Entrevista realizada por MARTA GÓMEZ DE LA VEGA y MARÍA MARTÍNEZ AZORÍN Lobos que miran desde los pies de la cama El pasado 29 de noviembre en Libros Traperos nos vestimos de largo para presentar la última creación de Antoni Sanchiz, Lobos que miran desde los pies de la cama, alumbrada este mismo mes por la legendaria editorial murciana Boria, que, por desgracia, cierra y convierte esta obra en su última publicación. Antoni muestra una sensibilidad, una generosidad y un amor a la vida que se cuela en las moléculas de este libro y en las nuestras. Cada verso es una respiración profunda para tomar aire o para expulsar el miedo; también puede ser un alarido, ese que trepa por la garganta cuando el cuerpo no tiene otro medio para liberar la impotencia, el cansancio y ese frío que te acompaña sigiloso, aderezando el cóctel emocional con algo todavía más duro, la incertidumbre. Estos poemas cuentan una lucha dilatada contra el cáncer, con todo lo que conlleva, pero sobre todo arrojan a nuestros ojos una historia de amor, amistad y complicidad mayúscula; un torrente de vida que va mutando y que, a pesar del desenlace fatal, no se extingue, porque, aunque la vida en pareja se trunca, el amor sigue latiendo. Estos versos son latidos, las pulsaciones últimas a las que se aferra el amante, compañero y poeta, no para olvidar, pero sí para seguir viviendo con el orgullo y el amor tatuado en su pecho y en las células. Acompañar a Antoni en esta presentación nos incitaba a romper la estructura habitual de estos eventos y, emulando al mismo protagonista en su dilatada trayectoria literaria, jugamos. En este libro se juega con la vida y con las letras, con el ritmo, la versificación, las metáforas. Se apela a canciones, mitos, libros y dioses, sobre todo a los de las máscaras verdes. Antoni es un malabarista, un payaso, un cazador, un vividor que se aferra a lo esencial: la presencia y los vínculos. Nosotras no supimos elegir entre los pingüinos, los cíclopes, las avestruces e infinidad de monstruos que rondan los sueños y acompañamos a Antoni, cada una a un lado; honrando su lucha, vigilando y disfrutando toda la dicha que este libro le traerá. ¡Larga vida a estos lobos! —EL COLOQUIO DE LOS PERROS: ¿Cuál es el monstruo del que te enamoras a pesar del miedo? —ANTONI SANCHIZ: El monstruo sublime, ese que nos espera a todos cada día al abrir los ojos, la vida y su azar de alegrías y tristezas, la realidad siempre por construirse desde lo desconocido, desde la lotería de los átomos, de los genes, del aleteo de cualquier cucaracha en una cocina infecta al otro lado del océano. La consciencia de que realmente apenas podemos controlar nada a pesar de que algunos crean en esa ilusión. El monstruo de la vida que es padre y casa de todos los monstruos, de todos los lobos que nos habitan y nos conforman, que nos instala a diario en el miedo del niño asustado que todos llevamos dentro y que solo quiere la seguridad del regazo de la madre, volver al útero y ahí permanecer en silencio, flotando, pero que a la vez despierta al explorador intrépido, al buscador de fronteras, de estímulos, de recuerdos con los que crear el mundo en una suerte de combinatoria germinal. La vida, jodida vida, ese es el monstruo que nos enamora y, que acabado el juego, también nos mata. *** Pero sucede que los monstruos no se olvidan por más que mire hacia otro lado *** —ECP: ¿Dónde quedan las conversaciones cuando no suceden? —AS: Tantas veces el silencio es la mejor de las conversaciones... Me refiero al silencio oral, por supuesto. Esas conversaciones silenciosas son infinitamente mas eficaces, en términos de comunicación, que lo que podemos hacer con el limitado lenguaje verbal (oral o escrito). ¿Cómo nombrar aquello que expresamos mirándonos, tocándonos, a través de las feromonas o por el contacto de los campos biomagnéticos? Aún así, inventamos la poesía como brazo armado de la filosofía, para tratar de traducir los lenguajes naturales al lenguaje verbal. ¿Por qué? Bueno... ¡Somos humanos y hacemos cosas de humanos! ¿Por qué buscar explicaciones a nuestra naturaleza? Las conversaciones, al fin, siempre suceden, de una forma u otra. Otra cuestión es que deseemos alargarlas, retomarlas, que no acaben nunca, pero eso, eso es otro tema... *** No todas las miradas son espejos del alma. *** —ECP: ¿En cuántos trozos se ha roto tu espejo? ¿Cuál es tu pegamento? —AS: Mi espejo, que es similar al espejo de cada cual, está destrozado, como en el fondo están destrozados todos los espejos. No he podido contar los trozos. Están ahí, en el suelo, reflejando cada uno de ellos una parte de mi alma, reflejando los lobos que me habitan, mezclando pasado y futuro en un presente cambiante a cada instante, creando todas las realidades posibles para crear así la realidad. Un espejo roto no se puede arreglar, ni falta que hace, pero sí podemos tratar de montarlo como si fuese un puzle, pegando al menos los trozos más grandes para que sea funcional. No hay que disimular la rotura, pero tampoco hay que ponerse a hacer kintsugi. Cada cual tendrá sus pegamentos posibles. En mi caso, continuar con una forma de ser y estar creada a dos corazones a lo largo de muchos años de amistad y amor, a pesar de la amputación, contra la amputación. Ser consciente de la suerte que es estar rodeado de la mejor gente que hemos ido encontrándonos por la vida es ya un pegamento imprescindible. Los refugios necesarios: el arte, la familia, la amistad, esas “formas” platónicas de las que creamos el “reino del devenir”. También ayuda mucho tener unas buenas barras de referencia habitadas siempre por las mejores, esas amigas/camareras que siempre te cuidan más allá de sus obligaciones contractuales. —ECP: Ritual nocturno para espantar a los lobos. —AS: Primero, a los lobos no los espanta ni Dios, son una parte de nosotros mismos y sólo la idiotez podría hacer que no seamos conscientes de ellos. No poder/evitar/saber/que somos el callejón oscuro, la puerta sirena/el ojo del cíclope. Dicho esto, hay que tratar de mantenerlos a raya, mirarlos frente a frente, a pesar de que no podamos hacer nada contra ellos. Precisamos el miedo para no morir de inanición o pisoteados por un mamut. Mirarlos frente a frente para que sepan que sabemos. A pesar de todo, habrá momentos en que se metan entre las sábanas con nosotros. Es entonces cuando entra en juego el ritual. Los humanos somos seres rituales y también rutinarios, entendiendo rutina como orden necesario. Creamos muy fácilmente las rutinas que nos defienden del caos. El ritual ayuda a afianzar esas rutinas. Obviamente, rituales y rutinas van cambiando a lo largo del tiempo, acomodándose a las circunstancias. Ahora mismo no se me ocurre mejor ritual que salir a comprarle comida a la gata, equivocar el camino de vuelta a casa y encontrarme tentando al azar en la barra de alguno de mis bares de cabecera.
—ECP: ¿Mishima qué piensa de tus poemas? —AS: ¡A Mishima (que aunque tenga un nombre masculino es una gata encanijada) no le gusta que escriba, ni que lea, ni que haga nada que no sea ser su colchón! Es como una oveja de Alberto Caeiro en la colina («Amar es la eterna inocencia, / y la única inocencia es no pensar...»), genera rituales necesarios, hay que cuidarla, ocuparse de sus cosas, eso es un buen antídoto contra la soledad y evita que la mirada se nos vuelva hacia adentro porque «el que lucha con monstruos debe tener cuidado para no resultar él un monstruo. Y si mucho miras a un abismo, el abismo concluirá por mirar dentro de ti». Así que Mishima, aparte de ser poesía cuando “ayuda” a barrer o a hacer la cama, es también cuerda de seguridad necesaria, y no, no le gustan mis poemas. Yo lo sé, pero ella disimula y me mira interesada cuando le leo alguno. *** Mishima buscando enterrar su cabeza pequeña en mi axila. Desde la ventana el estruendo de los jueves adolescentes. *** —ECP: ¿Te mareas en barco? Elige un sitio bañado por el Mediterráneo para irnos. —AS: Normalmente no me marea navegar. Tengo muy buenos recuerdos de varios sitios cercanos y entrañables: jugar a los indios en Bocarrambla; salir a pescar el desayuno con mi hermano en La Azohía; prepararme un examen bien abrigado en las rocas de Cala Flores, frente al islote del Descargador; pasear a los perros entre la boria de las mañanas de invierno en Los Urrutias; buscar el Bar de Jo por las ramblas de Los Escullos; jugar al escondite con avestruces tutú rosa en El Ampurdán... No es necesario que piense en ir a ningún lugar concreto del Mediterráneo porque habito en él, en esa suerte de extraño viaje donde el tiempo es a la vez pasado y presente, donde el tiempo está parado y continuamente se ahoga el mismo ahogado y continuamente nos lo escupe a la playa que huele a bronceador, romero y pino, donde las motos de agua siguen la estela de los trirremes y modernas concubinas tontean con recios esclavos exóticos. Somos, en fin, los mediterráneos, hechos de su materia, de sal, sangre, risa y llanto, su creación y su alimento. No se me ocurre mejor lugar donde ser. —ECP: ¿Cuál es tu militancia en la actualidad? —AS: Ideológicamente no he cambiado mucho en los últimos cincuenta años. Quizás el tiempo nos hace más “descreídos”, por decirlo de algún modo. También más extremistas. Tengo muy claro cuál es mi sitio: desde siempre me he sentido cómodo entre Proudhon, Nietzsche, Bakunin («No soy verdaderamente libre más que cuando todos los seres humanos que me rodean, hombres y mujeres, son igualmente libres»), ese punto conservador de la gente de campo y toda la influencia cristiana. El concepto ubuntu («yo soy porque nosotros somos») me parece la solución perfecta a la dicotomía que siempre hemos tenido entre individualismo y socialismo. En cualquier caso, siempre suscribiré la idea de Emma Goldman: «si no hay baile, no es mi revolución». La lucha por la felicidad, por el amor en todas sus facetas, es lo que siempre nos ha movido, lo que consigue que le hagamos cara a los lobos cada día. No tengo ningún problema en odiar tanto como odio lo que odio, porque siempre ha sido absolutamente por amor, la única fuerza que debería mover el mundo. Intentar ser disidentes en la disidencia, odiar desde el amor más hondo todo lo que siembra dolor entre las personas. Militar en el calor de un cuerpo, en ese viaje que es a veces una mirada. Militar en lo construido, continuar el trabajo, tratar de ser camino enamorado. *** Milito en el miedo íntimo, enorme como un grano de sal, a perder tu amor. *** —ECP: ¿Pastillas para dormir o despertar? —AS: ¿Sueño o vigilia? ¿Dónde habita la realidad? Pastillas para dormir como pasaporte a una tierra más feliz, a una tierra donde la muerte no existe, donde todo es posible, donde los lobos sólo son perros mansos. Y después... Pastillas para despertar y seguir habitando la absurda vigilia que nos arrastra a diario, que transcurre en un tiempo siempre lineal, donde todo es inexorable y sin vuelta atrás. En lo social, sin embargo... Estamos dominados por Hipnos y sus oniros. Ya no es la religión el opio del pueblo, es el capitalismo quien nos mantiene dormidos en la continua pesadilla del consumismo. Es necesario que la sociedad empiece a tomar café como si no hubiera un mañana, recuperar la conciencia personal y la de clase, desechar el egoísmo rabioso, el consumo sin fin (ni finalidad), pero eso, quizás, sea otra historia.
—ECP: ¿En qué punto cardinal de la cama te aguardan los monstruos? —AS: A veces han dado vueltas alrededor, a veces se han metido dentro esperando nuestro sueño para lanzar su mordisco. El amor ha sido el arma eficaz para mantenerlos sentados a los pies de la cama, al sur. Sentados apoyando los hocicos babeantes, prestos siempre al mínimo descuido para esparcir su rabia. Y ahí siguen, ahora normalmente acostados, dormitando, satisfechos de su obra, a veces se levantan y me miran para recordarme que son parte de mi propio ser, que nunca me abandonaran porque, al fin, eso es un ser humano. Sólo los psicópatas y los muertos andantes no tienen miedos. *** Silencio roto, silencio devorado por un nuevo fantasma perdido. *** —ECP: ¿Música de frontera o de desiertos? —AS: ¿Qué es una frontera sino un desierto? A mí me encanta caminar por las calles de atrás, esas que no conocerán los turistas, esas en las que no se adentran pueriles y bienpensantes, donde están los habitantes vivos, donde suceden las cosas, donde está la música, esas calles de atrás que conforman el borde de la vida, que son frontera entre el bullicio y el desierto diario, donde eternamente Camelia tirotea a Emilio Varela. En la frontera nos encontramos los disidentes, un paso mas allá, en el desierto, seremos eremitas. Quizás sea el territorio donde realmente se produce la lucha con nuestros lobos, la aceptación de que, vayamos donde vayamos, ahí estarán ellos habitándonos la sombra, pegados a los talones, la capacidad de convivir con ellos y de vivir a pesar de ellos. —ECP: ¿Qué has soñado esta noche? —AS: El momento de la hipnopompia es el que suelo desear, esos segundos en los sigues en el sueño, hablando con el perro Undo, bailando con mi esposa, patinando sobre suelos de adoquines imposibles en una fiesta maravillosa, pero estás ya despierto, estás ya del lado de la vigilia sabiendo que se acaba esa otra realidad en la que no existe la muerte, el tiempo, en la que todo puede suceder a la vez, sabiendo que hay que levantarse, desayunar, asearse, y comenzar a alimentar a los lobos. Quiero soñar que no escribo Lobos que miran desde los pies de la cama. ***
Y ¿qué opción quedaba si los dos éramos agua y nos metimos en la misma cama? ***
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El Coloquio de los Perros. CABEZAS, ISMAEL
CAMARASA, RAFAEL CARBAJOSA, NATALIA CARIDE, ALBERTO CARRILLO, VIRIDIANA CÉLINE CEREZUELA, ANA CERVERA, RAFA CHEJFEC, SERGIO CHEJFEC, SERGIO [5] CHESSA, ALBERTO CHESSA, ALBERTO [Anatomía de una sombra] CHICO, ÁLEX CISNERO, ALBERTO COMAN, DAN CONTRERAS, NADIA CORTINA, ÁLVARO CRUZ, GINÉS DELGADO, DESIRÉE DÍAZ, ANA CLAUDIA DÍEZ, JOSÉ MANUEL DOMINIQUE A ELENA PARDO, CRISTINA ELKOURI, RIMA ESPEJO, JOSÉ DANIEL ESPEJO, JOSÉ DANIEL [Perro fantasma] FONT, VIOLETA GALÁN, JULIO CÉSAR GALÁN MOREU, SALVADOR GALÁN MOREU, SALVADOR [No fall] GALINDO, BRUNO GALLARDO, JOSÉ MANUEL GALLUD, EVA GALVÁN, ANI GAMBOA, JEYMER GARCÍA, CONCHA GARCÍA, DIEGO L. GARCÍA JIMÉNEZ, SALVADOR GARCÍA LÓPEZ, ERNESTO GARCÍA MELLADO, ISABEL GARCÍA-VILLALBA, ALFONSO GARRIDO PANIAGUA, RODRIGO GASS, CARLOS GINÉS, ANTONIO LUIS GINÉS, ANTONIO LUIS [Antonov] GÓMEZ, MACARENA GÓMEZ BLESA, MERCEDES GÓMEZ RIBELLES, ANTONIO GÓMEZ RIBELLES, ANTONIO [QUIROMANTE] GONZÁLEZ LAGO, DAVID GRACIA, ÁNGEL GROZO, DANIEL GUERRA NARANJO, ALBERTO HENDERSON, DAIANA HERNÁNDEZ, GALA HERNÁNDEZ, JULIO HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [EL DOLOR DE LOS DEMÁS] HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [ANOXIA] HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [TIEMPO POR VENIR] HERNÁNDEZ BUSTO, ERNESTO IRIBARREN, KARMELO C. JORGE PADRÓN, JUSTO KASZTELAN, NURIT LADDAGA, REINALDO LAYNA RANZ, FRANCISCO LEZCANO, YULEISY CRUZ LINAZASORO, KARLOS LLOR, DOMINGO LOBATO, FLORA LÓPEZ, PABLO LÓPEZ AGÜERA, FULGENCIO ANTONIO LÓPEZ KOSAK, ANDREA LÓPEZ MONDÉJAR, LOLA LÓPEZ MONDÉJAR, LOLA [Qué mundo tan maravilloso] LÓPEZ POMARES, ALEJANDRO LÓPEZ SANDOVAL, DAVID LÓPEZ SORIA, MARISA LOUZAO, ALICIA MACHUCA, LUIS MAESTRO, JESÚS G. MALAVER, ARY MANUELA, ADRIANA MARGARIT, LUCAS MARÍN, MARÍA MARÍN, MARIO MARÍN ALBALATE, ANTONIO MARQUARDT, ANJA MART, BLANCA MARTÍ VALLEJO, MAITE MARTÍN, RUBÉN MARTÍN GIJÓN, SUSANA MARTÍN IGLESIAS, VÍCTOR MARTÍNEZ CASTILLO, ANA MENDOZA, NURIA MESA, SARA MICÓ, JOSÉ MARÍA MIGUEL, LUNA MIRALLES, INMA MOGA, EDUARDO MOLINO, SERGIO (DEL) MONTEVERDE, JULIO MONTEVERDE SÁNCHEZ, CONCEPCIÓN MOR, DOLAN MORALES, JAVIER MORANO, CRISTINA MORENO, ANTONIO MORENO, ELOY MORENO, JAVIER MORENO, SEBASTIÁN MORENTE, ESTRELLA MOYA, MANUEL MUÑOZ, MIGUEL ÁNGEL NAVARRO, ÓSCAR NETO DOS SANTOS, MANUEL NIETO, LOLA NORDBRANDT, HENRIK NUÑO, SIHARA OLMOS, ALBERTO OREJUDO, ANTONIO ORTIZ, DEMIAN ORTIZ ALBERO, MIGUEL ÁNGEL PALOMEQUE, AZAHARA PAPELES DEL NÁUFRAGO [Antonio Lafarque y Aníbal García] PARDO VIDAL, JUAN PARRA SANZ, ANTONIO PEÑA DACOSTA, VÍCTOR PEÑALVER, PATRICIO PEÑAS, ESTHER PÉREZ CAÑAMARES, ANA [Querida hija imperfecta] PÉREZ CAÑAMARES, ANA [Las sumas y los restos] PÉREZ LEAL, AGUSTÍN PÉREZ MONTALBÁN, ISABEL PERONA, JESÚS PICÓN, EMILIO PRADA, JUAN MANUEL DE PRUDENCIO, JESÚS PUJANTE, BASILIO PUJANTE, MANUEL QUIJANO SÁNCHEZ, EDUARDO RÍOS, BRENDA RIVAS GONZÁLEZ, MANUEL ROBLES, SALVA RODRÍGUEZ, ALFREDO RODRÍGUEZ, ALFREDO [Urre Aroa] RODRÍGUEZ, ALFREDO [Días del indomable] RODRÍGUEZ JIMÉNEZ, ANTONIO RODRÍGUEZ PAPPE, SOLANGE ROMERO MORA, J.D. ROMERO MORA, J.D. [En el desvarío] ROSADO, JUAN JOSÉ ROSSELL, MARINA RUDEL, JAUFRÉ RUIZ GUERRERO, Mª CARMEN SALSE BATÁN, ALEJANDRO SÁNCHEZ, GINÉS SÁNCHEZ, GINÉS [2096] SÁNCHEZ, GINÉS [MUJERES EN LA OSCURIDAD] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [El nudo] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [FACTBOOK] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [LA CADENA DEL FRÍO] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [LOS QUE ESCUCHAN] SÁNCHEZ GÓMEZ, MARISOL SÁNCHEZ MARTÍN, LUIS SÁNCHEZ MARTÍN, LUIS [Pastillas debajo de la lengua] SÁNCHEZ MENÉNDEZ, JAVIER SÁNCHEZ ROBLES, MIGUEL SÁNCHIZ, ANTONI SANTOS, ABEL SCHWEBLIN, SUSANA SEÑOR, RUBÉN SERRANO, PABLO SORIANO, ADA SUANE, SAÚL TRIGUEROS, SARA J. ÚBEDA, ANABEL URÍA, JUAN MANUEL VAL, FERNANDO DEL VALDÉS, ANDREA VALERO, MANUEL VALLÈS, TINA VARAS, VALENTINA VEGA, MIGUEL VERA FIGUEROA, ALBA VICENTE, TERESA VICENTE CONESA, FRANCISCO VILA-MATAS, ENRIQUE Hemeroteca
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