Entrevista realizada por JESÚS ZERÓN «Mi sentir poético es la fe en la poesía y un profundo respeto hacia ella» El pasado 17 de junio se presentó en la Biblioteca Pública Municipal María Moliner de Orihuela un nuevo libro de la poeta y escritora Ada Soriano Lidón. No dejemos de hablar 2. Entrevistas a 24 poetas supone la continuación del trabajo emprendido en el anterior libro No dejemos de hablar. Entrevistas a 19 poetas, que vio la luz en 2019, ambos publicados en la editorial madrileña Polibea, en su colección ‘La espada en el ágata’. Se trata de un libro de casi 400 páginas que plasma las entrevistas realizadas por Ada Soriano a 24 poetas nacidos entre los años cuarenta y los setenta del siglo XX, y de distintos puntos geográficos. La presentación de este nuevo volumen corrió a cargo del editor, Juan José Martín Ramos, y de la propia autora, tres años después de la primera entrega. Tal como expresa Martín Ramos, en Ada Soriano «la entrevista se convierte en diálogo, en conversación». Sus entrevistas son «un ejercicio de búsqueda en el o la poeta entrevistados, de la génesis de la razón poética. Así, son numerosas las preguntas encaminadas al intento de desvelar el sentido poético a partir de determinadas citas significativas de cada poeta». El editor afirma que no estamos ante un mero libro de entrevistas, «sino ante un verdadero ensayo de filosofía literaria». Es más, opina que el conjunto de entrevistas de ambas ediciones de No dejemos de hablar es ahora, «un conjunto incompleto, pero es la génesis, con las próximas entregas que deseamos nos ofrezca Ada Soriano, de lo que terminará siendo —ya lo es en su dimensión actual— una obra monumental de primer nivel del pensamiento literario español, y un panorama al qué habrá de acudir quien quiera conocer en sus aspectos más esenciales el sentido y el valor de la poesía española de las últimas décadas». Ada Soriano nació en Orihuela en 1963. Fue codirectora de la revista de creación literaria Empireuma y miembro fundador de la revista socio-cultural La Lucerna. Ha publicado numerosos libros, ha sido incluida en varias antologías y traducida al inglés y al rumano. La escritora y poeta ha tenido a bien concedernos una entrevista para conocer más detalles sobre su última obra. Esta vez, la entrevistadora a 24 poetas pasa a ser entrevistada... —EL COLOQUIO DE LOS PERROS: ¿Qué criterios has seguido para seleccionar a los 24 poetas a los que entrevistas en tu libro? —ADA SORIANO: Al igual que en el anterior, es decir, No dejemos de hablar. Entrevistas a 19 poetas, decidí entrevistar a quienes hubiesen publicado un poemario reciente. Muy a mi pesar, no he podido entrevistar a todos los que deseaba, bien porque hacía tiempo que no habían publicado poesía o porque sus nuevos poemarios aparecieron cuando mis libros ya estaban cerrados y a punto de entrar en imprenta. Quiero aclarar que me he acercado a poetas, sean hombres o mujeres, sean más o menos mediáticos... Eso no me importó. Tampoco me atuve a generaciones ni a lugares geográficos concretos. —ECP: ¿En qué ha evolucionado el primer volumen de No dejemos de hablar con respecto al primero? —AS: Buena pregunta. Aquí podemos hablar de evoluciones e innovaciones. Evoluciones, porque las introducciones previas al cuestionario son más extensas respecto al primero. Digamos que indagan más en la obra del autor entrevistado y, lógicamente, ofrecen más a los lectores. Innovaciones, también. Dos de las entrevistas las he elaborado junto a José Luis Zerón Huguet, poeta a quien entrevisté en el primer volumen. En esta ocasión, la portada es más luminosa y posee unas guardas muy coloridas. Pero no desdice en absoluto del primer libro. Bien al contrario, casan bien. Los dos volúmenes forman un solo cuerpo. —ECP: ¿Cuándo y por qué comenzaste a elaborar entrevistas a poetas? —AS: Creo recordar que fue a finales de 2016, acerca de una antología de poesía andaluza que me regaló el autor de la misma. Hasta entonces yo había escrito alguna que otra reseña, pero sentí que necesitaba un cambio y me vino a la cabeza una idea: entrevistar. Ilusa de mí, creí que iba a tratarse de una labor poco complicada. No fue así. Bien lo sabes, Jesús, por tu experiencia de tantos años. Aun así, persistí. Soy obstinada e impulsiva. —ECP: ¿Qué método has seguido a la hora de elaborar tus entrevistas? —AS: Mediante correo electrónico. Es un método cómodo, hablando en términos espacio-tiempo, da mucho juego y se precisa mejor. Y siendo así como las he realizado, admito que no he sentido distancias, sino proximidad. He percibido calor humano y poético. He convivido con mis interlocutores e interlocutoras en el diálogo más hermoso que conozco. Por otra parte, he procurado que mis introducciones tuviesen un aliento lírico. También he procurado, a través de mis preguntas, abarcar lo máximo posible de los autores entrevistados. —ECP: ¿En alguna ocasión te has encontrado con alguna negativa a tus propuestas? —AS: No. Los poetas con quienes he contactado, tanto si los conozco personalmente como si no, se han implicado con verdadero entusiasmo, afecto, pasión... Hemos compartido muchas cosas. —ECP: ¿Crees que las mujeres tienen suficiente visibilidad en tus dos volúmenes de entrevistas? —AS: Afortunadamente así es. Las mujeres, al igual que los hombres, tienen mucho que decir. De la misma manera que los hombres, destacan en la poesía. Destacan, asimismo, en el resto de las manifestaciones artísticas. La verdad es que me encanta, en mis dos volúmenes de entrevistas, este hermanamiento que hemos logrado entre todos: hombres y mujeres conviviendo, sin distinción. —ECP: ¿Habrá un tercer volumen? —AS: Pues sí hay propuesta de un tercero, pero yo no puedo ni debo comprometerme ahora, ya. Más adelante, quién sabe. Soy consciente de que cabe la posibilidad de continuar entrevistando al tiempo de que necesito un respiro largo, largo... —ECP: En las entrevistas realizadas en este segundo volumen son numerosas las preguntas encaminadas al intento de desvelar el sentido poético a partir de determinadas citas significativas de cada entrevistado. ¿Cuál es el sentido poético para ti? —AS: Sí, las preguntas, mayormente —no siempre—, incitan a desvelar el sentir poético, entendiendo desvelar como descubrir, es decir, quitar el velo, la cortina, que proviene de la palabra latina velum. Pero la pretensión no ha sido otra que indagar con sumo cuidado para no abrir la cortina del todo: que la indagación se quede en eso, en un intento. En mi caso, solo he tratado de comulgar con el sentir poético de cada uno de los poetas desatando a medias el misterio —los sentimientos no son del todo transferibles— de sus quehaceres poéticos. Mi sentir poético es la fe en la poesía y un profundo respeto hacia ella, porque no la concibo como género sino como creencia: saber que cuando todo falla, queda la poesía. —ECP: ¿Qué importancia le das al hecho de que las dos entregas hayan sido publicadas por la prestigiosa editorial madrileña Polibea? —AS: Ha sido un gran honor para mí, un sueño que nunca pensé que pudiera materializarse, y, al haber ocurrido, todavía lo estoy asimilando. Y es cierto que la editorial Polibea goza de prestigio porque Juan José Martín Ramos, director de la misma, cuida al máximo los detalles de las obras que publica y también las relaciones con los autores de su catálogo. Este segundo volumen va dedicado a él y a Mati, su compañera, con todo merecimiento y porque así lo quise. —ECP: Juan José Martín Ramos, como Borges, afirma que la entrevista es un género literario. ¿Lo consideras así?
—AS: Lo considero así. Las entrevistas, en este caso literarias y dirigidas a poetas, tienen unas características propias. Suponen, como he mencionado, una convivencia directa con los entrevistados, y con la poesía. No es novela, no es ensayo... Es algo distinto. —ECP: Las nuevas tecnologías y en especial las redes sociales, han provocado la pérdida del diálogo presencial y la imposición de los coloquios digitales. ¿Qué opinas de ello y qué ventajas y desventajas observas en estos cambios? —AS: Es cierto esto que dices, y me temo que no va a quedar ahí. Cada vez se interactúa más de forma virtual. Hay demasiada imposición, y prisa, y continuos cambios de normas. Las nuevas tecnologías, bien utilizadas, se convierten en herramientas muy útiles en todos los ámbitos. Mal utilizadas, nos distancian, nos robotizan. Ya he comentado que mis entrevistas las he llevado a cabo mediante correo electrónico. Y es todo un adelanto a la hora de entrevistar a poetas que residen lejos de mi ciudad. Pero si no se utilizan bien estas herramientas que nos ha proporcionado el “progreso” —la pandemia ha hecho sus estragos—, mal vamos. Por poner un ejemplo, recuerdo que estuve en la terraza de un bar conversando con unos amigos. En la mesa de al lado había un grupo de gente más o menos de mi edad. No hablaban. O quizá sí. El caso es que no movían los labios, no pronunciaban. Solo tecleaban sus respectivos móviles, con la cabeza gacha y la mirada atenta a la pantalla. Todavía me cuesta creerlo. —ECP: ¿En qué lugar queda la poesía precisamente en la era digital actual? —AS: La poesía es más accesible ahora. Los poetas tienen la ventaja de publicar sus poemas en Facebook, bitácoras, revistas digitales, Instagram... Y los propios poetas y los lectores de poesía acceden pronto a este tipo de publicaciones. Eso no es malo en sí, aunque sé que la lectura en papel posee algo especial. Me entristece el hecho de que la poesía siga relegada a un grupo minoritario, a pesar de que ahora sea más visible. Bueno, la poesía ha sido siempre cosa de minorías y hay que asumirlo. Lo importante es que todavía hay quienes saben apreciar el tacto y el olor que desprenden las páginas de un buen libro. Para ser sincera, he de decir que, al final, todos queremos ver nuestros poemas recogidos en un libro. —ECP: ¿Qué consejo darías a la gente joven que quiera iniciarse en la poesía? —AS: Que lean a escritores de cualquier época y de cualquier lugar. Que observen lo que les rodea y se observen a sí mismos. Por encima de todo, eso, que lean, pero siempre con el respeto que la poesía se merece. Y que lo hagan con fervor, procurando no caer en las garras de la urgencia. —ECP: ¿Cuáles son tus referentes literarios? —AS: Prefiero no hablar de referentes sino de hallazgos y predilecciones. Escribió hace años la autora argentina Sylvia Molloy que «decir quién ha marcado mi escritura es decir quién soy cuando escribo». Desde mi niñez hasta hoy he disfrutado de una multitud de encuentros. Todavía recuerdo mis lecturas de Perrault, Andersen, los hermanos Grimm... Nombro —sin orden cronológico— a algunos de los autores que he leído con devoción y que me han servido para dar título a mis siete libros de poesía y mis dos volúmenes de entrevistas, tomando de ellos directamente un verso, o reconvirtiendo dicho verso. Pienso que es una buena manera de recordarlos. Nombro a María Zambrano, Octavio Paz, Anne Sexton, Yves Bonnefoy, Sylvia Plath, Emily Dickinson y Miguel Ruiz Martínez. También, de quienes he escogido cita para abrir mis libros o algunos de mis poemas. Nombro a Carlos Castilla del Pino, Rita Baldasarri, Anna Becciu, Henri Michaux, Chantal Maillard, Rafael Pérez Estrada, Walt Whitman, José Luis Zerón Huguet, Miguel Hernández, Gabriel Miró, Antonio Enrique, António Ramos Rosa, Vicente Aleixandre y Emmy Hennings. Y a otros como Paul Celan, Nelly Sachs, Carlos Oroza, Teresa Gracia... Solo he citado a unos cuantos. Por cierto, me encanta leer a los poetas calificados como raros. Paro aquí. No nombro a muchos de los autores clásicos de nuestra lengua que he leído con fruición para no alargar esta lista un tanto caótica.
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Entrevista realizada por ALBERTO CISNERO La trama del desborde Acerca de Siluetas hablando porque sí En Siluetas hablando porque sí (Casa Vacía, 2022) de Diego L. García el lector y la figura del autor dialogan confusamente («sujetos diversos que entran y salen / con historias terribles / aterradoramente felices / que ya no existen en otra parte»); se pretende reestablecer la distancia mediante acotaciones que supondrían un punto preciso de distancia, pero el efecto concreto de esas intervenciones sobre los textos, su prueba material, logra también la sensación de que ambos estuviesen hablando por última vez, repitiendo confusamente las mismas palabras, que podrían ser las siguientes: no te puedo ayudar, muchacho, vos querés la destrucción. Hay demasiadas letras mayúsculas escritas en cada recodo de la ciudad («hay espacio en la muerte / para que todos digan lo suyo»), demasiados libros geniales escritos por autores geniales todo el tiempo (acaso porque no puedan escribir otros libros), y el acertado carácter minimal y neutro de la lengua que elige el poeta supone una forma de estar atento a cada palabra, para que se parezcan más a un sueño (o una pesadilla), adonde quiera que sean dirigidas (ya fuese tras las ortodoxia de la lengua castellana, en los doblajes del cine, de los mercaderes, banqueros o representantes del pueblo); elige y ocupa una lengua, una dirección en sí misma («ni la belleza ni el poema / necesitan que las cosas se completen»). —EL COLOQUIO DE LOS PERROS: ¿Cómo fue el proceso de producción de este libro? ¿Cómo fue su escritura? ¿Cómo se da, en tu caso, el proceso de la escritura? ¿Cómo trabajás? ¿Hacés planes, esquemas, apuntes? ¿Tratás de escribir de manera regular? —DIEGO L. GARCÍA: Siluetas hablando porque sí es un libro de una sola serie que, como en mis últimos trabajos, expresa un proceso ensayístico. Con esto quiero decir que parte de un concepto y lo explora de manera no lineal, sin un camino prefigurado, más bien llevándolo a sus tensiones. En este caso fue el cine noir y la poética que emana de sus procedimientos, con el agregado de lecturas que se cruzaban en ese momento como algunas novelas de Philip Roth y Richard Yates. Hubo un proceso de desarme de los materiales, de anotaciones y de cruces con otras artes como es el caso de la música ambiental. De todo eso después fue quedando un recorrido y la escritura que se vuelve un poco la trama, por fuera de un control absoluto, que une esos recortes. Escribo de manera regular cuando estoy con un proyecto en marcha, cuando ya aparece una serie que conecta un impulso con otro. Cuando eso ocurre, escribo diariamente hasta que el material pide avanzar a las fases de corrección. —ECP: Esa trama del desborde que al expresarla la significa ya se preanunciaba en tu anterior libro, Las calles nevadas: ¿Qué buscaste poner en riesgo en ambos libros? —DLG: Ambos libros tienen muchos puntos en común. De alguna manera cuando el campo de pruebas de Las calles nevadas se agota, empieza el recorrido de Siluetas. La atmósfera de un occidente perdido en ruinas y en las ruinas de su lenguaje buscaba un punto de tensión extremo en Las calles nevadas, mientras que Siluetas, de un modo más amable, menos combativo, arriesga a trabajar con y desde la propia trama de la decadencia. Los sujetos quedan expuestos sin espacio para crítica. Y entonces los riesgos son los propios de aquello que se sale del marco totalitario, de aquello que se asume como desplazamiento. La continuidad de un libro a otro se da en la necesidad de problematizar el detalle de ciertas construcciones de pensamiento, y por lo tanto de la lengua, que nos definen y nos conducen, aunque nos guste más creer que tenemos el control. Si nos salimos un poco, nos damos cuenta de que muchas veces no somos más que malos actores repitiendo diálogos tontos, temerosos de perder un encanto que no existe. —ECP: ¿Qué tipo de poesía influyó o resultó decisiva en tu producción? ¿Con qué autores te parece que entra en diálogo tu propuesta? —DLG: Creo que toda lectura va sumando a las influencias, no solo las de poesía y no solo las que nos gustan. Por suerte he aprendido a leer más allá del gusto, a encontrar cosas interesantes en diversas propuestas de escritura y valorarlas. Hay autores que te hacen sentir que te gustaría haber sido vos quien escribiera eso, como una forma de deslumbramiento. De estos puedo nombrarte en nuestra lengua a Daniel Freidemberg, a Mario Arteca, a Maurizio Medo, a Anahí Mallol, a Tamara Kamenszain. Seguramente haya otros más, pero esos van al estante de los fundamentales. —ECP: ¿Qué cualidades que apreciás en un poeta tratás de cultivar?
—DLG: Tomando de la pregunta lo que corresponde a la obra, te diría que siempre aprecio el riesgo. Cuando abro un libro de poesía quiero encontrarme con el riesgo desde la primera página, con algo que parezca no cerrar del todo, con algo que me obligue a volver a leer. —ECP: ¿En qué cosas creías cuando empezaste a escribir poesía? ¿En qué seguís creyendo? —DLG: Interesante para pensarlo. Creía en la producción independiente, en la circulación de mano en mano, underground diría si trajera ese concepto desde la música. He tratado de que esa desprolijidad necesaria se mantuviera. Aunque no fuera en las ediciones, porque tuve la suerte de editar con sellos que producen objetos muy bellos, que el texto conservara algo de aquel espíritu. —ECP: T. S. Eliot dice en alguna parte que ningún poeta honesto puede sentirse verdaderamente seguro de lo que ha escrito. ¿Estás de acuerdo con esta aseveración? —DLG: Totalmente. No me gusta escribir para encontrar seguridad, no apelo a producir una obra de exhibición que gane aplausos. Una obra segura de sí misma sería aquella que pacta con el lenguaje de moda, con lo que el mercado hace entrar fácilmente en el consumo. La inseguridad, así entiendo la idea de Eliot, tiene que ver con esa parte de la escritura que excede al dominio del autor y que posiblemente sea lo esencial. —ECP: ¿De qué es capaz la poesía? —DLG: De existir sin tener que dar explicaciones. Y eso no es poco. |
ENTREVISTAS
El Coloquio de los Perros. CABEZAS, ISMAEL
CAMARASA, RAFAEL CARBAJOSA, NATALIA CARIDE, ALBERTO CARRILLO, VIRIDIANA CÉLINE CEREZUELA, ANA CERVERA, RAFA CHEJFEC, SERGIO CHEJFEC, SERGIO [5] CHESSA, ALBERTO CHESSA, ALBERTO [Anatomía de una sombra] CHICO, ÁLEX CISNERO, ALBERTO COMAN, DAN CONTRERAS, NADIA CORTINA, ÁLVARO CRUZ, GINÉS DELGADO, DESIRÉE DÍAZ, ANA CLAUDIA DÍEZ, JOSÉ MANUEL DOMINIQUE A ELENA PARDO, CRISTINA ELKOURI, RIMA ESPEJO, JOSÉ DANIEL ESPEJO, JOSÉ DANIEL [Perro fantasma] FONT, VIOLETA GALÁN, JULIO CÉSAR GALÁN MOREU, SALVADOR GALÁN MOREU, SALVADOR [No fall] GALINDO, BRUNO GALLARDO, JOSÉ MANUEL GALLUD, EVA GALVÁN, ANI GAMBOA, JEYMER GARCÍA, CONCHA GARCÍA, DIEGO L. GARCÍA JIMÉNEZ, SALVADOR GARCÍA LÓPEZ, ERNESTO GARCÍA MELLADO, ISABEL GARCÍA-VILLALBA, ALFONSO GARRIDO PANIAGUA, RODRIGO GASS, CARLOS GINÉS, ANTONIO LUIS GINÉS, ANTONIO LUIS [Antonov] GÓMEZ, MACARENA GÓMEZ BLESA, MERCEDES GÓMEZ RIBELLES, ANTONIO GÓMEZ RIBELLES, ANTONIO [QUIROMANTE] GONZÁLEZ LAGO, DAVID GRACIA, ÁNGEL GROZO, DANIEL GUERRA NARANJO, ALBERTO HENDERSON, DAIANA HERNÁNDEZ, GALA HERNÁNDEZ, JULIO HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [EL DOLOR DE LOS DEMÁS] HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [ANOXIA] HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [TIEMPO POR VENIR] HERNÁNDEZ BUSTO, ERNESTO IRIBARREN, KARMELO C. JORGE PADRÓN, JUSTO KASZTELAN, NURIT LADDAGA, REINALDO LAYNA RANZ, FRANCISCO LEZCANO, YULEISY CRUZ LINAZASORO, KARLOS LLOR, DOMINGO LOBATO, FLORA LÓPEZ, PABLO LÓPEZ AGÜERA, FULGENCIO ANTONIO LÓPEZ KOSAK, ANDREA LÓPEZ MONDÉJAR, LOLA LÓPEZ MONDÉJAR, LOLA [Qué mundo tan maravilloso] LÓPEZ POMARES, ALEJANDRO LÓPEZ SANDOVAL, DAVID LÓPEZ SORIA, MARISA LOUZAO, ALICIA MACHUCA, LUIS MAESTRO, JESÚS G. MALAVER, ARY MANUELA, ADRIANA MARGARIT, LUCAS MARÍN, MARÍA MARÍN, MARIO MARÍN ALBALATE, ANTONIO MARQUARDT, ANJA MART, BLANCA MARTÍ VALLEJO, MAITE MARTÍN, RUBÉN MARTÍN GIJÓN, SUSANA MARTÍN IGLESIAS, VÍCTOR MARTÍNEZ CASTILLO, ANA MENDOZA, NURIA MESA, SARA MICÓ, JOSÉ MARÍA MIGUEL, LUNA MIRALLES, INMA MOGA, EDUARDO MOLINO, SERGIO (DEL) MONTEVERDE, JULIO MONTEVERDE SÁNCHEZ, CONCEPCIÓN MOR, DOLAN MORALES, JAVIER MORANO, CRISTINA MORENO, ANTONIO MORENO, ELOY MORENO, JAVIER MORENO, SEBASTIÁN MORENTE, ESTRELLA MOYA, MANUEL MUÑOZ, MIGUEL ÁNGEL NAVARRO, ÓSCAR NETO DOS SANTOS, MANUEL NIETO, LOLA NORDBRANDT, HENRIK NUÑO, SIHARA OLMOS, ALBERTO OREJUDO, ANTONIO ORTIZ, DEMIAN ORTIZ ALBERO, MIGUEL ÁNGEL PALOMEQUE, AZAHARA PAPELES DEL NÁUFRAGO [Antonio Lafarque y Aníbal García] PARDO VIDAL, JUAN PARRA SANZ, ANTONIO PEÑA DACOSTA, VÍCTOR PEÑALVER, PATRICIO PEÑAS, ESTHER PÉREZ CAÑAMARES, ANA [Querida hija imperfecta] PÉREZ CAÑAMARES, ANA [Las sumas y los restos] PÉREZ LEAL, AGUSTÍN PÉREZ MONTALBÁN, ISABEL PERONA, JESÚS PICÓN, EMILIO PRADA, JUAN MANUEL DE PRUDENCIO, JESÚS PUJANTE, BASILIO PUJANTE, MANUEL QUIJANO SÁNCHEZ, EDUARDO RÍOS, BRENDA RIVAS GONZÁLEZ, MANUEL ROBLES, SALVA RODRÍGUEZ, ALFREDO RODRÍGUEZ, ALFREDO [Urre Aroa] RODRÍGUEZ, ALFREDO [Días del indomable] RODRÍGUEZ JIMÉNEZ, ANTONIO RODRÍGUEZ PAPPE, SOLANGE ROMERO MORA, J.D. ROMERO MORA, J.D. [En el desvarío] ROSADO, JUAN JOSÉ ROSSELL, MARINA RUDEL, JAUFRÉ RUIZ GUERRERO, Mª CARMEN SALSE BATÁN, ALEJANDRO SÁNCHEZ, GINÉS SÁNCHEZ, GINÉS [2096] SÁNCHEZ, GINÉS [MUJERES EN LA OSCURIDAD] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [El nudo] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [FACTBOOK] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [LA CADENA DEL FRÍO] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [LOS QUE ESCUCHAN] SÁNCHEZ GÓMEZ, MARISOL SÁNCHEZ MARTÍN, LUIS SÁNCHEZ MARTÍN, LUIS [Pastillas debajo de la lengua] SÁNCHEZ MENÉNDEZ, JAVIER SÁNCHEZ ROBLES, MIGUEL SÁNCHIZ, ANTONI SANTOS, ABEL SCHWEBLIN, SUSANA SEÑOR, RUBÉN SERRANO, PABLO SORIANO, ADA SUANE, SAÚL TRIGUEROS, SARA J. ÚBEDA, ANABEL URÍA, JUAN MANUEL VAL, FERNANDO DEL VALDÉS, ANDREA VALERO, MANUEL VALLÈS, TINA VARAS, VALENTINA VEGA, MIGUEL VERA FIGUEROA, ALBA VICENTE, TERESA VICENTE CONESA, FRANCISCO VILA-MATAS, ENRIQUE Hemeroteca
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