Entrevista realizada por SARAY FERNÁNDEZ «¿De verdad somos la especie animal más avanzada?» El artista cordobés David González Lago ha sacado a la luz su cuarto poemario, Animalicémonos, una obra cargada de furia, deseo y reivindicación. En el libro, el profesor hace una llamada a la acción y nos dirige hacia una «observación reflexiva de la naturaleza». El balance de la realidad nos advierte de un futuro oscuro que muy lejos queda de los aplausos. Con palabras de protesta repletas de la misma belleza y brutalidad que guarda el mundo, esta colección de poemas nos invita a analizar nuestra condición humana para tratar de admirar nuestra animalidad. —EL COLOQUIO DE LOS PERROS: Quisiera felicitarte por esta publicación tan particular como necesaria. Un mensaje claro, rotundo y potente: Animalicémonos. ¿A qué te refieres exactamente con esta expresión? —DAVID GONZÁLEZ LAGO: En primer lugar, muchas gracias por tus palabras hacia mi último poemario. Animalicémonos es, en efecto, una llamada a nuestros orígenes, al regreso a nuestra animalidad en el mejor sentido del término. A lo largo de nuestra breve historia, nuestra especie ha avanzado en muchos sentidos, pero quizá en ciertos casos habría sido preferible no hacerlo. En torno a esa idea surge este poemario. —ECP: Este es tu cuarto poemario. ¿Qué cambios has experimentado en tu día a día desde tu primera hasta esta última publicación? —DGL: En cuanto al proceso de escritura, he ido cambiando a lo largo de estos últimos años. Realmente, solo han pasado tres años desde que saliera a la luz mi primer poemario, 33 reflexiones que Cristo haría en mi lugar. Fue un poemario que escribí en menos de dos meses, en una fase de explosión creativa donde sentía la necesidad de volcar las ideas sobre el papel de manera impetuosa. Según he ido avanzando, siento que me tomo el proceso creativo con más calma y dedico más tiempo a la revisión posterior. Sin embargo, creo que mi forma de escribir no ha cambiado tanto en el fondo. —ECP: El título parece presentarse como una llamada a la acción en forma de orden poética. ¿Con qué intención principal nace la obra? —DGL: Animalicémonos es, en esencia, una reflexión acerca de los beneficios y perjuicios que nos ha reportado nuestra condición humana en comparación con el resto de especies animales. Porque, no lo olvidemos, como homínidos que somos, los seres humanos también formamos parte del reino animal. Somos la única especie que ha sido capaz de crear maravillas artísticas o de lograr increíbles avances científicos, pero también la única que ha creado y lanzado una bomba atómica, por ejemplo. ¿De verdad somos la especie animal más avanzada? —ECP: Haciendo uso de la metáfora lingüística y la fauna natural que nos rodea, cada página nos enseña un poco más sobre la “no profundidad” de la especie humana y el futuro desgarrador que puede llegar a construir o, más bien, a deconstruir dentro de toda su racionalidad. Si la solución está en recuperar nuestra animalidad, ¿qué camino habría que seguir para alcanzarla? —DGL: La observación reflexiva de la naturaleza. Tenemos mucho que aprender de ella y, en concreto, del reino animal. El comportamiento de los animales es fascinante. El otro día me detuve a observar un gorrión que se bañaba en un minúsculo charco porque en Córdoba en mayo ya empieza a hacer bastante calor. ¿Qué hacemos los humanos? Lamentarnos de no tener piscina, de no tener vacaciones para irnos a la playa, de tener que ir a trabajar en lugar de irnos a tomar una cerveza... Metafóricamente, nos ahogamos en ese pequeño charco mientras el gorrión ve el sentido práctico: es agua, y el agua refresca. No sé si es el mejor ejemplo para ilustrar lo que quiero decir, pero es el más reciente y supongo que puede valer. Deberíamos aprender de ese sentido pragmático de los animales. —ECP: Utilizas un lenguaje ilustrado, pero fácilmente comprensible y ameno, cargado de dureza, de pesimismo y, a su vez, de honesta realidad. ¿Coincide la temática y estructura de la obra con algún momento lineal determinado de tu vida o surge como una recopilación accidentada creada con el paso tiempo? —DGL: La mayor parte de estos poemas los escribí después de la publicación de mi primer poemario, en 2016. Desde entonces, este poemario estuvo guardado en un cajón. Cuando Luis Sánchez me hizo saber que estaba interesado en publicar Animalicémonos en la editorial Boria, ya en 2018, me planteé si debía dejar los poemas tal cual o someterlos a una exhaustiva revisión. Finalmente me decanté por la segunda opción, pues mi manera de entender la poesía había cambiado en esos dos años. Digamos que ahora presto más atención al aspecto formal. El resultado de esa revisión es el libro que hoy está en el mercado. Espero que la decisión fuese acertada por mi parte. Así pues, y respondiendo a tu pregunta, digamos que son poemas cuya temática y estructura surgen en ese momento concreto, en el intervalo entre 2016 a 2018. El libro sale a la luz ya en 2019, pero en este año los poemas ya no vuelven a ser cambiados. Los cambios que comento afectaron únicamente al aspecto formal (en unos casos más que en otros), pero la esencia del libro se mantuvo intacta en cada poema y en su conjunto. —ECP: Sabemos que tu amor por la poesía viene desde la infancia. ¿Cuándo comenzaste tu lucha por la concienciación de los derechos de los animales? —DGL: Realmente no creo que me pueda considerar a mí mismo un activista por los derechos de los animales. Es un asunto que me preocupa, y creo que es algo evidente en mi obra. Sin embargo, debo ser honesto y reconocer que no ejerzo un activismo o una militancia activa al respecto. En cuanto a tu pregunta, no sabría decir cuándo comenzó esa preocupación. En una reciente presentación de Animalicémonos en Alicante, Óscar Navarro observó que esa preocupación ya estaba presente desde mi primer poemario, en el que escribí estos versos: «Me doy el placer de vivir otras vidas, / miro el mundo con ojos de animal, / respiro sin humanas preocupaciones, / soy consciente de la estupidez humana». Supongo que es algo innato en mí. Siempre he sentido un gran respeto hacia todos los seres vivos y creo que esa es la clave para que podamos convivir: el respeto. —ECP: ¿Qué tipo de actividades se incluyen en tu activismo más reciente? —DGL: Realizo algún voluntariado u otras acciones “solidarias” de manera puntual pero, como te comentaba, no me considero a mí mismo un activista. Joaquín Sabina dice en una canción: «Mi manera de comprometerme fue darme a la fuga». Me interesa este concepto, no porque pretenda darme a la fuga, sino por la idea de que cada uno puede ejercer el compromiso social a su manera. Y supongo que mi manera de comprometerme es a través de lo que más me gusta hacer: escribir. —ECP: La realidad es obvia, estamos acabando con el planeta y con todo lo que él alberga. Como profesor, ¿qué medidas consideras que podrían mejorarse en las estructuras educativas para reforzar dicha concienciación? —DGL: Habría que insistir mucho más en la concienciación de los jóvenes al respecto. Nos estamos cargando el planeta, eso es evidente, y sin embargo en la educación reglada se trata el asunto sin profundizar demasiado, por “cubrir expediente”. Creo que se tendrían que realizar acciones de impacto; los niños y adolescentes son muy sensibles ante realidades evidentes. Quiero decir, que no es lo mismo leer en un papel que la contaminación cada vez es mayor y que es un grave problema que ver con tus propios ojos, por ejemplo, esa realidad en un vertedero, con montañas y montañas de residuos electrónicos. Quizá a veces sobreprotegemos demasiado al alumnado, y eso puede llegar a ser bastante contraproducente en cuanto a su concienciación. —ECP: ¿Y qué es lo principal que podría y debería hacer, por su parte, el resto de la sociedad? —DGL: Pienso que habría que trabajar en dos direcciones: una, la concienciación al respecto; y la otra, la de endurecer las sanciones. La primera sería lo mismo que he comentado en la respuesta anterior, pero aplicado a la sociedad en general. La segunda, pienso que los gobiernos tienen un papel fundamental en todo esto. Queda muy bien firmar protocolos de actuación y hacer una declaración de intenciones para emitir menos gases contaminantes, pero si después en la práctica no se cumplen y no hay sanciones severas por su incumplimiento, el asunto queda en papel mojado. Y eso de firmar compromisos inútiles y hacerse una foto para la prensa queda muy bonito, pero así no evitamos que los polos se sigan derritiendo ni que los osos polares salven sus vidas. —ECP: Se palpa el desencanto propio de nuestra posmodernidad en tus versos. Los deseos de armonía quedan arropados por la visión de derrota. Un entorno idóneo para hacer balance y dirigirnos hacia la reconciliación, hacia una concepción renovada del futuro o no. ¿Hacia dónde crees que se dirige la conciencia de nuestra época? —DGL: Lamento transmitir este tono pesimista, pero mucho me temo que el siglo XXI nos lleva hacia un futuro más oscuro. No hay más que ver el rumbo que está tomando la política internacional en Europa o EEUU. No parece que hayamos aprendido mucho de los errores cometidos. La humanidad parece tener memoria de pez para lo que no le interesa recordar. Por suerte, no toda la humanidad se comporta de forma tan irresponsable. El problema, como siempre, son los intereses económicos. Las grandes empresas multinacionales no están dispuestas a reducir un poco sus beneficios y, al ser quienes controlan todo, incluidos los medios de comunicación, saben silenciar las críticas hacia sus modos de actuar. Esperemos que cuando la mayoría de la población se decida (o se vea obligada) a actuar no sea demasiado tarde. —ECP: ¿Y cuál es el papel del artista —del poeta, en el caso que nos ocupa— en dicha transformación?
—DGL: El papel de cualquier artista siempre ha de ser el mismo: el de crear. Es lo que mejor sabemos hacer, así que debemos poner nuestras armas al servicio del bien común. Picasso reflexionó sobre ello cuando recibió el encargo por parte de la II República de pintar el Guernica. Por un lado, pensaba que un cuadro no sería capaz de frenar al fascismo, y eso es algo obvio. Una obra de arte, por sí sola y por muy genial que sea, poco puede hacer. Sin embargo, lo que realmente mueve a los creadores es eso: la creación. Si nuestras creaciones pueden colaborar, si pueden aportar un pequeño grano de arena más para conseguir una transformación (a mejor, por supuesto) de nuestra sociedad, creo que estamos en la obligación de seguir trabajando. Aun así, en mi caso no siempre escribo poesía social (aunque en ocasiones se me ha catalogado como poeta social). No suelo decidir con demasiada premeditación los temas sobre los que voy a escribir. Digamos que me voy dejando llevar por lo que me pide cada etapa de mi vida. Por ejemplo, mi segundo poemario, Corazón inmueble, aborda el tema del amor y el desamor, y no es algo que yo decidiese de manera consciente. Simplemente, en ese momento me salían esos poemas. —ECP: ¿Andas trabajando en publicaciones futuras? De ser así, ¿podrías adelantarnos las posibles temáticas? —DGL: Tengo varios frentes abiertos. —ECP: ¿Podrías adelantarnos las posibles temáticas? —DGL: Estoy trabajando en dos poemarios de manera simultánea, aunque avanzo lentamente en cada uno de ellos y los voy alternando. Quiero decir, que cuando me centro más en escribir poemas para uno de ellos dejo el otro en reposo, y viceversa. No puedo contar mucho más, pero sí diré que uno de ellos guarda relación con el mundo del arte contemporáneo, mientras que en el otro el tema principal es el paso del tiempo. Son dos proyectos muy motivadores para mí, pues son completamente distintos: uno de ellos por ser un tema poco explorado desde la creación poética, y el otro por todo lo contrario. El tiempo es uno de los grandes temas en la poesía, y sin embargo últimamente me siento muy atraído por reflexionar sobre el paso del tiempo y sus efectos.
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Entrevista realizada por BASILIO PUJANTE Ary Malaver es un profesor peruano afincado desde hace quince años en Estados Unidos. Allí da clases de lengua y literatura en la Universidad de North Georgia. Como investigador se ha ocupado, principalmente, de la minificción, tema sobre el que versa su ensayo La brevedad como poética (2019). Además, se acaba de estrenar como autor de ficción con el libro de microrrelatos, caligramas y haikus Incidentes (2019), recientemente publicado por la editorial Valparaíso. —EL COLOQUIO DE LOS PERROS: Como todo autor, supongo que llegaste a la escritura desde la lectura. ¿Cómo fueron tus orígenes como escritor? —ARY MALAVER: Me decanté por la escritura breve desde mis primeros cuadernos de adolescente. Luego, ya de adulto, comenzaron a fluir relatos cortos de todo tipo en los que lo conciso comienza a dar paso al bosquejo, es decir, a relatos en los que lo no dicho es componente esencial. Estos relatos mínimos son mayoría, pero aún escribo algunos más verbosos de una, dos, tres páginas. Incidentes es un volumen en el que se pueden observar todas estas aproximaciones a lo breve a las que me he referido. —ECP: Al igual que otros escritores de minificción (David Lagmanovich, David Roas o Juan Armando Epple), compaginas la producción ficcional con la investigación. ¿Por qué crees que es tan habitual en este género? —AM: Quizá tenga que ver con un proceso en el que confluyen la fascinación por lo breve con una manera particular de entender la realidad. Esta fascinación devendría en escritura creativa en aquellos investigadores que entienden que la teoría es otra forma de ficción (en cuanto mera interpretación de la realidad). En investigadores con tal visión, el salto hacia la microficción resultaría una transición sin mayores tensiones. O quizá para algunos todo se explica desde la irresistibilidad: lo breve resulta tentador en cuanto a sus exigencias particulares en el espacio-tiempo. Haciendo eco de la idea anterior, creo que esta irresistibilidad o fascinación por lo breve se explica también al considerar dos puntos. Al investigador de brevedades le resulta bastante común contemplar, y aquí uso una expresión de Alexandra Anderson-Spivy, “la magnitud en algo pequeño”. Y luego está el placer de completar una obra en poco tiempo. Como dice Roland Barthes: «Como le gusta encontrar, escribir, comienzos, tiende a multiplicar este placer: es por ello que escribe fragmentos: mientras más fragmentos escribe, más comienzos y por ende más placeres». La ficción más breve sería una puerta idónea hacia este placer continuo de la escritura, y, en la convivencia con su objeto de estudio, el investigador de brevedades pronto aprendería a explorar este placer. —ECP: ¿Cómo llegaste a este género tan minoritario? —AM: Fue en el año 2011 o el 2012, mientras hacía el programa de doctorado. Ya no recuerdo qué texto o autor llegó a mí. Pero fue entonces cuando empecé a leer todo sobre microficción, teoría y creación. —ECP: Dentro de este género, ¿quiénes son tus referentes? —AM: Más que nombres, la ficción breve que resuena más con mi manera de ver el mundo es aquella llena de todo tipo de vacíos y que busca (exige) ser completada en la lectura. Hay que señalar que este género se distingue por rasgos como el final sorprendente, el juego intertextual o el registro lúdico-irónico. La gran mayoría de relatos que propongo hoy se alejan de estos matices. —ECP: ¿Cuál fue el punto de partida para escribir Incidentes? —AM: La observación cotidiana y la mirada introspectiva. La vida, la mente, el ser, todo está lleno de incidentes: sucesos que nos ocurren y que tienen la capacidad de cambiar el orden de cosas en nuestro universo. —ECP: La mayoría de los textos del libro se alejan del esquema habitual del microrrelato (final sorprendente, intertextualidad). ¿Crees que este es un camino que debe transitar el género? —AM: Como en toda representación de la realidad, hay espacio para todo(s). Sin duda, a mayor diversidad de (re)visiones del mundo, más cercanos estamos a una riqueza de expresión que beneficia a todos. —ECP: Otro aspecto que diferencia tu libro de otros pertenecientes a la minificción es su importante componente filosófico. ¿Crees que es uno de los caminos que debe transitar el microrrelato en el futuro? —AM: Espero que esa sea una manera de abordar cosas no solo desde el género sino desde cualquier representación de la realidad. Ante la prisa y repetitividad de los días, hace bien hacer pausa para reflexionar y ver si es necesario cuestionar, resistir y proponer alternativas a lo usual y habitual. —ECP: Incluyes en Incidentes varios textos cercanos al haiku. ¿Qué te interesa de este género japonés? —AM: Sí, géneros como el haiga (texto en el que se yuxtapone un haiku y una imagen) y el senryū (primo del haiku más enfocado en la naturaleza humana que en la naturaleza exterior) tienen un poder evocativo que resulta superlativo por la escasa fisicalidad de estos textos. En estos textos mínimos, en ocasiones hay que completar sentidos; en otras la interpretación parece unívoca. Sea cual fuere el caso, todos ellos coinciden por su efecto epifánico en la lectora o lector. Estos rasgos estéticos están muy presentes en Incidentes. —ECP: También aparecen caligramas. ¿Crees que se puede integrar este juego tipográfico en la minificción?
—AM: Claro que sí. Al crear una imagen visual, el caligrama amplifica sentidos en un texto. Una configuración tipográfica cuidada permite que las palabras mismas desde su fisicalidad puedan enfatizar o sugerir todo tipo de asociaciones. Entonces la palabra es capaz de contar no solo por su contenido (su aspecto semántico) sino también desde su forma (las manipulaciones tipográficas sobre la letra). Debo agregar que, además del caligrama o la poesía concreta como referentes para los textos que calificas de caligramas, yo mencionaría también a la cábala hebrea. —ECP: Como peruano que vive y enseña en Estados Unidos, ¿en qué situación está la literatura escrita en nuestra lengua en este país? —AM: Hace poco leí una estadística en la que se reportaba setenta títulos traducidos del castellano al inglés en los Estados Unidos durante el año 2015. Un número modesto para un país donde se estima viven 42 millones de castellanoparlantes. Y, claro, lo que llega a traducirse suelen ser abrumadoramente selecciones desde el canon. Más allá del canon peninsular y latinoamericano, hay voces de particular interés para la región como lo son las literaturas del Caribe, México y Centroamérica. Obras que tienen como ejes temáticos la biculturalidad, los movimientos diaspóricos (desde estas regiones a los Estados Unidos y viceversa), la inmigración, o el sueño americano, todos elementos fundamentales en la fábrica de la realidad vital estadounidense. En cuanto a la ficción más breve en castellano, me parece que la obra de Ana María Shua es la única que se puede encontrar traducida al inglés. Sin duda, el etnocentrismo estadounidense sigue siendo una barrera a una mayor presencia de literatura de distintas latitudes. |
ENTREVISTAS
El Coloquio de los Perros. CABEZAS, ISMAEL
CAMARASA, RAFAEL CARBAJOSA, NATALIA CARIDE, ALBERTO CARRILLO, VIRIDIANA CÉLINE CEREZUELA, ANA CERVERA, RAFA CHEJFEC, SERGIO CHEJFEC, SERGIO [5] CHESSA, ALBERTO CHESSA, ALBERTO [Anatomía de una sombra] CHICO, ÁLEX CISNERO, ALBERTO COMAN, DAN CONTRERAS, NADIA CORTINA, ÁLVARO CRUZ, GINÉS DELGADO, DESIRÉE DÍAZ, ANA CLAUDIA DÍEZ, JOSÉ MANUEL DOMINIQUE A ELENA PARDO, CRISTINA ELKOURI, RIMA ESPEJO, JOSÉ DANIEL ESPEJO, JOSÉ DANIEL [Perro fantasma] FONT, VIOLETA GALÁN, JULIO CÉSAR GALÁN MOREU, SALVADOR GALÁN MOREU, SALVADOR [No fall] GALINDO, BRUNO GALLARDO, JOSÉ MANUEL GALLUD, EVA GALVÁN, ANI GAMBOA, JEYMER GARCÍA, CONCHA GARCÍA, DIEGO L. GARCÍA JIMÉNEZ, SALVADOR GARCÍA LÓPEZ, ERNESTO GARCÍA MELLADO, ISABEL GARCÍA-VILLALBA, ALFONSO GARRIDO PANIAGUA, RODRIGO GASS, CARLOS GINÉS, ANTONIO LUIS GINÉS, ANTONIO LUIS [Antonov] GÓMEZ, MACARENA GÓMEZ BLESA, MERCEDES GÓMEZ RIBELLES, ANTONIO GÓMEZ RIBELLES, ANTONIO [QUIROMANTE] GONZÁLEZ LAGO, DAVID GRACIA, ÁNGEL GROZO, DANIEL GUERRA NARANJO, ALBERTO HENDERSON, DAIANA HERNÁNDEZ, GALA HERNÁNDEZ, JULIO HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [EL DOLOR DE LOS DEMÁS] HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [ANOXIA] HERNÁNDEZ, MIGUEL ÁNGEL [TIEMPO POR VENIR] HERNÁNDEZ BUSTO, ERNESTO IRIBARREN, KARMELO C. JORGE PADRÓN, JUSTO KASZTELAN, NURIT LADDAGA, REINALDO LAYNA RANZ, FRANCISCO LEZCANO, YULEISY CRUZ LINAZASORO, KARLOS LLOR, DOMINGO LOBATO, FLORA LÓPEZ, PABLO LÓPEZ AGÜERA, FULGENCIO ANTONIO LÓPEZ KOSAK, ANDREA LÓPEZ MONDÉJAR, LOLA LÓPEZ MONDÉJAR, LOLA [Qué mundo tan maravilloso] LÓPEZ POMARES, ALEJANDRO LÓPEZ SANDOVAL, DAVID LÓPEZ SORIA, MARISA LOUZAO, ALICIA MACHUCA, LUIS MAESTRO, JESÚS G. MALAVER, ARY MANUELA, ADRIANA MARGARIT, LUCAS MARÍN, MARÍA MARÍN, MARIO MARÍN ALBALATE, ANTONIO MARQUARDT, ANJA MART, BLANCA MARTÍ VALLEJO, MAITE MARTÍN, RUBÉN MARTÍN GIJÓN, SUSANA MARTÍN IGLESIAS, VÍCTOR MARTÍNEZ CASTILLO, ANA MENDOZA, NURIA MESA, SARA MICÓ, JOSÉ MARÍA MIGUEL, LUNA MIRALLES, INMA MOGA, EDUARDO MOLINO, SERGIO (DEL) MONTEVERDE, JULIO MONTEVERDE SÁNCHEZ, CONCEPCIÓN MOR, DOLAN MORALES, JAVIER MORANO, CRISTINA MORENO, ANTONIO MORENO, ELOY MORENO, JAVIER MORENO, SEBASTIÁN MORENTE, ESTRELLA MOYA, MANUEL MUÑOZ, MIGUEL ÁNGEL NAVARRO, ÓSCAR NETO DOS SANTOS, MANUEL NIETO, LOLA NORDBRANDT, HENRIK NUÑO, SIHARA OLMOS, ALBERTO OREJUDO, ANTONIO ORTIZ, DEMIAN ORTIZ ALBERO, MIGUEL ÁNGEL PALOMEQUE, AZAHARA PAPELES DEL NÁUFRAGO [Antonio Lafarque y Aníbal García] PARDO VIDAL, JUAN PARRA SANZ, ANTONIO PEÑA DACOSTA, VÍCTOR PEÑALVER, PATRICIO PEÑAS, ESTHER PÉREZ CAÑAMARES, ANA [Querida hija imperfecta] PÉREZ CAÑAMARES, ANA [Las sumas y los restos] PÉREZ LEAL, AGUSTÍN PÉREZ MONTALBÁN, ISABEL PERONA, JESÚS PICÓN, EMILIO PRADA, JUAN MANUEL DE PRUDENCIO, JESÚS PUJANTE, BASILIO PUJANTE, MANUEL QUIJANO SÁNCHEZ, EDUARDO RÍOS, BRENDA RIVAS GONZÁLEZ, MANUEL ROBLES, SALVA RODRÍGUEZ, ALFREDO RODRÍGUEZ, ALFREDO [Urre Aroa] RODRÍGUEZ, ALFREDO [Días del indomable] RODRÍGUEZ JIMÉNEZ, ANTONIO RODRÍGUEZ PAPPE, SOLANGE ROMERO MORA, J.D. ROMERO MORA, J.D. [En el desvarío] ROSADO, JUAN JOSÉ ROSSELL, MARINA RUDEL, JAUFRÉ RUIZ GUERRERO, Mª CARMEN SALSE BATÁN, ALEJANDRO SÁNCHEZ, GINÉS SÁNCHEZ, GINÉS [2096] SÁNCHEZ, GINÉS [MUJERES EN LA OSCURIDAD] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [El nudo] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [FACTBOOK] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [LA CADENA DEL FRÍO] SÁNCHEZ AGUILAR, DIEGO [LOS QUE ESCUCHAN] SÁNCHEZ GÓMEZ, MARISOL SÁNCHEZ MARTÍN, LUIS SÁNCHEZ MARTÍN, LUIS [Pastillas debajo de la lengua] SÁNCHEZ MENÉNDEZ, JAVIER SÁNCHEZ ROBLES, MIGUEL SÁNCHIZ, ANTONI SANTOS, ABEL SCHWEBLIN, SUSANA SEÑOR, RUBÉN SERRANO, PABLO SORIANO, ADA SUANE, SAÚL TRIGUEROS, SARA J. ÚBEDA, ANABEL URÍA, JUAN MANUEL VAL, FERNANDO DEL VALDÉS, ANDREA VALERO, MANUEL VALLÈS, TINA VARAS, VALENTINA VEGA, MIGUEL VERA FIGUEROA, ALBA VICENTE, TERESA VICENTE CONESA, FRANCISCO VILA-MATAS, ENRIQUE Hemeroteca
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