EL COLOQUIO DE LOS PERROS
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EL COLOQUIO DE LOS PERROS

TRADUCCIONES

MUESTRARIO DE OTRAS LITERATURAS POSIBLES

MASCHA KALÉKO

16/12/2022

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DIE ZEIT STEHT STILL
 
Die Zeit steht still. Wir sind es, die vergehen.
Und doch, wenn wir im Zug vorüberwehen,
Scheint Haus und Feld und Herden, die da grasen,
Wie ein Phantom an uns vorbeizurasen.
Da winkt uns wer und schwindet wie im Traum,
Mit Haus und Feld, Laternenpfahl und Baum.
 
So weht wohl auch die Landschaft unsres Lebens
An uns vorbei zu einem andern Stern
Und ist im Nahekommen uns schon fern.
Sie anzuhalten suchen wir vergebens
Und wissen wohl, dies alles ist nur Trug.
 
Die Landschaft bleibt, indessen unser Zug
Zurücklegt die ihm zugemeßnen Meilen.
 
Die Zeit steht still. Wir sind es, die enteilen.
ES INMÓVIL EL TIEMPO
 
Es inmóvil el tiempo. Nosotros avanzamos.
Pero yendo en el tren, como aventados,
Parecen casa y prado, y rebaños que pastan,
Un espíritu que nos rebasara.
Alguien nos saluda y se disipa como en sueños,
Con casa y prado, árbol y poste eléctrico.
 
En un soplo, también el paisaje de la vida
Nos rebasa en pos de otra estrella,
Y ya nos queda lejos si se acerca.
En vano intentamos retenerlo,
Sabiendo bien que todo es un señuelo.
 
Queda el paisaje, mientras nuestro tren
Recorre millas que antes ha contado.
 
Es inmóvil el tiempo. Nosotros escapamos.
Traducción y nota: NATALIA CARBAJOSA


Foto
MASCHA KALÉKO (Chrzanów, 1907 - Zúrich, 1975). Poeta judeo-alemana perteneciente al movimiento de la Nueva Objetividad durante la República de Weimar, emigrada a los Estados Unidos y posteriormente a Israel, goza hoy de gran popularidad en Alemania gracias a versiones musicadas de sus poemas. Entre el desparpajo y la melancolía, la ironía y una cotidianidad urbana (berlinesa) acentuada por el uso de la métrica, Kaléko escribió poemas sobre el amor, el exilio y el desarraigo y el anhelo de plenitud que todavía suenan hoy, como uno de sus títulos, a “versos para contemporáneos”. En español destacan las antologías Tres maneras de estar sola, a cargo de Inmaculada Moreno (Renacimiento, 2012), y Hoja al viento, de Helena Cortés (Tresmolins, 2021).
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RAINER MARIA RILKE

24/2/2022

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HERBSTTAG
 
Herr: es ist Zeit. Der Sommer war sehr groß.
Leg deinen Schatten auf die Sonnenuhren
und auf den Fluren laß die Winde los.
 
Befiehl den letzten Früchten voll zu sein;
gib ihnen noch zwei südlichere Tage,
dränge sie zur Vollendung hin und jage
die letzte Süße in den schweren Wein.
 
Wer jetzt kein Haus hat, baut sich keines mehr.
Wer jetzt allein ist, wird es lange bleiben,
wird wachen, lesen, lange Briefe schreiben
und wird in den Alleen hin und her
unruhig wandern, wenn die Blätter treiben.
DÍA DE OTOÑO
 
Señor: ya es tiempo. Fue inmenso el verano.
Echa tu sombra sobre los relojes de sol
y haz que el viento sople por los prados.
 
Ordena que maduren los últimos frutos;
dales dos días más meridionales,
urge su sazón y luego añade
al espeso vino su último dulzor.
 
Quien aún no tiene hogar, ya no se hará uno.
Quien está solo ahora, lo estará por mucho tiempo,
velará, leerá, escribirá largas cartas
y paseará inquieto por las avenidas
de un lado a otro, mientras las hojas se agitan.

Traducción: NATALIA CARBAJOSA


Picture
RAINER MARIA RILKE (Praga, Imperio Austrohúngaro, 1875 - Val-Mont, Suiza, 1926). Es considerado uno de los poetas más importantes en alemán y de la literatura universal. Sus obras fundamentales son las Elegías de Duino y los Sonetos a Orfeo. En prosa se destacan las Cartas a un joven poeta y Los cuadernos de Malte Laurids Brigge.

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NINA BERBEROVA / RAISA BLOKH

4/5/2020

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NINA BERBEROVA
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YO ME QUEDO
 
Yo me quedo con lo que no se ha dicho del todo,
con lo que no se ha cantado del todo, no se ha terminado,
no se ha escrito hasta el final, en una sociedad secreta,
en la muda camaradería de los que no han triunfado,
los que vivieron revolviendo papeles
y que ahora hablan en susurros.
Llegaron a prevenirnos en nuestra juventud,
pero nosotros no deseábamos otro destino,
y, de hecho, no estuvo tan mal;
y, además, resulta que aquellos que no dejaron
de reír, no dejaron de bailar, nos tienen confianza.
 
No triunfamos, como muchos no triunfaron,
por ejemplo, toda la historia mundial
y, por lo que he oído, el universo mismo.
¡Pero cómo vibrábamos en el viento!
¿Y por qué? ¿Y acaso importa?
Hace mucho que robaron el equipaje en la estación
(eso nos contaron), y quemaron los libros
(eso nos enseñaron), se secó el río,
talaron el bosque, se quemó la casa,
y el túmulo vuelve a estar cubierto
de cardos (eso nos escribieron),
y hace mucho que el viejo vigilante dejó de trabajar.
 
No le arranquéis la forma al contenido
y dejad que os diga como despedida
que hemos hecho las paces con nuestro destino,
y vosotros seguid marchando alegremente,
avanzando en pelotón, presumiendo ante los viejos.
[1959. Traducción al inglés de Albert C. Todd]

RAISA BLOKH
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CHARLA INTRASCENDENTE...
 
Nos ha traído la charla intrascendente
caras e innecesarias palabras:
El Jardín de Verano, Fontanka y el Neva.
¿Hacia dónde voláis, palabras en tránsito?
Rugen aquí las ciudades de otros.
Salpican aquí los ríos de otros.
No seréis capturadas, escondidas, expulsadas.
Pero tengo que vivir, no rememorar tan sólo.
Para no volver a sentir dolor.
Nunca más iré por la nieve hasta el río,
las mejillas cubiertas por un pañuelo de Penza,
la mano enguantada en la mano de mi madre.
Eso fue; fue y ya no es.
Lo que ha sido, lo barrió la ventisca.
Por eso hay tanto vacío y tanta luz.
[Traducido al inglés por Nina Kossman]

Traducción y nota: NATALIA CARBAJOSA

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     En el año 2015, en un puesto de libros de segunda mano, un librero me vio revolviendo en la parte de literatura en otros idiomas y me hizo un gesto para que entrara a la zona interior de la caseta: «esto te va a interesar», me dijo. «Te lo dejo por diez euros». Y ahí estaban, más de mil páginas de poesía rusa del siglo XX traducida al inglés. La de la patria y la del exilio, los movimientos de vanguardia y los de la revolución, los grandes nombres (Madelstam, Ajmátova, Mayakovsky) y los silenciados, desconocidos o simplemente borrados por la indiferencia, el antologado más viejo nacido en 1837 y la más joven en 1971. Sólo la historia de su compilación a lo largo de décadas, tal y como la cuentan los editores Albert C. Todd, Max Hayward y Daniel Weissbort en el prólogo, daría para un guión que nada tendría que envidiar a las películas clásicas sobre la guerra fría. En este caso, el único objetivo de la operación, con muertes incluidas, era que la poesía venciera la división a la que la tenían sometida los dos bloques.

     Ya desde la caseta, leyendo de pie, pude apreciar la calidad de las traducciones. Poco a poco, comparándolas con las existentes en español, he confirmado esta primera impresión, siempre con la salvedad —no menor— de que no sé nada de ruso. Pero los poemas, la mayoría traducidos por los propios antólogos, “funcionan” como tales; tienen belleza, ritmo y visión, y transmiten a la perfección el breve perfil vital con el que cada autor es introducido.
     Con todas las prevenciones y objeciones que se le pueden y deben poner a una traducción no directa, incluyo aquí dos poemas que me he permitido verter a nuestra lengua, desde el inglés, a partir de dicha antología. De la primera autora, Nina Berberova (San Petersburgo, 1901 - Filadelfia, 1993), existe un amplio catálogo de novelas publicadas en editoriales como Circe o Contraseña, pero ningún poema. La segunda, Raisa Blokh (San Petersburgo, 1901 - asesinada en un campo de concentración nazi en 1943), apenas existen referencias en español.


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STACIA L. BROWN

6/12/2018

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EL ARTE DE SABER CUÁNDO RETIRARSE
         1
 
       Algunas veces olvidas quién eres. Es parte del asunto. Te preocupa el sustento, contar con suficientes ingresos, suficiente colchón para las vacas flacas que se alternan con períodos de trabajo más estable. Algunas veces escasean las comodidades. Otras, hay demasiadas. En el primer caso puede que te agobies. En el segundo, puede que te relajes demasiado. Rara vez los artistas consiguen el equilibrio. Somos muchos más los que prosperamos desde los extremos, los que nos movemos al límite.
         Está muy bien reconocerte como artista, dar por supuesto que, así como tus padres realizan sus propias películas o son artífices de sus asociaciones de ideas, también tú debes de tener esa capacidad. Pero antes de crecer y basar en ello tu sustento, quisiera urgirte a que lo reconsideraras.
         Esta semana estamos en Ryder Farm, una finca orgánica y sostenible y retiro de artistas en Putnam County, Nueva York. Somos una de las seis familias que hay por aquí, disfrutando del descanso de lo que se conoce como una beca de residencia. Nos alojamos en un conjunto de viviendas que han pertenecido a la misma familia desde finales del siglo XVIII. Te escribo esto un viernes de finales de julio. Es nuestro quinto día aquí. Me he pasado la semana tratando de recuperar la voz que creí perdida, no la voz de escritora en la que me apoyo con tanta fuerza para asegurarme las labores de freelance con las que te mantengo, sino la voz verdadera que anda por ahí, la que ha de rescatarme y hacer de mí una madre mucho mejor para ti. Tú te has pasado la semana venciendo el miedo a todos los insectos que corren y vuelan. Has hecho amistades nuevas, has admirado la flora y la fauna, y te has lanzado desde un bote hinchable a las aguas poco profundas del lago Peach. Las dos hemos sido valientes, que es lo que toda vida artística requiere.
        Los primeros días escribía a ráfagas, como viene siendo mi costumbre últimamente. Lo dejaba tan de repente como empezaba, y luego tachaba todo lo que había escrito. Acostumbrarse al descanso lleva tiempo; sobre todo si la realidad de la que te apartas para hacerle hueco te ha llevado a preguntarte con excesiva frecuencia, en los últimos tiempos, sobre la verdad fundamental: quién eres.
         Llevo toda la semana esperando respuesta acerca de un trabajo a tiempo completo, uno para el que me han hecho tres entrevistas pero que aun así quizá no consiga. Un puesto a tiempo completo es un concepto extraño para mí; es algo más que uno de los muchos entrevistadores mencionados al volver a repasar mi currículum. No he trabajado en una jornada de 40 horas, ni he tenido cobertura médica, ni de oculista, ni de dentista, ni he pagado un seguro de salud durante más de diez años. No sabría por dónde empezar si me los ofrecieran ahora. Pero los necesito en formas que espero que nunca tengas ocasión de imaginar, pues se me ha metido en la cabeza que mi valor como persona y como compañera y como madre han disminuido considerablemente sin ellos.
         Hasta hace poco creía en la retórica infantil de todos esos adultos bienintencionados en mi vida cuyos propios sueños salvajes habían sido domesticados tiempo atrás: “Pequeña, serás lo que quieras ser. Si crees en ello, lo conseguirás”.
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Stacia and her beautiful daughter © Stacia L. Brown
         Arrastré conmigo la confianza que me inculcaron a la universidad, y así me endeudé cuantiosamente a los 18. Me aferré a esta cuando conseguí mi primer empleo a tiempo completo a los 21, aunque su influencia perdió enteros cuando me despidieron nueve meses después, el día de mi 22 cumpleaños. Milagrosamente, aún debía de creer en ella cuando tenía 25 y solicité plaza en una de las universidades más caras de la zona, para hacer un máster en escritura creativa sin un solo céntimo en becas, ni más ni menos.
         Me costó salir adelante durante períodos continuados pero seguí escribiendo frenéticamente incluso en medio de los reveses. Habiendo sido la depositaria de las profecías de iglesia de niña, y de tantas manos posándose en mi frente para “insuflarme” la idea del futuro, creía sencillamente que me convertiría en una escritora de éxito. No importaba lo que tardase en florecer, estaba arraigada en el jardín correcto. A la porra las deudas; estaba decidida a doblar la apuesta.
          Pero ahora tengo casi 39 y soy tu madre. Dormimos en una cama individual en una habitación que compartimos con mi madre, en un apartamento que pertenece a mi abuela. Pocos se darían cuenta, cuando te ven tan risueña y sociable, de que a duras penas salimos adelante. Aunque ha habido razones para ello, más allá de mi obstinado empeño por seguir con un capricho de juventud, razones que incluyen el gasto extravagante de las guarderías y mi deseo de ser yo quien cuidara de ti, razones como querer verte —sobre todo cuando eras más pequeña— durante más de dos horas despierta por la noche, debería haber cedido antes a un mayor pragmatismo en la práctica de la vida adulta. He llegado a un punto, demasiado tarde quizá, en el que las opciones que tome debe guiarlas tanto el potencial de unos ingresos razonables y continuados, como un sentido, en parte erróneo, de estar prestándole algún tipo de servicio a la sociedad, sencillamente porque escribo.
         Sin dinero, al artista sólo le queda la pobreza idealizada. Y con dinero ajeno, dinero que se le concede o que gana en un concurso o regalado por algún magnánimo mecenas, en el mejor de los casos lo que hay es un alivio temporal. Mucho mejor ser el capitán de tu propio mercante. Ningún benefactor, aunque sea familia o cónyuge, constituye garantía de que vaya a financiar tu arte para siempre o siquiera hasta que éste sea rentable de verdad.
         Por necesidad y con pocas excepciones, los artistas de color siempre han tenido trabajos alimenticios. Trabajan en cubículos, bajo tubos fluorescentes, encerrados entre paredes coloreadas con los tonos más anodinos de cáscara de huevo. Están en las aulas de los colegios públicos o en mesas de negociaciones sin ánimo de lucro. Están limpiando mesas en restaurantes, cuidando de los bebés de otros mientras los suyos van al colegio. Se les supervisa de cerca o son ellos los que tienen que supervisar a fondo.
         Yo soy un caso entre los pocos que han esperado tanto en priorizar el cheque de una paga bisemanal. Uno entre los pocos que han asumido ese riesgo durante tanto tiempo y no han visto su utilidad antes de cumplir los 40. Sabía que había llegado el momento de buscar trabajo en el despacho de alguna institución, algún lugar con una máquina de café y una fotocopiadora que se atasca con exasperante frecuencia, cuando dejé de ser capaz de escribir con tal frenesí. Durante los últimos 18 meses me he levantado cada mañana con una cantidad cada vez menor de cosas que quiero decir e incluso con una confianza mínima en que a alguien le interese leerlo.
         Otra costumbre ligada a la profesión de artista: muy a menudo estamos solos. Esto está muy bien cuando las musas nos susurran con dulzura, cuando abunda el jugo creativo. Está muy bien cuando nuestra vida personal se encuentra en una calma relativa, y cuando no nos vemos obligados a defender lo que hacemos ante quienes no acaban de estar convencidos de que merezca la pena. Es más duro cuando las únicas voces que oímos, sentados ante una página en blanco, nos regañan.
          Espero haber sido hábil ocultándotelo, hija, pero no he estado bien. Ya no tengo las cosas claras. Ya no sé si puedo ser quien yo decidí creer que era.
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Mother and writer © Medium - Stacia L. Brown
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Womanhood © Stacia L. Brown
          2
 
      Cuando naciste, creí entender lo que suponía ser tu madre. Claramente, evolucionaba como mujer y como escritora. Fue la remontada de la euforia postparto. Tenía que documentar lo que estaba presenciando —básicamente, el ser humano que había ayudado a crear y que experimentaba su consciencia por primera vez fuera de mi cuerpo— y tenía que procesar lo que sentía —básicamente, una deconstrucción de todo lo que había sido, una renovación que abría espacio para un bebé—.
          Sólo cuando tú empezaste por fin a ser un poco independiente, a poder alejarte de mi lado algunos ratos, en algún momento de ese proceso dejé de escribir como actividad fundamental de mi identidad para escribir con el mero objetivo de ganar dinero para mantenerte. Es fácil que ambas cosas se confundan; también se solapan. Pero más o menos durante el último año se me ha ocurrido que sólo puedo escribir bien para ejercer de madre y que sólo puedo escribir bien sobre el hecho de ser madre cuando no descuido el resto de áreas de la vida que requieren evolución y adaptación y crecimiento. Con todo, hay simetría en el hecho de dedicar todo tu tiempo libre a una niña; cuanto más le dedicas, más te devuelve ella.
 
 
          3
 
         Quisiera que pensaras despacio y con profundidad sobre el hecho de ser artista porque mi mayor esperanza para ti es que vivas cada día comprendiéndote a ti misma. También quiero que conozcas el alivio de que los demás te comprendan. La existencia del artista dificulta en gran medida ambas aspiraciones.
         El escritor que insista en desempeñar un trabajo que se amolde a su proceso creativo vive en constante riesgo de una falsa representación. Si es de color y mujer y para colmo madre soltera, a duras penas conseguirá convencer a nadie —en ocasiones, ni siquiera a sí misma— de que lo que está haciendo es aceptable. No quisiera que cargaras con esa falta de autoconfianza.
        Pero bien sé que si tienes madera de artista, correrás hacia ello sin importante las advertencias. Crearás aun cuando los confines del capitalismo intenten avergonzarte por ello. Encontrarás tiempo, antes y después de cualquier trabajo alimenticio; y aunque no te aproveche ninguna otra cosa de todo esto, no calcules por favor el valor de un trabajo alimenticio.
       Contigo, claro está, quizá no tenga que preocuparme en absoluto de todo esto. Porque estoy segura de que recordarás esta semana en los años venideros. Por eso era tan importante traerte conmigo. Cuando seas mayor, sospecho que comprenderás con más claridad que lo que tu madre no se podía permitir monetariamente, sí le era accesible a través del talento. En ningún momento de este verano en paro habría podido pagar una estancia de seis días en una finca ancestral en Nueva York. Pero aquí estamos de todos modos porque resulta que sé qué palabras suenan mejor cuando las juntamos. Sé cómo colocarlas de un modo evocador. En mi mejor momento, puedo percibir con precisión hacia dónde han de ser conducidas para lograr el punto álgido de su poder.
           Incluso mientras mi crisis existencial reciente niega temporalmente ese talento, tú corres por un sendero boscoso sin preocupación, calculando por primera vez a qué velocidad te pueden llevar las piernas teniendo en cuenta el barro, la gravilla y las orugas. Estás aprendiendo que con tu humor puedes hacer que tus compañeros se sientan bien y estás percibiendo la quintaesencia de la hora tranquila del mediodía después de haber jugado sin parar toda la mañana. Por todo esto, tal vez no tengas que cuestionar la confianza que se puede ganar y recuperar al cuidado y en la compañía de artistas.
Traducción: Natalia Carbajosa


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This is hell © Stacia L. Brown
STACIA L. BROWN nace en Lansing, Michigan. Crece en Baltimore. Ha trabajado para publicaciones y periódicos como The Washington Post, New Republic, Rolling Stone, The Atlantic... Ha creado una colección de audios para su hija en formato podcast que ha sido considerado como uno de los Best New Podcasts 2017 y presentado en BBC Radio 4 y en el Festival Internacional de podcasts Third Coast.
Uno de esos podcast ha sido el seleccionado para su traducción aquí.
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THE BOOK OF KELLS

29/6/2018

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THE SCRIBE
 
A hedge of trees surrounds me
A blackbird sings sweetly
Above my well-ruled book
The birds sing far and wide
 
In a green cloak of leafy branches
The cuckoo sings her lovely chant
Protect me, Lord, on Judgement Day
Happily I write beneath the trees

EL COPISTA
 
Una fila de árboles me rodea
Canta un mirlo dulcemente
Sobre mi libro bien dispuesto
Trinan las aves a lo lejos
 
En un manto verde de frondosas ramas
Entona el cuco su apacible canto
Protégeme, Señor, el Día del Juicio
Contento escribo bajo la fronda
(Escrito en la gramática latina de Prisciano por un monje irlandés en San Galo, Suiza, a mediados del siglo IX).

ST. COLLUMCILLE THE SCRIBE
 
My hand is weary with writing
My sharp quill is not steady
My slender-beaked pen juts forth
A black draught of shining dark-blue ink.
 
A stream of the wisdom of blessed God
Springs from my fair-brown shapely hand:
On the page it squirts its draught
Of ink of the green-skinned holly.
 
My little dripping pen travels
Across the plain of shining books
Without ceasing for the wealth of the great--
Whence my hand is weary from writing.
SAN COLUMBANO EL COPISTA
 
Mi mano está agotada de escribir
Mi cálamo afilado ya no se sostiene
De mi pluma de fina punta sale
Un borrón azul oscuro de brillante tinta.
 
Una corriente de sapiencia divina
Fluye de mi mano digna y clara:
Surtidor que en la página arroja
La tinta del verde acebo raspado.
 
Goteando, viaja mi pequeña pluma
Por la llanura de libros relucientes
Sin cesar y a mayor gloria de los grandes:
De ahí que mi mano esté agotada de escribir.
(Poema del siglo XI en honor de San Columba (521-597). El Libro de Kells y el Libro de Darrow fueron escritos por sus seguidores).

10th-CENTURY RIDDLE CONCERNING
THE MANUFACTURE OF VELLUM

 
One of my enemies ended my life,
Sapped my world strength, afterward soaked me,
Wetted me in water…
Set me in sun, where soon I lost
The hairs which I had. And then the hard
Knife edge cut me…
Fingers folded me; and feather of bird
Traced all over my tawny surface,
With drops of delight…
 
Then for trappings a man
Bound me with boards, bent hide over me,
Glossed me with gold; and so I glistened
Wondrous in smith-work, wire encircled.
 
…Say what I am called,
Useful to man. Mighty my name is,
A help to heroes, and holy am I.

ADIVINANZA DEL SIGLO X
SOBRE LA FABRICACIÓN DEL PERGAMINO

 
Uno de mis enemigos acabó con mi vida,
Se bebió mi savia vital, después me empapó,
Cubierto de agua…
Me puso a secar al sol, donde pronto perdí
Todo el pelaje; y luego el duro
Filo del cuchillo me cortó…
Unos dedos me doblaron; y pluma de ave
Trazó signos sobre mi leonada superficie,
Con gotas de deleite…
 
Como sujeción, después, un hombre
Me encuadernó con madera, me cubrió con cuero,
Me barnizó de oro; y así brillé
Maravillosamente forjado, con pespunte de hilo.
 
…Di cómo me llamo,
Útil al hombre. Mi nombre es poderoso,
Ayuda de héroes, y sagrado soy.
 
(Libro de Exeter)

Nota y traducción por NATALIA CARBAJOSA
Imagen
Siguiendo el ejemplo del célebre poema del siglo IX escrito en irlandés antiguo ‘Pangur Bán’, en el que un monje describe en paralelo su actividad intelectual y la de su gato (uno persigue el conocimiento, el otro persigue ratones), los autores anónimos de estos poemas que se “cuelan” en los manuscritos iluminados medievales nos hablan de su actividad cotidiana, de las herramientas de escritura que utilizan, de un día a día asombrosamente cercano y conscientemente desviado de su labor principal, esto es, copiar las sagradas escrituras u otros textos de gran calado. Afirma Jaime Siles que Irlanda —los monjes irlandeses— salvaron gran parte de la cultura latina y hay que estarles agradecidos por ello. Podríamos añadir que también salvaron, con su capacidad para volverse sobre sí mismos, la distancia de los siglos que han transcurrido entre ellos y nosotros.
Tres poemas anónimos de la exposición de The Book of Kells en el Trinity College Dublin a partir de su traducción al inglés (según las versiones de dicha exposición)
Fotos de Natalia Carbajosa
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ANA BLANDIANA

26/3/2018

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COLINAS
 
Colinas, dulces esferas boscosas
Que en la tierra estáis medio escondidas
Para que también los muertos se alegren
De vuestra carne suave y redondeada,
 
Tal vez, un muerto como tú ahora,
Escucha cómo la eternidad madura,
Y recuerda antiguas vidas, una tras otra,
Y contemplándoos murmura:
 
Colinas, dulces esferas boscosas
Que en el aire estáis medio escondidas
Para que también los vivos se alegren
De vuestro espíritu infinitamente dulce…








de El sueño dentro del sueño -
Somnul din somn
(1977)


UNO
 
Eres hombre y mujer
(La esposa y el esposo, decía Orfeo)
Y sin embargo, Uno,
La cifra suprema y sola:
Hombre y mujer,
Un yo
Que domina conjuntamente                                         
El mundo de hombres y mujeres
Separados, incapaces
De recomponer un rostro.
 
Sólo fragmentos, migas, vidrio, arena                   
Imposible de unir,
De cuajar,
Hombres y mujeres,
Soledades incompletas,           
Que se reproducen tan frecuentemente,
A diferencia de ti,
Señor,
Que eres único y te has quedado solo.        
¡Qué triste imperio has elegido
Oh, Rey,
Hombre y mujer, en vano!








de El reloj sin horas  -
Orologiul fără ore
(2016)



EN UNA HERIDA
 
Vivimos en una herida
Sin saber
De quién es el cuerpo herido,
Ni la razón.
La única certeza es el dolor
Que nos rodea,
El dolor
Que nuestra presencia
Contagia
Cuando intenta curarlo…




de El reloj sin horas
- Orologiul fără ore (2016)

Traducción: Viorica Patea y Natalia Carbajosa

Imagen
ANA BLANDIANA (Timișoara, Rumanía, 1942). Figura legendaria de la literatura rumana, en la que ocupa un lugar comparable al de Anna Ajmátova o Vaclav Havel en las letras rusas o checas. Destacada opositora al régimen de Ceaușescu, Blandiana forma parte del grupo de escritores que concibieron su vocación literaria como una forma de resistencia moral. Autora de catorce libros de poesía, dos volúmenes de relatos fantásticos, nueve de ensayos y una novela, es la poeta rumana actual más internacional. De su obra se han traducido sesenta y nueve libros a veinticuatro lenguas.

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CYNTHIA HOGUE

25/2/2014

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TRAS LA CURVA

Está la persona que eras tú

hasta que fuiste tan impropia

en público, te quedaste sin

habla en el momento, más con-

 
fundida que sobre--

saturada, claro está, no lo bastante

saturada, bordando

sutilezas no su--

 
tiles,espléndido freno

en la lengua (si ese era tu objetivo)

tu sedosa

voz acariciando las cortinas de

 
tus ojos que se cierran, y ahora

inmóvil. Mirando hacia fuera.

Pensé decir: Sal de ahí, recupera

el juicio, ¿de dónde

 
regresas?

Tus colores verdaderos

—fue duro echar de menos

ese azur (mientras estás)— sangrando

por él. Pero hablemos de momento sobre

cómo acordar que sentir

(casi lo olvidas) no es más extraño

que tocar.

Imagen
BEHIND THE CURVE

Is the person who was you

until you were so unbecoming

in public, becoming speech--

less in the moment, more dis--

 
traught than over--

wrought evidently, not wrought

enough, embroidering

no nice nice--

 
ties, superbly tongue--

tied (if that was your aim)

your silken

voice rustling the curtains of

 
your eyes closing and you now

unmoving. Looking out.

I thought to say, Come out of it, come

to your senses, where

 
are you come back?

Your true colors--

that azure (as you’re)—bleeding

through was hard

to miss. But let’s talk for the moment about

how to convey that sense

(you’d almost forgotten) is no stranger

than touching.

ESTUDIO (SOBRE EL AMOR)

He estado todo este

tiempo en tránsito, que es como

decir sin un objetivo

claro en mente, de

 
hecho sin claridad de mente

como desde el fondo de un estanque

de plantas acuáticas, no los nenúfares

blancos y azules que pintó Monet casi ciego

 
sino el fondo turbio de verdes cañas

en agua lóbrega y moteada de luz.

¿Pasamos todos por

esta flotación de vez

 
en cuando en la que el yo no ve

al yo tan cerca en su empeño

por controlar, que es la urgencia

porque nada

 
cambie? Este deseo

aflora con diversas

pérdidas por las que —grandes o pequeñas--

nos aletargamos y de pronto vivimos

o morimos sin miedo. Casi

al despertar ayer soñé

con el “ínterin”: una palabra que

vi de través

 
mal pronunciada como “interum”, la in--

formación no mal informada

sino mal formada, la mente con--

fundiendo forma

 
y no contenido, revelando la verdad latente:

la “u” en lugar de la “i”

como un “sin cuyo Tú,

qué sería de mí”: el sueño de vuelta

 
al cuerpo, este episodio pasional

posible, como descubre la edad adulta,

el más salvaje sí del yo

cuando ayer desperté a ti.

ÉTUDE (ON LOVE)
 

I have been all this

while in transit which is to

say without a clear

aim in mind in

 
fact the mind feeling not clear

as if at the bottom of a lily--

pond, not the blue and

white nénuphars Monet painted going blind

 
but the mucky bottom with long green stems

in nubilous, light-flecked water.

Do we all go through

this floating from time

 
to time when the self cannot see

the self so close in its need

to control, which is the urge

to have nothing

 
change? This desire

surfaces with various

losses from which—great or small--

we go numb and suddenly can live

 
or die without fear. Almost

waking I dreamed yesterday

of “interim”: a word I

saw throughout

 
misspelled as “interum,” the in--

formation not misinformed

but misformed, the mind’s mis--

taking form

 
not content, revealing the truer within:

the “u” having replaced the “i”

like a “without which Thou

I could not be”: the dream come

 
back to body, this passional

possible, as middle-age discovers,

the self ’s wildest yes

when yesterday I woke to you.

Traducción: Natalia Carbajosa
Imagen
CYNTHIA HOGUE (Illinois, EEUU, 1951)

Creció en el estado de Nueva York. Ha publicado siete libros de poesía, siendo los más recientes Or Consequence (Red Hen Press, 2010) y The Incognito Body (Red Hen Press, 2006). Ha sido coautora del volumen de entrevistas y poemas When the Water Came: Evacuees of Hurricane Katrina, también de 2010 (UNO Press). Ha disfrutado de un sinfín de becas y estancias como autora, traductora e investigadora en universidades e instituciones norteamericanas. Como crítica ha publicado estudios sobre la poesía, entre otras autoras, de Emily Dickinson, Kathleen Fraser y Harryette Mullen. Entre sus trabajos de ensayo están We Who Love To Be Astonished: Experimental Feminist Poetics and Performance Art (U. of Alabama P., 2001), Innovative Women Poets: An Anthology of Contemporary Poetry and Interviews (U. of Iowa P., 2006), y la primera edición de la obra de H.D. The Sword Went Out to Sea (Synthesis of a Dream), by Delia Alton (U.P. of Florida, 2007). Ha impartido clases en la Universidad de Nueva Orleans y en la Universidad Bucknell en Pensilvania.

En la actualidad ejerce la docencia en la Universidad de Arizona y trabaja en una colección de ensayos con el título Wayward Thinking: Notes on Poetry and Poetics. Estos dos poemas pertenecen a su libro Or Consequence. Los poemas que os presentamos han sido publicados, tanto los originales como sus respectivas traducciones, en la antología editada por Scott Hightower Women Rowing (Mantis, 2012).


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    TRADUCCIONES

    El Coloquio de los Perros.
    Revista de Literatura.
    ISSN 1578-0856

    ANTOLOGÍA PALATINA
    1. ANACREÓNTICA

    THE BOOK OF KELLS

    AL HAZMI, ALI

    ANDRADE (DE), EUGENIO 

    ANGELOU, MAYA

    BERT, BENG


    BERTRAND, ALOYSIUS

    BHATTACHARYA, DEEPANKAR

    BIANU, ZENO


    BLANCHARD, MAURICE

    BLANDIANA, ANA

    BOUCHET, ANDRÉ (DE)

    BOURSON, GILBERT

    BOUVIER, NICOLAS

    BRODA, MARTINE

    BROWN, STACIA L.

    BUZZATI, DINO

    CALVET, VINCENT

    CAPRONI, GIORGIO

    CARDOSO, RENATO F.

    CASTRO (DE), MANUEL

    CÉSAR, ANA CRISTINA

    CHAMBON, JEAN-PIERRE

    CHAVAL

    CHESTERTON, G. K.

    CONTINI, DONATELLA

    CORSO, GREGORY

    COUTO, MIA

    COUTO, MIA [POEMAS]

    DEGUY, MICHEL

    DELANEY SPEAR, SUSAN

    DELERM, PHILIPPE

    DIMKOVSKA, LIDIJA

    DOMIN, HILDE

    DOMINIQUE ANÉ

    DOMINIQUE ANÉ [OKLAHOMA 1932]

    DRUMMOND DE ANDRADE, CARLOS

    DUPIN, JACQUES

    ELIOT, GEORGE

    ESPAGNOL, NICOLE

    ESPANCA, FLORBELA

    FERREIRA, VERGÍLIO

    FOLLAIN, JEAN

    GARCIA, JUAN

    GINSBERG, ALLEN

    GONZÁLEZ LAGO, DAVID

    GOZIS, GEORGE

    HAM, NIELS

    HAUTECLOCQUE, XAVIER (de)

    HÉLDER, HERBERTO

    HEMINGWAY, ERNEST

    HIERRO LOPES, BEATRIZ

    HIGHTOWER, SCOTT

    HOGUE, CYNTHIA

    IGLESIAS, XOSÉ

    JUDICE, NUNO

    KALÉKO, MASCHA

    KANDEL, LENORE

    KEROUAC, JACK

    KHAÏR-EDINNE, MOHAMMED

    KHENSIN, SUMITAKU

    KINNELL, GALWAY

    LACERDA, ALBERTO (de)

    LAYOS, ILÍAS

    LÉVIS MANO, GUY

    LUCA, GHÉRASIM

    LUCIE-SMITH, EDWARD

    MAULPOIX, JEAN-MICHEL

    MAWGOUD, MONTASER ABDEL


    MERWIN, W. S.

    MICHAUX, HENRI

    MIERMONT-GIUSTINATI, ADELINE

    MILTON, JOHN

    MOORE, MARIANNE

    MORENO, ANNA

    NAPORANO, FERNANDO

    NERVAL, GERARD (de)

    NILO NUNES, LUIZA

    OLIVEIRA (DE), ALBERTO

    PESSANHA, CAMILO

    PESSOA, FERNANDO

    PINTO DE AMARAL, FERNANDO

    PLATH, SYLVIA

    POZZI, ANTONIA

    PRÉVERT, JACQUES

    PROUST, MARCEL

    QUINTANA, MÁRIO

    RAMBOUR, JEAN-LOUIS

    RAMOS ROSA, ANTÓNIO

    RAMOS ROSA, GISELA GRACIAS

    RATROUT, FAHKRY

    RILKE, RAINER MARIA

    RODRÍGUEZ-MIRALLES, JORGE

    SANDA, PAUL
    SCHEHADÉ, GEORGE
    SEXTON, ANNE
    SOLWAY, DAVID
    TABORDA DUARTE, RITA
    TARKOVSKI, ARSENI
    TEASDALE, SARA
    TISSOT, MARLÈNE
    TZARA, TRISTAN
    VALÉRY, PAUL
    VAN OSTAIJEN, PAUL
    VANDERCAMMEN, EDMOND
    VIAN, BORIS
    VILLIERS DE LISLE-ADAM, AUGUSTE
    WALDROP, KEITH
    WILDE, OSCAR

    HEMEROTECA
    AMARAL, ANA LUISA
    LOPEZ-MUGURTZA, JUANKAR

    CategorÍAs

    Todo
    Adeline Miermont-giustiniati
    Albert C Todd
    Alberto De Lacerda
    ALI AL HAZMI
    Allen Ginsberg
    Aloysius Bertrand
    Ana Blandiana
    Ana Cristina Cesar
    Andre Du Bouchet
    Angel Gomez Espada
    Angel Manuel Gomez Espada
    Anita Savo
    Anna Moreno
    Anne Sexton
    Antologia Palatina
    Antonia Pozzi
    Antonio Ramos Rosa
    Arseni Tarkovski
    Arturo Jimenez Martinez
    Auguste Villiers
    Aurelia Lassaque
    Aysel Aliveya
    Babu Thaliath
    Beatriz Hierro Lopes
    Camilo Pessanha
    Carlos Drummond De Andrade
    Chaval
    Cynthia Hogue
    David Gonzalez Lago
    David Solway
    Deepankar Bhattacharya
    Dino Buzzati
    Dominique A
    Dominique Ane
    Donatella Contini
    Edmond Vandercammen
    El Cementerio Marino
    El Coloquio De Los Perros
    En Las Entrañas De La Alemania Nazi
    Enrique Morales
    Ernest Hemingway
    Eugenio De Andrade
    Fernando Juliá
    Fernando Moldenhauer Ruiz
    Fernando Naporano
    Fernando Pessoa
    Fernando Pinto De Amaral
    Florbela Espanca
    Galway Kinnell
    George Eliot
    George Gozis
    George Schehade
    Gerard De Nerval
    Gherasim Luca
    Gisela Gracias Ramos Rosa
    Gregory Corso
    Guada Ruiz Fajardo
    Guy Levis Mano
    Hamid Herischi
    Henri Michaux
    Henry Wadsworth Longfellow
    Herberto Helder
    Hogue
    Isaac Lopez
    Itzel Corona Villar
    Jack Kerouac
    Jacques Prevert
    Javier Merida
    Jean Cayrol
    Jean Follain
    Jean Garamond
    Jean-louis Rambour
    Jean-pierre Chambon
    Jorge Rodriguez-miralles
    Jose Luis Fernandez De Albornoz
    Juan De Dios Garcia
    Juankar Lopez-mugartza
    Juan Manuel Conesa Navarro
    Juan Manuel Portillo
    Jules Supervielle
    Keith Waldrop
    Kris Delcroix
    Laura Mongiardo
    Laurence Bouvet
    Leonore Kandel
    Lidija Dimkovska
    Lourdes Arenas Mazo
    Lucia Uria
    Lucy Leite
    Luiza Nilo Nunes
    Luz Ayuso
    Manuel Angel Gomez Angulo
    Manuel De Castro
    Manuel Puertas Fuertes
    Marcel Proust
    Marianne Moore
    Marie-claire Bancquart
    Mario Quintana
    Marlene Tissot
    Mascha Kaleko
    Maurice Blanchard
    Mawgoud
    Maya Angelou
    Mia Couto
    Miguel Angel Real
    Miguel-angel Real
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    Mohamed Ahmed Bennis
    Montaser Abdel Mawgoud
    Natalia Carbajosa
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    Nicole Espagnol
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    Nina Kossman
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    Oscar Wilde
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    Paul Sanda
    Paul Valery
    Paul Van Ostaijen
    Pedro Sanchez Sanz
    Philippe Delerm
    Pierre Mac Orlan
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    Raisa Blokh
    Rambour
    Raquel Madrigal Martinez
    Rilke
    Roberto Bernal
    Robinson Jeffers
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    Saint Pol Roux
    Sandra Santos
    Sankara Pillai
    Sara Teasdale
    Scott Hightower
    Sergio B. Landrove
    Stacia L Brown
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