con música en mis auriculares. —ECP: Eres un gran observador, eso es más que evidente al leer cómo analizas y radiografías la condición humana. ¿Crees que un escritor debe estar al tanto de las noticias y de la actualidad a la hora de construir sus ficciones? —BP: Como casi todos, soy una persona “hiperconectada”, con redes sociales, que lee los periódicos, etc, y que me considero crítico con la sociedad en la que vivimos. Sin embargo, evito que mis relatos ofrezcan una crítica directa de algún político o de un partido, porque se cae con demasiada facilidad en el panfleto cuando no en el libelo. Prefiero una crítica más amplia, a algún comportamiento más general. En El peso del hielo he intentado que hubiera un componente de sátira mayor al que existía en mi anterior libro, pero que estuviera al servicio de la historia y no al revés. Por ejemplo, en ‘Quemado’ pretendía hacer una crítica a cierto capitalismo “buenrollista”, representado por el dueño de una agencia de publicidad muy moderna que explota a sus jóvenes; esta sátira aparece como elemento secundario en la historia de unos jóvenes creativos que sufren los primeros sinsabores de su vida laboral. —ECP: Como profesor de escritura creativa y docente universitario, ¿cómo piensas que influye tu conocimiento teórico de la literatura y de la creación a la hora de escribir tus ficciones?
—BP: En sus clases, el profesor Pozuelo Yvancos nos decía que para escribir tenía que haber algo más que conocimiento teórico, porque él era catedrático de Teoría de la Literatura y uno de los críticos más prestigiosos y jamás había publicado un libro. Estoy totalmente de acuerdo, creo que me aportan más mis lecturas de libros de ficción que de ensayos teóricos; es cierto que poder dar clases de Teoría de la Literatura o mi experiencia como profesor de escritura creativa me han ayudado a afrontar la creación con más conocimientos, pero no creo que influya decisivamente en mi manera de escribir. —ECP: Hay en este libro algunas referencias veladas y otras más explícitas a otros autores. ¿Cuáles son tus influencias literarias y culturales? —BP: Sí, me gusta incluir referencias en mis relatos, pequeñas pistas de mis lecturas, de personas que conozco o de sitios en los que he estado. Por ejemplo, en el cuento ‘Elogio de la cordura’ el personaje de Ramón Medina tiene algunas coincidencias con un escritor murciano recientemente fallecido... Tengo una manera muy lúdica de entender la literatura, quizás por influencia de mis escritores predilectos, que suelen ser autores más burlones que profundos. Por ejemplo, comparto contigo la devoción por Vila-Matas, el autor español más interesante de las últimas décadas. Borges siempre ha estado en mi panteón; cuando con 18 años comenzaba Filología Hispánica y leí Ficciones me estalló la cabeza. Roberto Bolaño, como a muchos de mis compañeros de generación, fue otro autor importantísimo en nuestro deseo de convertirnos en escritores. Además, me gustan mucho los relatos de narradores americanos como Carson McCullers o Raymond Carver. De autores más recientes, me han impactado una serie de novelas latinoamericanas que comparten la presencia descarnada de la violencia, como Temporada de huracanes de Fernanda Melchor, Mandíbula de Mónica Ojeda o Vivir abajo de Gustavo Faverón. Además, tengo predilección por Javier Moreno, uno de los narradores con una trayectoria más sólida en la actualidad en nuestro país. De todas formas, no todos estos libros y autores se dejan traslucir en mi manera de escribir; a menudo me influyen más otras obras que no considero de tanta calidad pero de donde tomo un tono determinado o una manera de narrar que me son útiles para un cuento concreto. —ECP: De momento has publicado dos libros de relatos. ¿Para cuándo la novela? Háblanos de tus proyectos inminentes (o no tan inminentes). —BP: Esta pregunta está relacionada con lo que hablábamos antes, con esa visión de que la novela es un género “más serio” o “más comercial” que el relato breve. Me siento cómodo con el cuento, aunque sé que, por supuesto, aún tengo que mejorar muchísimo, así que creo que dejaré la novela para más adelante y seguiré escribiendo relatos o novelas cortas porque creo que se ajustan mejor a mi manera de narrar. De hecho, veo más cercano probar con otros géneros como una mezcla entre ensayo histórico y autobiográfico que me interesa mucho, y que, por ejemplo, se puede ver en Hermano de hielo de Alicia Kopf, que acercarme a la novela.
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ENTREVISTAS
El Coloquio de los Perros. CABEZAS, ISMAEL
CAMARASA, RAFAEL CARBAJOSA, NATALIA CARIDE, ALBERTO CARRILLO, VIRIDIANA CÉLINE CEREZUELA, ANA CERVERA, RAFA CHEJFEC, SERGIO CHEJFEC, SERGIO [5] CHESSA, ALBERTO CHESSA, ALBERTO [Anatomía de una sombra] CHICO, ÁLEX CISNERO, ALBERTO COMAN, DAN CONTRERAS, NADIA CORTINA, ÁLVARO CRUZ, GINÉS DELGADO, DESIRÉE DÍAZ, ANA CLAUDIA DÍEZ, JOSÉ MANUEL DOMINIQUE A ELENA PARDO, CRISTINA ELKOURI, RIMA ESPEJO, JOSÉ DANIEL ESPEJO, JOSÉ DANIEL [Perro fantasma] FONT, VIOLETA GALÁN, JULIO CÉSAR GALÁN MOREU, SALVADOR GALÁN MOREU, SALVADOR [No fall] GALINDO, BRUNO GALLARDO, JOSÉ MANUEL GALLUD, EVA GALVÁN, ANI GAMBOA, JEYMER GARCÍA, CONCHA GARCÍA, DIEGO L. GARCÍA JIMÉNEZ, SALVADOR GARCÍA LÓPEZ, ERNESTO GARCÍA MELLADO, ISABEL GARCÍA-VILLALBA, ALFONSO GARRIDO PANIAGUA, RODRIGO GASS, CARLOS GINÉS, ANTONIO LUIS GINÉS, ANTONIO LUIS [Antonov] GÓMEZ, MACARENA GÓMEZ BLESA, MERCEDES GÓMEZ RIBELLES, ANTONIO GÓMEZ RIBELLES, ANTONIO [QUIROMANTE] GONZÁLEZ LAGO, DAVID GRACIA, ÁNGEL GROZO, DANIEL GUERRA NARANJO, ALBERTO HENDERSON, DAIANA HERNÁNDEZ, GALA HERNÁNDEZ, JULIO HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [EL DOLOR DE LOS DEMÁS] HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [ANOXIA] HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [TIEMPO POR VENIR] HERNÁNDEZ BUSTO, ERNESTO IRIBARREN, KARMELO C. JORGE PADRÓN, JUSTO KASZTELAN, NURIT LADDAGA, REINALDO LAYNA RANZ, FRANCISCO LEZCANO, YULEISY CRUZ LINAZASORO, KARLOS LLOR, DOMINGO LOBATO, FLORA LÓPEZ, PABLO LÓPEZ AGÜERA, FULGENCIO ANTONIO LÓPEZ KOSAK, ANDREA LÓPEZ MONDÉJAR, LOLA LÓPEZ MONDÉJAR, LOLA [Qué mundo tan maravilloso] LÓPEZ POMARES, ALEJANDRO LÓPEZ SANDOVAL, DAVID LÓPEZ SORIA, MARISA LOUZAO, ALICIA MACHUCA, LUIS MAESTRO, JESÚS G. MALAVER, ARY MANUELA, ADRIANA MARGARIT, LUCAS MARÍN, MARÍA MARÍN, MARIO MARÍN ALBALATE, ANTONIO MARQUARDT, ANJA MART, BLANCA MARTÍ VALLEJO, MAITE MARTÍN, RUBÉN MARTÍN GIJÓN, SUSANA MARTÍN IGLESIAS, VÍCTOR MARTÍNEZ CASTILLO, ANA MENDOZA, NURIA MESA, SARA MICÓ, JOSÉ MARÍA MIGUEL, LUNA MIRALLES, INMA MOGA, EDUARDO MOLINO, SERGIO (DEL) MONTEVERDE, JULIO MONTEVERDE SÁNCHEZ, CONCEPCIÓN MOR, DOLAN MORALES, JAVIER MORANO, CRISTINA MORENO, ANTONIO MORENO, ELOY MORENO, JAVIER MORENO, SEBASTIÁN MORENTE, ESTRELLA MOYA, MANUEL MUÑOZ, MIGUEL ÁNGEL NAVARRO, ÓSCAR NETO DOS SANTOS, MANUEL NIETO, LOLA NORDBRANDT, HENRIK NUÑO, SIHARA OLMOS, ALBERTO OREJUDO, ANTONIO ORTIZ, DEMIAN ORTIZ ALBERO, MIGUEL ÁNGEL PALOMEQUE, AZAHARA PAPELES DEL NÁUFRAGO [Antonio Lafarque y Aníbal García] PARDO VIDAL, JUAN PARRA SANZ, ANTONIO PEÑA DACOSTA, VÍCTOR PEÑALVER, PATRICIO PEÑAS, ESTHER PÉREZ CAÑAMARES, ANA [Querida hija imperfecta] PÉREZ CAÑAMARES, ANA [Las sumas y los restos] PÉREZ LEAL, AGUSTÍN PÉREZ MONTALBÁN, ISABEL PERONA, JESÚS PICÓN, EMILIO PRADA, JUAN MANUEL DE PRUDENCIO, JESÚS PUJANTE, BASILIO PUJANTE, MANUEL QUIJANO SÁNCHEZ, EDUARDO RÍOS, BRENDA RIVAS GONZÁLEZ, MANUEL ROBLES, SALVA RODRÍGUEZ, ALFREDO RODRÍGUEZ, ALFREDO [Urre Aroa] RODRÍGUEZ, ALFREDO [Días del indomable] RODRÍGUEZ JIMÉNEZ, ANTONIO RODRÍGUEZ PAPPE, SOLANGE ROMERO MORA, J.D. ROMERO MORA, J.D. [En el desvarío] ROSADO, JUAN JOSÉ ROSSELL, MARINA RUDEL, JAUFRÉ RUIZ GUERRERO, Mª CARMEN SALSE BATÁN, ALEJANDRO SÁNCHEZ, GINÉS SÁNCHEZ, GINÉS [2096] SÁNCHEZ, GINÉS [MUJERES EN LA OSCURIDAD] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [El nudo] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [FACTBOOK] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [LA CADENA DEL FRÍO] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [LOS QUE ESCUCHAN] SÁNCHEZ GÓMEZ, MARISOL SÁNCHEZ MARTÍN, LUIS SÁNCHEZ MARTÍN, LUIS [Pastillas debajo de la lengua] SÁNCHEZ MENÉNDEZ, JAVIER SÁNCHEZ ROBLES, MIGUEL SÁNCHIZ, ANTONI SANTOS, ABEL SCHWEBLIN, SUSANA SEÑOR, RUBÉN SERRANO, PABLO SORIANO, ADA SUANE, SAÚL TRIGUEROS, SARA J. ÚBEDA, ANABEL URÍA, JUAN MANUEL VAL, FERNANDO DEL VALDÉS, ANDREA VALERO, MANUEL VALLÈS, TINA VARAS, VALENTINA VEGA, MIGUEL VERA FIGUEROA, ALBA VICENTE, TERESA VICENTE CONESA, FRANCISCO VILA-MATAS, ENRIQUE Hemeroteca
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