Entrevista realizada por SARAY FERNÁNDEZ «¿De verdad somos la especie animal más avanzada?» El artista cordobés David González Lago ha sacado a la luz su cuarto poemario, Animalicémonos, una obra cargada de furia, deseo y reivindicación. En el libro, el profesor hace una llamada a la acción y nos dirige hacia una «observación reflexiva de la naturaleza». El balance de la realidad nos advierte de un futuro oscuro que muy lejos queda de los aplausos. Con palabras de protesta repletas de la misma belleza y brutalidad que guarda el mundo, esta colección de poemas nos invita a analizar nuestra condición humana para tratar de admirar nuestra animalidad. —EL COLOQUIO DE LOS PERROS: Quisiera felicitarte por esta publicación tan particular como necesaria. Un mensaje claro, rotundo y potente: Animalicémonos. ¿A qué te refieres exactamente con esta expresión? —DAVID GONZÁLEZ LAGO: En primer lugar, muchas gracias por tus palabras hacia mi último poemario. Animalicémonos es, en efecto, una llamada a nuestros orígenes, al regreso a nuestra animalidad en el mejor sentido del término. A lo largo de nuestra breve historia, nuestra especie ha avanzado en muchos sentidos, pero quizá en ciertos casos habría sido preferible no hacerlo. En torno a esa idea surge este poemario. —ECP: Este es tu cuarto poemario. ¿Qué cambios has experimentado en tu día a día desde tu primera hasta esta última publicación? —DGL: En cuanto al proceso de escritura, he ido cambiando a lo largo de estos últimos años. Realmente, solo han pasado tres años desde que saliera a la luz mi primer poemario, 33 reflexiones que Cristo haría en mi lugar. Fue un poemario que escribí en menos de dos meses, en una fase de explosión creativa donde sentía la necesidad de volcar las ideas sobre el papel de manera impetuosa. Según he ido avanzando, siento que me tomo el proceso creativo con más calma y dedico más tiempo a la revisión posterior. Sin embargo, creo que mi forma de escribir no ha cambiado tanto en el fondo. —ECP: El título parece presentarse como una llamada a la acción en forma de orden poética. ¿Con qué intención principal nace la obra? —DGL: Animalicémonos es, en esencia, una reflexión acerca de los beneficios y perjuicios que nos ha reportado nuestra condición humana en comparación con el resto de especies animales. Porque, no lo olvidemos, como homínidos que somos, los seres humanos también formamos parte del reino animal. Somos la única especie que ha sido capaz de crear maravillas artísticas o de lograr increíbles avances científicos, pero también la única que ha creado y lanzado una bomba atómica, por ejemplo. ¿De verdad somos la especie animal más avanzada? —ECP: Haciendo uso de la metáfora lingüística y la fauna natural que nos rodea, cada página nos enseña un poco más sobre la “no profundidad” de la especie humana y el futuro desgarrador que puede llegar a construir o, más bien, a deconstruir dentro de toda su racionalidad. Si la solución está en recuperar nuestra animalidad, ¿qué camino habría que seguir para alcanzarla? —DGL: La observación reflexiva de la naturaleza. Tenemos mucho que aprender de ella y, en concreto, del reino animal. El comportamiento de los animales es fascinante. El otro día me detuve a observar un gorrión que se bañaba en un minúsculo charco porque en Córdoba en mayo ya empieza a hacer bastante calor. ¿Qué hacemos los humanos? Lamentarnos de no tener piscina, de no tener vacaciones para irnos a la playa, de tener que ir a trabajar en lugar de irnos a tomar una cerveza... Metafóricamente, nos ahogamos en ese pequeño charco mientras el gorrión ve el sentido práctico: es agua, y el agua refresca. No sé si es el mejor ejemplo para ilustrar lo que quiero decir, pero es el más reciente y supongo que puede valer. Deberíamos aprender de ese sentido pragmático de los animales. —ECP: Utilizas un lenguaje ilustrado, pero fácilmente comprensible y ameno, cargado de dureza, de pesimismo y, a su vez, de honesta realidad. ¿Coincide la temática y estructura de la obra con algún momento lineal determinado de tu vida o surge como una recopilación accidentada creada con el paso tiempo? —DGL: La mayor parte de estos poemas los escribí después de la publicación de mi primer poemario, en 2016. Desde entonces, este poemario estuvo guardado en un cajón. Cuando Luis Sánchez me hizo saber que estaba interesado en publicar Animalicémonos en la editorial Boria, ya en 2018, me planteé si debía dejar los poemas tal cual o someterlos a una exhaustiva revisión. Finalmente me decanté por la segunda opción, pues mi manera de entender la poesía había cambiado en esos dos años. Digamos que ahora presto más atención al aspecto formal. El resultado de esa revisión es el libro que hoy está en el mercado. Espero que la decisión fuese acertada por mi parte. Así pues, y respondiendo a tu pregunta, digamos que son poemas cuya temática y estructura surgen en ese momento concreto, en el intervalo entre 2016 a 2018. El libro sale a la luz ya en 2019, pero en este año los poemas ya no vuelven a ser cambiados. Los cambios que comento afectaron únicamente al aspecto formal (en unos casos más que en otros), pero la esencia del libro se mantuvo intacta en cada poema y en su conjunto. —ECP: Sabemos que tu amor por la poesía viene desde la infancia. ¿Cuándo comenzaste tu lucha por la concienciación de los derechos de los animales? —DGL: Realmente no creo que me pueda considerar a mí mismo un activista por los derechos de los animales. Es un asunto que me preocupa, y creo que es algo evidente en mi obra. Sin embargo, debo ser honesto y reconocer que no ejerzo un activismo o una militancia activa al respecto. En cuanto a tu pregunta, no sabría decir cuándo comenzó esa preocupación. En una reciente presentación de Animalicémonos en Alicante, Óscar Navarro observó que esa preocupación ya estaba presente desde mi primer poemario, en el que escribí estos versos: «Me doy el placer de vivir otras vidas, / miro el mundo con ojos de animal, / respiro sin humanas preocupaciones, / soy consciente de la estupidez humana». Supongo que es algo innato en mí. Siempre he sentido un gran respeto hacia todos los seres vivos y creo que esa es la clave para que podamos convivir: el respeto. —ECP: ¿Qué tipo de actividades se incluyen en tu activismo más reciente? —DGL: Realizo algún voluntariado u otras acciones “solidarias” de manera puntual pero, como te comentaba, no me considero a mí mismo un activista. Joaquín Sabina dice en una canción: «Mi manera de comprometerme fue darme a la fuga». Me interesa este concepto, no porque pretenda darme a la fuga, sino por la idea de que cada uno puede ejercer el compromiso social a su manera. Y supongo que mi manera de comprometerme es a través de lo que más me gusta hacer: escribir. —ECP: La realidad es obvia, estamos acabando con el planeta y con todo lo que él alberga. Como profesor, ¿qué medidas consideras que podrían mejorarse en las estructuras educativas para reforzar dicha concienciación? —DGL: Habría que insistir mucho más en la concienciación de los jóvenes al respecto. Nos estamos cargando el planeta, eso es evidente, y sin embargo en la educación reglada se trata el asunto sin profundizar demasiado, por “cubrir expediente”. Creo que se tendrían que realizar acciones de impacto; los niños y adolescentes son muy sensibles ante realidades evidentes. Quiero decir, que no es lo mismo leer en un papel que la contaminación cada vez es mayor y que es un grave problema que ver con tus propios ojos, por ejemplo, esa realidad en un vertedero, con montañas y montañas de residuos electrónicos. Quizá a veces sobreprotegemos demasiado al alumnado, y eso puede llegar a ser bastante contraproducente en cuanto a su concienciación. —ECP: ¿Y qué es lo principal que podría y debería hacer, por su parte, el resto de la sociedad? —DGL: Pienso que habría que trabajar en dos direcciones: una, la concienciación al respecto; y la otra, la de endurecer las sanciones. La primera sería lo mismo que he comentado en la respuesta anterior, pero aplicado a la sociedad en general. La segunda, pienso que los gobiernos tienen un papel fundamental en todo esto. Queda muy bien firmar protocolos de actuación y hacer una declaración de intenciones para emitir menos gases contaminantes, pero si después en la práctica no se cumplen y no hay sanciones severas por su incumplimiento, el asunto queda en papel mojado. Y eso de firmar compromisos inútiles y hacerse una foto para la prensa queda muy bonito, pero así no evitamos que los polos se sigan derritiendo ni que los osos polares salven sus vidas. —ECP: Se palpa el desencanto propio de nuestra posmodernidad en tus versos. Los deseos de armonía quedan arropados por la visión de derrota. Un entorno idóneo para hacer balance y dirigirnos hacia la reconciliación, hacia una concepción renovada del futuro o no. ¿Hacia dónde crees que se dirige la conciencia de nuestra época? —DGL: Lamento transmitir este tono pesimista, pero mucho me temo que el siglo XXI nos lleva hacia un futuro más oscuro. No hay más que ver el rumbo que está tomando la política internacional en Europa o EEUU. No parece que hayamos aprendido mucho de los errores cometidos. La humanidad parece tener memoria de pez para lo que no le interesa recordar. Por suerte, no toda la humanidad se comporta de forma tan irresponsable. El problema, como siempre, son los intereses económicos. Las grandes empresas multinacionales no están dispuestas a reducir un poco sus beneficios y, al ser quienes controlan todo, incluidos los medios de comunicación, saben silenciar las críticas hacia sus modos de actuar. Esperemos que cuando la mayoría de la población se decida (o se vea obligada) a actuar no sea demasiado tarde. —ECP: ¿Y cuál es el papel del artista —del poeta, en el caso que nos ocupa— en dicha transformación?
—DGL: El papel de cualquier artista siempre ha de ser el mismo: el de crear. Es lo que mejor sabemos hacer, así que debemos poner nuestras armas al servicio del bien común. Picasso reflexionó sobre ello cuando recibió el encargo por parte de la II República de pintar el Guernica. Por un lado, pensaba que un cuadro no sería capaz de frenar al fascismo, y eso es algo obvio. Una obra de arte, por sí sola y por muy genial que sea, poco puede hacer. Sin embargo, lo que realmente mueve a los creadores es eso: la creación. Si nuestras creaciones pueden colaborar, si pueden aportar un pequeño grano de arena más para conseguir una transformación (a mejor, por supuesto) de nuestra sociedad, creo que estamos en la obligación de seguir trabajando. Aun así, en mi caso no siempre escribo poesía social (aunque en ocasiones se me ha catalogado como poeta social). No suelo decidir con demasiada premeditación los temas sobre los que voy a escribir. Digamos que me voy dejando llevar por lo que me pide cada etapa de mi vida. Por ejemplo, mi segundo poemario, Corazón inmueble, aborda el tema del amor y el desamor, y no es algo que yo decidiese de manera consciente. Simplemente, en ese momento me salían esos poemas. —ECP: ¿Andas trabajando en publicaciones futuras? De ser así, ¿podrías adelantarnos las posibles temáticas? —DGL: Tengo varios frentes abiertos. —ECP: ¿Podrías adelantarnos las posibles temáticas? —DGL: Estoy trabajando en dos poemarios de manera simultánea, aunque avanzo lentamente en cada uno de ellos y los voy alternando. Quiero decir, que cuando me centro más en escribir poemas para uno de ellos dejo el otro en reposo, y viceversa. No puedo contar mucho más, pero sí diré que uno de ellos guarda relación con el mundo del arte contemporáneo, mientras que en el otro el tema principal es el paso del tiempo. Son dos proyectos muy motivadores para mí, pues son completamente distintos: uno de ellos por ser un tema poco explorado desde la creación poética, y el otro por todo lo contrario. El tiempo es uno de los grandes temas en la poesía, y sin embargo últimamente me siento muy atraído por reflexionar sobre el paso del tiempo y sus efectos.
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Entrevista realizada por SARAY FERNÁNDEZ «No hay forma de salvarse de lo aleatorio y caótico de todo esto» Álvaro Bellido, poeta cordobés asentado en Murcia, ha presentado su primer libro de poemas Todo es vorágine (Boria, 2018). El cofundador de la Asociación Cultural Atrezzo y el Colectivo Literario 101, ha creado una obra maestra rebosante de belleza huracanada, llena de sabores dulces y anhelos amargos donde «pesan más las carencias y ausencias que aquello que se palpa con las manos». —EL COLOQUIO DE LOS PERROS: ¿Qué significa para ti esta primera publicación? ¿La estabas esperando? —ÁLVARO BELLIDO: Esta primera publicación quiero tomármela como un alto en el camino, una meta —aunque en ningún momento el objetivo era publicar— que he alcanzado empujado por mucha gente y que de no haber sido por ellos ni hubiese logrado, ni hubieran visto la luz la mayor parte de los poemas que componen el libro. Hace unos años no me hubiese imaginado nada de esto, era muy reticente a publicar nada, fruto de ese sentimiento que tengo siempre de ser un intruso total en casi todo, pero como digo, con el tiempo y el apoyo de mucha gente (familia, amigos y, por supuesto, la editorial) he conseguido coger la confianza necesaria para lo que supone sacar tu primer libro: que te vean desnudo, exponerte, para bien o para mal, a los lectores. ¿La estaba esperando? No exactamente. Lo que esperaba con ganas era quizá el empujón. Si publicar es saltar al vacío, esto ha sido mitad suicidio, mitad homicidio imprudente. —ECP: Hablemos de lo poético de los números. ¿Cuándo y de dónde nace ese interés por la poesía? ¿Quiénes son y han sido tus principales referentes? —AB: Mis primeros escarceos con la poesía suceden, como le pasa a mucha gente, en el instituto, cuando entras en contacto con los primeros libros de poemas y estás en plena adolescencia y todo, absolutamente todo, es intensidad, hormonas y emoción. Tuve la suerte de tener un buen profesor de literatura en el momento preciso para descubrirme todo lo que se esconde detrás de un buen poema. Y ahí creo que empezó todo. Empecé a leer poesía —hasta entonces era devorador de novela, principalmente— y, de vez en cuando, garabateaba algunos versos que luego desarrollaba en poemas. En cuanto a los referentes, obviamente van cambiando con el tiempo. Al principio uno tira de lo que académicamente le llega. Después llegan a sus manos los poetas de la experiencia —era lo que pegaba fuerte en aquella época— con García Montero, Margarit, Marzal o Javier Egea. Pero luego uno a quien toma como referente es a aquellos que le marcan un camino a seguir: Eliot, Pound, Gil de Biedma, Fonollosa… —ECP: La sensación de enfrentamiento entre el hombre y la naturaleza que lo envuelve siempre está presente en la obra. ¿Por qué “vorágine”? ¿Cuál de sus tres definiciones se acerca más a tu personalidad? —AB: En realidad las tres acepciones que marca la RAE sobre vorágine y que aparecen al inicio del libro están muy relacionadas con él y, por ende, conmigo. Pero no soy yo. La raza humana, en general, y este mundo que nos rodea es pura vorágine en todas sus acepciones. Puro desenfreno, pura confusión… Esta vida es capaz de darte lo mejor y, al instante siguiente, arrebatártelo de un golpe, de llevarte a la cresta de una ola y estrellarte contra un acantilado a continuación, de mantenerte en equilibrio durante años o hacerte caer en un segundo, según su capricho. Todo eso creo que lo trabajo en el libro y de ahí su título. —ECP: La estructura del poemario parece casi lineal. Desde 0, ‘Prehistoria’, hasta el número 4, ‘Teorías de la luz’, todo parece dirigirse hacia la evolución más terrenal. ¿Coincide la estructura y el tema del poemario con un periodo personal de evolución concreto? —AB: Este poemario nace casi por accidente y, ni mucho menos, tal y como ha venido al mundo. Han sido muchos años —cocción lenta, le llaman algunos, yo prefiero llamarlo pereza— escribiendo y escribiendo, sin darme cuenta de que estaba contando una historia de forma desordenada. Darle al poemario la estructura que finalmente ha tenido ha sido un trabajo de cribado y montaje de piezas. Al respecto de esa estructura, en evolución lineal, Luis, el editor, dice que el libro es una pequeña novela en verso y me gusta que se vea así porque esa era la intención. No puedo hablar de una línea temporal exacta en los poemas, ya que algunos del principio son de los últimos que escribí y al contrario, pero sí que cuenta, a grandes rasgos una historia acorde a la mía. —ECP: En ‘Nenúfares’ evocas a Murcia, ciudad que te unió al amor. ¿Qué te trajo a Murcia y qué ha aportado esta ciudad a la totalidad de tu obra y tu persona? —AB: A Murcia me trajo una mala racha que quise zanjar y de ahí vino todo después, con su vorágine y, como dices, el amor. Murcia me acogió muy bien desde el principio y en ella he hecho mi vida y una familia, por lo que obvia decir lo que ello aporta a mi persona y a mi obra. Sin embargo, si me pongo a reflexionar sobre lo que escribo y analizo tanto este poemario como el anterior y el que tengo actualmente entre manos (aún inéditos), puedo decir que aunque en esta primera publicación quizá no se evidencie, en mi obra, en general, pesan más las carencias y ausencias que aquello que palpo con las manos. —ECP: La muerte amarga, la fugacidad del tiempo, la fecha de caducidad… Hablas también de catástrofes naturales como la del Vesubio, comparándola con el caso de Linfoma No Hodking. ¿En qué se asemejan ambas situaciones? ¿A qué te refieres con atentado biológico? ¿Hay forma de salvarse de esto?
—AB: No hay forma de salvarse de lo aleatorio y caótico de todo esto. Estamos expuestos al capricho de la naturaleza y la situación es la misma desde hace miles de años: estás en Pompeya, siglo I, o en Murcia, siglo XXI, haciendo tu vida normal y de repente todo empieza a desmoronarse, bien porque entra en erupción el Vesubio o porque a tu pareja le diagnostican un Linfoma. Es un atentado biológico: la naturaleza contra uno mismo. No hay forma de escapar. Lo único que está en tu mano es elegir la forma de enfrentarte a ello, porque lo cierto es que en ese momento la vida, tal y como te la habías montado, se cae. Y a partir de ahí, nada será igual. —ECP: La isla de Manhattan, la ciudad de Nueva York, los lugares que hablan de ti... ¿De cuántos viajes se compone el poemario? —AB: Hay un único viaje y aún no sé ni hacia dónde. De momento me trajo a Murcia, me ha llevado a Nueva York, pasando por Granada, por supuesto Córdoba, y me ha traído hasta aquí, en medio de la Boria, donde intento disfrutar, lo que la vorágine me deja. —ECP: Y entre tanto caos siempre prevalece la importancia del presente, la necesidad de perdonar, las ganas de amar, de ser feliz… ¿Qué consejo puedes darnos para que intentemos saborear mejor este cóctel que es la vida? —AB: No soy yo muy de dar consejos vitales; normalmente, quedan muy “Mr. Wonderful”, cosa que detesto profundamente, así que me limito a decir que todos deberíamos dedicar mucho más tiempo a estar con la gente que queremos y a hacer lo que realmente deseamos. Al final, todo lo demás, aunque necesario, será sólo relleno. —ECP: Sabemos que siempre andas pensando en nuevos proyectos. ¿Hay planes para futuras publicaciones? AB: Aunque de momento quiero saborear y disfrutar los buenos ratos que Todo es vorágine me está dando desde que firmé con la editorial, lo cierto es que llevo ya un par de años trabajando en un nuevo poemario que ya tiene nombre, algunas ideas concretas sobre temática y desarrollo e incluso algún que otro poema potencialmente digno. Todo en una fase muy inicial. Soy un desastre, no tengo una disciplina fija para ponerme a escribir y todo es más complicado con hijos. No obstante, el proyecto está. Solo espero no tardar tanto en sacarlo a la luz como con el primero. |
ENTREVISTAS
El Coloquio de los Perros. CABEZAS, ISMAEL
CAMARASA, RAFAEL CANO, LEONARDO CARBAJOSA, NATALIA CARBAJOSA, NATALIA [traducir... poesía] CARIDE, ALBERTO CARRILLO, MARÍA ENCARNACIÓN CARRILLO, VIRIDIANA CASTRO, JUANA CÉLINE CEREZUELA, ANA CERVERA, RAFA CHEJFEC, SERGIO CHEJFEC, SERGIO [5] CHESSA, ALBERTO CHESSA, ALBERTO [Anatomía de una sombra] CHICO, ÁLEX CISNERO, ALBERTO COMAN, DAN CONTRERAS, NADIA CORTINA, ÁLVARO CRUZ, GINÉS DELGADO, DESIRÉE DÍAZ, ANA CLAUDIA DÍEZ, JOSÉ MANUEL DOMINIQUE A ELENA PARDO, CRISTINA ELKOURI, RIMA ESPEJO, JOSÉ DANIEL ESPEJO, JOSÉ DANIEL [Perro fantasma] FONT, VIOLETA GALÁN, JULIO CÉSAR GALÁN MOREU, SALVADOR GALÁN MOREU, SALVADOR [No fall] GALINDO, BRUNO GALLARDO, JOSÉ MANUEL GALLUD, EVA GALVÁN, ANI GAMBOA, JEYMER GARCÍA, CONCHA GARCÍA, DIEGO L. GARCÍA JIMÉNEZ, SALVADOR GARCÍA LÓPEZ, ERNESTO GARCÍA MELLADO, ISABEL GARCÍA-VILLALBA, ALFONSO GARRIDO PANIAGUA, RODRIGO GASS, CARLOS GERANIOS, ANA GINÉS, ANTONIO LUIS GINÉS, ANTONIO LUIS [Antonov] GÓMEZ, MACARENA GÓMEZ BLESA, MERCEDES GÓMEZ RIBELLES, ANTONIO GÓMEZ RIBELLES, ANTONIO [QUIROMANTE] GONZÁLEZ LAGO, DAVID GRACIA, ÁNGEL GROZO, DANIEL GUERRA NARANJO, ALBERTO HENDERSON, DAIANA HERNÁNDEZ, GALA HERNÁNDEZ, JULIO HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [EL DOLOR DE LOS DEMÁS] HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [ANOXIA] HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [TIEMPO POR VENIR] HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [YO ESTOY EN LA IMAGEN] HERNÁNDEZ BUSTO, ERNESTO IRIBARREN, KARMELO C. JORGE PADRÓN, JUSTO JUAN, MIGUEL (de) KASZTELAN, NURIT LADDAGA, REINALDO LAYNA RANZ, FRANCISCO LEZCANO, YULEISY CRUZ LINAZASORO, KARLOS LLOR, DOMINGO LOBATO, FLORA LÓPEZ, PABLO LÓPEZ AGÜERA, FULGENCIO ANTONIO LÓPEZ BRETONES, JOSÉ LUIS LÓPEZ KOSAK, ANDREA LÓPEZ MONDÉJAR, LOLA LÓPEZ MONDÉJAR, LOLA [Qué mundo tan maravilloso] LÓPEZ POMARES, ALEJANDRO LÓPEZ SANDOVAL, DAVID LÓPEZ SORIA, MARISA LOUZAO, ALICIA MACHUCA, LUIS MAESTRO, JESÚS G. MALAVER, ARY MANUELA, ADRIANA MARGARIT, LUCAS MARÍN, MARÍA MARÍN, MARÍA [Lo que se hunde] MARÍN, MARIO MARÍN ALBALATE, ANTONIO MARQUARDT, ANJA MART, BLANCA MARTÍ VALLEJO, MAITE MARTÍN, RUBÉN MARTÍN GIJÓN, SUSANA MARTÍN IGLESIAS, VÍCTOR MARTÍNEZ CASTILLO, ANA MENDOZA, NURIA MESA, SARA MICÓ, JOSÉ MARÍA MIGUEL, LUNA MIRALLES, INMA MOGA, EDUARDO MOLINO, SERGIO (DEL) MONTEVERDE, JULIO MONTEVERDE SÁNCHEZ, CONCEPCIÓN MOR, DOLAN MORALES, JAVIER MORANO, CRISTINA MORENO, ANTONIO MORENO, ELOY MORENO, JAVIER MORENO, SEBASTIÁN MORENTE, ESTRELLA MOYA, MANUEL MUÑOZ, MIGUEL ÁNGEL NAVARRO, ÓSCAR NETO DOS SANTOS, MANUEL NIETO, LOLA NORDBRANDT, HENRIK NUÑO, SIHARA OLMOS, ALBERTO OREJUDO, ANTONIO ORTIZ, DEMIAN ORTIZ ALBERO, MIGUEL ÁNGEL PALOMEQUE, AZAHARA PAPELES DEL NÁUFRAGO [Antonio Lafarque y Aníbal García] PARDO VIDAL, JUAN PARRA SANZ, ANTONIO PEÑA DACOSTA, VÍCTOR PEÑALVER, PATRICIO PEÑAS, ESTHER PÉREZ CAÑAMARES, ANA [Querida hija imperfecta] PÉREZ CAÑAMARES, ANA [Las sumas y los restos] PÉREZ LEAL, AGUSTÍN PÉREZ MONTALBÁN, ISABEL PERONA, JESÚS PICÓN, EMILIO PRADA, JUAN MANUEL DE PRUDENCIO, JESÚS PUJANTE, BASILIO PUJANTE, MANUEL QUIJANO SÁNCHEZ, EDUARDO RÍOS, BRENDA RIVAS GONZÁLEZ, MANUEL ROBLES, SALVA RODRÍGUEZ, ALFREDO RODRÍGUEZ, ALFREDO [Urre Aroa] RODRÍGUEZ, ALFREDO [Días del indomable] RODRÍGUEZ, HILARIO J. RODRÍGUEZ JIMÉNEZ, ANTONIO RODRÍGUEZ PAPPE, SOLANGE ROMERO MORA, J.D. ROMERO MORA, J.D. [En el desvarío] ROSADO, JUAN JOSÉ ROSSELL, MARINA RUDEL, JAUFRÉ RUIZ, MIGUEL ÁNGEL RUIZ GUERRERO, Mª CARMEN SALSE BATÁN, ALEJANDRO SÁNCHEZ, GINÉS SÁNCHEZ, GINÉS [2096] SÁNCHEZ, GINÉS [MUJERES EN LA OSCURIDAD] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [El nudo] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [FACTBOOK] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [LA CADENA DEL FRÍO] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [LOS QUE ESCUCHAN] SÁNCHEZ GÓMEZ, MARISOL SÁNCHEZ MARTÍN, LUIS SÁNCHEZ MARTÍN, LUIS [Pastillas debajo de la lengua] SÁNCHEZ MENÉNDEZ, JAVIER SÁNCHEZ ROBLES, MIGUEL SÁNCHIZ, ANTONI SANTOS, ABEL SCHWEBLIN, SUSANA SEÑOR, RUBÉN SERRANO, PABLO SORIANO, ADA SUANE, SAÚL TRIGUEROS, SARA J. ÚBEDA, ANABEL URÍA, JUAN MANUEL VAL, FERNANDO DEL VALDÉS, ANDREA VALERO, MANUEL VALLÈS, TINA VARAS, VALENTINA VEGA, MIGUEL VERA FIGUEROA, ALBA VICENTE, TERESA VICENTE CONESA, FRANCISCO VILA-MATAS, ENRIQUE Hemeroteca
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