Entrevista realizada por MARTA CASTAÑO Alicia Louzao nace en Ferrol en 1987, es doctora en Filología Hispánica y licenciada en Filología Inglesa. La autora presenta estos días El circo volador (Versátiles, 2020), su segundo libro de poesía que, al igual que el primero, se aleja de las normas del “poemario” entendido como tal. ‘Pausa para una tostada’ es el relato que salió publicado en La Gran Belleza, y uno de sus versos fue seleccionado por la iniciativa de Versos al Paso (Madrid). Colabora escribiendo en diversas revistas de literatura como Ocultalit o Quimera. Las palabras laten y respiran dentro de este libro que aboga por la libertad de movimiento de la escritura. Con un estilo mucho más cercano a la prosa poética, la autora nos relata una serie de historias a través de un recorrido por los diversos espacios de un circo imaginario en los que nos encontramos con curiosos personajes. Visitaremos los carrousels, la tienda de las pitonisas, la casa de los horrores, la habitación de los espejos y finalmente saldremos del poemario por la tienda de recuerdos. El circo volador es, de alguna manera, la continuidad de su Manual para la comprensión del insomnio (El Transbordador, 2019), ya que perpetua ese mundo onírico en el que viven los que no pueden dormir. La voz poética bien podría ser la de una niña que se ha convertido en adulta o la de una mujer adulta que vuelve a ser niña. Esa voz nos muestra un mundo surrealista que se fusiona de forma natural con la cotidianidad, con los recuerdos de sucesos reales de un pasado que ya no volverá. Alicia es capaz de convocar al futuro a través de la bella nostalgia de lo que se recuerda «con los ojos cerrados y un vaso de leche en la mano». Sus poemas nos hacen reflexionar acerca de la soledad, la muerte, la identidad o el lugar que ocupamos o deberíamos ocupar en el mundo. —EL COLOQUIO DE LOS PERROS: Alicia, este es tu segundo libro publicado en menos de un año. Eres una escritora bastante prolífica. ¿Siempre has escrito tanto? ¿Cuál es la fórmula que sigues para conseguir este volumen de escritura y ser capaz de publicar dos libros en tan poco tiempo? —ALICIA LOUZAO: La verdad es que siempre he escrito. Desde bien pequeña. Lo que hacía de niña era variar los finales de los cuentos o cambiar los personajes. Ese sería mi primer ejercicio literario, por así decirlo. El primer certamen literario de relevancia creo que lo gané en 3º de ESO, un concurso a nivel nacional en Galicia. Me decanté por las Humanidades desde que tuve la opción de elegir, y la carrera de Filología Hispánica la recuerdo como un constante día a día plagado de estímulos literarios. Así que sí, en resumen, escribí y fui evolucionando sola. Mandé a editoriales constantemente hasta que por fin El Transbordador se fijó en mí y publicaron el Manual para la comprensión del insomnio. No nos conocíamos, así que todavía me ilusionó más que aceptaran leyendo el manuscrito y creyendo en mi idea. Es una editorial que hace libros maravillosos y que apostó por mi Manual, igual que Versátiles ha apostado por El circo volador. —ECP: Algunos de los temas fundamentales de tus poemas son la muerte, el duelo, el paso del tiempo y la necesidad de crear mundos ficticios e historias que nos ayuden a sobrellevar una realidad dolorosa. Con estas premisas creas mundos que se configuran gracias a conceptos como la “muerte”, “dormir”, el “insomnio” y los “sueños”. ¿Crees que la literatura es esa suerte de sueño en la vigilia que nos ayuda a soportar la realidad? —AP: Me encanta esa imagen que acabas de proyectar. Sí, estoy totalmente de acuerdo contigo. Cuando leemos, no solo cuando escribimos, nos evadimos totalmente de la realidad circundante y exploramos otros mundos. Es una suerte de sueño. Estoy aquí, en este sofá, con un libro en la mano, alrededor hablan, suena la lavadora, incluso pueden llamarme, pero mi cabeza está muy lejos: explorando una casa abandonada o resucitando a los muertos. —ECP: En El circo volador sigues la línea de tu Manual para la comprensión del insomnio, entre otras cosas, cuando hablas de la infancia. Por momentos el poemario parece el diario de un niño con toda su fantasía bullendo sin parar, narrando esos periodos de la niñez «cuando pensamos que siempre somos más mayores pero todavía existe la merienda». ¿Crees que la infancia es el momento en el que verdaderamente vivimos y la madurez se configura con los recuerdos de esa vida? —AP: Decía Leopoldo Mª Panero que en la infancia vivimos, en la madurez sobrevivimos. A mí me cuesta creer que no siga siendo esa niña que fui, a mis 33 años. Hay muchísimas cosas que veo en el mundo con los mismos ojos con los que los miraba de niña. Lo digo de verdad. En la madurez, la infancia es un flotador de supervivencia. Yo fui esto, existieron estas personas que me dieron lo que soy. Y que ahora no están. Pero volver a ellas, a su recuerdo, nos mantiene vivos. Una vez soñé tan fuertemente con mi abuela Alicia que recuerdo despertarme sintiendo su abrazo. Y no somos familia de darse abrazos, pero en el sueño ella estaba viva y me lo dio, yo me iba escurriendo y desperté llena de calor. —ECP: La voz poética también contempla el gran tema de la soledad en general y la soledad del poeta en concreto. ¿Sientes o has sentido a menudo esa soledad en los momentos de creación poética? ¿Ayuda la soledad realmente a crear? ¿Cómo sales de ella una vez que se termina el proceso creativo? —AP: La soledad es imprescindible cuando creas. Puedo pasarme horas y horas en casa con todo en silencio y escribiendo, simplemente. No me doy cuenta de que llaman o de que ya son las 20:00 o de que está a hervir algo en la cocina. Y cuesta mucho salir de ella, sí. Es un choque brutal el arrancarte de tus mundos y volver a hablar con alguien. No es mala la soledad, muchos no soportan estar con ellos mismos. Y cuando lo están, necesitan sacarse fotos y compartirlo con los demás que están al otro lado: eso no es estar solo. Parece que tengan miedo de estarlo, de perder el vínculo con el mundo real. Me considero una persona sociable, pero necesito pasear sola, ir a correr sola, hay cierta paz en estar con uno mismo. —ECP: La mayoría de tus personajes pertenecen a mundos fantásticos y sobrenaturales, son criaturas nocturnas, mujeres con coronas de pájaro, señoras que se pulverizan o se convierten en agua, fuerzas sobrenaturales y entidades con varias caras y voces. También encontramos en este circo a uno de tus personajes más recurrentes: el doctor Emetteus de la Universidad de la Atlántida, experto científico que «tiene ojos para lo que no existe». Háblanos de algunos de tus personajes y de la presencia continua de lo etéreo y prodigioso en el poemario. ¿Es la construcción de estos espacios y personajes una forma más de expresar la libertad casi absoluta que, desde tu punto de vista, debe tener la escritura? —AP: Creo que estos personajes están ligados a esos mundos de la infancia de los que, en mi caso, no quisiera salir. Me ayudan mucho a crearlos los cuadros. Desde niña siento una fuerte atracción por la pintura, y me llama la atención el prerrafaelismo. Esas mujeres insertas en bosques, que parece que vayas a encontrártelas paseando un día por un camino o flotando en un río, como Ofelia. Hay una belleza terrible en los cuadros prerrafaelitas. O, por otro lado, la virgen de las rocas de Da Vinci. Ferrol tiene muchas playas, y siempre vinculé esas cuevas oscuras que hay en mi ciudad natal con esa aparición tenebrosa que vive dentro, oculta a los bañistas. Y mecánicamente imaginaba de niña: “piensa que quizá esté ese figura ahí, escondida”. No sabemos lo que se oculta en esos lugares que nuestros ojos no alcanzan a ver. Me encanta pensar que ahora, en las fragas del Eume, hay personajes raros que se mueven por los árboles. —ECP: En un poema dices «Estamos hablando de Galicia, y los lugares tienen su lluvia como los pies tienen sus zapatos». Así acercas al lector a tu tierra natal, además de con reminiscencias de la niñez y los ancestros, con la memoria del agua, de los ríos, de la lluvia tan presente en esa zona geográfica. El agua limpia, arrastra, ahoga… ¿Qué papeles dirías que cumple el agua en este poemario y por qué la elegiste como imagen recurrente? —AP: El agua es algo que echo mucho de menos en Madrid, ciudad donde vivo desde hace ya ocho años. Todos en Madrid parecen huir de la lluvia. La vida se detiene cuando llueve, pero ese olor que queda en la tierra semeja una especie de mano que alisa la superficie con una bendición. Creo que, como vuelvo a la infancia en muchas ocasiones al escribir, la lluvia tenía que estar presente. Aunque confieso que fue algo totalmente inconsciente. Recuerdo esas tardes haciendo deberes y sólo oyendo llover, solamente lluvia en la ventana. Lluvia constante. —ECP: Otra de las imágenes que más se repiten en el poemario es la de los cristales. Aquí los espejos tienen el poder de reflejar la propia imagen, de recordarnos el pasado y, por supuesto, de mostrarnos el presente y dilucidar el futuro. Los reflejos aparecen en forma de bola, de laberinto o habitación de espejos y también en el agua, de la que ya hemos hablado. ¿Cuál era tu idea a la hora de crear esta mezcla de tiempos y espejos? —AP: El espejo es un elemento que nos ha visto crecer. Ha visto nuestro cambio, cómo ha operado en nosotros, es testigo mudo de nuestra evolución. Desde 1995, por ejemplo, hasta la actualidad; primero esa imagen de niña con diadema y dientes de conejo, y así hasta ahora. Más gorda, más delgada, más despeinada, después de vivir una muerte y lavándote los ojos o maquillándotelos. Pienso que es un instrumento que también nos verá caer, nos verá envejecer y el último prácticamente que nos verá morir. Y sin embargo, no le vemos nunca a él, sino a nosotros mismos. —ECP: Este es, pues, un poemario con el que haces pensar al lector, le haces recapacitar acerca de su lugar en el mundo, de su propia conciencia e identidad. Nos llevas de la mano a transitar el mundo onírico de nuestra mente, del que en ocasiones no podemos huir, como sucede en el poema ‘Norman Bates no puede salir’. ¿Concebiste el libro pensando en la posibilidad de una reflexión universal acerca de estos temas?
—AP: Todo el libro es un viaje onírico, como afirmas, y me alegra mucho que lo hayas percibido. Mi escritura se basa muchísimo en los sueños. Por ejemplo, un poema sobre la capilla de los pecados fue tal cual un sueño que tuve, que no podía sacarme de la cabeza. Un grupo de chicos que íbamos corriendo por una calle y llegábamos a un cementerio oculto en un nicho pequeñísimo. Parecía de juguete. Y el agua nos iba llegando a los cuellos. La capacidad que tenemos de evadirnos cuando dormimos y crear mundos totalmente perfectos, sólidos, me desconcierta. ¿Cómo es posible que visite lugares que ya no existen, hable con gente que ha fallecido, de manera tan real cuando estoy dormida? Imagina un día quedarnos atrapados en ese sueño. —ECP: Un circo no es un circo sin su música y a lo largo del paseo por los diversos espacios de tu circo encontramos varias referencias musicales. Desvélanos cuáles son algunas de esas referencias y por qué escogiste esas melodías para complementar la función. —AP: Muchas son oscuras, como por ejemplo Tom Waits y su diablo. También Jefferson Airplane, cuya canción ‘White rabbit’ es hipnótica y parece escrita bajo los efectos de estupefacientes. Un circo me parece que puede ser bastante perturbador, tenebroso. Los payasos, ese delirio de la gente que corre por las atracciones, maquillaje que se funde con el paso de las horas, jaleo y alboroto... Siempre los he concebido siniestros. Por ejemplo, tomemos Balada triste de trompeta de Álex de la Iglesia, o la oscura película de Dumbo de Disney. Beirut es un grupo que me entusiasma, y creo que recoge exactamente los elementos de los que se compone un circo: esa especie de inocencia triste, esa algarabía de borrachera delirante. —ECP: Por último, cuéntanos cuáles son tus próximos proyectos literarios. ¿Tienes pensado publicar algo más este año? —AP: Finalicé en diciembre una novela un poco diferente. Hay un hilo conductor porque se basa en una ciudad que tiene mucho que ver con Ferrol y con Vilatuxe, el pueblo de mi infancia. La he mandado a algunas editoriales y estoy a la espera. Está escrita en una prosa que se acerca más a la poética. Y estoy dándole vueltas a un tercer poemario que está terminado y que, igualmente, he mandado a alguna editorial. Igual que con la novela que te comento, estoy a la espera. Me haría mucha ilusión una respuesta positiva, como sucedió con estos dos poemarios. Creo mucho en las editoriales independientes, hacen trabajos maravillosos. Y empecé una siguiente novela ahora mismo. Creo que es normal que, si te gusta escribir, escribas. En mi caso no puedo parar, realmente lo necesito.
2 Comentarios
Oferta de Prestamo Urgente
20/9/2022 07:04:08 am
Buenos días señor / señora,
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Alberto Damian
24/10/2022 01:44:06 am
Buen día,
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ENTREVISTAS
El Coloquio de los Perros. CABEZAS, ISMAEL
CAMARASA, RAFAEL CARBAJOSA, NATALIA CARIDE, ALBERTO CARRILLO, VIRIDIANA CÉLINE CEREZUELA, ANA CERVERA, RAFA CHEJFEC, SERGIO CHEJFEC, SERGIO [5] CHESSA, ALBERTO CHESSA, ALBERTO [Anatomía de una sombra] CHICO, ÁLEX CISNERO, ALBERTO COMAN, DAN CONTRERAS, NADIA CORTINA, ÁLVARO CRUZ, GINÉS DELGADO, DESIRÉE DÍAZ, ANA CLAUDIA DÍEZ, JOSÉ MANUEL DOMINIQUE A ELENA PARDO, CRISTINA ELKOURI, RIMA ESPEJO, JOSÉ DANIEL ESPEJO, JOSÉ DANIEL [Perro fantasma] FONT, VIOLETA GALÁN, JULIO CÉSAR GALÁN MOREU, SALVADOR GALÁN MOREU, SALVADOR [No fall] GALINDO, BRUNO GALLARDO, JOSÉ MANUEL GALLUD, EVA GALVÁN, ANI GAMBOA, JEYMER GARCÍA, CONCHA GARCÍA, DIEGO L. GARCÍA JIMÉNEZ, SALVADOR GARCÍA LÓPEZ, ERNESTO GARCÍA MELLADO, ISABEL GARCÍA-VILLALBA, ALFONSO GARRIDO PANIAGUA, RODRIGO GASS, CARLOS GINÉS, ANTONIO LUIS GINÉS, ANTONIO LUIS [Antonov] GÓMEZ, MACARENA GÓMEZ BLESA, MERCEDES GÓMEZ RIBELLES, ANTONIO GÓMEZ RIBELLES, ANTONIO [QUIROMANTE] GONZÁLEZ LAGO, DAVID GRACIA, ÁNGEL GROZO, DANIEL GUERRA NARANJO, ALBERTO HENDERSON, DAIANA HERNÁNDEZ, GALA HERNÁNDEZ, JULIO HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [EL DOLOR DE LOS DEMÁS] HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [ANOXIA] HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [TIEMPO POR VENIR] HERNÁNDEZ BUSTO, ERNESTO IRIBARREN, KARMELO C. JORGE PADRÓN, JUSTO KASZTELAN, NURIT LADDAGA, REINALDO LAYNA RANZ, FRANCISCO LEZCANO, YULEISY CRUZ LINAZASORO, KARLOS LLOR, DOMINGO LOBATO, FLORA LÓPEZ, PABLO LÓPEZ AGÜERA, FULGENCIO ANTONIO LÓPEZ KOSAK, ANDREA LÓPEZ MONDÉJAR, LOLA LÓPEZ MONDÉJAR, LOLA [Qué mundo tan maravilloso] LÓPEZ POMARES, ALEJANDRO LÓPEZ SANDOVAL, DAVID LÓPEZ SORIA, MARISA LOUZAO, ALICIA MACHUCA, LUIS MAESTRO, JESÚS G. MALAVER, ARY MANUELA, ADRIANA MARGARIT, LUCAS MARÍN, MARÍA MARÍN, MARIO MARÍN ALBALATE, ANTONIO MARQUARDT, ANJA MART, BLANCA MARTÍ VALLEJO, MAITE MARTÍN, RUBÉN MARTÍN GIJÓN, SUSANA MARTÍN IGLESIAS, VÍCTOR MARTÍNEZ CASTILLO, ANA MENDOZA, NURIA MESA, SARA MICÓ, JOSÉ MARÍA MIGUEL, LUNA MIRALLES, INMA MOGA, EDUARDO MOLINO, SERGIO (DEL) MONTEVERDE, JULIO MONTEVERDE SÁNCHEZ, CONCEPCIÓN MOR, DOLAN MORALES, JAVIER MORANO, CRISTINA MORENO, ANTONIO MORENO, ELOY MORENO, JAVIER MORENO, SEBASTIÁN MORENTE, ESTRELLA MOYA, MANUEL MUÑOZ, MIGUEL ÁNGEL NAVARRO, ÓSCAR NETO DOS SANTOS, MANUEL NIETO, LOLA NORDBRANDT, HENRIK NUÑO, SIHARA OLMOS, ALBERTO OREJUDO, ANTONIO ORTIZ, DEMIAN ORTIZ ALBERO, MIGUEL ÁNGEL PALOMEQUE, AZAHARA PAPELES DEL NÁUFRAGO [Antonio Lafarque y Aníbal García] PARDO VIDAL, JUAN PARRA SANZ, ANTONIO PEÑA DACOSTA, VÍCTOR PEÑALVER, PATRICIO PEÑAS, ESTHER PÉREZ CAÑAMARES, ANA [Querida hija imperfecta] PÉREZ CAÑAMARES, ANA [Las sumas y los restos] PÉREZ LEAL, AGUSTÍN PÉREZ MONTALBÁN, ISABEL PERONA, JESÚS PICÓN, EMILIO PRADA, JUAN MANUEL DE PRUDENCIO, JESÚS PUJANTE, BASILIO PUJANTE, MANUEL QUIJANO SÁNCHEZ, EDUARDO RÍOS, BRENDA RIVAS GONZÁLEZ, MANUEL ROBLES, SALVA RODRÍGUEZ, ALFREDO RODRÍGUEZ, ALFREDO [Urre Aroa] RODRÍGUEZ, ALFREDO [Días del indomable] RODRÍGUEZ JIMÉNEZ, ANTONIO RODRÍGUEZ PAPPE, SOLANGE ROMERO MORA, J.D. ROMERO MORA, J.D. [En el desvarío] ROSADO, JUAN JOSÉ ROSSELL, MARINA RUDEL, JAUFRÉ RUIZ GUERRERO, Mª CARMEN SALSE BATÁN, ALEJANDRO SÁNCHEZ, GINÉS SÁNCHEZ, GINÉS [2096] SÁNCHEZ, GINÉS [MUJERES EN LA OSCURIDAD] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [El nudo] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [FACTBOOK] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [LA CADENA DEL FRÍO] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [LOS QUE ESCUCHAN] SÁNCHEZ GÓMEZ, MARISOL SÁNCHEZ MARTÍN, LUIS SÁNCHEZ MARTÍN, LUIS [Pastillas debajo de la lengua] SÁNCHEZ MENÉNDEZ, JAVIER SÁNCHEZ ROBLES, MIGUEL SÁNCHIZ, ANTONI SANTOS, ABEL SCHWEBLIN, SUSANA SEÑOR, RUBÉN SERRANO, PABLO SORIANO, ADA SUANE, SAÚL TRIGUEROS, SARA J. ÚBEDA, ANABEL URÍA, JUAN MANUEL VAL, FERNANDO DEL VALDÉS, ANDREA VALERO, MANUEL VALLÈS, TINA VARAS, VALENTINA VEGA, MIGUEL VERA FIGUEROA, ALBA VICENTE, TERESA VICENTE CONESA, FRANCISCO VILA-MATAS, ENRIQUE Hemeroteca
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