Entrevista realizada por FLORENTINA CELDRÁN Yeguas exhaustas Acaba de salir la tercera edición de Yeguas exhaustas (Pepitas de Calabaza, 2023), la primera novela de Bibiana Collado Cabrera, quien hasta ahora había publicado poesía, yendo prácticamente a premio por poemario: en 2009 fue Premio Voces Nuevas, que publicaba en la editorial Torremozas, y ese mismo año fue Premio de la Universidad de Valencia; Como si nunca antes (2012) fue Premio Arcipreste de Hita; en 2016, con El recelo del agua, fue accésit del Premio Adonáis; en 2017, Certeza del colapso recibió el Premio de la Universidad Complutense. Su último poemario ha sido Violencia (La Bella Varsovia, 2020), pero vamos a entrevistar a esta autora por su estreno deslumbrante como narradora, así que enfoquemos bien y aprendamos de su conversación, no sin antes dar las gracias a la iniciativa “¿Qué estás leyendo?” del club de lectura de la librería La Montaña Mágica, que pudo traerla a Cartagena para que gozásemos de su presencia en el café Mister Witt. —EL COLOQUIO DE LOS PERROS: Bibiana, en una ocasión dijiste: «escribir es partir de la vida, pero no tiene que ser autobiográfico, lo que tiene que buscar es que muchos nos identifiquemos con lo que se dice», pero en Yeguas exhaustas has jugado a contarnos una autobiografía, escribiendo en primera persona, introduciendo “incisos” para entrar y salir de la novela con total soltura, de manera que podríamos empezar aclarando el tema de la ficción y la realidad en el libro. —BIBIANA COLLADO CABRERA: Yeguas exhaustas está escrito en primera persona, pero no es una autobiografía, ni mía ni de Beatriz. El libro se apoya en experiencias de vida que nos atraviesan como comunidad, que configuran un espacio en el que podemos ver reflejada la sociedad en la que vivimos. Esta novela tiene, en todo caso, vocación de biografía colectiva. —ECP: El libro se estructura en diez capítulos, tres incisos y un remate, una estructura original y arriesgada que juega con el tiempo y con la presencia de ti misma como autora y personaje. Explícanos por qué eliges esa estructura. —BCC: Cada capítulo se corresponde con un episodio revisitado de la vida de Beatriz. La protagonista vuelve a diferentes momentos de su historia y los reinterpreta desde su presente: aquel concierto de Camela al que asistió en las fiestas de su pueblo cuando era adolescente, su llegada a la capital y a la universidad, la vez en que algunos compañeros se rieron de su manera de comer la fruta o cuando vio en sus alumnas gestos perturbadores que ella misma tenía. Estos episodios podían haberse extendido sin fin como en Las mil y una noches, tienen la forma de los relatos incrustados en la tradición oral; pero, a la vez, funcionan como artefactos de análisis social. Esas pequeñas fisuras del pasado son vistas como auténticos resquebrajamientos desde el presente, adquieren hondura y densidad, multiplican su significado. Los incisos y el remate me permiten realizar un juego metaficcional: la Beatriz del presente, que es la narradora, se cuestiona a sí misma sobre la pertinencia de tratar esos temas en la escritura. ¿Debería hablar de eso o no?, ¿resulta adecuado?, ¿se está exponiendo demasiado?, ¿lo está contando todo?, ¿por qué oculta lo que oculta?, ¿tendrá consecuencias? Las personas que leen el libro reflexionan junto a la narradora (y junto a mí) sobre el abordaje literario de estos temas. —ECP: Yeguas exhaustas es una novela en la que se abordan, entre otros, el tema de la violencia de género ligado a la clase, lo que no deja de ser una apuesta arriesgada porque parece que no está “de moda” hablar de clase social. Sin embargo, no solo planteas el tema de la clase, sino que abordas también los engaños de la meritocracia. ¿Cómo se ha fraguado esta idea y qué dirías a los que piensan que ya está todo conseguido? —BCC: En mi opinión, Yeguas exhaustas es un libro que trata sobre las violencias de clase. Esas acciones estructurales que se ejercen desde fuera, pero también desde dentro, y que provocan que “los de abajo” no nos sintamos a gusto en determinados ambientes, que no tengamos un acceso real a ciertos estamentos, por mucho que el sistema se llene la boca diciendo lo contrario. En la novela se alude de una manera directa a los círculos artísticos y a los académicos (universitarios), pero esta realidad impregna todos los campos de poder. Los títulos y los méritos son incapaces de colocarnos en igualdad de condiciones. —ECP: Al inicio de la novela hay tres citas de tres canciones de Zahara, Alizz y Tangana que son toda una declaración de intenciones sobre el papel de la música como efecto delator del origen de cada uno. De hecho, los capítulos 3 y 4 se titulan ‘De por qué empecé a escuchar a Camela para que mi madre me quisiera’, en dos partes. ¿Es la música un factor social tan delator? —BCC: La música es un hecho cultural y profundamente afectivo, arraigado a nuestra educación emocional y a nuestra experiencia de vida. Nuestras emociones y nuestro lugar en el mundo quedan fijados de una manera muy potente en nuestra vivencia musical. Ese punto de partida me parece interesantísimo y convierte a las canciones en un arma que puede fácilmente ser utilizada para ejercer violencia de clase. Los padres de Beatriz escuchaban a Manolo Escobar, no a Bob Dylan. ¿Qué implicará eso para Beatriz en su intento de acceder al mundo académico? —ECP: La violencia está en la base de toda la novela. Desde el inicio juegas fuerte con el lector introduciéndonos en el tema de la violencia a través de episodios que pueden parecer, en principio, banales: el dolor ante la regla, coger un autobús... Al tiempo, introduces temas que suelen ser tabú, como el dinero, los gastos en una pareja, en una casa... Y creando elipsis que nos obligan a ser lectores muy activos. ¿Cómo ha sido ese proceso de selección, de graduación de la violencia? ¿Podríamos incluso considerar Yeguas exhaustas como la continuación del poemario Violencia? —BCC: Sin duda, Yeguas exhaustas está profundamente ligada a mis libros anteriores. La cuestión de la violencia de clase (el problema del origen, la “vergüenza” que se nos hace sentir, el borrado de la genealogía rural, etc) entronca con Certeza del colapso. Y la machista, efectivamente, enlaza con Violencia. —ECP: Las alusiones al franquismo y su influencia social a través de películas como La ciudad no es para mí o el término ruralines son importantes para entender la evolución del personaje, de la familia de la que procede, de cuál es su entorno. Pero, ¿crees que sigue siendo importante en la actualidad? —BCC: Resulta importantísimo entender el imaginario cultural que hemos heredado y cómo condicionó nuestra manera de construir lo moderno tras la Transición. Esa supuesta modernidad apartó o borró algunos términos y conceptos porque los vinculó con el pasado: ahí es donde se origina la falla, la torcedura, el complejo. —ECP: Siempre se ha defendido la idea de que la educación funciona como un ascensor social, pero en Yeguas exhaustas no parece que sea posible. ¿La clase social sigue siendo, pese a la educación, un lastre fundamental? —BCC: Sí. Sin duda. —ECP: Planteas también el tema de la integración de los emigrantes, incluso cuando se trata de emigrantes del mismo país y los problemas de la lengua, o la lengua como control social. ¿Hemos creado con la lengua un problema de algo que debería ser una riqueza? —BCC: Las lenguas suponen siempre una riqueza y deben ser abordadas bajo ese prisma. En la novela, en otras cosas, pretendo hacer un homenaje a esa emigración interna que supo integrarse tan bien lingüísticamente, libre de muchos de los prejuicios que nos devoran hoy en día. A su vez, el capítulo que aborda este tema en el libro muestra como una lengua, cualquier lengua, puede convertirse en una herramienta para ejercer violencia de clase. —ECP: Se ha aprobado una ley de protección de la infancia conocida como la ley Rhodes, y en la novela nos interpelas: ¿si Rhodes fuese mujer, como lo fue por ejemplo Exilia Saldaña, mujer, negra, latina, habría una ley con su nombre? ¿Crees que la violencia, incluso en la infancia, tiene distintas formas de medir en función del género? —BCC: Por supuesto, según la procedencia, según el estrato social, según el género. Es flagrante. El caso al que aludo en la novela es tremendamente revelador. —ECP: Los capítulos 5 y 6, a mí, como docente, me inquietaron con su título ‘De por qué tengo miedo a mis alumnas’. Su lectura es uno de los momentos duros del libro: temas como la usurpación intelectual, los abusos, la anorexia, bulimia, abortos, las relaciones profesoras-alumnas y la supuesta ejemplaridad por parte de las docentes, tema este que ya aparecía en Violencia, todos ellos ponen el foco en los institutos y universidades. ¿Crees que se están abordando los problemas o andamos simplemente poniendo maquillaje?
—BCC: Solo ponemos parches. En el mundo de la enseñanza siguen habiendo muchísimos tabúes. Convivimos con situaciones que rozan lo innombrable, que casi resultan impensables y, sin embargo, son cotidianas. Como sociedad no queremos saber muchas de las cosas que realmente están sucediendo porque nos resultan inasumibles. —ECP: Pocos libros nos han vapuleado como lo has hecho en esta novela. ¿Para cuándo el próximo proyecto? ¿Estaremos ante una nueva novela? ¿Volverás a la poesía? —BCC: La poesía va a estar siempre. El lenguaje poético es mi modo de estar en el mundo, por eso lo atraviesa todo, también la narrativa. Así que en el futuro habrá un nuevo poemario y también otra novela. El deseo de escritura se abre camino, difuminando cada vez más los límites entre los géneros.
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El Coloquio de los Perros. CABEZAS, ISMAEL
CAMARASA, RAFAEL CARBAJOSA, NATALIA CARIDE, ALBERTO CARRILLO, VIRIDIANA CÉLINE CEREZUELA, ANA CERVERA, RAFA CHEJFEC, SERGIO CHEJFEC, SERGIO [5] CHESSA, ALBERTO CHESSA, ALBERTO [Anatomía de una sombra] CHICO, ÁLEX CISNERO, ALBERTO COMAN, DAN CONTRERAS, NADIA CRUZ, GINÉS DELGADO, DESIRÉE DÍAZ, ANA CLAUDIA DÍEZ, JOSÉ MANUEL DOMINIQUE A ELENA PARDO, CRISTINA ESPEJO, JOSÉ DANIEL ESPEJO, JOSÉ DANIEL [Perro fantasma] FONT, VIOLETA GALÁN, JULIO CÉSAR GALÁN MOREU, SALVADOR GALÁN MOREU, SALVADOR [No fall] GALINDO, BRUNO GALLARDO, JOSÉ MANUEL GALLUD, EVA GALVÁN, ANI GAMBOA, JEYMER GARCÍA, CONCHA GARCÍA, DIEGO L. GARCÍA JIMÉNEZ, SALVADOR GARCÍA LÓPEZ, ERNESTO GARCÍA MELLADO, ISABEL GARCÍA-VILLALBA, ALFONSO GARRIDO PANIAGUA, RODRIGO GASS, CARLOS GINÉS, ANTONIO LUIS GINÉS, ANTONIO LUIS [Antonov] GÓMEZ, MACARENA GÓMEZ BLESA, MERCEDES GÓMEZ RIBELLES, ANTONIO GÓMEZ RIBELLES, ANTONIO [QUIROMANTE] GONZÁLEZ LAGO, DAVID GRACIA, ÁNGEL GROZO, DANIEL GUERRA NARANJO, ALBERTO HENDERSON, DAIANA HERNÁNDEZ, GALA HERNÁNDEZ, JULIO HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [EL DOLOR DE LOS DEMÁS] HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [ANOXIA] HERNÁNDEZ BUSTO, ERNESTO IRIBARREN, KARMELO C. JORGE PADRÓN, JUSTO KASZTELAN, NURIT LADDAGA, REINALDO LAYNA RANZ, FRANCISCO LEZCANO, YULEISY CRUZ LINAZASORO, KARLOS LOBATO, FLORA LÓPEZ, PABLO LÓPEZ AGÜERA, FULGENCIO ANTONIO LÓPEZ KOSAK, ANDREA LÓPEZ MONDÉJAR, LOLA LÓPEZ MONDÉJAR, LOLA [Qué mundo tan maravilloso] LÓPEZ SANDOVAL, DAVID LÓPEZ SORIA, MARISA LOUZAO, ALICIA MAESTRO, JESÚS G. MALAVER, ARY MANUELA, ADRIANA MARGARIT, LUCAS MARÍN, MARÍA MARÍN, MARIO MARÍN ALBALATE, ANTONIO MARQUARDT, ANJA MART, BLANCA MARTÍ VALLEJO, MAITE MARTÍN, RUBÉN MARTÍN GIJÓN, SUSANA MARTÍN IGLESIAS, VÍCTOR MARTÍNEZ CASTILLO, ANA MENDOZA, NURIA MESA, SARA MICÓ, JOSÉ MARÍA MIGUEL, LUNA MIRALLES, INMA MOGA, EDUARDO MOLINO, SERGIO (DEL) MONTEVERDE, JULIO MOR, DOLAN MORALES, JAVIER MORANO, CRISTINA MORENO, ANTONIO MORENO, ELOY MORENO, JAVIER MORENO, SEBASTIÁN MORENTE, ESTRELLA MOYA, MANUEL MUÑOZ, MIGUEL ÁNGEL NAVARRO, ÓSCAR NETO DOS SANTOS, MANUEL NIETO, LOLA NORDBRANDT, HENRIK NUÑO, SIHARA OLMOS, ALBERTO OREJUDO, ANTONIO ORTIZ, DEMIAN ORTIZ ALBERO, MIGUEL ÁNGEL PALOMEQUE, AZAHARA PAPELES DEL NÁUFRAGO [Antonio Lafarque y Aníbal García] PARDO VIDAL, JUAN PARRA SANZ, ANTONIO PEÑA DACOSTA, VÍCTOR PEÑAS, ESTHER PÉREZ CAÑAMARES, ANA [Querida hija imperfecta] PÉREZ CAÑAMARES, ANA [Las sumas y los restos] PÉREZ LEAL, AGUSTÍN PÉREZ MONTALBÁN, ISABEL PERONA, JESÚS PICÓN, EMILIO PRADA, JUAN MANUEL DE PRUDENCIO, JESÚS PUJANTE, BASILIO PUJANTE, MANUEL RÍOS, BRENDA RIVAS GONZÁLEZ, MANUEL ROBLES, SALVA RODRÍGUEZ, ALFREDO RODRÍGUEZ, ALFREDO [Urre Aroa] RODRÍGUEZ, ALFREDO [Días del indomable] RODRÍGUEZ JIMÉNEZ, ANTONIO RODRÍGUEZ PAPPE, SOLANGE ROMERO MORA, J.D. ROSADO, JUAN JOSÉ ROSSELL, MARINA RUDEL, JAUFRÉ RUIZ GUERRERO, Mª CARMEN SALSE BATÁN, ALEJANDRO SÁNCHEZ, GINÉS SÁNCHEZ, GINÉS [2096] SÁNCHEZ, GINÉS [MUJERES EN LA OSCURIDAD] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [El nudo] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [FACTBOOK] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [LA CADENA DEL FRÍO] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [LOS QUE ESCUCHAN] SÁNCHEZ GÓMEZ, MARISOL SÁNCHEZ MARTÍN, LUIS SÁNCHEZ MENÉNDEZ, JAVIER SÁNCHEZ ROBLES, MIGUEL SÁNCHIZ, ANTONI SANTOS, ABEL SCHWEBLIN, SUSANA SEÑOR, RUBÉN SERRANO, PABLO SORIANO, ADA SUANE, SAÚL TRIGUEROS, SARA J. ÚBEDA, ANABEL URÍA, JUAN MANUEL VAL, FERNANDO DEL VALDÉS, ANDREA VALERO, MANUEL VALLÈS, TINA VARAS, VALENTINA VEGA, MIGUEL VERA FIGUEROA, ALBA VICENTE, TERESA VICENTE CONESA, FRANCISCO VILA-MATAS, ENRIQUE Hemeroteca
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