EL COLOQUIO DE LOS PERROS
  • PRINCIPAL
  • POESÍA
  • FICCIONES
  • ENTREVISTAS
  • TRADUCCIONES
  • ARTÍCULOS
  • LA BIBLIOTECA DE ALONSO QUIJANO
  • INVITADO DE LA SEMANA
    • ANTIGUOS HUÉSPEDES
  • HEMEROTECA
    • FUERA DE PLANO
    • MUSEO DE BARATARIA
  • ÍNDICE DE AUTORES
  • CONTACTO
  • JOAN MARGARIT: UNO DE LOS NUESTROS

ARTÍCULOS

TOCAMOS TODOS LOS PALOS, INCLUIDOS LOS DEL FLAMENCO

LA VISIÓN DE RUBÉN DARÍO SOBRE ESPAÑA EN SU LIBRO "ESPAÑA CONTEMPORÁNEA"

19/5/2015

0 Comentarios

 
por PEDRO GARCÍA CUETO
        El gran poeta nicaragüense, cuya vida y obra todos conocemos, fue también un gran crítico literario, un hombre de prosa deslumbrante, que enamoró a sus contemporáneos, dejando páginas inolvidables en libros como Azul, esos cuentos que nos ofrecen un mundo mágico, un paisaje lleno de encantamiento. No solo Azul, también sus críticas a la España de la época fueron recogidas en España contemporánea, un libro que vio la luz en los últimos años del siglo XIX y que son un testimonio necesario para conocer la mirada de Darío al mundo, una luz llena de sabiduría, que triunfó en su poesía, pero que no desmereció en su prosa.

          España contemporánea nos obliga a mirar a un país atrasado, que Darío conoce muy bien, que ya ha visitado anteriormente, pero que ahora analiza con mirada de entomólogo, con la precisión del analista de una sociedad que debe evolucionar, para no perderse en la eterna mediocridad.

          El 1 de enero de 1898 el poeta llega a Barcelona, se topa con el mundo marino que aparece en La Barceloneta, con una ciudad prendada de luz, moderna ya por la influencia de la cultura y el arte entendido como voraz protagonista en tiempos, no solo los suyos, sino los de todos, de corrupción política y de injusticia social.

          Describe Las Ramblas, con ese pincel fino que lleva entre los dedos, con esos ojos de alquimista, que todo lo transforma en arte:

 
          En esta ancha calle, como sabréis, de un pintoresco curioso y digno de nota, baraja social, revelador termómetro de una especial existencia ciudadana. En la larga vía van y vienen, rozándose el sombrero de copa y la gorra obrera, el smoking y la blusa, la señorita y la Hermenegilda. Entre el cauce de árboles donde chilla y charla un millón de gorriones, va el río humano, en un incontenido movimiento.

 
          La Rambla es ya el trasunto de la modernidad, un lugar donde los nuevos tiempos bailan al compás de lo antiguo, para generar un porvenir necesario y fascinante en nuestro final de siglo XIX:

 
          Fuera de la energía del alma catalana, fuera de ese tradicional orgullo duro de este país de conquistadores y menestrales, fuera de lo permanente, de lo histórico, triunfa un viento moderno que trae algo del Porvenir; es la Social que está en el ambiente; es la imposición del fenómeno futuro que se deja ver;  es el secreto a voces de la blusa y de la gorra, que todos saben, que todos sienten, que todos comprenden, y que en ninguna parte como aquí resulta tan palpable en magnífico alto relieve.

 
          Darío ya presiente el futuro de la sociedad obrera, el mundo que se revela al señorito, que busca un lugar en la sociedad, que huye ya de la esclavitud de las relaciones laborales anteriores.
        Rubén Darío mira a la ciudad de Gaudí e intuye la Semana Trágica, que en 1909, llena de sangre las calles de la ciudad condal, donde los obreros se enfrentan en gran batalla contra la sociedad de clases que ha pervivido durante los siglos anteriores, obreros que se sientan al lado de dos aristócratas en una cafetería de la calle Colón y bebe su licor al lado de ellos, sin que estos se inmuten, donde el desprecio de unos hacia los otros ya revela lo que será el sangriento siglo XX.

        Pero Darío, gran poeta, va cincelando su España contemporánea, hace una semblanza del rey Alfonso XIII en este libro revelador, lo pinta en ese aire del pasado, como en una película de aquellas que adoraron nuestros abuelos, como la inolvidable Sissi, va en el carruaje, tiene ese aire de los Borbones que hereda algo de los Austrias, como si la sangre de ambos se mezclase en los salones donde el placer, la opulencia y la lujuria han sido emblemas de reyes, sin eludir una cierta tristeza y la melancolía de los locos, como en el rostro atormentado de Carlos II, señalando el rostro una cara esculpida con el detalle de los grandes romanos, como el amado Miguel Ángel:

 
          Iba el carruaje despacio, y así pude observar bien el aspecto de Su Majestad Infantil. No está tan crecido como los retratos nos hacen ver; pero muestra lo que se dice une bonne mine. Tiene la cara, ya señaladamente fijos los rasgos salientes, de un Austria, de un Felipe IV niño. Es vivaz y sus movimientos son los de quien se fortifica por la gimnasia. Los ojos son hermosos y elocuentes, la frente maciza sería un buen cofre para ideas grandes;  el cuerpo no es robusto, pero tampoco canijo.

 
          Pero Darío ama a España, sin dejar de hablar en este libro prodigioso y no tan conocido (para muchos Darío fue poeta, de los grandes, pero olvidan su labor crítica y su temperatura de prosista de alta calidad), de la narrativa americana:

 
          Surge ahora en Chile un talento joven que es firme esperanza; ha demostrado la contextura de un novelista de base nacional, sostenido por la propia cultura, la necesaria cultura; me refiero al hijo de Vicuña Mckenna; a Benjamín Vicuña Mckenna Subercasseux, de nombre un poco largo, para nombre de autor. Del Perú no conozco novelista nombrable, aunque hay buenos cuentistas entre los jóvenes literatos, lo que no es poco. Ricardo Palma ha podido realizar una obra que habría completado su fama de tradicionalista: la novela de la colonia.

 
          Darío conoce la novela que triunfa, pero pasea sus ojos de poeta por los rincones de España, tanto es así que admira a Menéndez Pelayo, confraterniza con Valle-Inclán y con los modernistas españoles, para hilvanar su literatura de cisnes y de paraísos maravillosos, mientras su desencanto va fraguando la tristeza que anida en Cantos de vida y esperanza (1905), el libro que rompe lo idílico y hermoso que anidaba en su célebre Prosas Profanas (1898).

          Darío conoce el poder de los Estados Unidos y los critica, como el imperio que empieza a ser y canta a España, como el imperio que ha declinado para siempre.
           Cuando releo este libro portentoso de Darío que tanto nos enseña de su visión de España, me detengo en sus palabras laudatorias acerca de Menéndez Pelayo, el sabio que tan joven sentó cátedra en España:

 
          Y cuando en la conversación amistosa escucho sus conceptos, pienso en un caso de prodigiosa metempsicosis, y juzgo que habla por esos labios contemporáneos el espíritu de aquellos antiguos ascetas del estudio que olvidara por un momento textos griegos y comentarios latinos. Es difícil encontrar persona tan sencilla dueña de tanto valer positiva, viva antítesis del pedante, archivo de amabilidades; pronto para resolver una conducta, para dar un aliento, para ofrecer un estímulo.

 
          Sin duda, Darío admira al sabio que no hace ostentación de ello, de conversación apasionante, en la modestia infinita del que se sabe mortal, del que duda de su propia presencia en el mundo, del que conoce la complejidad de todo  y la banalidad, a su vez, de cualquier espíritu trascendente.

          Y queda la imagen de la mujer española, para poner colofón a este repaso por la vena prosaica de Darío, por su coqueteo con el lenguaje de la buena prosa, con fino estilete, el de un creador de rápida imagen, de verbo sagaz y de clarividencia inigualable, un nicaragüense que es, sin duda, el padre de la literatura de la tierra posterior.

          En su visión de la mujer española, Darío nos habla de los tipos de mujer, como si poetizase al cisne, enamorado de ese dibujo impresionante que la mujer morena nos regala en nuestra bella Andalucía o la madrileña que pasea por las fiestas del quince de  Mayo:

 
          Hay distintos tipos que se imponen, pues en la Corte se hallan representadas las distintas provincias. Desde luego, la mujer suavemente morena, de un moreno pálido, cara ovalada, cuello colombino, boca sensual y mirada concentradamente ardiente, cuerpo en que se ritman felinas ondulaciones, y la rosada y firme de elasticidades, de cabellos dorados, un tanto gruesa; y la belleza decadente y tradicional, de los retratos en cuyas manos puso Pantoja tan preciadas gemas; rostros con algo de las figuras de los primitivos.

 
          El divino poeta conoce a la mujer, la escruta y sabe que en sus rostros se halla la virtud y el pecado, la eterna contradicción de los sexos que se aman y se repelen desde tiempos ancestrales. La española es, para el poeta, un cuadro donde mirar España, donde contemplar su belleza y sus sombras.
        Concluyo con esta sentencia dariana, dura afrenta que debe ser entendida en su contexto, pero que, desgraciadamente, pesa aún en los que vivimos las aulas cada día como docentes, esa idea de Darío de una educación prostituida por unos y por otros, siempre políticos que no entienden de enseñanza, sí de mezquinas afrentas al sentido común, que padecemos hoy día, de manera sangrante. En la España de la época, el problema no era un profesorado competente en manos de políticos incompetentes, como ahora, sino el de una España atrasada, donde ni los profesores tenían capacidad para serlo, porque no había una selección de rigor previa a la profesión docente. Darío, para no extenderme en un artículo duro y de gran hondura, sentencia:

 
          La ignorancia española es inmensa. El número de analfabetos es colosal, comparado con cualquier estadística. En ninguna parte de Europa está más descuidada la enseñanza.

 
          Considera a los maestros como desgraciados que suelen carecer de medios intelectuales o materiales para seguir otra carrera mejor. También cuestiona la enseñanza de memoria y de ser profesor en su púlpito de la Universidad de la época, salva a la Institución Libre de enseñanza, pero señala el fracaso de esa propuesta tan interesante en la España del XIX.

          Darío, en un artículo escrito el 8 de septiembre de 1899, nos habla de una enseñanza que condena a miles de estudiantes a la nada y a la ignorancia, ahora, si viviese, sabría que aún no hemos arreglado un tema tan importante y que las manos de la mala política nos condenan a la mediocridad para siempre. Darío fue y debe ser considerado un maestro, un precursor de las ideas de otros que hablaron del fracaso del sistema, de la necesidad de cambios sociales.  Darío merece, por todo ello, este homenaje a su labor de prosista, menos conocida y alabada que la de poeta.
0 Comentarios

EL CORAJE, TODAVÍA

15/5/2015

1 Comentario

 
por JOSÉ LUIS MARTÍNEZ CLARES

Poeta del instante, / se han parado las horas
”.
Pilar Quirosa-Cheyrouze

          Los partos son un capricho de la biografía: que uno nazca, por poner el caso, en el Tetuán del medio siglo; que tu nombre descanse en un Pilar; que algunos de tus apellidos se peinen a lo garçon; o que tengas que llegar hasta un rincón de un país arrinconado para dar forma a las sombras con la luz de la palabra, es buena prueba de ello. Desde el primer instante, el porvenir se rinde al azar y sólo un cúmulo de casualidades pudo conseguir que Pilar Quirosa-Cheyrouze (Tetuán, 1956) sea una poeta de Almería, pues, aunque llegase aquí después de un cierto periplo vital, ha sido en esta tierra de luz meticulosa donde ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria poética. Y esta tierra, que es una madre severa moderada por la luz tierna de la historia, una pasión extrema en la que el sol asfixiante invita a desprenderse de todo lastre, se ha convertido en el escenario natural que determina el lirismo, la cadencia y el aroma de sus versos. Pilar que nos escribe: Y, sin descanso, costea mi frente el mar. Ese mar antiguo, el rito inextinguible del agua, los tiempos ancestrales; el Mediterráneo empapando cada uno de sus recuerdos, fluyendo en la intensidad de los azules, llegando a nosotros a través del oleaje de la memoria; y el presente que nos parece un baño de sal en la bajamar de cada día.

          Pilar Quirosa es una de esas poetas de extensa producción que han sobrevivido, pese a todas las inclemencias sociales y culturales, a la desaparición de las clases medias literarias y que continúan en la brecha en unos tiempos en que publicar un libro te puede salir muy caro. Y esto no es ninguna metáfora. Es, además, una persona que se ha implicado, desde siempre, en los acontecimientos culturales de su ciudad, hasta tal punto que, con frecuencia, no resulta fácil discernir cuál es la vida cultural de Almería y cuál la de Pilar Quirosa.
        Acercarse a Pilar es acercarse a la poesía, pues siempre nos recibe con una sonrisa inabarcable (se diría que los verdaderos poetas no conocen el divismo) y, a partir de ahí, todo resulta emotivo porque por fortuna todavía quedan personas como Pilar, personas a las que alguien les regaló esa chispa que prende la llama inefable de una emoción, el fuego alucinado de la Poesía. De ahí que sea un placer escucharla en cualquiera de sus vertientes: cuando nos presenta al autor de turno con devota admiración (en la mayoría de los casos) y, cómo no, cuando es ella misma la que nos lee sus propios poemas (qué merito tiene leer bien un poema. No digo recitarlo. Hablo de leerlo bien. Leerlo como lo hace Pilar). Con frecuencia, sale uno de sus lecturas pidiendo asilo a la memoria, más receptivo y terrenal, ya entrada la noche, prometiendo hacerle caso a cada verso: Duerme tranquilo, / sólo se escucha al repartidor de niebla.

          Pilar pertenece, además, a ese linaje de poetas que sin pretenderlo nos orientan y enriquecen al resto. Pero ella nos ilumina como lo haría un verdadero docente: predicando con el ejemplo. Nos lo decía Luis García Montero en su última visita. Nos decía que no es bueno escribir del amor cuando uno está locamente enamorado, o abandonarte al dolor de los versos más trágicos cuando el drama oscurece tu vida, cuando nos bañamos diariamente en el gris del agua. Es mejor escribir con perspectiva, dejar madurar esos sentimientos irrevocables, dar vida a las palabras desde la contención, porque es ahí donde radica la emoción de un poema, en ese puedo y no quiero que tanto cultivó Rafael el Gallo o en el decoro de aquellas lágrimas que se atrincheraban en la garganta de Katharine Hepburn únicamente para que le vibrase la mirada. Es éste uno de los pocos principios poéticos que aún respeto y, ciertamente, lo aprendí leyendo a Pilar, leyendo ese dolor del que afirma Fernando de Villena que se nutren sus versos, el dolor que siempre queda como rastro inquebrantable del tiempo al pasar, un dolor que en sus poemas apenas nos duele porque lo viste con el lirismo emocionante, dulce, de la añoranza. Es la suya una poética de momentos inolvidables, de palabras atrapadas por la tela de araña del recuerdo, de preguntas retóricas para las que no hallaremos respuesta ni falta que nos hace. Porque cómo explicar que el amor, antes de morir, reserva un palco en el teatro de la memoria o que la intemporalidad es propia de las peores atrocidades humanas.

          Pero, del mismo modo, esta nostalgia de Pilar siempre mira hacia delante desde su torre vigía y nos acompaña sin hacer demasiado ruido, sin oscurecernos el pensamiento ni el porvenir. Por eso, me gusta que las tardes me sorprendan acariciando alguno de sus libros. Percibo, a tientas, mucha claridad en ellos. Otras veces, me anochezco, me demoro, me sumerjo tercamente en las playas de sus poemarios porque esas secuencias de poemas constituyen el perfecto habitáculo de los instantes que regresan. Leyéndolos, uno descubre que Pilar tiene la virtud de decir las cosas con la sinceridad que otros ya hemos perdido y, por su boca, nos preguntamos: Cómo escribir un poema / esperando el regreso de la luz, / la única estancia habitada.
           Afuera siempre es otoño y debe llover, pero yo imagino a Pilar escribiendo en una habitación iluminada por el retorno perecedero de los recuerdos, nadando contra las olas, aguardando el sol de la medianoche, y me pregunto si no serán la espera, la memoria, la palabra, las únicas luces que nos quedan. Gracias a ellas, a esas guaridas inexpugnables del poeta, Pilar se anticipó a todos los naufragios que habrían de llegar y ahora, como Hypatia —aquella primera Mujer a la que dedica un último poema— nos espera serenamente entre versos infalibles porque ésta es la hora / así lo han querido los astros, / el instante de dilapidar un sentimiento. Instantes siempre asociados a una canción, a una mirada, a una luz, o a confidencias como ésta: Parece que fue ayer, Vanessa, cuando / en el lejano recorrido pensábamos / que algún día te llamaríamos por tu nombre.

          Ah, Pilar, tal vez por todo esto sienta que, pese a las cosas que nos ha ido quitando la vida, seguiremos atravesando la arena de los días, leales como siempre a la inercia de la espuma, al balanceo de las olas, a la embaucadora luz del horizonte, porque, aunque muchos lo duden, a los náufragos nos queda el coraje, todavía.

1 Comentario

    ARTÍCULOS

    El Coloquio de los Perros.
    Revista de Literatura.
    ISSN 1578-0856


    LOS ESPACIOS COTIDIANOS
    RECEPCIÓN DE "LA REGENTA" EN SU TIEMPO
    EL MALESTAR DE LA CULTURA REFLEJADO EN "LA TIERRA BALDÍA"
    LA NATURALEZA DE LA NADA
    ECOS DE TENNYSON EN POETAS ESPAÑOLES DE HOY
    WYOMING EN LA POESÍA DE MIGUEL D'ORS
    LA LUCIDEZ ANTE LA VIDA DE MIGUEL CATALÁN
    LLAMA Y CENIZA EN LA OBRA DE BLAS MUÑOZ PIZARRO
    MÁS DE UN GRAMO DE DULZURA EN LA LITERATURA: LOS AUTORES REGALIZ
    DEJA QUE YO TE LO CUENTE
    ENSAYO DE UNA HIPÓTESIS (DIVAGACIONES SOBRE PINTURA)
    LA BÚSQUEDA DE HUYSMANS
    MORRICONE NO SOLO COMÍA SPAGUETTI
    CARLOS GARDEL Y JOAN TOMÁS
    LA ESCRITURA OBSTINADA: LOS CUENTOS DE JESÚS GARDEA
    "SEDA" DE ALESSANDRO BARICCO Y SU AFINIDAD CON HERMANN HESSE
    CONTEXTOS DE "EL AMERICANO" DE HENRY JAMES
    23 DE ABRIL. DÍA DEL IDIOMA
    EL DESBORDE EN LA POESÍA DE FRANCISCO LAYNA RANZ
    VERSOS CELEBRATIVOS Y EXQUISITOS: BASILIO SÁNCHEZ
    MEDITACIÓN POR LA PUREZA: NIEVE, SANGRE Y ÉBANO
    ASÍ LOS CREADORES
    UN NUEVO MODELO DE MUJER EN LA LÍRICA HISPANA DEL BAJO BARROCO
    LA LITERATURA DOMINICANA DEL SIGLO XXI
    OMNE ANIMAL POST COITUM TRISTE EST
    LA CUEVA DE MONTESINOS: UN DESCENSO A LOS INFIERNOS
    13 HABITACIONES PROPIAS EN UN CULIACÁN DESPUÉS DE LAS BALAS
    EL MUELLE DEL PUERTO GRANDE
    UN IMPERDONABLE OLVIDO DE LA LITERATURA ARGENTINA: LIBERTAD DEMITRÓPULOS
    AL OTRO LADO DE LA TRINCHERA HABÍA UN POEMA.
    EN TORNO A AFGANISTÁN: DIARIO DE UN SOLDADO
    DE GUILLERMO DE JORGE

    EL DESTINO Y LA IMPOSIBILIDAD DE SER FELIZ EN LA COSMOVISIÓN GRIEGA
    PICASSO Y LA POESÍA
    JACK FINNEY, DETECTIVE DEL TIEMPO
    "LA VIDA PERRA DE JUANITA NARBONI" DE ÁNGEL ÁZQUEZ: LA DIÉGESIS DE UNA NEUROSIS
    MÁNCHESTER: LA CAPITAL INGLESA DE LA MÚSICA ROCK (1976-1991)
    EL SÍNDROME DE KOTOV
    HOMENAJE A ANAHÍ LAZZARONI
    JOSÉ LUIS GARCÍA MARTÍN: COMO SI EL TIEMPO NO MURIESE
    KEROUAC EN BREST
    LA SANTA MENTIRA
    SOBRE POESÍA Y REDES
    PAPEL PINTADO
    SANTIAGO AGUILAR Y CARLOS GARDEL. EL ESPAÑOL QUE SUPO QUE EL REY DEL TANGO ERA FRANCÉS
    SILVA, COMO LOWRY
    DEL SILLÓN A LA JUNGLA
    ILDEFONSO RODRÍGUEZ: EL OFICINISTA DEL RÍO
    EL MUNDO DE 1984 Y SUS PARALELISMOS CON LA REALIDAD CONTEMPORÁNEA
    LA INFLUENCIA DEL PAISAJE EN LOS POETAS VALENCIANOS CONTEMPORÁNEOS
    EL PROGRESO EN LA CAVERNA
    UNA EXTRAORDINARIA APORTACIÓN A LA BIBLIOGRAFÍA GARDELIANA: "LA LÁGRIMA EN LA GARGANTA" DE YÉPEZ-POTTIER
    LA SOMBRA DE DELIBES ES ALARGADA
    PANFLETO CONTRA LA NOVELA NEGRA
    METÁFORAS CONTEMPORÁNEAS DE DIOS
    EMILIA PARDO BAZÁN, LIBROS Y CABALLEROS EN EL SIGLO XIX
    UNA NIÑA Y UN NOBEL
    PERSONAJES EN MANHATTAN
    LA HISTORIA DE AMOR (FALLIDA) ENTRE KIM Y THURSTON
    LA NOSTALGIA DE JAIME GIL DE BIEDMA EN "MORALIDADES" Y "POEMAS PÓSTUMOS"
    SESÉ, ME ACUERDO
    LA SAUDADE EN GARCÍA MÁRQUEZ
    HEMINGWAY Y LAS COINCIDENCIAS
    MEDITACIÓN DEL CANTÁBRICO
    VIGENCIA DE UNA LITERATURA INVISIBLE: ALFREDO PAREJA DIEZCANSECO
    DOS FOTOGRAFÍAS DE GUERRA
    NIETZSCHE EN VENECIA
    LA MIRADA AL MUNDO DE FERNANDO DEL VAL
    LAS CÉLEBRES ÓRDENES DE LA NOCHE: DESTIERRO, ASESINATO. LAS CICATRICES DEL MONSTRUO
    DON BALÓN DE BABA
    TERATOMA: REGRESO A LA METRÓPOLIS DEL SIMULACRO
    HOY HE CONOCIDO UN ÁNGEL
    LOS LUGARES AMADOS DE CÉSAR ANTONIO MOLINA
    POETA EN BUENOS AIRES
    ESCRITORES VALENCIANOS EN EL EXILIO DE AMÉRICA
    POR QUÉ RILKE VAGABA POR TODAS PARTES
    CARLOS MARZAL: REFLEXIÓN Y HONDURA EN EL SENTIR POÉTICO
    LA CONVERSIÓN DE LA VÍCTIMA EN VERDUGO
    FARROJZAD, UNA PASIÓN PERSA
    BREVE REVISIÓN DEL PRINCIPIO DE ECONOMÍA DEL LENGUAJE
    COLOMBIA, GUERRA Y PAZ
    POESÍA Y TRADUCCIÓN: UNA LECCIÓN DE GEOMETRÍA
    KJELL WESTÖ: SÓLO ARDEMOS UNA VEZ
    JOHN WILLIAMS Y SU ANTOLOGÍA DE POESÍA INGLESA DEL RENACIMIENTO
    TED KOOSER, CUANDO MENOS ES MÁS
    EL AURA DE GARCÍA MÁRQUEZ
    GAMONEDA INTERIOR: EL PASO AL VERSO VERDADERO
    ALFRED KUBIN O EL MOVIMIENTO NOCTURNO DE LA CONCIENCIA
    SHINY HAPPY PEOPLE? UNA DESMITIFICACIÓN DE LA VISIBILIDAD DEL UNDERGROUND NORTEAMERICANO
    NOTAS SOBRE EL ESQUIZORREALISMO
    CUBISMO PICTÓRICO. MODERNISMO LITERARIO. UNA ESTÉTICA COMPARTIDA ENTRE STEIN Y PICASSO
    SOBRE CASPER KANG: EXTRAÑOS LABERINTOS, BUCLES Y CAOS
    ESCRITORES QUE ENTRAN EN LA NOCHE
    DERIVAS SONÁMBULAS: SÍNDROME DE MOEBIUS
    JAVIER LOSTALÉ: LA POESÍA COMO LLAMA Y CENIZA
    LA POLICÍA SEMÁNTICA
    DISECCIONES DE LO COTIDIANO: FOLLAR O NO FOLLAR, HE AHÍ EL DILEMA
    HERAKLÉS: LA IMPORTANCIA DE SER DISTINTO. UNA VISIÓN DE LA HOMOSEXUALIDAD EN LA MIRADA DE JUAN GIL-ALBERT
    ¿A DÓNDE TE LLEVA PATRICK MODIANO?
    TRISTAN CORBIÈRE, EL POETA QUE DORMÍA EN UN ARCÓN
    ESTAR EN GUADALUPE CON SAINT JOHN PERSE
    JOSÉ ÁNGEL VALENTE, EL VER APASIONADO
    EL ALMA DE PACO MIRANDA: ELEGÍA EN CINCO MOVIMIENTOS CRONOLÓGICAMENTE DESORDENADOS (MÁS UN SUEÑO Y UNA PESADILLA)
    EMILY DICKINSON, EL HUÉSPED MÁS EXTRAÑO
    ALEJANDRA PIZARNIK: LAS PALABRAS ROTAS
    HOMERO EXPÓSITO: LA METÁFORA EN EL TANGO
    LA HONDURA HUMANA Y NARRATIVA DE JOSÉ LUIS SAMPEDRO
    POETAS QUE VAGAN POR PARÍS

    ARANOA. UN TEXTO IMPERFECTO
    ESTARÉ BESANDO TU CRÁNEO. "PRINCIPIO DE GRAVEDAD" DE VICENTE VELASCO

    SALZBURGO VISIONARIA DE TRAKL

    LOS AÑOS DE FORMACIÓN DE JACK KEROUAC

    HAFEZ, LAS TABERNAS MÍSTICAS

    ALGUNAS FUENTES FILOSÓFICAS EN LA NARRATIVA DE JORGE LUIS BORGES


    EDWARD LIMÓNOV: EL QUIJOTE RUSO QUE SINTIÓ LA LLAMADA A LA ACCIÓN

    PERO, ¿QUIÉN ERA FERNANDO PESSOA?

    EXILIO Y CULTURA EN ESPAÑA

    VIGENCIA DE LA RETÓRICA: RALPH WALDO EMERSON, MIGUEL DE UNAMUNO Y EL AYATOLÁ JOMEINI

    LA VISIÓN DE RUBÉN DARÍO SOBRE ESPAÑA EN SU LIBRO "ESPAÑA CONTEMPORÁNEA"

    LIBROS Y VOLCANES

    PUNTO DE NO RETORNO

    JOSÉ MANUEL CABALLERO BONALD: ENTRE LA NOCHE Y LA CREACIÓN

    PERROS CARIBEÑOS

    EL HIELO QUE MECE LA CUNA

    UN VIEJO QUE NUNCA SE RINDE EN EL KALEVALA

    NO FUTURE

    MUERTE EN VENECIA: DE LA NOVELA AL CINE

    NIKOLAUS LENAU, EL OLOR DEL ARMARIO

    GUILLERMO CARNERO: DEL CULTURALISMO A LA POESÍA ESENCIAL

    ARCHIPIÉLAGOS DE SOLEDAD DENTRO DE LA PINTURA

    JUAN GOYTISOLO, NUEVO PREMIO CERVANTES, LA LUCIDEZ DE UN INTELECTUAL CONTEMPORÁNEO

    LA INFLUENCIA DE LUIS CERNUDA EN LA OBRA DE FRANCISCO BRINES

    XU ZHIMO, PASIÓN POR EUROPA

    EL LENGUAJE POÉTICO, REALIDAD Y FICCIÓN EN LA OBRA DE JAIME SILES

    EL ENSAYO COMO PENSAMIENTO GLOBAL EN LA OBRA DE JAVIER GOMÁ

    DYLAN THOMAS EN EL CABALLO BLANCO DE NUEVA YORK

    DESIERTOS PARADÓJICOS, DESIERTOS MORTÍFEROS

    DOS POETAS ANDALUCES Y UNA AVENTURA EXISTENCIAL

    "NEO-NADA", DE DOMINGO LLOR

    EL SOMBRÍO DOMINIO DE CÉSAR VALLEJO

    SEFERIS EN LAS MONTAÑAS DE CHIPRE

    LAURIE LIPTON: DANZAS DE LA MUERTE EN UNA ERA DEL VACÍO

    MUJICA. LA SAPIENCIA DEL POETA

    IMITACIÓN Y VERDAD. JOHN RUSKIN

    LA OBRA LUMINOSA DE ÁLVARO MUTIS A TRAVÉS DE MAQROLL EL GAVIERO

    SIEMPRE DOSTOIEVSKI. REFLEXIONES SOBRE EL CIELO Y EL INFIERNO

    ANÁLISIS DEL PERSONAJE DE OFELIA EN HANMLET DE WILLIAM SHAKESPEARE

    SÁNDOR MÁRAI EN NÁPOLES

    EL QUIJOTE, INVECTIVA CONTRA ¿QUIÉN?

    ESQUINA INFERIOR DERECHA, ESCALA 1:500

    BAUDELAIRE Y "LA MUERTE DE LOS POBRES"

    "ES EL ESPÍRITU, ESTÚPIDO"

    CONEXIÓN HISPANO-MEJICANA: JUAN GIL-ALBERT Y OCTAVIO PAZ

    LADY GAGA: PORNODIVA DEL ULTRAPOP

    LA BIBLIA CONTRA EL CALEFÓN. LAS IMÁGENES RELIGIOSAS EN LOS TANGOS DE ENRIQUE SANTOS DISCÉPOLO

    VILA-MATAS, EL INVENTOR DE JOYCE. UNA LECTURA DE "DUBLINESCA"

    UNA BOCANADA DE AIRE FRESCO: EL NUEVO PERIODISMO

    COMO LA VOZ DEL ANIMAL NOCTURNO. BREVES ANOTACIONES SOBRE LA TRAYECTORIA POÉTICA DE CRISTINA MORANO

    LUBICZ-MILOSZ, EL PROFETA CALLADO

    JOHN BANVILLE: LA ESTÉTICA DE UN ESCRITOR CONTEMPORÁNEO

    MIROLAD PAVIC, LOCO COMO EL VIENTO DEL ESTE

    IVO ANDRIC, UNA NOCHE JUNTO AL DRINA

    KEN KESEY: EL MESÍAS DEL MOVIMIENTO PSICODÉLICO

    CINCUENTA AÑOS DE UN LIBRO MÁGICO: RAYUELA, DE JULIO CORTÁZAR

    LA INCOMUNICACIÓN Y EL GRITO

    QUEVEDO REVISITADO: FICCIÓN, REALIDAD Y PERSPECTIVISMO HISTÓRICO EN "LA SATURNA" DE DOMINGO MIRAS

    CRUZANDO EL DANUBIO CON ELÍAS CANETTI

    LAS RIADAS DEL ALCANTARILLADO

    MÚSICA EN LA VANGUARDIA: LA ESCRITURA DE ROSA CHACEL

    MULTIPLICANDO SOBRE LA TABLA DE LA TRISTEZA: UNA APROX. A LA TRAYECTORIA POÉTICA DE JOSÉ ALCARAZ



    ERNESTO SÁBATO, EL EXPULSADO DE CLASE

    RUBÉN DARÍO EN LOS TANGOS DE ENRIQUE CADÍCAMO

    THE VELVET UNDERGROUND ODIABAN LOS PLÁTANOS

    WILLIAM SAROYAN, NO ES PROPIO DE TI ESTAR MUERTO

    "TREN FANTASMA A LA ESTRELLA DE ORIENTE" DE PAUL THEROUX: EL VIAJE COMO FORMA DE CONOCIMIENTO

    EL TEMA DEL VIAJE EN LA PROSA FANTÁSTICA HISPANOAMERICANA


    GUERRA MUNDIAL ZEUTA

    LA HAZAÑA DE PUBLICAR UN NOVELÓN CON SOLO 25 AÑOS

    JACINTO BATALLA Y VALBELLIDO, UN AUTOR DE REFERENCIA

    EL OJO SONDA: LA MIRADA DE TERRENCE MALICK

    SURF Y MÚSICA: MÚSICA SURF

    EL PERSONAJE METAFICCIONAL DE AUGUST STRINDBERG


    MARCELO BRITO: PRIMEROS PASOS HACIA EL TREMENDISMO EN LA OBRA DE CAMILO JOSÉ CELA

    EPIFANÍAS JOYCEANAS Y EL PROBLEMA AÑADIDO DE LA TRADUCCIÓN

    EL VALLE DE LAS CENIZAS

    RASGOS BRETCHTIANOS EN "LA TABERNA FANTÁSTICA" DE ALFONSO SASTRE

    AL OESTE DE LA POSGUERRA. JÓVENES EXTREMEÑOS EN EL MADRID LITERARIO DE LOS CUARENTA

    LORD BYRON Y LA MUERTE DE SARDANÁPALO

    JUAN GELMAN. UNA MIRADA CARGADA DE FUTURO

    FRANZ KAFKA: UN ESCRITOR DISIDENTE

    Hemeroteca

    MAGIA Y POESÍA EN DR. FAUSTUS
    HAMLET, PRÍNCIPE DE LA INMORTALIDAD
    TRES RAZONES PARA LEER A ROBERTO JUARROZ
    EL POP ANIMADO
    LEONARD COHEN. EL PRÍNCIPE QUE CONQUISTÓ MANHATTAN

    Archivos

    Febrero 2021
    Enero 2021
    Diciembre 2020
    Noviembre 2020
    Octubre 2020
    Septiembre 2020
    Agosto 2020
    Julio 2020
    Junio 2020
    Abril 2020
    Marzo 2020
    Febrero 2020
    Diciembre 2019
    Noviembre 2019
    Octubre 2019
    Septiembre 2019
    Julio 2019
    Junio 2019
    Mayo 2019
    Abril 2019
    Marzo 2019
    Febrero 2019
    Enero 2019
    Diciembre 2018
    Noviembre 2018
    Octubre 2018
    Septiembre 2018
    Agosto 2018
    Junio 2018
    Abril 2018
    Marzo 2018
    Enero 2018
    Diciembre 2017
    Noviembre 2017
    Octubre 2017
    Septiembre 2017
    Julio 2017
    Mayo 2017
    Abril 2017
    Marzo 2017
    Febrero 2017
    Enero 2017
    Diciembre 2016
    Noviembre 2016
    Septiembre 2016
    Junio 2016
    Mayo 2016
    Marzo 2016
    Febrero 2016
    Enero 2016
    Diciembre 2015
    Noviembre 2015
    Octubre 2015
    Septiembre 2015
    Julio 2015
    Junio 2015
    Mayo 2015
    Abril 2015
    Marzo 2015
    Febrero 2015
    Enero 2015
    Diciembre 2014
    Noviembre 2014
    Octubre 2014
    Septiembre 2014
    Agosto 2014
    Julio 2014
    Junio 2014
    Mayo 2014
    Abril 2014
    Marzo 2014
    Febrero 2014
    Enero 2014

    Categorías

    Todos
    13 Habitaciones Propias
    1984
    23 De Abril
    Ahmed Oubali
    Ajedrez Y Literatura
    Alcantarillado
    Aldo Fresneda Ortiz
    Alejandra Pizarnik
    Alejandro Badillo
    Alessandro Baricco
    Alfonso Garcia Villalba
    Alfonso Garcia-villalba
    Alfred Kubin
    Alfredo Pareja Diazcanseco
    Alguien Volo Sobre El Nido Del Cuco
    Ana Garrido
    Anahi Lazzaroni
    Andres Garcia Cerdan
    Angelo Medina Lafuente
    Angel Vazquez
    Antologia De Poesia Inglesa Del Renacimiento
    Antonio Aguilar
    Antonio Barnes Vazquez
    Antonio Costa Gomez
    Antonio Gamoneda
    Antonioni
    August Strindberg
    Autoecos
    Autoficción
    Ayatola Jomeini
    Balduque
    Basilio Sanchez
    Baudelaire
    Bea Miralles
    Belen Lopez Marin
    Berlin
    Berta Guerrero Almagro
    Bibliografia Gardeliana
    Blancanieves
    Cadicamo
    Camilo José Cela
    Carlos Gardel
    Carlos Marzal
    Carmen Maria Lopez Lopez
    Caverna
    Cervantes
    Cesar Vallejo
    Ceuta
    Claudio Tedesco
    Colombia
    Concha Garcia
    Consuelo De Arco
    Cortazar
    Cristina Morano
    Cualiacan
    Cueva De Montesinos
    Daniel Garcia Arana
    Daniel Roca Blanco
    Dario
    David Baro
    Deledda
    Derek Walkott
    Dia Del Idioma
    Diego L Garcia
    Diego Reche
    Diego Sanchez Aguilar
    Dios
    Doctor Faustus
    Domingo Llor
    Domingo Miras
    Don Balon De Baba
    Don Quijote
    Dorothea Tanning
    Dublinesca
    Edicion Anotada De La Tristeza
    Edward Hopper
    Edward Limonov
    El Americano
    El Coloquio De Los Perros
    El Destino Y La Cosmovision Griega
    Elena Nicolas Cantabella
    Elias Canetti
    Elliot
    El Nuevo Periodismo
    El Quijote
    El Sindrome De Kotov
    Emilia Pardo Bazan
    Emilio Jose Alvarez Castaño
    Emily Dickinson
    Enrique Cadicamo
    Enrique Santos Discepolo
    Ernesto Sabato
    Esas Nubes Que Pasan
    España Contemporanea
    Exilio Y Cultura
    Exposito Montes
    Ezequiel Perez Plasencia
    Farrojzad
    Fernanda Ballesteros
    Fernando Del Val
    Fernando Leon De Aranoa
    Fernando Pessoa
    Fior Di Sardegna
    Flor De Cerdeña
    Francisco Brines
    Francisco Jota Perez
    Francisco Layna Ranz
    Gabo
    Garcia Lorca
    Garcia Marquez
    George Orwell
    George Trakl
    Gertrude Stein
    Grazia Deledda
    Guerra Mundial Zeta
    Guillermo Carnero
    Guillermo De Jorge
    Guillermo Montoya Gracia
    Gulag
    Hafez
    Hamlet
    Hector Tarancon Royo
    Hemingway
    Henry James
    Herakles
    Herman Hesse
    Homero Exposito
    Huysmans
    Ildefonso Rodriguez
    Insolacion
    Isa Perez Rod
    Ivo Andric
    Jacinto Batalla
    Jack Finney
    Jack Kerouac
    Jaime Gil De Biedma
    James Joyce
    Javier Alcoriza
    Javier Lostale
    Jesus Gardea
    John Williams
    Jorge Luis Borges
    Jose Alcaraz
    Jose Angel Valente
    Jose Ezequiel Perez
    Jose Filadelfo Garcia Gutierrez
    Jose Luis Fernandez Perez
    Jose Luis Garcia Martin
    Jose Luis Martinez Clares
    Jose Luis Sampedro
    Jose Manuel Caballero Bonald
    Joyce
    Juan Claudio Acinas
    Juande Mercado
    Juan Gil Albert
    Juan Gil-albert
    Juan Goytisolo
    Juan Luis Calbarro
    Juan Planas Bennasar
    Julio Cortazar
    Kalevala
    Ken Kesey
    Kim Gordon
    Kjell Westo
    Lady Gaga
    La Lagrima En La Garganta
    La Regenta
    Lars Von Trier
    La Santa Mentira
    Las Celebres Ordenes De La Noche
    Las Flores Del Mal
    La Tierra Baldia
    Laura Bohorquez
    Laura Gil
    Laurie Lipton
    La Vida Perra De Juanita Narboni
    Leonard Cohen
    Leonardo Josue Espinal
    Leopoldo Alas
    Libros Y Volcanes
    Literatura Dominicana
    Literatura Ecuatoriana
    Literatura Y Centroamerica
    Lonrot
    Lorente Garcia
    Los Desnudos Y Los Muertos
    Los Heraldos Negros
    Lou Reed
    Lowry
    Lubicz-milosz
    Lucciano Stola
    Luciana A. Mellado
    Luis Cernuda
    Manchester
    Manhattan
    Manuel Angel Gomez Angulo
    Manuel Guerrero Cabrera
    Manuel Puertas Fuertes
    Marcelo Brito
    Marco Sanz
    Marina Peñalosa Montero
    Marlowe
    Marta Ladri
    Marta Ledri
    Metaforas
    Miguel Catalan
    Miguel Delibes
    Miguel De Unamuno
    Miguel D'ors
    Milorad Pavic
    Muerte En Venecia
    Musica Y Surf
    Natalia Carbajosa
    Neo-nada
    Nestor E Rodriguez
    Nietzsche
    Nikolaus Lenau
    No Future
    Norman Mailer
    Octavio Paz
    Ofelia
    Pablo Picasso
    Paco Miranda Terrer
    Pascual Duarte
    Patrick Modiano
    Paul Theroux
    Pedro Blas
    Pedro Garcia Cueto
    Pedro Juan Gutierrez
    Pedro Pujante
    Pedrp Diego Varela
    Picasso Y La Poesia
    Pilar Quirosa
    Pintura
    Platano Warhol
    Poesia Y Redes
    Poetas Valencianos
    Policia Semantica
    Post Coitum
    Premio Cervantes
    Principio De Gravedad
    Quevedo
    Rafael Sanchez Ferlosio
    Ralph Waldo Emerson
    Raul Ansola
    Rayuela
    Rem
    Roberto Garcia De Mesa
    Roberto Juarroz
    Roger Torralbo
    Rosa Chacel
    Rosana Hidalgo Llorente
    Ruben Dario
    Ruby Fernandez
    Said Vladimir Ramirez Tellez
    Saint John Perse
    Salvador Galan Moreu
    Sandor Marai
    Santiago Aguilar
    Saroyan
    Saudades
    Scooby Doo
    Sebastian Mondejar
    Seda
    Seferis
    Sergio B. Landrove
    Sex Pistols
    Shakespeare
    Shakespearem Elena Nicolas Cantabella
    Shiny Happy People
    Siglo Xxi
    Silva
    Silvia Gallego Serrano
    Sonic Youth
    Sonny Rollins
    Strindberg
    Surf
    Tangos
    Ted Kooser
    Terrence-malick
    Tetatoma
    The-beach-boys
    The Waste Land
    Thomas Mann
    Thurston Moore
    Tremendismo
    Tren-fantasma-a-la-estrella-de-oriente
    Trilce
    Tristan Corbiere
    Tristan Tzara
    Ultrapop
    Un Dia Perfecto
    Vainamoinen
    Vanguardia
    Velvet-underground
    Venecia
    Vicente Velasco
    Vilamatas
    Viorel Rujea
    Visconti
    William-saroyan
    Wyoming
    Xu Zhimo
    Yepez-pottier
    Zombies
    Zoraida Sanchez Mateos
    Zorba El Griego

    Fuente RSS

Con tecnología de Crea tu propio sitio web único con plantillas personalizables.
  • PRINCIPAL
  • POESÍA
  • FICCIONES
  • ENTREVISTAS
  • TRADUCCIONES
  • ARTÍCULOS
  • LA BIBLIOTECA DE ALONSO QUIJANO
  • INVITADO DE LA SEMANA
    • ANTIGUOS HUÉSPEDES
  • HEMEROTECA
    • FUERA DE PLANO
    • MUSEO DE BARATARIA
  • ÍNDICE DE AUTORES
  • CONTACTO
  • JOAN MARGARIT: UNO DE LOS NUESTROS