Entrevista realizada por MANUEL GONZÁLEZ MAIRENA Morir es un color Quedamos con Mario Marín en un bar del barrio de Viaplana en Huelva, uno de los escenarios de su última novela, Morir es un color. Para llegar hasta aquí hemos pasado por el Instituto Estuaria, lugar donde este autor, natural de Aroche, imparte clases de Plástica desde hace un buen puñado de años. A escasas calles se encuentra su estudio de pintura, donde da rienda suelta a su creatividad tanto de manera individual como dentro del Colectivopacopérez. Licenciado en Bellas Artes, docente, artista plástico, performer y escritor. Siempre con un libro entre las manos y con una curiosidad que contar. Conversador de café solo o de cerveza bien fría. Con todos estos ingredientes, iniciamos una breve entrevista que inevitablemente derivó en una gran charla. —EL COLOQUIO DE LOS PERROS: ¿Cómo definirías esta novela? —MARIO MARÍN: Morir es un color es una historia fundamentalmente enraizada en el drama. Su género sería el doloroso. Aunque hay un par de acontecimientos que no puedo desvelar y que podrían situarla en lo negro, es su estructura narrativa la que de verdad pertenece a ese género. Está contada desde la contención y al alza, dejando varias cargas explosivas por el camino y una mayor para el final. Como también corre paralela una historia de amor y varias disertaciones cercanas al ensayo, pues apuntémosla a lo híbrido. —ECP: La divides en dos grandes bloques, “El Turbión” y “Los Barros”, cada uno de ellos con 15 capítulos. ¿Es premeditada esa división? ¿Qué supone cada parte? —MM: Esta división funciona como un titular, como un storyboard reducido de la novela. Es una metáfora visual. Primero la ventolera repentina, el turbión, con todo su arrase, y después el fanguizal, el destrozo causado; los barros. Una primera parte de mal, una segunda de muy mal. La capitulación simétrica responde a mis obsesiones como artista con todos los parámetros relacionados con el equilibrio y la composición. El índice, tal está maquetado, se ofrece como una pieza artística. Aparte de su cometido objetivo, plásticamente funciona, ofreciendo, además, mucha información en esos dos subtítulos. —ECP: Ese gusto por la estética, por lo visual, se vuelca también en la descripción de los distintos espacios por donde se desarrollan las acciones. ¿Tienes algún proceso para estas recreaciones de los escenarios en palabras? —MM: Quizás tenga en eso mucho que ver la manera en que construyo los proyectos creativos. Cuando me intereso por una idea, por un concepto, empiezo su maduración sin saber si finalmente acabará como relato, como serie pictórica o como novela. Toda esa primera parte de bocetos siempre es a expensas de un gran banco de imágenes. Veo y construyo en modo cómic, en modo cine, tratando de montar mentalmente un único gran plano secuencia. Inevitablemente, después, cuando empiezo a escribir, parte del modo y maneras de esa fase primera, acaba en el resultado final. Mi interés por el telón de fondo, por el atrezo, por el contexto de las distintas escenas, es máximo, a un nivel semejante al de la propia historia. Contar con el respaldo de una buena utilería no es lo mismo que hacerlo sobre un fondo neutro. —ECP: La novela, sus historias, se montan alrededor de dos personajes, con sus pasados y su presente. ¿Qué aporta Santi? —MM: Santi no abandona en ningún momento su presencia de chico de barrio con vida plana y anodina, pero es a la vez personaje que pasa de principal a secundario y finalmente de nuevo a principal. Su aportación es claramente de contrapeso de Carmen, es el molde, la horma adecuada para su vaciamiento, pero también es quien narra y le da el ritmo y los tiempos a la historia. Él tiene las claves para interpretar una parte del final, y ese poder lo sitúa en un plano de control a lo largo de toda la novela. Si en un principio Santi cuenta con el amparo del lector, su relación con Hao, la ambigüedad de esta y la posibilidad de ser causa de su derrumbe, ofrecen también un perfil de Santi bastante abrasivo que termina desconcertando. —ECP: Y Carmen, ¿qué papel tiene?
—MM: Carmen es mi personaje querido. Todo autor se encariña con alguno de sus personajes y Carmen es el mío. Su fragilidad y su dureza me enternecen. Marcada desde bien temprano por unos acontecimientos terriblemente turbios, vive siempre encaramada en un dolor inacabable. Esa persistencia en el sufrimiento parece ser, involuntariamente, su modus vivendi y lo que perfila cada una de sus palabras en la historia. Acuciada por una necesidad de contar, encuentra por fin en Santi al oyente que nunca tuvo. —ECP: Y ambos se encuentran en la Unidad de Salud Mental, menudo sitio... —MM: Es su sitio, solo este podría ser su sitio. Los dos necesitan el aire y el escenario adecuados para contar sus historias y el Área de Psiquiatría del Hospital Vázquez Díaz lo es. Allí llegan los dos cada uno con su ala tocada y encuentran la pista de aterrizaje perfecta. Durante años en un caso y por poco tiempo en el otro han estado guardando la carcoma en bucle que les roía por dentro. Ellos y el resto de tropa. Aquello es un hábitat, un microclima, un medio natural, un club de la majadería. Y todos lo saben. La Unidad de Salud Mental, la azotea, el huerto, los jardines, la habitación, el butacón de escay verde, se convierten en atriles para soltar vela. Carmen lo aprovecha pronto. Santi se resiste. Finalmente, también se entrega. —ECP: A medida que la novela acaba, se van cerrando varias historias, pero otras se quedan abiertas. ¿Hay un porqué? ¿Lo planteaste así desde un principio? Seguro que más de una persona que lo haya leído te ha planteado la posibilidad de una segunda parte... —MM: Para Carmen, cerrar su historia lo es todo. Tiene la necesidad acuciante de completar, de relatar, de sellar su drama. Y contarlo es el único modo. Santi en cambio se resiste, lucha consigo mismo por no sacar su daño, por no desescombrar, por eso su historia se mantiene abierta. Desde el principio sabía que sus dos relatos debían ser paralelos, un quid pro quo, un combate boxístico, pero además con pulsos y resultados distintos. La cuestión de la segunda parte no tiene visos, porque yo tampoco sé lo que pasó. Tengo mi apuesta, intuyo posibilidades, pero como autor decidí no darme tampoco demasiadas pistas. Varios lectores me lo han sugerido, pero siempre pensé que el verdadero disfrute está en lo incompleto. —ECP: Y para ir terminando, y ya que hablamos de los lectores. Cómo está siendo la acogida por parte del público y la crítica: ¿te sorprendieron las palabras de Lorenzo Silva? Cómo va la gira de presentaciones. Qué sorpresas te llevas una vez que ya los personajes no te pertenecen. —MM: La novela está funcionando bien. Los lectores la han acogido con entusiasmo y, tras su lectura, las críticas y reseñas son en su mayoría apasionadas. Ahora mismo, que a través de redes sociales el flujo de opinión es directo e inmediato, casi todas las semanas recibo comentarios emocionados que me provocan el engorde. Igualmente en las presentaciones, donde todo es más fresco y espontáneo; los cierres de acto, cuando el público toma la palabra, es donde constato que la novela ya es de ellos y que cada uno tiene su Carmen y su Santi. También Lorenzo Silva, que encontró la novela como una noir distinta y centrada en la fragilidad mental. Sus palabras suponen mucho para mí porque acierta bastante, y que te lean tan bien, siempre es un agrado.
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Entrevista realizada por BASILIO PUJANTE La primera presentación del libro de relatos Todo en orden, recién publicado por la editorial albaceteña Chamán, se hizo en Murcia, ciudad donde reside Luis Sánchez Martín, que es autor, editor y muy comprometido con causas como la de salvar su vida con la literatura o ayudar a sus lectores a removerse entre la suciedad y la carcajada con el fin de mejorar y despejar telas de araña cotidianas. El coloquio de los perros pidió a Basilio Pujante que fuera generoso con nosotros y, aprovechando la coyuntura en la librería Traperos, aparte de presentarlo, le hiciese una entrevista para la revista. He aquí el jugoso resultado. —EL COLOQUIO DE LOS PERROS: Luis Sánchez Martín, ¿poeta o narrador? ¿Cómo conviven en ti ambos géneros? —LUIS SÁNCHEZ MARTÍN: Pues siempre me he considerado, y lo dije en un par de entrevistas en prensa y radio, ante todo un relatista. Fue durante años el género en el que me encontraba más cómodo. Pero de un tiempo a esta parte, y quizá porque las temáticas salen directamente de mi vida (una separación, el fallecimiento de un hermano...) me resulta más natural la poesía, creo que me brinda el tono y la estructura que piden estas nuevas inquietudes. —ECP: ¿Qué te ha enseñado tu labor como editor a la hora de escribir este libro? —LSM: Nada (risas). Los relatos se escribieron antes de que existiera Boria Ediciones. Eso sí, me animé a enviarlo a las editoriales una vez sabía ya lo que era ser editor, y espero que me sirva para dar un buen apoyo a mis editores en la promoción y visualización de la obra. —ECP: ¿Qué diferencias encuentras entre escribir una novela, como Bebop Café, y el relato corto? ¿Qué coincidencias hay? —LSM: Coincidencias, muchas. De hecho Bebop Café empezó siendo un relato. Bastante largo, pero relato. Sin embargo, cuando creé el personaje de Facu Tucker, que no estaba en el plan original, vi las posibilidades que me daba de ampliar la historia y convertirla en novela. Las diferencias están en un plano bastante pragmático, al menos para mí, que no vivo de esto y me dedico a la literatura, tanto a escribir como a editar, en mi tiempo libre. Creo que logré terminar Bebop Café por lo mencionado, era un relato y sólo tuve que estirarlo un poco con un par de subtramas para convertirlo en novela. Pero tengo otra novela en un cajón desde 2016 y no veo manera de darle el repaso final que toda obra necesita (en principio está acabada, pero aún muy verde para ser publicada). Prefiero (o me da una satisfacción más inmediata) escribir poemas o relatos porque siento que termino algo en el poco tiempo que mi trabajo me deja. Quién sabe, si el mundo artístico no fuera tan precario y de algún modo pudiera sobrevivir sin el trabajo que ahora mismo paga mis facturas, tal vez sería novelista, porque tengo ideas para varias, pero no el tiempo necesario para ponerme con ellas. —ECP: En tu libro la temática laboral es importante, central en relatos como ‘De nueve a dos (y de cuatro a siete y media)’, casi siempre desde un punto de vista crítico. ¿Consideras que es un tema que debe aparecer más en la literatura? —LSM: Sin duda. De hecho, no soporto esas novelas en las que un personaje cualquiera (no policía ni detective) comienza a ir de aquí para allá tratando de arreglar su vida o investigando un crimen o un oscuro secreto familiar. Y lo hace todos los días, a todas horas y en todas las páginas. Pero bueno... ¡Y de qué vive! La gente tiene que ir a trabajar, tiene que poner lavadoras, hacer la compra, apenas tiene tiempo para nada, y todo eso intento reflejarlo en mis relatos, y me gustaría que este compromiso con la realidad fuera más respetado por otros autores, en detrimento de un glamour que no ayuda a nada. Porque yo quiero ayudar, considero mi obra en cierto modo activista. —ECP: La familia y sus miserias también aparecen con frecuencia. ¿Todas las familias felices se parecen y las desgraciadas lo son cada una a su manera, como dijo Tolstoi? —LSM: Sí, la gente buena es buena y punto. No hay dos maneras de ser buena persona, lo eres o no. Pero cada malnacido lo es de un modo, y aunque el mundo sería mejor si se muriesen todos de golpe al mismo tiempo (soy rencoroso y vengativo, nunca lo he negado ni me las doy de buenazo que perdona y olvida), hay que admitir que, al menos para mí, son un filón a la hora de sentarme a escribir, porque, por desgracia, me he cruzado con muchos, y algunos llevaban mis apellidos y he convivido con ellos. Mi familia son mis demonios, y sin demonios no hay realismo sucio, que es mi género. —ECP: Las parejas también suelen ser entornos tóxicos. ¿Te interesan más este tipo de relaciones que el amor romántico? —LSM: Me interesan las dos porque lo que llamamos ‘amor romántico’ en realidad es algo bastante tóxico. Ahora, si la pregunta fuera: ¿te interesan más las parejas tóxicas que las felices? Sí, sin duda, dan mucho más juego y me permiten, como ya he dicho antes, dar rienda suelta a mi ‘activismo literario’: en el mundo de las parejas tóxicas hay mucho que denunciar, y creo que esto se deja ver bastante en el relato ‘Siempre a tu lado’, donde la violencia física (que también la hay) queda en un segundo plano frente a la psicológica. —ECP: Hay vivencias de los personajes que coinciden con tu vida. ¿Intentas que tus relatos sean muy autobiográficos o te autocensuras? —LSM: No me autocensuro. Es más, mi obra poética es 100% autobiográfica, no soy capaz de meter ficción en ningún poema. En narrativa invento más, pero lo hago por el lector, para que no se aburra. Mi vida no ha sido tan apasionante como muchos piensan, aunque es cierto que los protagonistas suelen estar inspirados en mí, en un yo determinado de un momento de mi pasado, y que muchas situaciones de violencia o precariedad laboral las he vivido tal y como se cuentan. —ECP: La mayoría de tus relatos son muy realistas, a veces crudos. ¿Buscas incomodar al lector con esas descripciones que en ocasiones se acercan al gore? —LSM: Si incomodando al lector consigo que vea, que crea que esas cosas ocurren en la vida real, bienvenida sea la incomodidad. Y si por mucho que se las cuente sigue en su burbuja pensando que exagero y el mundo es un lugar feliz donde siempre triunfa el bien, también me gusta incomodarlo, por gilipollas. —ECP: Frente al realismo preponderante, existen algunos relatos, como ‘El graznido’ o ‘Doscientas cincuenta pesetas’, en los que aparece lo fantástico. ¿Qué te permite este recurso?
—LSM: Sí, también ocurre en ‘Páginas en blanco’ y en ‘El del gato’, aunque este último es más bien un divertimento bastante desvergonzado, una burrada que me apetecía soltar sólo para reírme. Pero es muy difícil responder a esta pregunta sin hacer spoiler. Digamos, simplemente, que necesitaba ese punto de realismo mágico para poder enfrentar a los protagonistas con sus traumas y sus miedos. —ECP: ¿Qué podemos esperar del Luis Sánchez Martín narrador en un futuro? —LSM: En un futuro inmediato poco, porque hay tres poemarios en camino. Pero, como he comentado antes, tengo una novela muchos años en un cajón a la que, poco a poco, en los ratos que me deje(n) mi(s) trabajo(s), intentaré dar una forma definitiva. Y, al margen de varios relatos independientes con los que podría crear un libro bastante heterogéneo (cosa que no me gusta, prefiero que haya una relación entre historias, temáticas comunes, que un libro de relatos pueda considerarse un cuerpo completo), también tengo un conjunto de relatos que nacen de descartes de la mencionada novela, y ese sí sería un libro bastante interesante, porque sería como una novela a saltos o, visto desde el ángulo contrario, un libro de relatos que dejaría sensación de novela al terminar su lectura. |
ENTREVISTAS
El Coloquio de los Perros. CABEZAS, ISMAEL
CAMARASA, RAFAEL CARBAJOSA, NATALIA CARIDE, ALBERTO CARRILLO, VIRIDIANA CÉLINE CEREZUELA, ANA CERVERA, RAFA CHEJFEC, SERGIO CHEJFEC, SERGIO [5] CHESSA, ALBERTO CHESSA, ALBERTO [Anatomía de una sombra] CHICO, ÁLEX CISNERO, ALBERTO COMAN, DAN CONTRERAS, NADIA CORTINA, ÁLVARO CRUZ, GINÉS DELGADO, DESIRÉE DÍAZ, ANA CLAUDIA DÍEZ, JOSÉ MANUEL DOMINIQUE A ELENA PARDO, CRISTINA ELKOURI, RIMA ESPEJO, JOSÉ DANIEL ESPEJO, JOSÉ DANIEL [Perro fantasma] FONT, VIOLETA GALÁN, JULIO CÉSAR GALÁN MOREU, SALVADOR GALÁN MOREU, SALVADOR [No fall] GALINDO, BRUNO GALLARDO, JOSÉ MANUEL GALLUD, EVA GALVÁN, ANI GAMBOA, JEYMER GARCÍA, CONCHA GARCÍA, DIEGO L. GARCÍA JIMÉNEZ, SALVADOR GARCÍA LÓPEZ, ERNESTO GARCÍA MELLADO, ISABEL GARCÍA-VILLALBA, ALFONSO GARRIDO PANIAGUA, RODRIGO GASS, CARLOS GINÉS, ANTONIO LUIS GINÉS, ANTONIO LUIS [Antonov] GÓMEZ, MACARENA GÓMEZ BLESA, MERCEDES GÓMEZ RIBELLES, ANTONIO GÓMEZ RIBELLES, ANTONIO [QUIROMANTE] GONZÁLEZ LAGO, DAVID GRACIA, ÁNGEL GROZO, DANIEL GUERRA NARANJO, ALBERTO HENDERSON, DAIANA HERNÁNDEZ, GALA HERNÁNDEZ, JULIO HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [EL DOLOR DE LOS DEMÁS] HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [ANOXIA] HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [TIEMPO POR VENIR] HERNÁNDEZ BUSTO, ERNESTO IRIBARREN, KARMELO C. JORGE PADRÓN, JUSTO KASZTELAN, NURIT LADDAGA, REINALDO LAYNA RANZ, FRANCISCO LEZCANO, YULEISY CRUZ LINAZASORO, KARLOS LLOR, DOMINGO LOBATO, FLORA LÓPEZ, PABLO LÓPEZ AGÜERA, FULGENCIO ANTONIO LÓPEZ KOSAK, ANDREA LÓPEZ MONDÉJAR, LOLA LÓPEZ MONDÉJAR, LOLA [Qué mundo tan maravilloso] LÓPEZ POMARES, ALEJANDRO LÓPEZ SANDOVAL, DAVID LÓPEZ SORIA, MARISA LOUZAO, ALICIA MACHUCA, LUIS MAESTRO, JESÚS G. MALAVER, ARY MANUELA, ADRIANA MARGARIT, LUCAS MARÍN, MARÍA MARÍN, MARIO MARÍN ALBALATE, ANTONIO MARQUARDT, ANJA MART, BLANCA MARTÍ VALLEJO, MAITE MARTÍN, RUBÉN MARTÍN GIJÓN, SUSANA MARTÍN IGLESIAS, VÍCTOR MARTÍNEZ CASTILLO, ANA MENDOZA, NURIA MESA, SARA MICÓ, JOSÉ MARÍA MIGUEL, LUNA MIRALLES, INMA MOGA, EDUARDO MOLINO, SERGIO (DEL) MONTEVERDE, JULIO MONTEVERDE SÁNCHEZ, CONCEPCIÓN MOR, DOLAN MORALES, JAVIER MORANO, CRISTINA MORENO, ANTONIO MORENO, ELOY MORENO, JAVIER MORENO, SEBASTIÁN MORENTE, ESTRELLA MOYA, MANUEL MUÑOZ, MIGUEL ÁNGEL NAVARRO, ÓSCAR NETO DOS SANTOS, MANUEL NIETO, LOLA NORDBRANDT, HENRIK NUÑO, SIHARA OLMOS, ALBERTO OREJUDO, ANTONIO ORTIZ, DEMIAN ORTIZ ALBERO, MIGUEL ÁNGEL PALOMEQUE, AZAHARA PAPELES DEL NÁUFRAGO [Antonio Lafarque y Aníbal García] PARDO VIDAL, JUAN PARRA SANZ, ANTONIO PEÑA DACOSTA, VÍCTOR PEÑALVER, PATRICIO PEÑAS, ESTHER PÉREZ CAÑAMARES, ANA [Querida hija imperfecta] PÉREZ CAÑAMARES, ANA [Las sumas y los restos] PÉREZ LEAL, AGUSTÍN PÉREZ MONTALBÁN, ISABEL PERONA, JESÚS PICÓN, EMILIO PRADA, JUAN MANUEL DE PRUDENCIO, JESÚS PUJANTE, BASILIO PUJANTE, MANUEL QUIJANO SÁNCHEZ, EDUARDO RÍOS, BRENDA RIVAS GONZÁLEZ, MANUEL ROBLES, SALVA RODRÍGUEZ, ALFREDO RODRÍGUEZ, ALFREDO [Urre Aroa] RODRÍGUEZ, ALFREDO [Días del indomable] RODRÍGUEZ JIMÉNEZ, ANTONIO RODRÍGUEZ PAPPE, SOLANGE ROMERO MORA, J.D. ROMERO MORA, J.D. [En el desvarío] ROSADO, JUAN JOSÉ ROSSELL, MARINA RUDEL, JAUFRÉ RUIZ GUERRERO, Mª CARMEN SALSE BATÁN, ALEJANDRO SÁNCHEZ, GINÉS SÁNCHEZ, GINÉS [2096] SÁNCHEZ, GINÉS [MUJERES EN LA OSCURIDAD] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [El nudo] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [FACTBOOK] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [LA CADENA DEL FRÍO] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [LOS QUE ESCUCHAN] SÁNCHEZ GÓMEZ, MARISOL SÁNCHEZ MARTÍN, LUIS SÁNCHEZ MARTÍN, LUIS [Pastillas debajo de la lengua] SÁNCHEZ MENÉNDEZ, JAVIER SÁNCHEZ ROBLES, MIGUEL SÁNCHIZ, ANTONI SANTOS, ABEL SCHWEBLIN, SUSANA SEÑOR, RUBÉN SERRANO, PABLO SORIANO, ADA SUANE, SAÚL TRIGUEROS, SARA J. ÚBEDA, ANABEL URÍA, JUAN MANUEL VAL, FERNANDO DEL VALDÉS, ANDREA VALERO, MANUEL VALLÈS, TINA VARAS, VALENTINA VEGA, MIGUEL VERA FIGUEROA, ALBA VICENTE, TERESA VICENTE CONESA, FRANCISCO VILA-MATAS, ENRIQUE Hemeroteca
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