Entrevista realizada por ROBERTO LOYA “Antonov” Antonio Luis Ginés (Iznájar, 1967) es una de esas voces raras de la poesía española que escribe desde los márgenes de la emoción dominante. Su séptimo libro de poemas, Antonov (Bartleby, 2020) es una clara muestra de cómo los espacios interiores pueden conciliarse con la frontera de lo sagrado. —EL COLOQUIO DE LOS PERROS: ¿Es este nuevo poemario un cambio de registro en la línea dominante de su poesía? —ANTONIO LUIS GINÉS: Sí. Hay un giro, y más perceptible de lo que creí en un primer momento. Me di cuenta nada más acabar el libro, y lo que era una sensación se fue convirtiendo en certeza con el paso de los días. Intento no repetirme, eso es fundamental, pero sin perder mi voz. Esa fragilidad frente a la inmensidad es más descarnada y directa que en anteriores trabajos, y con una perspectiva algo más incisiva. —ECP: Sigue la presencia de la cotidianidad, pero ahora enlazada por el ethos, objetos o fotografías que buscan su rizoma, un alma que late desde la emoción del yo hacia un presente donde ya no hay memoria. —ALG: Así es. Lo defines bien. Un retroceso momentáneo sobre un objeto o situación, y una construcción de diálogo entre el pasado y el presente, sin nostalgias ñoñas ni blandenguerías, y en todo este proceso la posición del yo, más reflexiva, lúcida si me apuras, porque esa lucidez da sentido un poco a ese encuentro que se produce y que, claro, precisa de un interlocutor. La memoria está ahí, pero no puede vencernos, porque sería como tumbar al presente, a todo lo que está por acontecer. —ECP: ¿Cómo nace Antonov? ¿Lo hace la misma noche que oye su presencia por encima de las nubes cruzando el cielo nocturno de Córdoba? —ALG: La insistencia de esos vuelos me hizo relacionarlos, primero con mi proceso creador, luego con las piezas que iban fluyendo mientras tenía ese sonido de fondo. Todo hasta dar con el poema que cierra el libro, que actúa de bandera o eje sobre esa motivación de fondo. No fue algo inmediato, creo que primero interioricé esa señal y desde el inconsciente, pues todo fue fluyendo hacia fuera con cierta naturalidad. Fueron unas cuentas noches escuchando ese sonido en el cielo nocturno, dio tiempo a que se fuera creando una atmósfera, a ir posicionando esos poemas que surgían con su despegue y su propio aterrizaje. —ECP: ¿Cuál es su relación con la poesía actual y las nuevas voces poéticas? —ALG: Siempre expectante, pero he de confesar que no todo lo nuevo tiene sustancia por el hecho de ser nuevo. Muchas de esas voces están ‘haciéndose’, formándose, y me gusta cuando esos autores son conscientes de ello como un estímulo continuo a seguir avanzando. Cuando das con una voz cuya limpieza y originalidad se sale del canon establecido, de lo corriente, hay un gran regocijo porque la poesía vuelve a la poesía. Sin embargo, no pierdo de vista que, por ejemplo, lo de poesía joven viene siendo un ‘producto’ que interesa a unos y otros manejar como un reclamo, mientras se pierden de vista o no se atienden a autores más maduros que están haciendo lo mejor de su obra. Por desgracia es una constante habitual en nuestro panorama, y no deberían estar reñidos ambos polos. —ECP: Usted está vinculado a la gestión cultural, y desde el CAL tiene un lugar privilegiado para otear ese horizonte de la creación literaria en Andalucía. ¿Qué lugar cree que tiene la poesía andaluza en el panorama nacional? —ALG: Un lugar de referencia. No descubro nada nuevo: las generaciones jóvenes que siempre vienen pisando fuerte secundadas por una vanguardia de autores maduros que siguen dejando impronta del saber hacer con los poemas. No hablaría de una poesía andaluza, no creo en esa etiqueta; sí de la creación en Andalucía, y si tuviéramos que calificarla, sería de un estado muy óptimo. —ECP: Y la poesía cordobesa, que sigue dando frutos... —ALG: Sí. Autores jóvenes se muestran no solo con ímpetu, sino con hechos y poemas. Hay líneas trazadas que parecen interesantes, solo hay que darles tiempo para que cuajen del todo. De los más creciditos pues estamos viendo trabajos ya muy sólidos. Los frutos vienen de todas las franjas, también de esas “islas sueltas”, los más invisibles —con los que comparto parte de ese sentimiento— mostrando también apuestas interesantes. —ECP: ¿Emergentes o divergentes? —ALG: Lo divergente siempre tiende a romper con algo de lo establecido, pero romper por romper, sin una motivación o dirección de fondo, no me atrae nada. Lo emergente suele ir rodeado de una cierta aureola que a veces no se corresponde con lo que luego llega a tus manos. Me quedo con el equilibrio, venga de donde venga. —ECP: ¿Considera que con Antonov se abre un nuevo rumbo de su poética? —ALG: No lo sé. A lo mejor es un poco pronto para hacer esa afirmación. Pienso que es más bien producto de una evolución no planificada, por supuesto. Hay un giro respecto a mis anteriores libros, cierto, al menos en el grueso de los poemas. No me detengo, sigo indagando en la sencillez expresiva y en el impulso que lo íntimo puede aportarme, y exploro por ahí. Si con ello abro ese nuevo rumbo en mi poética, bienvenido sea. —ECP: ¿Cuál cree que es la más clara influencia que hay en este nuevo poemario? —ALG: Sería difícil de concretar un solo aspecto o elemento. Hay una relación profunda con la naturaleza, con la tierra, que sostiene todo el libro, un hilo conductor que enhebra la voz de todos los poemas. Y esa relación tiene distintos momentos, pero sobre todo marca un reconocer nuestra pequeñez y nuestra deuda ante un medio que seguimos destruyendo sin remisión. También el territorio de los sueños es un referente constante, como una materia abstracta que de pronto cobra algo de forma y que se posiciona en la escena. Pero de fondo también permanece ese toque reflexivo, espiritual si quieres, que impregna todos los poemas, de forma más o menos soterrada, con la lucidez placentera del instante que llega para quedarse. —ECP: Antonio Luis Ginés es de los que piensan que se puede aprender a escribir un poema, como diría Eduardo García. No en balde, sigue insistiendo e imparte clases en talleres de creación literaria. —ALG: Hasta cierto punto sí, pero debes llevar ‘algo dentro’ que sea capaz de encender y mantener esa hoguera. Conecto bastante con las directrices que marcó Eduardo García a este respecto, y en los talleres de poesía que imparto doy algunas claves para escribir poemas, pero tiene que haber también ‘ese’ algo más que ayude a que ambos polos (trabajo e inspiración) se conecten y se produzca cierta magia, y permita una continuidad. —ECP: Antonov fue escrito durante los días de la pandemia... Aunque su nacimiento es un poco anterior, el libro cobra forma durante el confinamiento. ¿Cómo influyó en el proceso la cotidianidad detenida?
—ALG: La verdad es que el libro estaba cerrado ya en ese período. Sin embargo, me dio tiempo para reflexionar y pulir con más calma algunos detalles en los poemas. Suena fuerte, pero ese periodo no lo viví como algo negativo, sino como una oportunidad, e intenté aprovecharla. Más reflexivo y recuperando el placer de disfrutar de lo cotidiano, de los detalles, y quiera o no, pudo acabar influyendo también en mi manera de ver y plasmar el mundo. —ECP: Dice Manuel Rico, su editor, que sus poemas se deslizan de manera fronteriza a lo inefable, un concepto abandonado por las nuevas corrientes de poetas más en sintonía con el rap, la repetición, lo breve. —ALG: Es una constante en mi escritura: siempre tengo que ir por otro lado, ¡ja, ja, ja!... No, es broma. Lo invisible —que en los poemas trato de que tome algo de cuerpo— tiene mucha importancia en mi poética, porque, de alguna manera, hace sostenible lo visible desde otro ángulo y otra mirada. Es un terreno en el que ando siempre cómodo, intentando nombrar todo eso que por su sencillez ya nos marca una complejidad, sencillez que espera eso: que alguien profundice un poco en su misterio. Y luego están las palabras, que deben hallar su lugar perfecto en este planteamiento. —ECP: La tendencia es buscar nuevas emociones de una sociedad que no sabe de repente qué rumbo tomar: la tecnología, lo social... Sus coetáneos advierten que lo que se pierde es la belleza de un viejo mundo, ese viejo avión ruso como metáfora de la vieja belleza que pasa. —ALG: La tendencia es moda, y las modas ya sabemos... Vivimos en un mundo de pérdidas, siempre estamos perdiendo algo por el camino, y a veces, es fácil dejarse arrastrar por esa inercia y centrarnos en ese aspecto, pero las ganancias también están ahí, en sus múltiples formas; lo que hay que saber es si estamos preparados para verlas, asumirlas, cantarlas y que restablezcan el equilibrio de la pérdida. —ECP: Usted es también prosista, exégeta del relato breve. ¿Son dos lugares diferentes, poesía y prosa, o están en su creación como vasos órficos? —ALG: Tienen sus puntos de conexión. Desde la poesía es relativamente fácil acercarse a los microrrelatos, pero exige también un giro, un ligero cambio. Al menos así lo vivo yo. No puedo estar saltando de un género a otro sin más, soy muy de atmósferas, de ese aura —invisible, claro— envolvente, que cuando nos toca exige de nosotros una total entrega y no puedo estar cambiando —ya me gustaría— con facilidad de territorio. —ECP: Si tuviera que ejercer de crítico —como hace habitualmente en Cuadernos del Sur—, ¿cómo calificaría este nuevo libro y en qué anaquel de la biblioteca personal lo pondría? ¿Al lado de qué otros libros o autores? —ALG: Puede sonar un poco pretencioso por mi parte calificar mi libro, no sé, no reparé en ello, al menos desde el punto de vista de crítico. Bastante tuve con escribirlo. Dejo que sean los demás los que se encarguen de ello. Puede que más adelante, pasados estos momentos, logre calificarlo, pero mientras tanto dejo que se califique él mismo por su interior. En cuanto al anaquel, lo colocaré con el resto de libros y autores, por orden alfabético, sin más pretensiones de otro tipo. —ECP: Tras Antonov, ¿ha vuelto a escribir o es necesario un periodo de reposo? ¿Cómo asiste a ese proceso interior de escritura? —ALG: Funciono también por rachas, y cuando toca una de ellas aprovecho para ver hasta dónde me lleva. El período de reposo tiene más que ver con todo lo que envuelve al libro. El estar leyendo de nuevo esos poemas en presentaciones o demás actividades hace que sea necesario un respiro para otras apuestas, sí, aunque uno no siempre puede decidir cuándo tomarlo. Ahora mismo estoy en ello, barajando nuevos poemas, pero sin ninguna presión. Mi ritmo es pausado, y mi insistencia —cuando doy con el punto clave sobre lo que quiero— es agotadora. —ECP: Por último, ¿qué le espera a la poesía tras la pandemia? —ALG: Seguir insistiendo. Vienen momentos nuevos, por descubrir. Y la poesía no es ajena a todo lo que pasa, pero ha de estar ahí, siempre en guardia, para lo que nos deslumbra y lo que nos hiere.
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ENTREVISTAS
El Coloquio de los Perros. CABEZAS, ISMAEL
CAMARASA, RAFAEL CARBAJOSA, NATALIA CARIDE, ALBERTO CARRILLO, VIRIDIANA CÉLINE CEREZUELA, ANA CERVERA, RAFA CHEJFEC, SERGIO CHEJFEC, SERGIO [5] CHESSA, ALBERTO CHESSA, ALBERTO [Anatomía de una sombra] CHICO, ÁLEX CISNERO, ALBERTO COMAN, DAN CONTRERAS, NADIA CORTINA, ÁLVARO CRUZ, GINÉS DELGADO, DESIRÉE DÍAZ, ANA CLAUDIA DÍEZ, JOSÉ MANUEL DOMINIQUE A ELENA PARDO, CRISTINA ELKOURI, RIMA ESPEJO, JOSÉ DANIEL ESPEJO, JOSÉ DANIEL [Perro fantasma] FONT, VIOLETA GALÁN, JULIO CÉSAR GALÁN MOREU, SALVADOR GALÁN MOREU, SALVADOR [No fall] GALINDO, BRUNO GALLARDO, JOSÉ MANUEL GALLUD, EVA GALVÁN, ANI GAMBOA, JEYMER GARCÍA, CONCHA GARCÍA, DIEGO L. GARCÍA JIMÉNEZ, SALVADOR GARCÍA LÓPEZ, ERNESTO GARCÍA MELLADO, ISABEL GARCÍA-VILLALBA, ALFONSO GARRIDO PANIAGUA, RODRIGO GASS, CARLOS GINÉS, ANTONIO LUIS GINÉS, ANTONIO LUIS [Antonov] GÓMEZ, MACARENA GÓMEZ BLESA, MERCEDES GÓMEZ RIBELLES, ANTONIO GÓMEZ RIBELLES, ANTONIO [QUIROMANTE] GONZÁLEZ LAGO, DAVID GRACIA, ÁNGEL GROZO, DANIEL GUERRA NARANJO, ALBERTO HENDERSON, DAIANA HERNÁNDEZ, GALA HERNÁNDEZ, JULIO HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [EL DOLOR DE LOS DEMÁS] HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [ANOXIA] HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [TIEMPO POR VENIR] HERNÁNDEZ BUSTO, ERNESTO IRIBARREN, KARMELO C. JORGE PADRÓN, JUSTO KASZTELAN, NURIT LADDAGA, REINALDO LAYNA RANZ, FRANCISCO LEZCANO, YULEISY CRUZ LINAZASORO, KARLOS LLOR, DOMINGO LOBATO, FLORA LÓPEZ, PABLO LÓPEZ AGÜERA, FULGENCIO ANTONIO LÓPEZ KOSAK, ANDREA LÓPEZ MONDÉJAR, LOLA LÓPEZ MONDÉJAR, LOLA [Qué mundo tan maravilloso] LÓPEZ POMARES, ALEJANDRO LÓPEZ SANDOVAL, DAVID LÓPEZ SORIA, MARISA LOUZAO, ALICIA MACHUCA, LUIS MAESTRO, JESÚS G. MALAVER, ARY MANUELA, ADRIANA MARGARIT, LUCAS MARÍN, MARÍA MARÍN, MARIO MARÍN ALBALATE, ANTONIO MARQUARDT, ANJA MART, BLANCA MARTÍ VALLEJO, MAITE MARTÍN, RUBÉN MARTÍN GIJÓN, SUSANA MARTÍN IGLESIAS, VÍCTOR MARTÍNEZ CASTILLO, ANA MENDOZA, NURIA MESA, SARA MICÓ, JOSÉ MARÍA MIGUEL, LUNA MIRALLES, INMA MOGA, EDUARDO MOLINO, SERGIO (DEL) MONTEVERDE, JULIO MONTEVERDE SÁNCHEZ, CONCEPCIÓN MOR, DOLAN MORALES, JAVIER MORANO, CRISTINA MORENO, ANTONIO MORENO, ELOY MORENO, JAVIER MORENO, SEBASTIÁN MORENTE, ESTRELLA MOYA, MANUEL MUÑOZ, MIGUEL ÁNGEL NAVARRO, ÓSCAR NETO DOS SANTOS, MANUEL NIETO, LOLA NORDBRANDT, HENRIK NUÑO, SIHARA OLMOS, ALBERTO OREJUDO, ANTONIO ORTIZ, DEMIAN ORTIZ ALBERO, MIGUEL ÁNGEL PALOMEQUE, AZAHARA PAPELES DEL NÁUFRAGO [Antonio Lafarque y Aníbal García] PARDO VIDAL, JUAN PARRA SANZ, ANTONIO PEÑA DACOSTA, VÍCTOR PEÑALVER, PATRICIO PEÑAS, ESTHER PÉREZ CAÑAMARES, ANA [Querida hija imperfecta] PÉREZ CAÑAMARES, ANA [Las sumas y los restos] PÉREZ LEAL, AGUSTÍN PÉREZ MONTALBÁN, ISABEL PERONA, JESÚS PICÓN, EMILIO PRADA, JUAN MANUEL DE PRUDENCIO, JESÚS PUJANTE, BASILIO PUJANTE, MANUEL QUIJANO SÁNCHEZ, EDUARDO RÍOS, BRENDA RIVAS GONZÁLEZ, MANUEL ROBLES, SALVA RODRÍGUEZ, ALFREDO RODRÍGUEZ, ALFREDO [Urre Aroa] RODRÍGUEZ, ALFREDO [Días del indomable] RODRÍGUEZ JIMÉNEZ, ANTONIO RODRÍGUEZ PAPPE, SOLANGE ROMERO MORA, J.D. ROMERO MORA, J.D. [En el desvarío] ROSADO, JUAN JOSÉ ROSSELL, MARINA RUDEL, JAUFRÉ RUIZ GUERRERO, Mª CARMEN SALSE BATÁN, ALEJANDRO SÁNCHEZ, GINÉS SÁNCHEZ, GINÉS [2096] SÁNCHEZ, GINÉS [MUJERES EN LA OSCURIDAD] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [El nudo] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [FACTBOOK] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [LA CADENA DEL FRÍO] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [LOS QUE ESCUCHAN] SÁNCHEZ GÓMEZ, MARISOL SÁNCHEZ MARTÍN, LUIS SÁNCHEZ MARTÍN, LUIS [Pastillas debajo de la lengua] SÁNCHEZ MENÉNDEZ, JAVIER SÁNCHEZ ROBLES, MIGUEL SÁNCHIZ, ANTONI SANTOS, ABEL SCHWEBLIN, SUSANA SEÑOR, RUBÉN SERRANO, PABLO SORIANO, ADA SUANE, SAÚL TRIGUEROS, SARA J. ÚBEDA, ANABEL URÍA, JUAN MANUEL VAL, FERNANDO DEL VALDÉS, ANDREA VALERO, MANUEL VALLÈS, TINA VARAS, VALENTINA VEGA, MIGUEL VERA FIGUEROA, ALBA VICENTE, TERESA VICENTE CONESA, FRANCISCO VILA-MATAS, ENRIQUE Hemeroteca
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