Entrevista realizada por Ángel Manuel Gómez Espada Después de más de veinte años, he vuelto a encontrarme con Concha García. Fue en Moguer, en la casa de Zenobia y Juan Ramón. Volví a escucharla con los mismos oídos de mis veinte años. Esos oídos que descubrieron entonces, gracias a la complicidad de algunos amigos, que otra poesía - distinta a la que salía de las academias y las universidades - era posible. Y muy necesaria. Fue, como ella misma dice, todo un acontecimiento. Entre estos dos encuentros han sucedido muchas cosas. Toda una Odisea pasa en veinte años. Sucedió, por ejemplo, esta revista: un punto de inflexión y conexión que nos ha valido para estar conectados durante tanto tiempo a ella, una de las poetas más singulares y particulares que tenemos. Siempre que le hemos pedido algo nos ha recibido con una caricia y una sonrisa. No es de extrañar, por lo tanto, que en Moguer aprovecháramos la dicha del reencuentro para volver a charlar con ella. Y, como regalo, nos deja también dos poemas del libro que está en la prensa de Calambur: Las proximidades. Lo dicho: un lujo de poeta. EL COLOQUIO DE LOS PERROS: En Moguer decías que el próximo libro cerraba la trilogía que iniciaste con Acontecimiento y continuaste con El día anterior al momento de quererle. También insinuaste que al principio no eres consciente de ello, pero que al final tu obra poética se va agrupando en trilogías. ¿Cómo crees que cierra Las proximidades esta trilogía? CONCHA GARCÍA: La vida, es decir, el transcurso de mi tiempo, no está fuera de la poesía. No es que la poesía sea algo que yo tomo para formar un libro y después lo dejo porque el libro ya está escrito. La poesía es percibida, de lo contrario corremos el riesgo de escribir bajo estereotipos; la poesía se percibe con los sentidos. En mi poesía la mirada ocupa un espacio significativo.Todo esto para decirte que nunca sé cuándo voy a escribir, ya que la mente no deja de percibir el mundo; llega un día en que te das cuenta de que necesitas escribirlo, y en esa necesidad también hay una toma de conciencia de que nunca eres la misma. Acontecimiento se quiebra en lo cotidiano, aunque esté inmerso en los gestos que nos atraviesan cada día, el yo se diluye en el errabundeo y el asombro. La existencia surge en lo que acontece, que es lo inesperado. Sucesiones constantes de aquello que se vive y se imagina, lejos de los grandes ideales. No encontrar el sitio y el viaje hacia un no-lugar son las metáforas de Acontecimiento, también el desarraigo. No hay nada más etnocéntrico que creerse a salvo si te hacen sentir que estás en un grupo bien sea familiar o territorial, eso es falso y hace que la gente se sienta segura en una ficción, por eso la poesía despierta la conciencia. El día anterior almomento de quererle, aunque no se hace explícito a qué lugar, es como un viaje, y ya en el segundo de los poemas aparece una maleta y enseguida un aeropuerto y el taxi hacia el hotel y más adelante se reitera la mención del mapa. Pero, como enseña la tradición, el tema del viaje es simbólico, el viaje es la vida, es la adquisición de la experiencia y también, al menos en ocasiones, es un viaje al interior de uno mismo hacia el propio conocimiento… Con todo, no faltan en estas páginas abundantes menciones de las cosas más sencillas de la vida diaria, como el armario ropero, o las notas paisajísticas, pero han de entenderse como anclajes mínimos para que el discurso fluya sin caer en abstracciones. Por lo tanto, se abre al campo y el yo se convierte en un nosotros porque a todos nos afecta la prepotencia de quienes están destruyendo este planeta poco a poco y desde hace años. No es un poemario ecológico, eso es como decir que un poemario es de amor. No me gustan esas etiquetas. La trilogía se cierra con Las proximidades, aquello que está próximo pero no le prestamos atención, es decir, mirar lo próximo, y mostrar que hay espacios más abiertos que el propio yo reconcentrado en el dolor y en la pérdida que ya pasaron por mi poesía. Vivir es recorrer diversas perplejidades. ECDP: Y, por tanto, ¿en qué se parecen y diferencian los dos libros últimos con el que está a punto de aparecer? CG: Tal como te he dicho, el parecido en estos tres libros es siempre el rescate del instante. Se trata del yo que percibe asombrado, viéndose como ser separado, pero también formando parte de la masa de gente, también percibiendo pensamientos que se hacen reales en el acto mismo de ser pensados, poemas –como ha dicho Candelas Gala- que son claroscuros y hacen perder el equilibrio llenándonos de incertidumbre sobre nuestro sentido del lugar y del tiempo. Podemos confiar en la naturaleza porque ella se regenera sin necesidad de que nadie venga a darle coordenadas, confiar y cuidar de ella. ECDP: Tu peculiar forma de utilizar los pronombres para dibujar tu personaje poético es lo que siempre ha llamado la atención de tus lectores y de alguna parte de la crítica. Imaginamos que también estará presente en Las proximidades esa búsqueda e investigación de voces poéticas apropiadas a cada momento del verso. CG: ¿Somos siempre los mismos? Repetimos algunos síntomas que condicionan nuestros actos y a veces, y por lo tanto, la misma historia se repite porque el inconsciente es un baúl que guarda todo lo que nos ha ocurrido y saca casi siempre los mismos trapos. El yo, en mis poemas, es cambiante, se va de aquí para allá y mira de cerca y de lejos. Me cuesta mucho analizar mi poesía. La crítica ha dicho en algún momento que en mis obras hay un pensamiento poético fragmentado. Pero no estoy del todo de acuerdo, porque un fragmento es parte de una unidad. Y en mi poesía el sujeto es la visibilidad que se esconde en una totalidad, pero no es fragmento, porque no está roto. ECDP: ¿Qué va encontrar de novedoso el lector en Las proximidades? ¿O en la poesía no existen las novedades? CG: La idea que recorre el poemario transita entre la sensación de tiempo como una velocidad que en un momento te detiene, también hay una idea de que la naturaleza es más sabia que nosotros y, a la vez, se siente cierta inquietud ante algo que todavía no ha sucedido. Las proximidades son aquellas distancias que nos separan de lo inmediato, como por ejemplo cuando crece un barrio y engulle el campo, cuando se aproxima una amenaza porque estamos dentro de la naturaleza y se está abusando de ella. Formamos parte, y no somos sus dueños. Son instantes de revelación que contienen contradicciones y se asientan en la certeza de que los sentidos desbloquean conceptos porque formamos parte de todo lo que existe y la angustia no nos deja saberlo porque vivimos distanciados de la sensación y de la lentitud. En poesía existen novedades pero estas llegan cuando cambian los condicionantes históricos, o bien porque alguien genial se adelanta a su tiempo. No se puede leer a Pedro Salinas o a Rafael Alberti como se leía en los años treinta. El tiempo ha pasado sobre cierta poesía. Sin embargo, tenemos también lo contrario y es que con el paso del tiempo la poesía muestra que no estaba equivocada. ECDP: La melancolía surge cuando el objeto extraviado es una misma. El poeta se sumerge dentro del poema para intentar encontrarse, entendemos. ¿Estos versos podrían servirnos de poética para Acontecimiento? CG: No, no confío en las poéticas. Se trata de una detención diferente. Fíjate, cuando salimos de los marcos donde vivimos y nos enfrentamos a situaciones nuevas lo que cuesta aceptar es que algo de nosotros queda en el camino, se extravió para siempre, por eso la melancolía es un afecto triste. Yo soy algo melancólica, por qué no. ECDP: ¿Y cómo ha conseguido encontrarse a sí misma Concha García a través de Acontecimiento? CG: Acontecimiento recoge ráfagas de escenas que suceden en aviones, habitaciones de hotel, apartamentos, o en automóviles recorriendo la estepa argentina; también en autobuses. Es decir, lugares donde la mirada sigue el recorrido y lo que se mueve no es quien mira sino lo que es mirado. Ese hallarse es un peligroso encontrarse, como decía Clarice Lispector, porque acabas comprendiendo que los lugares forman parte del movimiento de nuestras vidas y que mucha gente se tuvo y tiene que ir de sus casas contra su voluntad. El nomadismo es eso. Mi familia fue nómada porque se fue de Córdoba a Barcelona. Acontecer es tener conciencia de todo lo que ocurre desde afuera hacia adentro, salir del automatismo cotidiano, algo que te zarandea, sin cronología ni lugar. Como decía Derrida, un tiempo que desafía el tiempo hasta el punto de hacerlo posible. ECDP: En “Ordenando los libros” hablas del orden del mundo desde el símil de una estantería repleta de libros. Para ti, por tanto, hay una correspondencia entre esos dos órdenes. CG: Quizás sea lo contrario, el mundo es caótico, mantener un orden solo puede hacerse desde lo que nosotros ordenamos como la invención del reloj o la de los calendarios. Ordenar la estantería es una metáfora de intentar no sucumbir al caos. Tenebrosa alcancía es el orden dado, el poema se desarrolla en un plano distinto al título del mismo para que el contraste sea más evidente. Es algo que he trabajado en mis diarios, como Los antiguos domicilios, complementarios de Acontecimiento. ECDP: Los poemas contienen varios acertijos / que resultan ser llaves. Son versos deEl día anterior al momento de quererle. ¿Pero qué le abren esas llaves al lector de Concha García? ¿Son las mismas llaves de la Concha García de Cuántas llaves? CG: La poesía no es discursiva, tampoco nos explica conceptos, precisamente lo que la hace tan diferente y arrebatadora es que es pura verbalidad. ¿Qué quiero decir con eso? Generalmente rebasa la conciencia. Los grandes acontecimientos de la vida pasan casi sin que nos demos cuenta. Precisamente porque el inmenso campo de la realidad experimentada pero no conocida opera en la poesía. Por eso la poesía es un gran caer en la cuenta. Las palabras serían una metáfora que demuestra la dependencia de la escritura. Pero las palabras en algunos poemas son acontecimientos. El texto recoge el pensamiento; no todo, porque el pensar no se detiene. Vivir es un acontecimiento, lo que se abre iluminando aquí y ahora, lo que me afecta, lo que sólo es en mí, no poniéndome delante, cosificándome, sino lo real en mí, no siendo yo, sino en comunión con lo real. Los títulos de mis poemarios están incluidos en anteriores poemas, la palabra poética salta de un lugar para irse a otro, hay un continuum en la poesía que no acaba de saltar a otro lugar porque la poesía no es un discurso y se acerca más a lo que lo irracional. ECDP: En este poemario dices que la metáfora es el propio viaje. Y es verdad que el motivo del viaje es un importante actor secundario dentro de él. Estos viajes de los que hablas, además de variar el poema, ¿también te han cambiado la forma de entender la Poesía o, siendo menos pretenciosos, tu poesía? CG: Sí, el viaje interior y exterior. Viajar ha hecho entender la poesía. Por ejemplo en la Patagonia argentina la mayoría de los poetas tienen un yo más versátil, pueden colocarse en distintas posiciones, además, son mucho menos rígidos que nosotros. Eso solo es posible si eres de allí, yo no podría ser de otro lugar pero viajar me permite verme mucho mejor. ECDP: El mapa se extiende dentro. ¿Qué mapa conforman tus poemas? CG: Te refieres a unos versos de El día anterior al momento de quererle, libro que me gusta mucho. El poemario es justamente un mapa de experiencias, se divide en siete partes muy significativas: un día, otro día, una mujer, otra, un encanto, un desencanto, y el triunfo de lo caduco. El mapa señala lo cotidiano y en lo cotidiano se desarrolla la experiencia poética ensanchando los límites hasta formar una cartografía porque escribir forma parte del deseo, sin deseo no hay escritura posible. ECDP: Acontecimiento también habla del viaje. Has dicho que es un posible viaje hacia un no-lugar, más un traslado emocional o espiritual. El viaje como necesidad interior. ¿Es esta, por lo tanto, la chispa que desemboca en el poema? CG: Hablamos mucho de Acontecimiento, y sin embargo, en El día anterior al momento de quererle se producen también esos traslados emocionales yo diría que con mayor intensidad. El viaje recupera la lentitud, aunque parezca paradójico, en el viaje tesitúa en otra realidad y puedes vivir experiencias diferentes por eso el viaje nos transforma. Claro está que no me refiero a los viajes organizados y al todo incluido tan de moda ahora. ECDP: Han pasado casi 20 años de aquella antología, Ellas tienen la palabra, que tantas maldades provocó. Además de revalorizarse, literalmente (ha pasado de las primeras tres mil pesetas a los veinticinco euros), ¿qué ha quedado de ella, aparte de evidenciar la fuerza de un tipo de poesía a la que no estaban muy acostumbrados los academicistas de la época? CG: La publicación de Ellas tienen la palabra, teniendo en cuenta que hablamos de 1998, fue necesaria. La coyuntura era ideal ya que no se respetaba nada la poesía de las mujeres. Noni Benegas y Jesús Munárriz hicieron posible que los medios se ocuparan de ello y aquella antología, así como un número de Ínsula que se dedicó por completo a la poesía escrita por mujeres y la coordinamos Noni Benegas, Carlos Álvarez-Ude y yo misma, dieron la visibilidad necesaria gracias a la excelente reputación de la que gozaba tanto la editorial que la publicó como los antólogos, y, por supuesto, algunas de las poetas antologadas. La poesía ha salido de los encierros académicos y canónicos, se abre y extiende; por ejemplo encuentros como los de Moguer forman parte de estos movimientos que desterritorializan lo académico. Además, esto ocurre simultáneamente a la proliferación cada vez más abundante de programas para ordenadores o móviles que son concebidos para que la gente no piense. Todo ocurre al mismo tiempo. ECDP: También has confesado que te sientes marginada si te incluyen en una antología femenina. ¿Te sigue pareciendo bien haber sido incluida, entonces, en ella? ¿Has rechazado ser incluida en alguna específica? CG: Como he dicho antes, en 1998 fue necesario. Creo que muchas antologías de poesía escrita por mujeres en la actualidad no son más que catálogos, en muchos casos repetitivos, del mismo sonsonete. Lo ideal es que dejen de ser necesarias y punto. La poesía escrita por mujeres, por cierto, me parece que se ha arriesgado mucho más y lo sigue haciendo. Las transformaciones son muy lentas. ECDP: Otro de los rasgos que suelen resaltarse en su poesía es la cotidianeidad. Un concepto machacado y sobredimensionado hoy en día, pero de una importancia capital en los ochenta, en los años previos que derivaron en la poesía de la experiencia y en sus falsos epígonos e icónicos maestros. Sobre esto, has comentado que te vetaron una publicación por utilizar palabras tan renovadoras como “bragas”. ¿Erais conscientes de que estabais rompiendo demasiados moldes y que eso os llevaría a un segundo plano? CG: No, no era por eso que estábamos en un segundo plano, y menos quienes carecíamos de un marido o amante varón que nos mostrara agarradas del brazo del insigne protector. He visto muchas cosas en ese terreno y las reservo para mis diarios. Cuando vetaron la publicación de mi poemario Diálogos de la hetaira, en los años setenta, en la colección de poesía de la Diputación de Córdoba en efecto, se escandalizaron porque les pareció poco poética la palabra, como si no fuese algo tan común como unos calcetines o unas gafas de sol. En los ochenta dominaba la crítica el trío de los García, y a muchas no nos podían ni ver. Yo era consciente de que rompía moldes, hasta me llegaron a decir que dejara de escribir así y que me cambiara el nombre por un seudónimo ya que Concha García era poco poético. Ah, cuántas cosas nos pasaron. Éramos tan temerosas en el fondo, tan miedosas. Nos tuvimos que unir para abrirnos paso y nacieron los encuentros de Mujeres Poetas, el primero se celebró en Vigo en 1998. ECDP: ¿No aburre que cada equis tiempo las poetas tengan que salir a defender que saben escribir poesía muy bien? CG: En general, me aburren los poetas que salen a defender que escriben poesía muy bien. Pareciera que la necesidad de explicarlo sea una pseudoayuda para las mujeres, que no tienen confianza en su propia escritura. ECDP: ¿Qué libros tienes ahora en la mesilla? CG: Topofilia, de Yi.FuTuan; los Diarios últimos (1951-1956) de Zenobia Camprubí; el último poemario de Selva Casal: Abro la puerta de un jardín de plata, y los libros que conseguí en Moguer: el tuyo, que es muy bueno, Los hijos de Ulises; el de Antonio Orihuela o el de Juan Gabriel Jiménez… Ah, y Las formas del Olvido, de Marc Augé. Me gusta leer varios libros a la vez, los elijo dependiendo del momento y la circunstancia. Muchas gracias por todo, Concha. DOS POEMAS DE LAS PROXIMIDADES (Ed. Calambur, en prensa)
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Entrevista realizada por Juan de Dios García Es traductora, doctora en Filología Inglesa, investigadora de la poesía, estudiosa del Psicoanálisis y miembro del Consejo del Instituto de Investigaciones Feministas de la Universidad Complutense de Madrid, entre otras muchas cosas. Preguntamos a esta agitadora madrileña por los muchos palos que toca en Box8, publicado por la editorial Fundamentos. Se trata de un ensayo fragmentado (como la bitácora de la que nació) cargado de herramientas para mover y remover conocimientos. La principal propiedad del conocimiento, precisamente, es la de su volubilidad. Dice el refranero popular que “el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”. Vale, también existe este contra-proverbio: “quien tiene boca se equivoca”. ¿Y qué? Benditos equívocos si nos llevan al debate profundo de cuestiones que no siempre se toman como principales. Y, sin embargo, lo son, qué duda cabe. Veamos. —EL COLOQUIO DE LOS PERROS: Explica a los lectores de nuestra revista el origen de Box8: contra el silencio, obstinadamente (editorial Fundamentos), este título aparentemente tan extraño. —MARISOL SÁNCHEZ GÓMEZ: Box8 era el número del box de recuperación post-cirugía en el que me dejaron tras una intervención quirúrgica que se había revelado en el mismo quirófano como innecesaria. Allí, medio anestesiada, muy dolorida y sola me di cuenta del abuso al que se había sometido mi cuerpo. Un cuerpo avasallado que es, como dice la poeta y ensayista norteamericana Adrienne Rich, «la base corpórea de nuestra inteligencia». Ese lugar, esa praxis horrible sobre un cuerpo de mujer (de esto habría mucho que hablar también), y el posterior abandono a ese dolor solitario se unieron como metáfora de ese silencio que te hace no existir para el otro. Algo que te aniquila y te invisibiliza, que te arrebata lo más humano que posees: la palabra. Si no hablas, no existes, y por eso este libro, que es un intento de decir, de pensar que hay otro relato posible y de invitar al otro a ver aquello que es preferible ocultar bajo la alfombra por comodidad o indiferencia. Y sin dar lecciones ni colocarme en ninguna atalaya moral, ya que yo soy una más; yo también soy, como todos, responsable. […] «Habla, para que yo pueda verte», planteaba Sócrates, en una hermosa paradoja. Y eso es lo que ha latido en el fondo de estos textos publicados por la editorial Fundamentos. —ECP: En el brillante prólogo de la novelista Carmen Montalbán se nos dan ocho instrucciones para cruzar tu libro que se convierten en “advertencias” y que se resumen en estar mentalmente dispuesto a la disidencia, la transgresión, el conflicto, el activismo, la incertidumbre, la controversia, el feminismo y el naufragio. ¿Box8 como caja de Pandora de los gritos? —MSG: Efectivamente, Carmen Montalbán reescribió de una manera excelente el maravilloso artículo de Luis Humberto Crosthwaite ‘Instrucciones para cruzar la frontera’ que yo recogí en mi blog Box8. Según Montalbán, no se sale indemne tras la lectura de mi libro, comentario que le agradezco pues es una interpretación que le da un aspecto nuevo y enriquecedor a mis textos y análisis. […] Si bien es verdad que hay referencias constantes a la poesía, la subordinación de las mujeres, el capitalismo, las fronteras o la violencia que se ejerce de manera impúdica sobre los más desfavorecidos, más que una caja de Pandora de la que salen descontrolados los males del mundo, mi libro es una colección de textos en los que lo subjetivo se entrelaza con el entorno, la literatura, la política, la sociología, el feminismo o el psicoanálisis. Son textos variados, a veces teñidos de cierto humor sin maldad, que intentan establecer una relación entre el yo que observa y escribe y el mundo. Lamentablemente la realidad que nos circunda no es demasiado halagüeña y de ahí que muchos temas no sean fáciles ni digeribles sin más. —ECP: Hay muchísima recreación literaria en Box 8, pero también hay un hueco para el psicoanálisis. Casa bien el psicoanálisis con la creación literaria transgresora, ¿no? —MSG: Desde siempre me interesó el psicoanálisis. Mi tesis doctoral fue una interpretación de obras de poetas norteamericanas contemporáneas y, muy concretamente, de las obras completas de Adrienne Rich desde el punto de vista de la evolución psicológica en un proceso que va de la inconsciencia a la consciencia utilizando para ello parámetro junguianos. […] En esa investigación leí a Foucault, a Lacan, a Kristeva, a Colette Soler… y puedo decir que la interpretación lacaniana de la manera en que se organiza la lógica del inconsciente me fascinó. Para mí hay una clara relación entre literatura y psicoanálisis; especialmente entre la poesía y el psicoanálisis. Considero la poesía como una manera de interpretación del mundo; una manera de expresar por arte del autor lo que él/ella no sabe que sabe. ¿Cómo no recurrir al psicoanálisis como herramienta de enfoque? […] Otro aspecto relacionado con el psicoanálisis que me interesa mucho es cómo en el pandemónium de la web, en esta democratización sin precedentes de la literatura y la crítica que ahora vivimos, las palabras de Lacan se hacen urgentes y necesarias. Si como dice este autor el cuerpo es «un organismo atravesado por el lenguaje» y las palabras, el lenguaje, por sí solos, «descorporizados», sin transitar por el cuerpo, sin impregnarlo y sin impregnarse de él, nunca son suficientes, ¿cómo aceptar sin crítica que en demasiadas ocasiones el autor emita palabras falsas, palabras que no le son propias, en una especie de postureo falso y narcisista? Esos “semblantes” tan poco sinceros utilizados ad-hoc por intereses extraliterarios me repelen. Existe lamentablemente tanta palabra publicada que no ha transitado por el cuerpo de quien la escribe… —ECP: Entre la cantidad de nombres que aparecen en Box 8 el que más se repite es el de Adrienne Rich. ¿Por qué? —MSG: Adrienne Rich ha sido en mi formación literaria y personal una figura de referencia excepcional. Yo diría que única. Excelente poeta, reconocidísima en el mundo anglosajón pero todavía relativamente desconocida para el gran público en España, fue una destacada pensadora y ensayista feminista a la que dediqué mi investigación doctoral. Sentí su reciente muerte como una ausencia personal. Pero no sólo fue su pensamiento, siempre correcto y lúcido, o la calidad extraordinaria de una poesía que no recurría a lo confesional sino que se embarcaba en un análisis de características existenciales, lo que era un referente. Era la intensa sinceridad de su manera de estar en el mundo, absolutamente acorde con sus postulados políticos. Sus palabras sí se habían encarnado en su cuerpo; un pequeño cuerpo plagado por el dolor de una artritis terrible. […] Siento la alegría de haberla conocido personalmente, de saber que me dio pruebas de que me apreciaba mucho en lo personal y en lo profesional, y de que la mayor parte de su obra en español está traducida por mí. Lo digo simplemente como un tributo a su obra, pues me esforcé mucho para que se publicaran estas obras: Poemas 1963-2000 (Renacimiento) y los ensayos Artes de lo posible (Horas y Horas) y Sangre, pan y poesía (Icaria). —ECP: Convocas al gran Mahmoud Darwish, a Edward Said, a la poeta y activista Rafeef Ziadah y a Mourid Barghouti con su novela autobiográfica He visto Ramala. ¿Hasta qué punto estás entregada a la causa político-territorial palestina? —MSG: La frontera palestino-israelí me interesa muchísimo, pues me parece que representa la manifestación del terrorismo de estado, el melancólico punto de confrontación de complejos factores políticos y espirituales, donde las vidas de los niños colisionan con los tanques en un lugar que es la punta del iceberg, lo más visible, la vanguardia de un conflicto generalizado por todo el planeta al que ahora se han añadido en otros lugares otros elementos horrendos como la violencia del Estado Islámico, un fenómeno con una génesis a la que Occidente no es ajeno. […] Esta frontera es uno de los ejes de los que ha surgido la humillación extrema del mundo árabe desde el siglo pasado, gestionada de manera ciega y cruel por el sionismo y el liberalismo extremista neocon. —ECP: Con la emigración mejicana en Estados Unidos de fondo, escribes sobre fronteras exteriores, las visibles, y también de las invisibles, las complejas fronteras interiores. ¿Realmente, Marisol, tienes esperanza en que esas fronteras interiores puedan disolverse algún día? —MSG: Creo que es inevitable que, dentro de la compleja subjetividad de cada uno, no nos veamos abocados a situaciones difíciles que generen respuestas distintas e incluso contradictorias en nosotros. Eso es estar también en un territorio fronterizo inevitable. Por otro lado, desde un punto de vista social, no quiero referirme a la romántica visión que el posmodernismo ha tenido siempre sobre la hibridación cultural, sino a los espacios marginales que las mujeres, los pobres, las y los homosexuales, los excluidos de cualquier tipo han habitado, generalmente con dolor. Esta situación es contingente: podría ser de otra manera, pero es así. Y tengo poca fe en que la superestructura capitalista, planetaria e inmisericorde, generadora de la mayor parte de este sufrimiento, cambie. El individuo —en su multiplicidad— se halla y se hallará, mientras las cosas no cambien, desubicado en un territorio social falsamente homogéneo en el que salvo para una minoría, para el resto sólo existe, en mayor o menor medida, privación. —ECP: Has estado pendiente del devenir político de Grecia desde 2008. ¿Te atreves a hacer un diagnóstico de la política griega actual? —MSG: He visto con horror el devenir de ese país al que admiro y quiero, cuna de la democracia europea y al que tanto debe nuestra cultura. Me ha parecido un atropello vergonzoso que se someta a los ciudadanos griegos a un sacrificio económico extremo para que los bancos franceses o alemanes cobraran sus intereses por medio de sucesivos (e interminables) préstamos sólo supuestamente generosos. Syriza fue demonizado por los conglomerados económicos europeos constituidos en árbitros políticos y me emocionó la lucha de Tsipras y Varoufakis en la Comisión Europea. Lamentablemente todo acabó como acabó y me imagino que dentro de un tiempo, en el relato manipulador que nos hacen creer en Europa, nos volverán a decir que son ellos los culpables de seguir sin poder devolver la totalidad de la deuda, y de nuevo se culpará de ello a los griegos, no a la avaricia de esos personajes deplorables que pululan en la Troika europea. Un horror y una desvergüenza sin fin. Pero de qué extrañarse, viendo la deriva fascista e insolidaria que va tomando nuestro continente. —ECP: De la de España ni hablamos, ¿no? —MSG: Aquí tenemos unas características carpetovetónicas propias: el culto al pícaro, el meter la mano en lo público porque no hay conciencia de lo común, la desvergüenza del no dimitir nunca… Podemos no es Syriza, mal que le pese, y la cosa está como está. No soy politóloga (palabra horrorosa por lo invasiva que se ha vuelto), pero creo que la Izquierda, muy influida por los departamentos universitarios y todo el blablablá de la indeterminación, el posmodernismo y las opresiones concretas del sexo, la raza o la religión, ha olvidado que por encima de todo ello está la clase social, que es un paraguas de opresión universal bajo el que se ubican todas las demás. Todas ellas se entrecruzan en un mapa que es el cuerpo del individuo que las sufre; y lo digo siendo feminista, pues esta visión no excluye la deplorable opresión de género. Pues bien, esta Izquierda, entretenida en esas cosas, ha dejado algo de lado la lucha social, la reivindicación de la gente corriente que quiere vivir mejor de lo mal que vive y que se percibe alejada de esa Izquierda. Y ese vacío político lo atrapa la derecha populista, que incluso le ha robado la jerga política a la izquierda. Ahora parece que el obrero no odia al capitalismo que le oprime sino al inmigrante, otro desheredado que, en su imaginario, viene a arrebatarle el pan, mientras los ricos son cada vez más obscenamente ricos. Desde mi punto de vista, Podemos llenó ese vacío, ese deseo y necesidad colectivos, pero por un corto tiempo. Creo que han caído en lo mismo y su agenda parece dictada por los departamentos universitarios de filosofía. No sé. No soy experta, es sólo una opinión personal de ciudadana preocupada que no es de derechas. ¿He dicho ya que odio los populismos? ¿No? Pues lo digo. Son la gran trampa. —ECP: ¿Qué es un hombre histérico?
—MSG: La histeria se asocia a la mujer porque es la estructura que más abunda en ellas, mientras que los hombres suelen tener estructuras obsesivas. Dediqué en mi libro un capítulo al hombre histérico, que también existe y que está menos estudiado; ese hombre que necesita siempre que falte algo para que el deseo siga funcionando, pues tiene miedo a que falte la falta. Un hombre que teme no serlo del todo, que odia una imaginaria feminización, que es inmaduro emocionalmente y muy tendente a la dramatización y a despersonalizarse identificándose con ese Otro al que admiran. Hombres que con cierta frecuencia tienen crisis neuróticas tras la plenitud de un encuentro sexual, ya que no soportan bien la plenitud. Lo he explicado de manera muy elemental. —ECP: ¿Existe lesbofobia incluso desde el mundo homosexual masculino? —MSG: La misoginia existe y se da tanto en hombres homosexuales como heterosexuales. […] Yo creo que más que lesbofobia, en el mundo masculino homosexual podemos hablar de que, aunque no es algo general, existe la misoginia, ya que al fin y al cabo la lesbiana pertenece a un mundo marginal socialmente paralelo al que habita el hombre gay. Es compañera de opresión, por así decirlo. En el mundo heterosexual abundan la misoginia y la lesbofobia. Es lamentablemente así. —ECP: Terminamos con una pregunta sobre el último proyecto que has fraguado junto a Rosa García Rayego, 20 con 20 (Huerga y Fierro, 2016), una antología de veinte poetas españolas. Este libro ha coincidido en los últimos meses con otras antologías poéticas de mujeres. ¿De qué semillas vienen estos frutos? —MSG: Gracias por preguntarme esto, ya que tengo muchas ganas de decir que, a pesar de lo que ha salido publicado recientemente en El Cultural de El Mundo, este libro no es una respuesta a las desafortunadas palabras de Visor de hace un año, cuando dijo que la poesía de mujeres no alcanzaba ni de lejos la calidad de la poesía escrita por hombres. Esa afirmación es una tontería que no invita ni a la polémica. Para muchos de nosotros, hay poesía más allá de Visor y el hecho de que haya coincidido ahora en el mercado la publicación de varias antologías de poesía de mujeres (una de ellas en Visor, de manera harto curiosa) no quiere decir nada. Nuestro proyecto es anterior, ya que este tipo de proyectos que involucran a tantas personas, son de fraguado más lento. […] Estamos muy satisfechas del resultado de este proyecto que, como toda antología, tiene un objetivo didáctico, a la vez que un criterio de selección muy definido: dar a conocer poetas que no aparecen todavía en otras antologías y ayudar a afianzar las ya establecidas. No hemos considerado oportuno incluir a las que aparecen constantemente en los medios y todo el mundo conoce, pues no era el objetivo de este libro. […] Las veinte poetas seleccionadas tienen voces muy originales y la calidad de todas es indiscutible. Espero que el público disfrute de ello y a partir de 20 con 20 compre más libros de estas autoras para conocerlas mejor. |
ENTREVISTAS
El Coloquio de los Perros. CABEZAS, ISMAEL
CAMARASA, RAFAEL CARBAJOSA, NATALIA CARIDE, ALBERTO CARRILLO, VIRIDIANA CÉLINE CEREZUELA, ANA CERVERA, RAFA CHEJFEC, SERGIO CHEJFEC, SERGIO [5] CHESSA, ALBERTO CHESSA, ALBERTO [Anatomía de una sombra] CHICO, ÁLEX CISNERO, ALBERTO COMAN, DAN CONTRERAS, NADIA CORTINA, ÁLVARO CRUZ, GINÉS DELGADO, DESIRÉE DÍAZ, ANA CLAUDIA DÍEZ, JOSÉ MANUEL DOMINIQUE A ELENA PARDO, CRISTINA ELKOURI, RIMA ESPEJO, JOSÉ DANIEL ESPEJO, JOSÉ DANIEL [Perro fantasma] FONT, VIOLETA GALÁN, JULIO CÉSAR GALÁN MOREU, SALVADOR GALÁN MOREU, SALVADOR [No fall] GALINDO, BRUNO GALLARDO, JOSÉ MANUEL GALLUD, EVA GALVÁN, ANI GAMBOA, JEYMER GARCÍA, CONCHA GARCÍA, DIEGO L. GARCÍA JIMÉNEZ, SALVADOR GARCÍA LÓPEZ, ERNESTO GARCÍA MELLADO, ISABEL GARCÍA-VILLALBA, ALFONSO GARRIDO PANIAGUA, RODRIGO GASS, CARLOS GINÉS, ANTONIO LUIS GINÉS, ANTONIO LUIS [Antonov] GÓMEZ, MACARENA GÓMEZ BLESA, MERCEDES GÓMEZ RIBELLES, ANTONIO GÓMEZ RIBELLES, ANTONIO [QUIROMANTE] GONZÁLEZ LAGO, DAVID GRACIA, ÁNGEL GROZO, DANIEL GUERRA NARANJO, ALBERTO HENDERSON, DAIANA HERNÁNDEZ, GALA HERNÁNDEZ, JULIO HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [EL DOLOR DE LOS DEMÁS] HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [ANOXIA] HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [TIEMPO POR VENIR] HERNÁNDEZ BUSTO, ERNESTO IRIBARREN, KARMELO C. JORGE PADRÓN, JUSTO KASZTELAN, NURIT LADDAGA, REINALDO LAYNA RANZ, FRANCISCO LEZCANO, YULEISY CRUZ LINAZASORO, KARLOS LLOR, DOMINGO LOBATO, FLORA LÓPEZ, PABLO LÓPEZ AGÜERA, FULGENCIO ANTONIO LÓPEZ KOSAK, ANDREA LÓPEZ MONDÉJAR, LOLA LÓPEZ MONDÉJAR, LOLA [Qué mundo tan maravilloso] LÓPEZ POMARES, ALEJANDRO LÓPEZ SANDOVAL, DAVID LÓPEZ SORIA, MARISA LOUZAO, ALICIA MACHUCA, LUIS MAESTRO, JESÚS G. MALAVER, ARY MANUELA, ADRIANA MARGARIT, LUCAS MARÍN, MARÍA MARÍN, MARIO MARÍN ALBALATE, ANTONIO MARQUARDT, ANJA MART, BLANCA MARTÍ VALLEJO, MAITE MARTÍN, RUBÉN MARTÍN GIJÓN, SUSANA MARTÍN IGLESIAS, VÍCTOR MARTÍNEZ CASTILLO, ANA MENDOZA, NURIA MESA, SARA MICÓ, JOSÉ MARÍA MIGUEL, LUNA MIRALLES, INMA MOGA, EDUARDO MOLINO, SERGIO (DEL) MONTEVERDE, JULIO MONTEVERDE SÁNCHEZ, CONCEPCIÓN MOR, DOLAN MORALES, JAVIER MORANO, CRISTINA MORENO, ANTONIO MORENO, ELOY MORENO, JAVIER MORENO, SEBASTIÁN MORENTE, ESTRELLA MOYA, MANUEL MUÑOZ, MIGUEL ÁNGEL NAVARRO, ÓSCAR NETO DOS SANTOS, MANUEL NIETO, LOLA NORDBRANDT, HENRIK NUÑO, SIHARA OLMOS, ALBERTO OREJUDO, ANTONIO ORTIZ, DEMIAN ORTIZ ALBERO, MIGUEL ÁNGEL PALOMEQUE, AZAHARA PAPELES DEL NÁUFRAGO [Antonio Lafarque y Aníbal García] PARDO VIDAL, JUAN PARRA SANZ, ANTONIO PEÑA DACOSTA, VÍCTOR PEÑALVER, PATRICIO PEÑAS, ESTHER PÉREZ CAÑAMARES, ANA [Querida hija imperfecta] PÉREZ CAÑAMARES, ANA [Las sumas y los restos] PÉREZ LEAL, AGUSTÍN PÉREZ MONTALBÁN, ISABEL PERONA, JESÚS PICÓN, EMILIO PRADA, JUAN MANUEL DE PRUDENCIO, JESÚS PUJANTE, BASILIO PUJANTE, MANUEL QUIJANO SÁNCHEZ, EDUARDO RÍOS, BRENDA RIVAS GONZÁLEZ, MANUEL ROBLES, SALVA RODRÍGUEZ, ALFREDO RODRÍGUEZ, ALFREDO [Urre Aroa] RODRÍGUEZ, ALFREDO [Días del indomable] RODRÍGUEZ JIMÉNEZ, ANTONIO RODRÍGUEZ PAPPE, SOLANGE ROMERO MORA, J.D. ROMERO MORA, J.D. [En el desvarío] ROSADO, JUAN JOSÉ ROSSELL, MARINA RUDEL, JAUFRÉ RUIZ GUERRERO, Mª CARMEN SALSE BATÁN, ALEJANDRO SÁNCHEZ, GINÉS SÁNCHEZ, GINÉS [2096] SÁNCHEZ, GINÉS [MUJERES EN LA OSCURIDAD] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [El nudo] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [FACTBOOK] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [LA CADENA DEL FRÍO] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [LOS QUE ESCUCHAN] SÁNCHEZ GÓMEZ, MARISOL SÁNCHEZ MARTÍN, LUIS SÁNCHEZ MARTÍN, LUIS [Pastillas debajo de la lengua] SÁNCHEZ MENÉNDEZ, JAVIER SÁNCHEZ ROBLES, MIGUEL SÁNCHIZ, ANTONI SANTOS, ABEL SCHWEBLIN, SUSANA SEÑOR, RUBÉN SERRANO, PABLO SORIANO, ADA SUANE, SAÚL TRIGUEROS, SARA J. ÚBEDA, ANABEL URÍA, JUAN MANUEL VAL, FERNANDO DEL VALDÉS, ANDREA VALERO, MANUEL VALLÈS, TINA VARAS, VALENTINA VEGA, MIGUEL VERA FIGUEROA, ALBA VICENTE, TERESA VICENTE CONESA, FRANCISCO VILA-MATAS, ENRIQUE Hemeroteca
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