EL COLOQUIO DE LOS PERROS
  • PRINCIPAL
  • CONTACTO
  • POESÍA
  • FICCIONES
  • ENTREVISTAS
  • TRADUCCIONES
  • ARTÍCULOS
  • LA BIBLIOTECA DE ALONSO QUIJANO
  • ESCRUTINIO DEL CURA Y EL BARBERO
  • MUSEO DE BARATARIA
  • HEMEROTECA
  • ÍNDICE DE AUTORES
  • JOAN MARGARIT: UNO DE LOS NUESTROS
  • DOSIER: 40 AÑOS DE LA OTRA SENTIMENTALIDAD
  • HOTEL VÍA LÁCTEA: JOSÉ ÓSCAR LÓPEZ
  • PRINCIPAL
  • CONTACTO
  • POESÍA
  • FICCIONES
  • ENTREVISTAS
  • TRADUCCIONES
  • ARTÍCULOS
  • LA BIBLIOTECA DE ALONSO QUIJANO
  • ESCRUTINIO DEL CURA Y EL BARBERO
  • MUSEO DE BARATARIA
  • HEMEROTECA
  • ÍNDICE DE AUTORES
  • JOAN MARGARIT: UNO DE LOS NUESTROS
  • DOSIER: 40 AÑOS DE LA OTRA SENTIMENTALIDAD
  • HOTEL VÍA LÁCTEA: JOSÉ ÓSCAR LÓPEZ
EL COLOQUIO DE LOS PERROS

TRADUCCIONES

MUESTRARIO DE OTRAS LITERATURAS POSIBLES

CHAVAL

30/6/2020

0 Comentarios

 
MOLIÈRE
 
Molière nació el 8 de enero de 1615 en Saint-Malo. Estudió francés y latín con el abad Denier de Royat, quien debiera morir más tarde. Su padre, comerciante de paños en Elbeuf, habría deseado que Molière le sucediera a la cabeza del negocio, pero el joven Molière carecía del buen gusto paterno para las telas. Después de pasar ocho años tras el mostrador familiar, una hermosa mañana se esfumó, provisto de una faltriquera no muy llena, el pobrecillo. Habiendo alternado con varios jóvenes de su edad, entabló amistad con uno de ellos, Pierre Simon; luego, en 1626, desposó a una viuda, doña Lucía Delettre. Murió en Limoges en 1652. Su joven hermano, Jean-Baptiste Poquelin, se hizo notar por unas cuantas, divertidas y bien construidas piezas de teatro.

CÓMO SE ELABORA UN PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
 
Pónganlo completamente desnudo en un local a 25o más o menos. Lávenlo con jabón verde, grosso modo, enjuáguenlo, séquenlo, dejando no obstante una ligera humedad que les permita hacer un dobladillo con las trazas grisáceas que pudieran persistir. Con un tampón de guata empapado en una buena agua de colonia, frótenle ligeramente toda la superficie a excepción de las mucosas, nada de talco. Según la temperatura exterior, vístanlo con una o dos ropas interiores de lana, la camisa, el pantalón, el chaleco, la gran enseña, zapatos; péinenlo y música, maestro. Buena suerte.

UNA CORRIDA DE TOROS
 
Antes de nada, déjenme describirles el terreno. Se trata de un largo rectángulo curvado, cuyos extremos se juntan a la manera de un hipódromo. Lo más divertido es observar a la multitud tan multicolor y excitada. Los preparativos duran mucho tiempo, tanto tiempo que incluso a uno lo invade el aburrimiento. Al fin, los picadores consiguen obligar a los toros a colocarse en la línea de partida, tarea que exige mucha paciencia. Al pistoletazo, los animales echan a correr. Algunos corren deprisa, otros con lentitud; los hay además que se detienen para rascarse, hecho que provoca abucheos y sarcasmos.
         —Se rascó, se rascó —grita la multitud, lo cual quiere decir «descalificado».
         El ganador es aquel que llega primero a su punto de partida cuando ha completado una vuelta, pues si vuelve a su punto de partida rehaciendo el camino recorrido, también él es «se rascó» y no cuenta, incluso si es el primero. No sé si me explico.

LEYENDA BRETONA
 
       Érase una vez un bretón llamado Le Palurduk. Marino de padres a hijos, gustaba de ver mundo y las tempestades más espantosas apenas si lo obligaban a dar marcha atrás. Se contentaba con observar fijamente el horizonte a través de su viejo pellejo curtido por el agua de mar y por medio de sus claros ojillos grises muy duros, que estaban curados de espanto. Una noche de invierno, mientras los equinoccios se precipitaban todo a lo largo de los costados de su cascarón de nuez, el Jean-Jacques Rousseau, soltó un juramento a destiempo, pues era creyente pero ya no muy joven. De repente, el mar desatado cedió su lugar a una hermosa joven en cueros y envuelta en una aureola.
         —Yves —le dijo ella—, formula dos deseos y te serán concedidos.
         —Quisiera un barógrafo —respondió Le Palurduk sin dudarlo.
         La jovencita extrajo de sus senos un lindo barógrafo, no muy nuevo pero en excelente estado.
         —Y ¿qué desea el señor de segundo? —prosiguió la desnudez.
         —Quisiera echarte un polvo, hija mía —respondió el viejo marino con la mirada encendida.
         Recibió entonces una de esas bofetadas de las que sí cuentan en la vida de un bretón y, luego, en el mismo instante, la aparición se desvaneció dejando sitio de nuevo a la tempestad. Así ocurrió la leyenda que acabo de narrarles.
Traducción y nota: MANUEL ÁNGEL GÓMEZ ANGULO


Imagen
CHAVAL (Burdeos, 1915 - París, 1968). Cuál sería nuestra reacción si a un especialista se le ocurriera incluir a Gila, El Roto o El Perich, pongamos por caso, en una antología poética. Eso fue lo que hizo el poeta Jean Orizet con el dibujante, cineasta y prosista francés Chaval, pseudónimo de Yvan Le Louarn. Autor de escritos y viñetas rebosantes de humor negro, perfiló de manera inmisericorde, con los trazos sencillos de sus ilustraciones, en las que incluía personas y animales, la multiplicidad e ilimitación de la estupidez humana. Colaborador de Paris-Match, Le Nouvel Observateur y Le Figaro, surrealistas y sarcásticos, sus trabajos fueron publicados en tres o cuatro volúmenes y en unos cuantos cortos de animación. Con un original equilibrio entre texto e imagen y una excelencia y vigor excepcionales, denunció lo insustancial de lo cotidiano, la irracionalidad y el invariable absurdo social, en la misma línea corrosiva que también observaron a su manera Serre o Reiser. En conflicto permanente con la existencia y su entorno, Chaval propinó un brusco e inesperado corte de mangas a la vida suicidándose a la edad de 53 años. Los cuatro pasajes traducidos pertenecen a sus Écrits [Escritos].

0 Comentarios

LUIZA NILO NUNES

21/6/2020

0 Comentarios

 
LENGUA
 
Cuando la noche cubre la piel de los bovinos
cuando hay lámparas encendidas en los ojos límpidos de los gatos
y los santos incendian en el espíritu de las avispas
 
Cuando la casa es una campana de vidrio
o una estufa de siniestros girasoles
y los muertos insisten en roer el luto blanco de las cortinas
 
Cuando te pido que apacigües el pájaro
esta paloma apoteósica ensangrentada entre mis dientes
es entonces ahí que los dedos brillan en el milagro
y que me barres todo el polvo arácnido de los cabellos
y que nombras estos anzuelos que traigo a la vuelta de la garganta
como láminas de tallo, las leves navajas asesinas
 
Es entonces ahí que me miras los pies embrutecidos
de palabras
con un agua tan salvífica, una vara de verdor
para que pueda levitar sobre este círculo de silencio
a la semejanza de un mártir que adolece entre las espinas
con rosas atravesadas en el aliento
 
Es que traigo una corona ardiendo de larvas en la cabeza
Y cuando la noche abate los huesos sobre la cama
Y hay raíces claustrofóbicas rasgándose en la boca
Y bultos lívidos atraviesan las paredes con sus vestidos
encorsetados
de desastre
todas las puertas se abren al paso de este grito
todos los cables más eléctricos se doblan
todas las aves se levantan al sonido cardíaco de los tiros
todos los gallos alardean la hierba húmeda del miedo
y mi lengua, enferma, es una llaga en silbido

LÍNGUA
 
Quando a noite cobre a pele dos bovinos,
quando há lâmpadas acesas nos olhos límpidos dos gatos
e os santos incendeiam no espírito das vespas
 
Quando a casa é uma campânula de vidro
ou uma estufa de sinistros girassóis
e os mortos teimam em roer o luto branco das cortinas
 
Quando te peço que apazigues o pássaro,
esta pomba apoteótica ensanguentada entre os meus dentes,
é então aí que os dedos brilham no milagre
e que me varres todo o pó aracnídeo dos cabelos
e que nomeias estes ganchos que trago à volta da garganta
como lâminas de talho, as leves facas assassinas
 
É então aí que me enxaguas os dois pés embrutecidos
de palavras
com uma água tão salvífica, uma vara de vedor
para que eu possa levitar sobre este círculo de silêncio
à semelhança de um mártir que adoecesse entre os espinhos
com rosas atravessadas no hálito
 
É que eu trago uma coroa a arder de larvas na cabeça
e quando a noite abate os ossos sobre a cama
e há raízes claustrofóbicas rasgando-se na boca
e vultos lívidos atravessam as paredes com seus vestidos
espartilhados de desastre
todas as portas se abrem à passagem deste grito,
todos os cabos mais elétricos se dobram,
todas as aves se levantam ao som cardíaco dos tiros,
todos os galos alardeiam a erva húmida do medo
e a minha língua, doente, é uma chaga em assobio

BARTOLOMEA, BENEDETTA
 
Mi amor
Sobre mis senos verterás la leche ansiosa de pasión
Sobre mi sexo posarás tu semilla
Mi carne infructuosa ha de servirte de plantío
y al despertar tendré en la boca un esplendor de magnolias
 
Mi amor
Cubrirás los ojos bíblicos de paloma
que en mi pecho se detiene, la pluma ligera de su soplo
y de su vuelo la transparencia y la lucidez
Tendrás en las manos un latido secretísimo de aves
 
Mi amor
Sé que vendrás sobre una yegua sin arreo,
un potro bello que incendie mis establos
y despierte en mi sangre la floración de una vid melindrosa
Es que nocturnos animales son mis hombros
aplastados por navajas de tristeza
Es que en los lienzos congelados de inviernos
mi boca sangra lirios dolorosos
 
Mi amor
Para que yo brille como los lirios
bombeados por la luz, tú llegarás
De tu caballo me vas a iluminar la oscuridad de su crin
De mi cuerpo su flor de invalidez 
 
Ven a visitarme, mi amor
antes que corte mis vestidos
o desate mis cabellos perfumados de menstruo
Antes que abra para los muertos la alegría de mi sexo,
el acuático sepulcro de mis peces color de rosa
 
Mi amor
Dagas de agua yacerás bajo mis pies
Mi piel que segrega hereditarias soledades
ha de ser limpia en las esponjas de tu beso  
Enjuagarás mi frente con la sangre de cordero
y andaremos sobre un círculo de balidos estridentes
De un solo golpe, palparás la cordillera de mis riñones
donde se aprietan las arterias
y los tentáculos de tenia
 
Entonces dirás que en mis gestos arde aún
el corazón de mariposa
Que mi útero blando trae la sombra del crío
Que mis labios de livores repercuten oraciones
que se levantan para las cúpulas de los ojos del crío
y mi amor es un efluvio violento
inflando rosas y naranjas en alpendres
Que mi cuerpo donde el amor se hizo aéreo y circular
ya se levanta de sus lívidos envoltorios de tinieblas
 
Entonces dirás: enfila perlas en la boca,
perfora los ojos de difuntos de cristales
para que brillen como espíritus
o lámparas en las aguas
 
Mi amor
Por una mezcla de cabello soleado
o el sangrar de una vid que se propague de mi valle
a tu boca,
invocarás la abadessa Benedetta
y el esqueleto de la hermana Bartolomea
Invocarás el jaspe negro de sus huesos
y lo ligero de sus finos talones
Clavarás en tu lengua crucifijos y palomas
Lentamente besarás sus rojos genitales
Y bajo el aliento de la vid
probaremos frutos cálidos y rojos que las novicias
morderán como secretos
 
Mi amor
Porque tu rostro fue tocado por la fiebre
Y el dedo fúnebre de dios
Porque sellaste tus párpados
En la sombra, eres mi hermana
En nuestros pulsos vengan pájaros volteados hacia las
viejas avenidas de la muerte
y atravesados de oscuras alondras y balas
nuestros vientres son servidos sobre la plata de los banquetes
Sobre ellos posarás la violeta, flor bubónica
De la noche en que nacemos
 
Mi amor
Donde termina la soledad de tu carne
mi carne principia

BARTOLOMEA, BENEDETTA
 
Meu amor
Sobre os meus seios verterás o leite roxo da paixão
Sobre o meu sexo pousarás tua semente
A minha carne infrutuosa há de servir-te de plantio
e ao acordar terei na boca um esplendor de magnólias
 
Meu amor
Povoarás os olhos bíblicos da pomba
que em meu peito se detém, a pluma leve do seu sopro
e do seu voo a transparência e a lucidez
Terás nas mãos um batimento secretíssimo de aves
 
Meu amor
Sei que virás sobre uma égua sem arreio,
um potro belo que incendeie os meus estábulos
e desperte no meu sangue a floração de uma videira melindrosa
É que noturnos animais são os meus ombros
esmagados pelas facas da tristeza
É que nos lenços congelados dos invernos
minha boca sangra lírios dolorosos
 
Meu amor
Para que eu brilhe como os lírios
bombeados pela luz, tu chegarás
Do teu cavalo hás de acender a escuridão da sua crina
Do meu corpo a sua flor de invalidez 
 
Vem visitar-me, meu amor
antes que eu corte os meus vestidos
ou desate os meus cabelos perfumados de mênstruo
Antes que eu abra para os mortos a alegria do meu sexo,
o aquático sepulcro dos meus peixes cor-de-rosa
 
Meu amor
Punhais de água deitarás sob os meus pés
A minha pele que segrega hereditárias solidões
há de ser limpa nas esponjas do teu beijo  
Enxaguarás a minha face com o sangue do cordeiro
e andaremos sobre um círculo de balidos estridentes
De um só golpe, apalparás a cordilheira dos meus rins
onde se apertam as artérias
e os tentáculos da ténia
 
Então dirás que nos meus gestos arde ainda
o coração da mariposa
Que o meu útero macio traz a sombra da criança
Que os meus lábios de livores repercutem orações
que se levantam para as cúpulas dos olhos da criança
e o meu amor é um eflúvio violento
inflando rosas e laranjas nos alpendres
Que o meu corpo onde o amor se fez aéreo e circular
já se levanta dos seus lívidos invólucros de treva
 
Então dirás: enfia pérolas na boca,
fura os olhos dos defuntos de cristais
para que brilhem como espíritos
ou lâmpadas nas águas 
 
Meu amor
Por uma mexa de cabelo ensolarado
ou o sangrar de uma videira que se alastre do meu vale
à tua boca,
invocarás a abadessa Benedetta
e o esqueleto da irmã Bartolomea
Invocarás o jaspe negro dos seus ossos 
e a leveza dos seus finos calcanhares
Cravarás na tua língua crucifixos e pombas 
Lentamente beijarás os seus vermelhos genitais
e sob o hausto da videira
provaremos frutos cálidos e rubros que as noviças
morderão como segredos 
 
Meu amor
Porque o teu rosto foi tocado pela febre
e o dedo fúnebre de deus
Porque selaste as tuas pálpebras
na sombra, és minha irmã
Em nossos pulsos vingam pássaros voltados para as
velhas avenidas da morte
e atravessados de obscuras cotovias e projéteis
nossos ventres são servidos sobre a prata dos banquetes
Sobre eles pousarás a violeta, flor bubónica
da noite em que nascemos
 
Meu amor
Onde termina a solidão da tua carne
a minha carne principia
Traducción: ARTURO JIMÉNEZ MARTÍNEZ


Imagen
LUIZA NILO NUNES (Porto Alegre, Brasil, 1989). Portuguesa de origen brasileño. Licenciada en Estudios Portugueses y Lusófonos por la Faculdade de Letras da Universidade do Porto y Máster en Estudios Editoriales por la Universidade de Aveiro. Es editora jefe de la revista Tlön. Ha traducido la antología Stigmata (Anjo Terrível, 2019) de Teresa Wilms y Os elementos terrestres de Eunice Odio (todavía por publicarse). Sus poemas y narraciones están publicados en diversas revistas y antologías.
0 Comentarios

GIORGIO CAPRONI

12/6/2020

0 Comentarios

 
FLOGIE
 
Quanti se en sono andati…
                                                                                              Quanti.
Che cosa resta.
                                                                                             Nemmeno
il soffio.
                             Nemmeno
il graffio di rancore o il morso
della presenza.
                                                  Tutti
se ne sono andati senza
lasciare traccia.
                                                        Come
non lascia traccia il vento
sul marmo dove passa.
                                                                               Come
non lascia orma l’ombra
sul marciapiede.
                                                          Tutti
scomparsi in un polverio
confusi d’occhi.
                                                   Un brusio
di voci afone, quasi
di foglie controfiato
dietro i vetri.
                                                Foglie
che solo il cuore vede
e cui la mente non crede.
HOJAS
 
Cuántos se fueron...
                                                   Cuántos.
¿Qué quedó?
                                     Ni siquiera
el aire.
                  Ni siquiera
el rasguño del rencor o el mordisco
de la presencia.
               Todos
se fueron sin
dejar rastro.
                             Como
no deja rastro el viento
en el mármol por donde pasa.
                                                                   Como
no deja huella la sombra
en el concreto.
                                      Todos
desaparecidos en el polverío
confuso de los ojos.
                                         Un murmullo
de voces afónicas, casi
de hojas respirando
detrás de los cristales.
                                            Hojas
que sólo el corazón ve
y que la mente no cree.

IL GIBBONE
 
                                                                                 A Rina
 
No, non è questo il mio
paese. Qua
fra tanta gente che viene,
tanta gente che va
io sono lontano e solo
(straniero) come
l'angelo in chiesa dove
non c'è Dio. Come,
allo zoo, il gibbone.
 
Nell'ossa ho un'altra città
che mi strugge. È là.
L 'ho perduta. Città
grigia di giorno e, a notte,
tutta una scintillazione
di lumi - un lume
per ogni vivo, come,
qui al cimitero, un lume
per ogni morto. Città
cui nulla, nemmeno la morte
mai, - mi ricondurrà.
EL GIBÓN
 
                                                                                                                               Para Rina
 
No, este no es
mi país. Aquí
—entre tanta gente que viene
y tanta gente que va--
yo estoy lejano y solo
(extranjero) como
ángel en la iglesia donde
no hay Dios. Como
gibón en el zoológico.
 
En mis huesos hay una ciudad
que me consume. Allá está.
La he perdido. Ciudad
gris de día y, de noche,
todo un destello
de fuego, una lumbre
para cada vivo, como aquí
en el cementerio, una lumbre
para cada muerto. Ciudad
que nada, ni siquiera
la muerte, me devolverá.
 


CONDIZIONE
 
Un uomo solo,
chiuso nella sua stanza.
Con tutte le sue ragioni.
Tutti i suoi torti.
Solo in una stanza vuota,
a parlare. Ai morti.

CONDICIÓN
 
Un hombre solo,
encerrado en su habitación.
Con todas sus reflexiones.
Con todos sus tropiezos.
Solo en una habitación vacía,
conversando con los muertos.

Traducción: ROBERTO BERNAL


Imagen
GIORGIO CAPRONI (Livorno, 1912 - Roma, 1990). Se dedicó a la enseñanza hasta que fue reclamado por las armas. Al final del conflicto, retomó la enseñanza en Roma, colaborando además en numerosos diarios, revistas y como traductor de autores franceses. Publicó los libros Stanze del funicolare (1952), Il passaggio d’Enea (1956), Il seme del piangere (1959), Il muro della terra (1975), Erba francese (1979), L’ultimo borgo (1980), Il franco cacciatore (1982), entre otros.
0 Comentarios

MARIANNE MOORE

4/6/2020

1 Comentario

 
LA MENTE ES UNA COSA ENCANTADA
 
es una cosa encantada
como el esmalte en un
ala de saltamontes
                    subdividido por el sol
                   hasta que las redes son legión.
Como Gieseking interpretando a Scarlatti;
 
como el pico
del apterix, o el
chal de lluvia del kiwi
                   de plumas de pelo, la mente
                   sintiendo su camino como a ciegas,
camina con los ojos en el suelo.
 
Tiene oído de memoria
que puede oír sin
tener que oír.
                   Como la caída del giroscopio,
                   verdaderamente inequívoco
cuando lo corrige la certeza reinante,
 
es un poder de
          fuerte encanto. Es
es como el cuello
                   de la paloma animado por
                   el sol; es el ojo de la memoria;
es la concienzuda incoherencia.
 
Arranca el velo; rasga
         la tentación, la
niebla que lleva el corazón,
                    de su ojo —si el corazón
                    tiene rostro; desarma
el abatimiento. Es fuego en el iridiscente
 
cuello de la paloma; en las
         incoherencias
de Scarlatti.
                   La falta de confusión pone
                   su confusión a prueba: no es
un juramento de Herodes que no pueda cambiar.
Imagen
MARIANNE MOORE (St Louis, Missouri, 1887, † Nueva York, 1972). Fue editora de la revista The Dial, dando a conocer a poetas como Bishop, Ginsberg o Ashbery. Como autora, su obra recibió importantes premios: Helen Haire Levinson Prize, Pulitzer, National Book Award, Bollingen... Su poesía fue inicialmente imaginista, pero luego maduró en cuanto a la versificación, estructuras rítmicas y temas. Destacan sus libros Observations (1924), The pangolin and other verse (1936), What are years (1941), Nevertheless (1944), A talisman (1955), Like a bulwark (1956), O to be a dragon (1959), The Artic ox (1964) o Tell me, tell me: granite, steel and other topics (1966).

Traducción: JAVIER ALCORIZA
1 Comentario

    TRADUCCIONES

    El Coloquio de los Perros.
    Revista de Literatura.
    ISSN 1578-0856

    ANTOLOGÍA PALATINA
    1. ANACREÓNTICA

    THE BOOK OF KELLS

    AL HAZMI, ALI

    ANDRADE (DE), EUGENIO 

    ANGELOU, MAYA


    ARMITAGE, SIMON

    BERT, BENG


    BERTRAND, ALOYSIUS

    BHATTACHARYA, DEEPANKAR

    BIANU, ZENO


    BLANCHARD, MAURICE

    BLANDIANA, ANA

    BOUCHET, ANDRÉ (DE)

    BOURSON, GILBERT

    BOUVIER, NICOLAS

    BRODA, MARTINE

    BROWN, STACIA L.

    BUZZATI, DINO

    CALVET, VINCENT

    CAPRONI, GIORGIO

    CARDOSO, RENATO F.

    CASTRO (DE), MANUEL

    CÉSAR, ANA CRISTINA

    CHAMBON, JEAN-PIERRE

    CHAVAL

    CHESTERTON, G. K.

    CHULLIKKAD, BALACHANDRAN

    CONTINI, DONATELLA

    CORSO, GREGORY

    COUTO, MIA

    COUTO, MIA [POEMAS]

    DEGUY, MICHEL

    DELANEY SPEAR, SUSAN

    DELERM, PHILIPPE

    DIMKOVSKA, LIDIJA

    DOMIN, HILDE

    DOMINIQUE ANÉ

    DOMINIQUE ANÉ [OKLAHOMA 1932]

    DRUMMOND DE ANDRADE, CARLOS

    DUPIN, JACQUES

    EDSON, RUSSELL

    ELIOT, GEORGE

    ESPAGNOL, NICOLE

    ESPANCA, FLORBELA

    FERREIRA, VERGÍLIO

    FOLLAIN, JEAN

    GARCIA, JUAN

    GINSBERG, ALLEN

    GIONO, JEAN

    GONZÁLEZ LAGO, DAVID

    GOZIS, GEORGE

    GRANDMONT, DOMINIQUE

    HAM, NIELS

    HAUTECLOCQUE, XAVIER (de)

    HÉLDER, HERBERTO

    HEMINGWAY, ERNEST

    HIERRO LOPES, BEATRIZ

    HIGHTOWER, SCOTT

    HOGUE, CYNTHIA

    IGLESIAS, XOSÉ

    JIYAN, RÊNAS

    JUDICE, NUNO

    KALÉKO, MASCHA

    KANDEL, LENORE

    KEROUAC, JACK

    KHAÏR-EDINNE, MOHAMMED

    KHENSIN, SUMITAKU

    KINNELL, GALWAY

    LACERDA, ALBERTO (de)

    LAYOS, ILÍAS

    LÉVIS MANO, GUY

    LUCA, GHÉRASIM

    LUCIE-SMITH, EDWARD

    McHUGH, HEATHER

    MAULPOIX, JEAN-MICHEL

    MAWGOUD, MONTASER ABDEL


    MERWIN, W. S.

    MICHAUX, HENRI

    MIERMONT-GIUSTINATI, ADELINE

    MILTON, JOHN

    MONTEIRO, KRISHNA

    MOORE, MARIANNE

    MORENO, ANNA

    NAPORANO, FERNANDO

    NERVAL, GERARD (de)

    NILO NUNES, LUIZA

    OLIVEIRA (DE), ALBERTO

    OSORIO GUERRERO, RODRIGO

    PESSANHA, CAMILO

    PESSOA, FERNANDO

    PINTO DE AMARAL, FERNANDO

    PLATH, SYLVIA

    POZZI, ANTONIA

    PRÉVERT, JACQUES

    PROUST, MARCEL

    QUINTANA, MÁRIO

    RAMBOUR, JEAN-LOUIS

    RAMOS ROSA, ANTÓNIO

    RAMOS ROSA, GISELA GRACIAS

    RATROUT, FAHKRY

    RILKE, RAINER MARIA

    RODRÍGUEZ-MIRALLES, JORGE


    SANDA, PAUL
    SCHEHADÉ, GEORGE
    SEXTON, ANNE
    SOLWAY, DAVID

    TABORDA DUARTE, RITA
    TARKOVSKI, ARSENI
    TEASDALE, SARA
    TISSOT, MARLÈNE
    TOURNIER, MICHEL
    TZARA, TRISTAN

    VALÉRY, PAUL
    VAN OSTAIJEN, PAUL
    VANDERCAMMEN, EDMOND
    VIAN, BORIS
    VILLIERS DE LISLE-ADAM, AUGUSTE
    WALDROP, KEITH
    WILDE, OSCAR

    HEMEROTECA
    AMARAL, ANA LUISA
    LOPEZ-MUGURTZA, JUANKAR

    CategorÍAs

    Todo
    Abdellatif Laabi
    Adeline Miermont-giustiniati
    Albert C Todd
    Alberto De Lacerda
    ALI AL HAZMI
    Allen Ginsberg
    Aloysius Bertrand
    Ana Blandiana
    Ana Cristina Cesar
    Andre Du Bouchet
    Angel Gomez Espada
    Angel Manuel Gomez Espada
    Anita Savo
    Anna Moreno
    Anne Sexton
    Antologia Palatina
    Antonia Pozzi
    Antonio Ramos Rosa
    Arseni Tarkovski
    Arturo Jimenez Martinez
    Auguste Villiers
    Aurelia Lassaque
    Aysel Aliveya
    Babu Thaliath
    Balachandran Chullikkad
    Beatriz Hierro Lopes
    Brigit Pegeen Kelly
    Camilo Pessanha
    Carlos Drummond De Andrade
    Chaval
    Cynthia Hogue
    David Gonzalez Lago
    David Solway
    Deepankar Bhattacharya
    Dino Buzzati
    Dominique A
    Dominique Ane
    Dominique Grandmont
    Donatella Contini
    Edmond Vandercammen
    El Cementerio Marino
    El Coloquio De Los Perros
    El Hombre Que Plantaba Arboles
    En Las Entrañas De La Alemania Nazi
    Enrique Morales
    Ernest Hemingway
    Eugenio De Andrade
    Fernando Juliá
    Fernando Moldenhauer Ruiz
    Fernando Naporano
    Fernando Pessoa
    Fernando Pinto De Amaral
    Florbela Espanca
    Galway Kinnell
    George Eliot
    George Gozis
    George Schehade
    Gerard De Nerval
    Gherasim Luca
    Gisela Gracias Ramos Rosa
    Gregory Corso
    Guada Ruiz Fajardo
    Guy Levis Mano
    Hamid Herischi
    Heather Mchugh
    Henri Michaux
    Henry Wadsworth Longfellow
    Herberto Helder
    Hogue
    Isaac Lopez
    Itzel Corona Villar
    Jack Kerouac
    Jacques Prevert
    Javier Merida
    Jean Cayrol
    Jean Follain
    Jean Garamond
    Jean Giono
    Jean-louis Rambour
    Jean-pierre Chambon
    John Liddy
    Jorge Rodriguez-miralles
    Jose Luis Fernandez De Albornoz
    Juan De Dios Garcia
    Juan Manuel Conesa Navarro
    Juan Manuel Portillo
    Juankar Lopez-mugartza
    Jules Supervielle
    Keith Waldrop
    Kris Delcroix
    Krishna Monteiro
    Laura Mongiardo
    Laurence Bouvet
    Leonore Kandel
    Lidija Dimkovska
    Lourdes Arenas Mazo
    Lucia Uria
    Lucy Leite
    Luis Machuca
    Luiza Nilo Nunes
    Luz Ayuso
    Manuel Angel Gomez Angulo
    Manuel De Castro
    Manuel Puertas Fuertes
    Marcel Proust
    Maria Tortajada Gallego
    Marianne Moore
    Marie-claire Bancquart
    Mario Quintana
    Marlene Tissot
    Mascha Kaleko
    Maurice Blanchard
    Mawgoud
    Maya Angelou
    Mia Couto
    Michel Tournier
    Miguel Angel Real
    Miguel Catalan
    Miguel-angel Real
    Mohamed Ahmed Bennis
    Montaser Abdel Mawgoud
    Natalia Carbajosa
    Natalia Velasco Urquiza
    Nicolas Bouvier
    Nicole Espagnol
    Nina Berberova
    Nina Kossman
    Nuno Júdice
    Oscar Paul Castro
    Oscar Wilde
    Pablo Franco Ortega Torres
    Paul Sanda
    Paul Valery
    Paul Van Ostaijen
    Pedro Sanchez Sanz
    Philippe Delerm
    Pierre Mac Orlan
    Rainer Maria Rilke
    Raisa Blokh
    Rambour
    Raquel Madrigal Martinez
    Renas Jiyan
    Rilke
    Roberto Bernal
    Robinson Jeffers
    Rodrigo Osorio Guerrero
    Russell Edson
    Rustam Behrudi
    Saint Pol Roux
    Sandra Santos
    Sankara Pillai
    Sara Teasdale
    Scott Hightower
    Sergio B. Landrove
    Simon Armitage
    Stacia L Brown
    Susan Delaney Spear
    Sylvia Plath
    Tatuxanym Myunusova
    The Book Of Kells
    Tran Nhuan Minh
    Tristan Tzara
    Vergilio Ferreira
    Vincent Calvet
    Viroica Patea
    W. S. Merwin
    Xavier De Hauteclocque
    Xose Iglesias

    Canal RSS

    ArchivOs

    Abril 2025
    Marzo 2025
    Diciembre 2024
    Septiembre 2024
    Junio 2024
    Mayo 2024
    Marzo 2024
    Octubre 2023
    Agosto 2023
    Junio 2023
    Enero 2023
    Diciembre 2022
    Noviembre 2022
    Agosto 2022
    Marzo 2022
    Febrero 2022
    Enero 2022
    Diciembre 2021
    Noviembre 2021
    Septiembre 2021
    Julio 2021
    Abril 2021
    Marzo 2021
    Febrero 2021
    Diciembre 2020
    Noviembre 2020
    Septiembre 2020
    Agosto 2020
    Julio 2020
    Junio 2020
    Mayo 2020
    Febrero 2020
    Diciembre 2019
    Septiembre 2019
    Agosto 2019
    Julio 2019
    Junio 2019
    Abril 2019
    Marzo 2019
    Enero 2019
    Diciembre 2018
    Noviembre 2018
    Octubre 2018
    Septiembre 2018
    Agosto 2018
    Julio 2018
    Junio 2018
    Mayo 2018
    Abril 2018
    Marzo 2018
    Enero 2018
    Diciembre 2017
    Noviembre 2017
    Julio 2017
    Mayo 2017
    Abril 2017
    Marzo 2017
    Enero 2017
    Diciembre 2016
    Noviembre 2016
    Septiembre 2016
    Julio 2016
    Junio 2016
    Marzo 2016
    Febrero 2016
    Enero 2016
    Octubre 2015
    Septiembre 2015
    Agosto 2015
    Julio 2015
    Abril 2015
    Marzo 2015
    Febrero 2015
    Diciembre 2014
    Noviembre 2014
    Octubre 2014
    Julio 2014
    Junio 2014
    Abril 2014
    Marzo 2014
    Febrero 2014
    Enero 2014

Con tecnología de Crea tu propio sitio web con las plantillas personalizables.