FICCIONES
PEQUEÑOS RELATOS PARA ENTENDER EL MUNDO
LA BAILARINA SONÁMBULA LLEVA LOS OJOS ABIERTOS La bailarina sonámbula lleva los ojos abiertos, curados de viche. Las malas lenguas, no la mía, dicen que es una imitadora bogotana de La María del Carmen de Cali, la de Andrés Caicedo, cuarenta años después. Como si fuera una llorona loca, una Susana soca o San Juan despojada de sí misma, es más bien, digo yo, una usurpadora del ritmo de su madre. Quienes todavía se cruzan con ella en algún rincón oscuro de las madrugadas heladas, atiborradas de revulus de hombres abatidos y de jóvenes apurados, saben que no miento. Hablo conmigo mismo como si estuviera hablando con ella, contigo, esfinge solitaria, patinadora mocha, fañosa saltimbanquiaodora, acompasada perra de los dioses muertos: bailarina sonámbula. No te vistes de seda ni a la moda ni ciñes adornos de Menina fatal. Tu pelo corto, tus gafas caídas, tus largas bufandas que colgaban de la silla, no alcanzaban a decir nada de ti, era tu corsé interior el que te definía, como buena mujer bogotana de abolengos coloniales, descendiente de vascos mercaderes que en estas tierras se enriquecieron. Judía o mora o las dos, mora Morita Mora la la la Ladina, Dima, como un lamento guajiro de contrabando apretujado bajo los rieles del tranvía quemado. El origen, tu origen, es traqueteo de bueyes cansados, de mulas embarradas, de fango, fango fango, a lo Pete Rodríguez (el pete del Boogaloo, no el conde de Pacheco). Sabes que estoy hablando de ti en voz alta. ¿Te chocará cuando me escuches? Tintineo de copas de fondo acompañan este relato hecho de ron roneos, de una seguidilla de flashes de la memoria que lo azotan a uno a medida que el tiempo se disuelve, lenta y a la vez presurosamente como la escarcha de los viejos nevecones que no se desfrizaban solos, a los que había que apurar manualmente, cincelarlos con cuidado, evitando que el gas saturnal se escapara de su eterno cautiverio entre los hombres. Así como hay ladrones del fuego, los hay del hielo. Los del fuego buscan la libertad, los del hielo el olvido. Los desfrizadores somos parias, animales malditos, ratas de laboratorio que roen las partidas de matrimonio de las notarias. Ronroneadores del runrún: rinrrines congelados. Las sílabas se me pegan a la lengua seca. Dejaré de dictar un momento (...), salud, brinda conmigo por los muertos, nosotros, tómate este viche curado conmigo, bailarina sonámbula. Sé que estás despierta a esta hora, como aquel gato que vimos una vez en una posada de Honda. ¿Te acuerdas? Mi voz ahora es ronca. Quizá no la reconocerías si me escuchas hablar en la radio en mi programa de madrugada para los supuestos amantes del insomnio. A estas horas, buscando quien nos desfrice, a los ropavejeros tullidos, nos toca encomendarnos a San Felipe, el santo de los no madrugadores, de las gentes de poca fe que no creen que al que madruga dios les ayuda. El que trasnocha, con salsa, el diablo le jala las patas. “No firme el papel, no firme que va...”, cantaba Willie Colón ya sin Héctor ni Rubén, “ese hombre es el diablo te digo”, el infierno no son los otros, es cosa más íntima, es levantarse temprano a hacer vueltas en una notaria, a firmar los papeles de un divorcio, a hacer un trasteo, a cambiar las guardas de la nueva casa. Rompe saragüey. Rompe, digo rompe, no digo suelta, como en otros tiempos, cuando conocí a la bailarina. Ya lo sé, no le hablo a la misma persona, ya no tienes el pelo corto ni tus gafas cuelgan, ni usas bufandas. Eres más ligera ahora. Tu pelo largo se balancea y usas vestidos mas ceñidos. No vibrábamos en el mismo ritmo: tú flotabas, yo volaba. Agonías en la pista. Guaracha vs boogaloo. Guerra fría no declarada en la pista. Apriétame, no, sí, gira, no, sí, no te salgas del ritmo, sigue la melodía, Shame you fuckin trumpet... Reviéntate, sigue mi solo, haz tu solo ahora, vuela, no, flotemos, mira cómo bailan los cubanos de raíz, lo que dice Carpentier, Cabrera Infante, Miguelito Cuní... No, baba o roco Richi Ray, soy el rey del boogaloo... ¿Las paces? Una tregua. No nos gustaban los mismos sitios. Tú eras Ruñidera la faisana, yo trucutú el fariseo.
1 Comentario
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21/9/2022 04:41:37 am
Buenos días señor / señora,
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El Coloquio de los Perros. ALFARO GARCÍA, ANDREA
ALMEDA ESTRADA, VÍCTOR ALBERTO MARTÍNEZ, DIEGO ÁLVAREZ, GLEBIER ANDRÉS, AARÓN ARGÜELLES, HUGO ARIAS, MARTÍN ÁVILA ORTEGA, GRICEL AYUSO, LUZ BAUK, MAXIMILIANO BEJARANO, ALBERTO BELTRÁN FILARSKI, OLGA BOCANEGRA, JOSÉ BORJA, NOÉ ISRAEL CABEZA TORRÚ, JUAN CÁCERES, ERNESTO CAM-MÁREZ CAMACHO FERNÁNDEZ, GREGORIO CANAREIRA, A. D. CASTILLA PARRA, JOSÉ DAVID CASTRO SÁNCHEZ, JUAN CATALÁN, MIGUEL FONSECA, JOSÉ DANIEL
FORERO, HENRY FORTUNY i FABRÉ, CESC FUENTES, FRANCISCO FRARY, RAOUL GALINDO, DAVID GARCÉS MARRERO, ROBERTO GARCÍA-VILLALBA, ALFONSO GARCÍA MARTÍNEZ, AMAIA GARDEA, JESÚS GIORGIO, ADRIÁN GÓMEZ ESPADA, ÁNGEL MANUEL GUILLÉN PÉREZ, GLORIA GUTIÉRREZ SANZ, VÍCTOR HACHE, MYRIAM HAROLD BRUHL, KALTON HERNÁNDEZ, JOSÉ HERNÁNDEZ, JUAN FRANCISCO HERNÁNDEZ NAVARRO, MIGUEL ÁNGEL HINOJOSA, PAZ HIRSCHFELDT, RICARDO HIRSCHFELDT, RICARDO [EL ABANDONO] JUNCÀ, JORDI KOUZOUYAN, NICOLÁS LÓPEZ, DOMINGO LÓPEZ-PELÁEZ, ANTONIO LÓPEZ LLORENTE, JORGE LÓPEZ VILAS, RAFAEL MAHTANI, VIREN MARDONES DE LA FUENTE, ALEJANDRO MARTÍN, RAIMUNDO MARTÍNEZ COLLADO, GUILLERMO MÉRIDA, JAVIER / BARRETO, SERGIO MEROÑO, ANTONIO MILLÓN, JUAN ANTONIO MIRELES, JUAN MONTERO ANNERÉN, SARA MONTOYA JUÁREZ, JESÚS NORTES, ANDRÉS OLEZA FERRER, CARLOS (DE) ORMEÑO HURTADO, AARÓN OSORIO GUERRERO, RODRIGO OTAMENDI, ARACELI OUBALI, AHMED PANZACOLA, ELIOT PARDO MARTÍNEZ, SAMUEL PÉREZ ALONSO, ALBA PIQUERAS, CARMEN PUJANTE, BASILIO QUINTANA, JULIO RECHE, DIEGO REMEDI, ROBERTO A. RODRÍGUEZ GARCÍA, JUAN AMANCIO RODRÍGUEZ OTERO, MIGUEL ROSADO, JUAN JOSÉ RUCHETTA, MAURO SÁNCHEZ LOZANO, PILAR SÁNCHEZ MARTÍN, LUIS SÁNCHEZ SANZ, PEDRO SCHUTZ, LOLA SEGURA, ALEJANDRO SEVILLANO, ATILANO TOMÁS, CARMEN TORTOSA, JAVIER TRENADO, ENRIQUE URTAZA, FEDERICO VIDAL GUARDIOLA, NATXO Hemeroteca
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