Entrevista realizada por ANDRÉS NORTES 5 (Jekyll & Jill, 2019) es la novela que ha publicado Sergio Chejfec hace pocas semanas. Se trata de un texto escrito entre el ayer y el hoy, entre el allí y el aquí, pues consta de una parte narrada a tenor de una estadía en una residencia para escritores (una suerte de vaga comisión literaria) y del comentario autobiográfico escrito mucho tiempo después, lejos de esa residencia, sobre los días de la escritura. A los lectores sin prisas, que sepan degustar las palabras y repensar los textos, les recomiendo este complejo y fascinante libro. Una joya de texto(s) en una edición realmente cuidada digna de su contenido. —EL COLOQUIO DE LOS PERROS: Antes de todo, Sergio, quiero felicitarte por un libro fenomenal y por una voz narrativa absolutamente reconocible y singular. ¿De dónde surge el deseo de crear una narración tan atípica como Cinco? ¿Y de 5? ¿Podrías entender Nota como independiente de Cinco? —SERGIO CHEJFEC: El primer relato, Cinco, tiene algo de boceto, con desarrollos fragmentarios y sucesiones abolidas. Durante un tiempo pensé llevar ese boceto a un modo más progresivo y darle forma de relato lineal, con expansiones que cubrieran los vacíos y saltos de la historia. Pero luego advertí que esa corrección me gustaba más como idea medio abstracta que como posibilidad práctica. De un modo u otro sentía que mi relación con ese relato no estaba saldada. Por eso opté por una Nota, algo parecido a una explicación, que sin embargo el relato como tal no precisa, como si fuera equívoca, redundante. Creo que allí en la Nota se dice en cierto momento: Cinco es en parte la cifra de otras historias escritas en esa Residencia. Me considero un escritor sin imaginación. Al llegar a ese lugar para escritores encontré que todos habían pensado y escrito sobre el sitio, de manera que esa materia propuesta por los demás podía ser mi objeto. Podía dedicarme a vivir con la ilusión de estar en un lugar medio irreal, que existía a los efectos de haber servido de escenario previo a escritores o escritoras residentes. —ECP: Según estaba leyéndola, cada vez que la encontraba, me recreaba en ella. ¿Cómo nace la metáfora, fenomenal, que repites en determinadas ocasiones, de “nacer en una calle en cuesta”? —SCH: ¿Por qué no pensar que todo puede ser marca que anuncie el nacimiento de figuras heroicas? Nacer en una calle inclinada me sonaba a prefiguración de un destino; sin más argumentos que cierta debilidad personal por ese tipo de calles, ya que cuando sales de tu casa no tienes más opción que bajar o subir, nunca es pacífica la movilidad. —ECP: Cinco es la narración de una narración, más concretamente un diario que no llega a confesiones de una persona más interior que exterior. En este relato las voces se suceden (la del narrador-comentarista y la del personaje). Sin embargo, no hay en ella diálogos o, al menos, estilo directo. ¿Hay alguna razón detrás de ello? —SCH: En mi recuerdo, Cinco fue bastante instructivo en cuanto a la construcción porque el tiempo acotado, la superposición de relatos leídos, el sentimiento de extrañeza en esa ciudad, me llevaron a pensar en términos de artefacto que mezclara las voces de quienes hablan y de quienes actúan. Fue una forma de inscribir la ficción como un elemento interno del relato, no como un dictamen del narrador. Otro elemento importante, para mí, fue la noción de escribir algo incompleto, rengo; una especie de repudio privado a la literatura entendida como forma equilibrada y envasada. —ECP: Al inicio de Nota mencionas que la narración que derivaría de la estancia en la residencia no sería ni un registro de lo acaecido en esos días ni tampoco, por negación, absolutamente ajeno a ella porque ambas soluciones serían, en el fondo, análogas. Lo ves más bien una suerte de apropiacionismo, deslocalización, cambio de propósitos... Ese destino borgiano me ha hecho leer Teoría de la basura de Fernández Mallo justo antes de 5, con partes que hablan de teorías apropiacionistas. Como escritor, ¿buscas un discurso —teórico, artístico— en tu obra? Como lector, ¿integras en un sentido unificado tus lecturas? —SCH: Creo que toda obra posee una dimensión panfletaria. Un poema dice cómo debe ser un poema, lo mismo cualquier novela o relato en general. No me gusta llegar a discursos definitorios, conclusivos. Más bien me mueve la idea de tomar lo que escribo, en general, como una representación que no se pregunta tanto por lo que ocurre sino por el significado de ello. —ECP: En Cinco y en Nota observamos esas largas caminatas en los personajes de ficción y de no ficción. En escritores como Walser el paseo es una actitud vital. ¿Qué representa el paseo para ti? —SCH: El paseo es lo más parecido a un tic, acto involuntario y esencial a la vez, que nos distingue. No me gusta pensar en el paseo como gratificación psicológica, tampoco me gusta la exaltación del paseo como aventura de la sensibilidad. Creo que el paseo se convirtió en un clisé, sobre todo porque el paisaje se ha ido homogenizando y gastando. Contra la idea de paseo rescato la idea de caminata. El caminar conserva una connotación física decisiva, y es más neutro en términos de práctica social. Los caminantes siempre han sido vistos como peligrosos; el caminar es el último recurso del pobre y el desplazado. En nuestras ciudades vemos la caminata mundana, la recreativa, la aeróbica; son caminatas performativas. Pero resultan por lo general invisibles las caminatas de quienes no tienen dónde ir o dónde estar, de los extraviados y de los que recogen restos de las calles. La deriva situacionista se comprobó mucho menos subversiva de lo que se propuso. Pero la caminata aún no ha sido colonizada del todo, conserva un núcleo de resistencia que la idea de paseo busca suprimir a toda costa. La narración es desde su base algo asociado al caminar. Las narraciones modernas se organizaron según el avance de la caminata; el caminante ejecuta acciones de lectura más que de observación. Adoro a los escritores que han caminado mucho, eso ha tenido un reflejo consistente en sus obras. Pero me resisto a la celebración acrítica del paseo porque veo en ello una complacencia injustificada hacia todo lo avasallador y perverso del paisaje de hoy. —ECP: Esto no es una pregunta; es, en realidad, un aplauso: ¿cómo se hace para narrar un episodio como el de la pérdida del padre adivino en una pelea de bar así de bello? Es posible que sea de los pasajes más hermosos que he leído en el último año. Creo ver alguna reminiscencia de El extranjero de Albert Camus en todo Cinco (una panadería sin pan, una defensa de las rutinas y las charlas contingentes sobre el tiempo, la reflexión sobre el carácter venezolano que se defiende con la lentitud contra la toma de decisión) y especialmente en esta parte tan visceral del baile que acaba en orfandad, ¿es posible? Aunque también la provisionalidad del escritor y de cómo lo ven los habitantes de la ciudad en Nota, más sutilmente, apuntan en esa dirección. Por otra parte, también veo en María un Holden Caulfield llevado un paso más allá con una crítica social con extraño y muy sutil humor, de donde pienso que tu poso literario es realmente vasto (no solo Simenon o Gracq, explícitos) [...] ¿Podrías hablarnos de algunas lecturas y autores significativos en tu ayer y hoy (por lo que se entiende en tu libro, diferentes) de escritor? —SCH: Creo que con el tiempo los libros que admiramos se van mezclando. Conservamos un tono que proviene de ellos y un recuerdo de afinidad que ponemos nosotros, relacionado con las lecturas. Pero la sensibilidad del lector es sobre todo egoísta, aparte de hedonista. Si alguien me dice Un corazón simple, de Flaubert, libro que amo, contesto ¡Sí! Pero al mismo tiempo pienso ¡No! Esto quizás obedezca a que nuestra apropiación de los textos es intransferible, y basta intuir una opinión sobre un libro del que nos apropiamos a través del gusto, para desconfiar de ella como si quisiera minar nuestras convicciones. En general creo que soy abierto, me gusta casi todo lo que leo. Miro con más interés lo que es muy diferente de lo que escribo, porque me da más oportunidades para hacer preguntas. —ECP: Tu narrativa en Nota parece más de paisajes que de personajes, debido a las fenomenales descripciones de las vistas y las colecciones de autores de la residencia, de los extrarradios de la ciudad y de sus astilleros, de la casa de Patrice y su madre. Sin embargo, algunos de ellos definidos en su actuar y otros, además, en uno o dos rasgos físico-simbólicos, son muy poderosos. El director que se detiene y arranca inesperadamente en su caminar y que viste abrigo largo hasta en su despacho; los amigos que ríen y beben, provenientes de distintos bebedores de Las cinco vocales... ¿Marion, el director, Patrice y Patricia son reales? ¿Cómo se ancla en el tiempo a personas reales?
—SCH: Me gusta pensar que los personajes son actores. Y como tales deben hacer muy bien su papel. Hacer bien su papel significa olvidarse de un modo convencional de actuar. Deben ser actores brechtianos, aun cuando lo brechtiano sea bastante convencional. Pero lo brechtiano por lo menos nos aconseja poner en primer lugar lo artificioso de la representación, su carácter esquemático y convencional. Una vez que nos instalamos en el antinaturalismo dejan de importar los detalles para adquirir otro valor. No es razonable narrar lo que ocurre, porque al fin y al cabo uno no sabe de qué se trata; lo aconsejable me parece es describir lo que se representa. —ECP: El manejo (y quizá la concepción) del tiempo tanto en Cinco como en Nota me recuerdan a una superposición de capas donde el tiempo que realmente importase fuera el del narrador, quien viene y va de unos momentos a otros —anteriores, posteriores— dando la impresión de una densidad grande sobre una supuesta (en Nota) liviandad de los sucesos. Muchas veces se ha dicho que la novela es el manejo del tiempo. ¿Qué idea tienes tú al respecto? —SCH: Creo que el tiempo organizado como cronología ha saturado desde hace mucho las posibilidades de la narración. El espacio es más abstracto y elusivo. En el espacio las cosas pueden ser simultáneas, en el tiempo nunca lo son, aun cuando ocurran en el mismo momento. Si vemos el espacio como lugar de desarrollo de las narraciones podemos elastizar el tiempo de modo de romper el mandato de la cronología y la sucesión, del antes y después, del causa y efecto; y, en general, de la intriga. —ECP: El final de la novela cobra un vigor inusitado en una novela reflexiva y contemplativa, con los personajes de Marion y Patricia-real, y de nuevo con las numerosas imágenes de unión entre diversos (los teléfonos, las lecturas a dos, los personajes de tránsito y ante todo los puentes levadizos y las esclusas) bajo la enigmática pregunta: ¿celebrar lo uno o lo diverso? ¿Calificarías tu literatura de sustancialmente metafórica? —SCH: Describiría mi literatura como el enunciado de alguien que no puede explicarse bien. A veces porque considera complejo lo que busca decir, a veces porque ignora el significado real de lo que presenta. Eso no es nuevo, hay escritores que han dedicado toda su obra a hacer preguntas. Loreno García Vega dice a cada momento en varios de sus libros: «¿Me pueden entender?». Salvando las distancias, a veces creo que no llego a preguntarlo con esa franqueza —lo cual es un problema y no lo es—.
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ENTREVISTAS
El Coloquio de los Perros. CABEZAS, ISMAEL
CAMARASA, RAFAEL CARBAJOSA, NATALIA CARIDE, ALBERTO CARRILLO, VIRIDIANA CÉLINE CEREZUELA, ANA CERVERA, RAFA CHEJFEC, SERGIO CHEJFEC, SERGIO [5] CHESSA, ALBERTO CHESSA, ALBERTO [Anatomía de una sombra] CHICO, ÁLEX CISNERO, ALBERTO COMAN, DAN CONTRERAS, NADIA CORTINA, ÁLVARO CRUZ, GINÉS DELGADO, DESIRÉE DÍAZ, ANA CLAUDIA DÍEZ, JOSÉ MANUEL DOMINIQUE A ELENA PARDO, CRISTINA ELKOURI, RIMA ESPEJO, JOSÉ DANIEL ESPEJO, JOSÉ DANIEL [Perro fantasma] FONT, VIOLETA GALÁN, JULIO CÉSAR GALÁN MOREU, SALVADOR GALÁN MOREU, SALVADOR [No fall] GALINDO, BRUNO GALLARDO, JOSÉ MANUEL GALLUD, EVA GALVÁN, ANI GAMBOA, JEYMER GARCÍA, CONCHA GARCÍA, DIEGO L. GARCÍA JIMÉNEZ, SALVADOR GARCÍA LÓPEZ, ERNESTO GARCÍA MELLADO, ISABEL GARCÍA-VILLALBA, ALFONSO GARRIDO PANIAGUA, RODRIGO GASS, CARLOS GINÉS, ANTONIO LUIS GINÉS, ANTONIO LUIS [Antonov] GÓMEZ, MACARENA GÓMEZ BLESA, MERCEDES GÓMEZ RIBELLES, ANTONIO GÓMEZ RIBELLES, ANTONIO [QUIROMANTE] GONZÁLEZ LAGO, DAVID GRACIA, ÁNGEL GROZO, DANIEL GUERRA NARANJO, ALBERTO HENDERSON, DAIANA HERNÁNDEZ, GALA HERNÁNDEZ, JULIO HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [EL DOLOR DE LOS DEMÁS] HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [ANOXIA] HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [TIEMPO POR VENIR] HERNÁNDEZ BUSTO, ERNESTO IRIBARREN, KARMELO C. JORGE PADRÓN, JUSTO KASZTELAN, NURIT LADDAGA, REINALDO LAYNA RANZ, FRANCISCO LEZCANO, YULEISY CRUZ LINAZASORO, KARLOS LLOR, DOMINGO LOBATO, FLORA LÓPEZ, PABLO LÓPEZ AGÜERA, FULGENCIO ANTONIO LÓPEZ KOSAK, ANDREA LÓPEZ MONDÉJAR, LOLA LÓPEZ MONDÉJAR, LOLA [Qué mundo tan maravilloso] LÓPEZ POMARES, ALEJANDRO LÓPEZ SANDOVAL, DAVID LÓPEZ SORIA, MARISA LOUZAO, ALICIA MACHUCA, LUIS MAESTRO, JESÚS G. MALAVER, ARY MANUELA, ADRIANA MARGARIT, LUCAS MARÍN, MARÍA MARÍN, MARIO MARÍN ALBALATE, ANTONIO MARQUARDT, ANJA MART, BLANCA MARTÍ VALLEJO, MAITE MARTÍN, RUBÉN MARTÍN GIJÓN, SUSANA MARTÍN IGLESIAS, VÍCTOR MARTÍNEZ CASTILLO, ANA MENDOZA, NURIA MESA, SARA MICÓ, JOSÉ MARÍA MIGUEL, LUNA MIRALLES, INMA MOGA, EDUARDO MOLINO, SERGIO (DEL) MONTEVERDE, JULIO MONTEVERDE SÁNCHEZ, CONCEPCIÓN MOR, DOLAN MORALES, JAVIER MORANO, CRISTINA MORENO, ANTONIO MORENO, ELOY MORENO, JAVIER MORENO, SEBASTIÁN MORENTE, ESTRELLA MOYA, MANUEL MUÑOZ, MIGUEL ÁNGEL NAVARRO, ÓSCAR NETO DOS SANTOS, MANUEL NIETO, LOLA NORDBRANDT, HENRIK NUÑO, SIHARA OLMOS, ALBERTO OREJUDO, ANTONIO ORTIZ, DEMIAN ORTIZ ALBERO, MIGUEL ÁNGEL PALOMEQUE, AZAHARA PAPELES DEL NÁUFRAGO [Antonio Lafarque y Aníbal García] PARDO VIDAL, JUAN PARRA SANZ, ANTONIO PEÑA DACOSTA, VÍCTOR PEÑALVER, PATRICIO PEÑAS, ESTHER PÉREZ CAÑAMARES, ANA [Querida hija imperfecta] PÉREZ CAÑAMARES, ANA [Las sumas y los restos] PÉREZ LEAL, AGUSTÍN PÉREZ MONTALBÁN, ISABEL PERONA, JESÚS PICÓN, EMILIO PRADA, JUAN MANUEL DE PRUDENCIO, JESÚS PUJANTE, BASILIO PUJANTE, MANUEL QUIJANO SÁNCHEZ, EDUARDO RÍOS, BRENDA RIVAS GONZÁLEZ, MANUEL ROBLES, SALVA RODRÍGUEZ, ALFREDO RODRÍGUEZ, ALFREDO [Urre Aroa] RODRÍGUEZ, ALFREDO [Días del indomable] RODRÍGUEZ JIMÉNEZ, ANTONIO RODRÍGUEZ PAPPE, SOLANGE ROMERO MORA, J.D. ROMERO MORA, J.D. [En el desvarío] ROSADO, JUAN JOSÉ ROSSELL, MARINA RUDEL, JAUFRÉ RUIZ GUERRERO, Mª CARMEN SALSE BATÁN, ALEJANDRO SÁNCHEZ, GINÉS SÁNCHEZ, GINÉS [2096] SÁNCHEZ, GINÉS [MUJERES EN LA OSCURIDAD] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [El nudo] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [FACTBOOK] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [LA CADENA DEL FRÍO] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [LOS QUE ESCUCHAN] SÁNCHEZ GÓMEZ, MARISOL SÁNCHEZ MARTÍN, LUIS SÁNCHEZ MARTÍN, LUIS [Pastillas debajo de la lengua] SÁNCHEZ MENÉNDEZ, JAVIER SÁNCHEZ ROBLES, MIGUEL SÁNCHIZ, ANTONI SANTOS, ABEL SCHWEBLIN, SUSANA SEÑOR, RUBÉN SERRANO, PABLO SORIANO, ADA SUANE, SAÚL TRIGUEROS, SARA J. ÚBEDA, ANABEL URÍA, JUAN MANUEL VAL, FERNANDO DEL VALDÉS, ANDREA VALERO, MANUEL VALLÈS, TINA VARAS, VALENTINA VEGA, MIGUEL VERA FIGUEROA, ALBA VICENTE, TERESA VICENTE CONESA, FRANCISCO VILA-MATAS, ENRIQUE Hemeroteca
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