EL COLOQUIO DE LOS PERROS
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EL COLOQUIO DE LOS PERROS

POESÍA

NUESTRA PARTICULAR ANTOLOGÍA DE IMPERDIBLES

JAVIER ADRADA DE LA TORRE

2/6/2023

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No, not comfortable but home
Gloria Anzaldúa

CON el último rayo del día
asoma en el horizonte la silueta
de una gasolinera
 
hemos llegado tan lejos
y tan solo
para volver sobre nuestros pasos
hemos encontrado lo que
no sabíamos que buscábamos
y hoy regresamos con las manos llenas
de respuestas vacías
pero un poco menos enfermos
 
me gustan las gasolineras porque
nadie viene para quedarse forty-one
dollars at number five son el símbolo
de todo lo que llega y todo lo que
se marcha i knew you would
come back menos este hombre
que aquí trabaja y cada día and i knew
you would still be here contempla
historias que se detienen fugazmente
frente a los surtidores
 
este hombre que aquí trabaja
ahora me está mirando y se imagina
los mundos que habré visto desde aquel
último amanecer que pasé por este sitio
hace 129 días
seguro se imagina una larga travesía
por inhóspitos pinares y arcedos
y por valles y montañas y lagos
congelados y por una interminable
carretera y por ciudades
de nombres sagrados que tan solo
ha visto en internet y por pieles
de cuerpos extraños y por otras
viejas gasolineras donde
nadie
llega para quedarse
 
ojalá habitar su fantasía
pero yo me quedo con estos
caminos de hierro con nombres de pájaro
y con el recuerdo de mi noble
s.t.a.r.c.a.r.
una flecha negra hacia la muerte
un ángel ciego que huye
(oh a ti te deberemos nuestra apocalipsis)
 
no era mi intención
vomitar en verso libre sobre tus zapatos
pero no siempre controlo mi garganta
cerró los ojos antes de marcharse:
torres de espanto
y sin embargo
 
Con las primeras
sombras de la noche y con el viento frío
de una estación que ya no era la misma
tuvo la insoportable certidumbre
de que en el mundo no hay hogares
 
solo gasolineras

Foto
JAVIER ADRADA DE LA TORRE (Madrid, España, 1996). Es graduado en Estudios Hispánicos. Tiene dos novelas publicadas: La aurora de los girasoles (2014) y Espejismo de un dios (2017). Este poema es un adelanto inédito de su libro Gasolineras, que ganó en abril el XXII Premio Martín García Ramos de Albox y será publicado en 2024 por la editorial Difácil.
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luis machuca

6/5/2023

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CONJUNTO DE MANDELBROT
 
Era siempre el viraje hacia el riesgo o la nada, hacia el labio fecundo o la herrumbre. Un resquebrajamiento. La urdimbre de los días. Esa materia opaca o translúcida de la que la vida se alimenta. Para otra ceremonia, el hacha clavada en el centro del mundo: un golpe limpio y certero y después mil imágenes escindidas. Un universo fractal que se crea lentamente: una fracturación del mundo, un microorganismo que se expande buscando un lugar propio. Un mundo fragmentado que está en nosotros, que está también fuera de nosotros, que se divide y se subdivide y después se sigue dividiendo en formas geométricas irregulares que están en todas partes, que se crean con la mecánica de la iteración de patrones. Que son imágenes. Sistemas caóticos en los que también existe un orden y que se alejan de una representación euclidiana. Formas complejas, escalables. Submundos que contienen los mundos de los que se escindieron. El todo en la unidad: divisible innumerables veces. Y mil veces de nuevo, millones de veces volviendo a crear estructuras. Era siempre un viaje hacia el centro de la forma o hacia la periferia, hacia lo que convoca o hacia lo que divide, hacia lo que se pronuncia o hacia aquello que se calla. Ambivalencia que separa y reunifica donde caos y orden conviven inexorablemente. Eso que parece una mancha expandida y simétrica: una cardioide que forma clones si se cogen partes más pequeñas, quedará para siempre como una imagen que nos acompañará hasta el fin de los días.
Foto
LUIS MACHUCA (Madrid, España, 1962). Es graduado en Estudios Ingleses por la UNED. Ha publicado en algunas revistas y también poesía traducida al italiano. Este poema en prosa pertenece al libro inédito La mancha en la pared.
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RAFA GARCÍA JOVER

6/5/2023

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INTROITO
¿Por qué puedo entenderlo todo si no puedo hacer nada?
Mircea Cãrtãrescu
 
puesto que puedo verte, ¿por qué no te dejas ver?
Mircea Cãrtãrescu


puedo entender
la arquitectura del caballo
el oficio republicano
el retrato de la mujer
                    en el castillo
el cadáver que nunca huele mal
el sermón tras la manifestación
la escenificación de las ruedas de los caminos
                    en los garajes
el 8º episodio de la serie
la reproducción de las tres sillas
el estudio del mago en la tercera planta
el interior del centro
el trozo de cabeza que yace bajo el santo
                    en la iglesia
el falso mito del águila que sobrevuela
                    el rascacielos
lo directamente proporcional de la deforestación
                    de la amazonía con el aumento de piras
                    para la quema de cuerpos del pecado
el desnudo violento de las ventanas
                    en los museos
las piedras que tropiezan a mis pies y caen
                    de la torre al mar
                    patéticas
lo plano como proceso de sostenibilidad
la proliferación de la búsqueda difusa.
 
¿por qué puedo entenderlo todo si no puedo decir nada?

DRAMATIZAR LA VIDA
 
y no olvidarse el texto en un rincón
ni de salir a escena
borrar lo aprendido
¿quién da la entrada?
 
apartar de tu mente con hálito propicio
la sensación de haber estado
 
suspendida tras la impaciencia
demasiado tiempo
                    acabar ahogándote entre dos aguas.
 
acudir a los hombres para engañar
la sed que atormenta tus sentidos
¿quién da la entrada?
ya te toca. sal a escena y dramatiza con hálito propicio
la sensación de haber permanecido
ahí abajo ¿ves? demasiado tiempo.
 
y ahora es cuando ves tu reflejo
en el cristal lejano como el grito
de quien llora un cuerpo lleno / en ausencia
de parches que impiden
                    el cataclismo de las llamas
                    la desbandada de las alas.
 
nos dijeron.
 
testigo protegida nº 75, 16 años, prostituta

Foto
RAFA GARCÍA JOVER (Sant Joan d’Alacant, España, 1971). Es profesor de Valencià y Lengua Castellana y Literatura en ESO. Algunos de sus textos han aparecido en fanzines (El manifiesto azul; Carne para el perro) y en varias revistas literarias digitales. Su primer poemario Introducción y notas (Boria, 2020) y estos dos poemas pertenecen a su inédito segundo libro, Del privilegio de la ingravidez, de inminente publicación, también en Boria.

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JORGE LÓPEZ LLORENTE

28/3/2023

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NS/NC


Va a decir que sí.
                                    (Pero es que un «sí» es
                                    una estrella fugaz de saliva,
                                    mariposas de labios abiertos
                                    que atraen avispas diamantinas, engastadas
                                    en silencios y la sed de otros síes,
                                    alarmas pospuestas indefinidamente,
                                    un socavón, una abertura).
Quisiera decir que no
más a menudo, pero menos a su propio espejo.
                                    (Pero es que un «no» es
                                    un páramo inundado de plateados peces capturados.
                                    Una cicatriz invisible.
                                    El después de la anestesia, casi como cloroformo.
                                    Un cuchillazo de voz, limpio de óxido.
                                    Un por qué, una patada al aire, no, un resbalón.
                                    Un punto. Tinta corrida).
Así que su boca acaba siendo
nada
más que un «quizás».


Una X.
Suficiente, quizás.

SE BUSCA


Se buscan poemas que contengan
escondrijos para rifles,
de los que disparan balas de lágrimas
con silenciador.
Sólo para amenazar.

Se buscan poemas que contengan
un cuchillo enterrado en un desierto,
que espejee en un oasis afilado,
sólo visto de espaldas,
o un teléfono rojo, solo, en el fondo marino,
llamado sin respuesta,
donde naden sombras de tiburones.

Se buscan poemas que liberen
perfumes caducados,
como fugas discordes a piano, escupitajos cítricos,
que atraviesen los muros
y cierren ojos ajenos

a potenciales daños y posteriores arrepentimientos,
a mis búsquedas perdidas.

Se busca un poema que me contenga,
que me esconda por ahí:

me buscan.
Foto
JORGE LÓPEZ LLORENTE (Madrid, España, 1998). Es graduado en Lengua y Literatura Inglesa por la Universidad de Oxford. Su primer libro es el poemario Los ojos desdibujados (Olé, 2021). Ha publicado con nosotros el relato ‘Buscando piso’ y ahora nos da a estrenar una muestra de su poesía inédita.
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ADOLFO MARCHENA

17/2/2023

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EL SUEÑO DE LA RAZÓN HABITA EN GOYA
 
Prostitutas exigen la soledad
de las esquinas,
más dignas que la levedad
de un simple orgasmo,
más dignas que el dinero
y los billetes arrugados,
más dignas
que toda la mediocridad
refugiada en los bolsillos
de los proxenetas y su miedo
a perder el territorio
de un campo inexistente.
Jamás comprenderé el ocaso
de los dioses, la lastima, el pigmento
en la paleta de Goya y su veneno,
el saber y el gesto de quienes juzgan
a destiempo y sin fianza
la sentencia inútil, el sentido adulterado
en la balanza desequilibrada
de una justicia donde no comprenderé
—ni tú, ni yo, ni nadie--
los restos de saliva desperdigados
en las escombreras;
y en las esquinas
la prostitutas sonriendo porque saben
del futuro lo que ignoramos y llegará,
tarde o temprano, como un aguacero,
para que ellas, y sólo ellas,
atraviesen el reino de los cielos.
Foto
ADOLFO MARCHENA (Vitoria, España, 1967). Trabajó en varios programas de radio; dirigió las revistas Amilamia, Factorum, el fanzine Odaliana, y es autor de libros como Proteo: El yo posible, En mi barrio no hay Quijotes, Sin cielo bajo los tejados o su más reciente Ahora que me habitas (Passer, 2022), homenaje a su padre. Colabora con artículos, reseñas o entrevistas en publicaciones españolas e hispanoamericanas.

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MARIAN RAMÉNTOL

20/1/2023

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LOS LAGARTOS SE PIERDEN EN EL INTERIOR DE UN LIBRO
 
No hay punto de fuga 
cuando las manos se abren al incendio,
el sabor a nicotina te muerde la boca
y mi carne te descubre
en ese lentísimo poema que guardo en la solapa.
 
Es como un cultivo de interrogantes,
uno tras otro con las mismas dimensiones
y a pesar de tanta pregunta no llega el acorde correcto,
mis muertes no descansan, los lagartos se pierden
en el interior de un libro y además resulta
que desempolvar la tarde es un error,
y puede que te vaya la vida
si las persianas se mecen en si bemol
mientras la pared respira en do.
 
Sigue sin haber punto de fuga
y el incendio se ha ocupado ya de las manos.
 
Hay que vigilar la sima del sonido,
sus rincones tienen mi edad
pero no han acudido a ningún centro
de desintoxicación para narcisistas
y son muy peligrosos en este lentísimo poema
donde mi boca te reinventa
en los umbrales del crepúsculo.
LOS HUÉSPEDES DE MI NOCHE
 
El invierno en porciones bien dispuestas,
su curvatura colándose por el ventanal
de todas las habitaciones-vientre.
Los semáforos, con miedo en los ojos
y la fonética inadvertida, saltan
para venir a abrazar despacio
los terrores y misterios
que emparran mi jardín.
 
No se trata de paisajes,
océanos insostenibles o perfiles
que el polvo recupera del desuso.
Hablo más bien de los huéspedes de mi noche,
la incandescencia del sollozo
que avisa a los navíos
de la proximidad de un naufragio.
 
Y aún así los náufragos me besan,
tiemblan en mi mano sus historias
y siguen muriendo, una y otra vez,
en la humedad de mis paredes.
 
No cabe ya la oración, tan solo lunas
y sus lápidas marinas.


Foto
MARIAN RAMÉNTOL (Barcelona, España, 1966). Traductora y directora de la revista cultural La Náusea [lanausea2000.blogspot.com]. Miembro del grupo musical O.D.I., con el que ha editado vídeo-libros y diversos álbumes, además de bandas sonoras de cortometrajes. Ha trabajado con músicos experimentales en múltiples recitales y performances. Ha traducido a poetas contemporáneos italianos al catalán y al castellano. Ha publicado diecisiete poemarios. Ha sido traducida al inglés, alemán, italiano, rumano, armenio, portugués, búlgaro y estonio.
Estos poemas pertenecen al libro inédito Mi fonética de calcetín zurcido.
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EMILIO SIERRA GARCÍA

15/1/2023

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DORMIUNT VIGILAT
(Donetsk, diciembre 2022)
 
Rostros.
Rostros tersos en su dureza.
Rostros y piedras,
miles de ojos mudos
clavados desnudos en las paredes.
 
Aquí, donde el hombre fue vasija,
donde el mundo se deshizo
en fuego como papeles.
Párpados ciegos,
sangre de corazones anochecidos,
restos de restos
en los cadáveres vivos,
carretadas de cieno
y dichos de tiniebla embarrada.
 
¿Y Dios?
Silencio.
¿Y la humanidad?
Tal vez debería callar
y, sumida en la ausencia
de la celda que es el mundo,
recorrer la distancia
hasta la pregunta:
¿y tú?
Foto

EMILIO SIERRA GARCÍA (Madrid, España, 1988). Ha estudiado Teología y Filosofía en la UESD, donde se doctoró con la tesis Estética, libertad y el problema del mal. Actualmente, compagina la docencia en el ámbito universitario y escolar con la escritura creativa. Ha publicado los ensayos Providencia y casualidad (Palabra, 2019); Pensar la libertad con Pareyson. Una razón que acoge el mito (UESD, 2021); y el libro de poemas Versos para nadie (Amarante, 2022).
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RAFAEL CAMARASA

22/12/2022

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HILO
 
El autobús frenó bruscamente
y sus cuerpos se encontraron, y ella,
que durante el trayecto había deseado
que algo circunstancial ocurriera
y diera lugar a palabras
que fueran el comienzo de algo,
cuando todo sucedió, no dijo nada.
 
Años más tarde, sin una razón aparente,
recuerda a aquel desconocido.
Con su hijo recién nacido en brazos,
meciéndose a sí misma mientras lo arrulla,
piensa en el azar y el destino
como si revolviera un equipaje.
 
En el hombre al que no volvió a ver
y con el que no cruzó ni una palabra.
 
Un extraño que, hoy que vuelven a ella
cosas que fueron no siendo,
de algún modo,
en una lírica concepción de su existencia,
también es padre del niño al que mece.
FILTROS
 
A lo mejor fueron verdad sus abrazos
o, a lo peor, solo lo creo.
Pero hoy que camino por la nieve,
sin clavos en las suelas de mis botas,
echo de menos lo real y su mentira
que me acercan por igual al principio.
 
En el patio trasero veo jugar al muchacho
que puede que nunca haya sido:
el recuerdo le peina el cabello con saliva
y alisa sus camisas arrugadas.
 
Da vértigo pensar que lo que soy ahora
se hace ilusión mientras lo escribo.
 
Más tarde que temprano, la memoria
me hará un mejor espejismo,
libre de mis flores más negras
y de la savia de sus tallos.


Foto
RAFAEL CAMARASA (Valencia, España, 1963). Pertenece a la otra generación de poetas valencianos de los años 80 alejada de los círculos universitarios, donde estarían incluidos Uberto Stabile, Fernando Garcín y Jesús Zomeño, que según Xelo Candel en su estudio La mies y la espiga, comparten una ambientación urbana, el gusto por el cómic, el cine negro, la música pop y una estética del análisis de la melancolía. Colabora con ellos en colecciones de poesía y revistas de la época, y con Fernando Garcín dirige la colección de poesía “La línea de sombra”. Sus poemas han aparecido en prestigiosas revistas como Litoral, Barcarola y Estación de poesía.
Ha publicado los siguientes libros de poemas: Cromos (Denes, 2007), El sitio justo (Palabra Ibérica, Huelva, 2008), Cabos sueltos (Contrabando, 2018), Sin noticias de Liliput (La rosa profunda, 2019), El que mira (Visor, 2022).
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MELINA SÁNCHEZ

16/12/2022

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CUANDO sos uno con la melodía
hay algo en tu precisión para ser caníbal
que no le afloja al tempo.
 
***
 
Suelo enamorarme de gente que se come la comisura de los dedos.
 
***
 
Te dije: muero por ir a un recital con vos
y ya habíamos ido a tantos,
no fuimos a ninguno más
¿corté la magia?
No quiero pensarme como Pampita en uno de sus últimos Tik Tok: “una tiene que aceptar que la dejaron de amar”.
Te taladré el cerebro cinco años
con que me había enamorado de una chica, para siempre, como nunca,
pero el para siempre ya era una vida pasada,
y a mí lo que me gustaba era tomar cerveza con vos.
Podíamos hablar de Ana, de la desaparición de Santiago, de los teléfonos pinchados, o de la estelaridad de los mapuche en la lucha indígena y cuánto me tenía podrida que pibes porteños como vos se copen con esa, o de la lluvia, también de la lluvia...
Recuerdo cuando te mojaste esperando el bondi conmigo...
Hubiera querido que hablemos de componer un poema, un tema, yo la letra y vos la música, conseguir una fecha, armar un recital de poesía, ese que tantas veces dijimos.
Me dan ganas de salir corriendo hacia el pasado,
y agarrarte la barba hace cinco años y darte besos debajo de la lluvia.
Aunque pinches después, porque igual pinchás.
Ahora quisiera que sea 2017, 2018, 2019 y vos estés re jede conmigo y yo no tenga que hacer nada para que me prestes atención,
ahora quisiera que fuera 15 de agosto de 2017
y esté cambiando la historia en Argentina,
la historia más joven digo,
la historia más jede.
Ahora quisiera que fuera 15 de agosto en Buenos Aires
y conocerte ese día de lluvia.
Que aparezcas de la nada entre mis compas ese día de la primera manifestación por la aparición con vida de Santiago, frente al Congreso,
y que estés tan bueno...
Aunque yo no lo pueda decir porque estoy en mi fase lesbiana y en Marte,
en Marte me ha dejado el otro amor,
y no te veo,
no te puedo ver...
Pero ahora sí, vuelvo como un hada,
y reconstruyo la escena,
y nos ponemos colorados los dos,
y en vez de hablar de política
nos queremos.

Foto
MELINA SÁNCHEZ (Buenos Aires, Argentina, 1983). Docente y comunicadora afroindígena. Profesora de literatura en escuelas secundarias. Ha colaborado en distintos medios de prensa alternativos: ANRED, ANCAP, Tramas, El Tintero de Salta, Feminopraxis, Kaos en la red... Ha publicado poemas, reseñas y ensayos en distintas revistas literarias de Argentina e Hispanoamérica: Igitur, LALT, Apóstrofe, Anestesia, Carta abierta, Black Fish o Extrañas noches.

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DAMIÁN ANDREÑUK

24/11/2022

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RÉQUIEM POR LUCIÉRNAGAS Y COLIBRÍES
 
Lara es quietud en éxtasis tormenta y paraíso
con ángeles que la preservan de la avidez reptil.
Un pájaro en el hombro que incita a disfrutar la vida.
Un puñetazo de felicidad contra los calendarios grises.
 
Elude el alboroto del dramatismo inútil.
La alegría falaz de la inconciencia.
Sanguínea, festiva, vital.
Sincera como un fuego que quema y purifica.
 
Su abrazo es un portal un refugio curativo.
Su bella transparencia es un campo de azucenas silvestres.
Su risa es un jardín donde acuden mariposas de seda.
 
Sabe fundar con sencillez momentos puros.
No reconoce otra ley que la verdad más cruda.
Sabe nutrirse de riquezas eternas.
Sabe aislarse eventualmente para ver con claridad.
 
Tiene una luz como de un oro de otro reino
y cicatrices bendecidas.
Tiene un andar con aires infantiles.
Forja alianzas doradas corazón a corazón.
No quiere en su final sentir la soledad
de una hembra devastada.

Foto
DAMIÁN ANDREÑUK (City Bell, Argentina, 1986). Además de participar en revistas y antologías varias, ha publicado diez libros: Omisiones (2010), Portales al vacío (2011), Formas concretas (2013), Silencio de crisálidas (2015), Metástasis (2015), Vértigo insondable (2017), Música del polen (2021), Yamila (2021), Donde orinan los lobos (2021) y Dimensiones de lo breve (2022).
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VICTORIA MARÍN FALLAS

11/8/2022

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NJ alias KISMINE
 
Ella pertenece a cualquier sitio.
Dejó ir el canto cuando vino la poesía
como navaja
para cortar la piel de las ninfas
para dejarte ir a ti también
en lágrimas,
en sangre,
junto a las cruces de la abuela
tras observar piélagos de sombra
y cubrir de rosa malva
el recuerdo de las golondrinas.
 
Aprendió a sonreír,
desprendidas las ideas del cuerpo,
reteniendo la conciencia seccionada
de varios restos ajados en el pasto.
 
Un cuchillo besa sus pies
algodón de azúcar, andares azules
que rozan el aliento del sátiro
cuando ya no hay nada que perder,
cuando el frío endurece sus pechos
y madura el fruto de la indiferencia
en el congelador.
 
Una naranja, una toronja,
quizás una manzana,
el hombre o la muerte.
Da igual.
 
¿Así es como se va el dolor,
extendiendo la mano para calmar el antojo,
danzando hasta que reviente el tórax
y se puedan contar las costillas de marfil?
 
Vagar en ojos azules, recorrer desiertos,
castillos, incrustaciones en montañas
o cabezas de diamantes eléctricos.
 
Solo al fantasear con un gesto inocente,
logra poner mondadura al duelo
induciendo el tropismo de un cadáver
abierto sobre la mesa.
ANDO para habitar la falta
 
teñir mis pies con lavanda y artemisa,
por un golpe de amor en el omóplato
y la ternura enroscada en una vieja falda.
 
Allí, donde la herida se abre
debieron crecer violetas, alas
para sortear corrientes de aire caribe
y trenzar astros erizando el mar.
 
Dicen que su soplo feraz desgarra la muerte
y echa por tierra la herencia bruta,
el cayado asido a la memoria,
esbozos titilando en los bolsillos
donde antes hubo mariposas.
 
Ando para dejar caer mi voz en el aljibe
y encontrarla entre marismas
frente al silencio de Dios
que hiende mi pecho y planta esta manía errante.
 
Llevo dentro el hogar del fuego, la noche,
mi elogio a la sombra.

Picture
VICTORIA MARÍN FALLAS (San José, Costa Rica, 1991). Es graduada en Filología Clásica por la Universidad de Costa Rica y estudia Maestría en Literatura Clásica y Filosofía. Dirige la revista virtual Quimera. Figura como autora en diversas antologías: Donde contamos hormigas y segundos (Poiesis, 2020), Nueva Poesía Costarricense (MCJ, 2020), Voices (Centro Cultural de México, 2021), Rollos de vuelo (EUNED, 2021) y 56 altares: filos y espejos (Testigo, Guatemala, 2022) y Fin de siglo (EUNA, próxima aparición).

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ANDRÉS Mª GARCÍA CUEVAS

2/8/2022

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POR UN SEGUNDO
 
                                                                      A mi padre, in memoriam
 
Cambiaría cualquiera de mis días
e incluso todos ellos, con sus noches,
por un segundo más de despedida.
LA BALANZA
 
                                                                            A mis hermanos
 
Con la vida y la muerte en la balanza
de nuestras manos huérfanas, nosotros
sabemos cuánto pesa un ataúd.

Picture
© Jesús Gómez Bernal
ANDRÉS Mª GARCÍA CUEVAS (Murcia, España, 1999). Estudia cuarto curso del doble grado de Periodismo y Comunicación Audiovisual en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Hasta ahora ha publicado el cuaderno Más allá del principio (Heracles y nosotros, 2020) y el libro Las ciudades (Rialp, 2022), accésit del premio Adonáis, colaborando además con revistas de creación literaria como Maremágnum, Turia o Anáfora. También es socio de honor de la Biblioteca Regional de Murcia.

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JUAN CALERA

6/7/2022

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TRÍPTICO FLORENTINO

        I. Paolo Uccello (estudio sobre el Movimiento)
 
       Toda la vida
contorneando del caballo la caída para enfangarse —la herida, apertura mugiente—; matando a muecas tras abrir los yelmos; la precipitación de todo miembro entre la fiesta; las ballestas, alrededor, asaeteando el suelo y los jirones, espontáneos tallos de ese mismo suelo; el moribundo que estrena lecho a cada mirada; la danza. Por el aire, la imposibilidad de hallar un solo árbol sano. Mientras deflagra el metal en el negro, me acerco y te estoy amando.

        III. Giotto (estudio sobre la Esencia)
 
       El primero de los hombres dispuso frente a sus ojos los restos de la batalla y del tálamo. Apaciguado el temblor nocturno se alcanzaba la verdad. Que un gentil se agigantara y los muros de palacio quedaran apoyados en sus palmas; que un siervo armado solo tuviera cabida entre el azul y el dorado bajo las facciones de un simio; que una doncella se rasgara los ojos con el dolor de quien ha visitado constantemente el lecho; que un amante olvidara la palabra incandescente y se acurrucara en un rincón… Se perdió el pudor y se alcanzó la verdad. Y todavía hay quien mira agradecido al primero de los hombres y le alaba la posibilidad de sacrificio. Y el primero de los hombres ríe hacia nosotros —nosotros dos, amor, que lo contemplamos desde la galería— y sabe —como nosotros, que también reímos— que solo se sacrifica por sí mismo —como nosotros— y que no hay mayor placer sobre la tierra que la consciencia del egoísmo. Y solo así él puede amar. Como nosotros. Como yo. Amo. Permanecemos dentro.

JUAN CALERA (Madrid, España, 1979). Ha publicado algunas de sus creaciones en obras colectivas como El cielo en movimiento (Dos Bigotes, 2015) o la antología Salida de emergencia (nosomoscómodos, 2005). Fue uno de los autores recogidos por la International Poetry Review de la Universidad de Carolina del Norte dentro de su número especial «Spain’s poetry of experience (2009)». Interesado por la multidisciplinariedad, colabora con artistas de diversos ámbitos y con revistas musicales y filológicas como articulista, investigador y crítico. Es doctor en Filología Hispánica y titulado superior de Música.
         II. Botticelli (estudio sobre la Belleza)
 
      Nada de esto era necesario. Ni mentir acerca del tacto de la ortiga y propagar su blandura ni declarar acuosas y suaves las marcas que deja en la piel; ni la piel blanca de sombra verde; no era necesaria ni para celebrar el arqueo del cuello. Ni la distancia entre el cuello y el ombligo, cobijo de huérfanos. Nada de esto era necesario. Necesario era —tal vez, eso dicen— devastar templos, asolar masas. Tal vez. Pero sé que, sin falsear la ortiga, sin rastrear la piel, sin cantar la caída del cuello, sin abrazar el torso, sé que no podría devastar templos ni asolar masas. Y tú lo sabes también. Y estás aquí, en silencio, a mi lado, contemplando. Te amo porque te adentras.

         IV. Predela
 
      Entre estas calles, a la sombra de los muros que desean besarse, de la cúpula que nos atiende y de la torre que nos recuerda, sé —y solo así lo deseo— que no hay movimiento, belleza ni esencia más allá de nuestras palmas. Me acerco y te estoy amando. Te amo mientras te adentras. Te amo porque te adentras. Amo. Permanecemos dentro.
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SELENE CAROLINA RAMÍREZ

26/5/2022

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THE WALKING DEAD AROUND
 
Sucede que me canso de ser mujer.
Me canso de ser el objeto apologético de la penetración.
No un cisne de fieltro:
un cisne de papel.
Un pato en el fango
haciendo una lucha sobrenatural por nadar,
o por volar,
o por dar unos pasitos inestables en la tierra firme de cualquier lugar seco.
Soy el agua de origen y mantengo en esas aguas
la constitución primaria de todas las partículas.
Pero no puedo navegar.
En los barcos no hay capitanas.
 
Sucede que me canso de los olores que lloran a gritos.
¿Podría un olor provocar un llanto estrepitoso?
No tengo tiempo para llorar a gritos.
Los hijos del mundo lloran a gritos en todos los oídos de mujer.
Timbran cacofónicos en el conducto auditivo de mujer.
Me canso de que pareciera que sólo nosotras los escuchamos por las noches.
Y por las tardes sin sol.
Y en los días de lluvia tenue.
Los hijos del mundo son dueños del eco del llanto primigenio.
No tengo tiempo de pensar en un descanso.
Ni siquiera en uno hipotético.
Sólo no quiero ver las sonajas,
ni la protuberancia en ascendencia de artículos por corregir,
ni las manchas de vómito blanco en algunos de ellos,
o en las dunas de mis pezones agrietados.
En mi vestido favorito.
En el sillón café.
En los libros de otros hijos que lloran a gritos en todos los oídos de mujer. Siento que los escucho llorar a través de sus letras.
Y que las letras quieren dejar de ser tinta encapsulada en el papel
y regresar al árbol lejano que cae y que no es escuchado por nadie al caer.
Me canso de ser la paradoja de ese ruido silencioso.
 
Sucede que me canso de mis pies lastimados.
De sus laceraciones.
Del arco gigantesco que le formaron las zapatillas ejecutivas.
Del espolón izquierdo.
De las callosidades en los talones.
De la descalcificación de mis uñas transparentes.
Me canso del cabello seco que no puedo teñir
y que se va por el desagüe como serpiente furiosa.
Como serpiente de arena opaca.
Me canso de la sombra que ya no es mía.
También de las nuevas sombras que me persiguen
en todos los espacios que suelo habitar,
y que no me dejan dormir con su reflejo fluorescente.
Sucede que me canso de todos los espacios que habito
y que no son míos.
Porque las procuradurías, las gerencias y las instituciones
no están ocupadas por mí.
Sucede que me canso de ser mujer.
De sostener todas las historias.
De sostener las culpas y el futuro.
De salvaguardar el orden político.
El orden íntimo.
De ser la protectora encumbrada de los malos pensamientos
y de las palabras que lastiman.
Porque me canso de ser la mujer de todos los humanos.
La mujer de todas las eras.
 
Sin embargo, ¿sería delicioso
asustar a un notario con un lirio cortado
o dar muerte a una monja con un golpe de oreja?
No.
Qué cosas escriben los hijos de otras mujeres que lloran fuerte en el canal auditivo de ellas.
Asustemos al sistema con idiolectos cortados que desaparezcan de pronto.
Demos muerte al dolor en la espalda con más brazos que sostengan.
Sería bello,
ir por las calles solas,
sin dar gritos hasta morir con un cuchillo verde incrustado en la aorta.
 
Sucede que me canso de seguir siendo el cordón umbilical del cosmos,
irresuelta, cansadísima, tiritando de sueños,
siendo absorbida y sin tiempo de pensar,
dando de comer cada día.
No quiero para el mundo tantas desgracias.
Puedo seguir siendo raíz y seré,
infaliblemente,
tumba.
Ya he pagado por mis gastos funerarios.
 
Sucede que me canso
de ser el transporte solitario que no puedo tomar por miedo a desaparecer.
La bodega de todas las muertas que me anteceden.
Las que no regresaron a casa por subir a ese transporte solitario.
A las que les pasan las grúas sobre los huesos.
Las de las tripas en el pavimento.
Las que gritaron que NO en los oídos de ellos
que lloran a gritos fuertes en el canal auditivo de todas las mujeres,
pero que son incapaces de escucharlas a ellas.
Soy la de los tres hijos de su propio padre.
La de la barriga grande por los siglos de los siglos.
 
Me canso de que todos los días ardan como el petróleo,
como sangre quemada.
Y en la cárcel no hay culpables.
Y sí, eso sí, también llego con cara de cárcel,
con cara de las filias que me depositan por todo el cuerpo.
Con cara de violación incestuosa,
con cara de salario mínimo,
con cara de hora/semana/mes ganando menos que ellos.
Con cara de medicamentos genéricos.
Y aúllo todos mis recorridos como la huella fangosa de aquella rueda herida,
y es la noche la que da pasos de sangre caliente hacia mí.
Regularmente es la noche la del miedo.
Pero a veces también se escuchan las ráfagas de fuego a la mitad del día.
A veces también desparecemos a plena luz.
Desaparecemos de las escuelas,
de los parques,
del camino que es como nuestra huella dactilar.
Desaparecemos de todos los mapas...
Son las madres las que buscan nuestros huesos
en el papel arrugado y amarillo de los mapas más antiguos.
Son ellas las de las palas pesadas y los zapatos cansados.
Las de las garras enterradas.
Las del sudor y las del llanto fuerte
que se oye en los canales auditivos de todas las madres.
Y se empujan entre ellas,
como ayudándose a avanzar
a hospitales donde los huesos salen por la ventana,
y a los rincones escondidos,
montículos de cadáveres,
de donde salen los esqueletos del matorral ocre.
 
Sucede que me canso del azufre que no es de los pájaros.
Los intestinos quisieran seguir enrollados en el cuerpo.
La casa se ama.
Las dentaduras fueron arrancadas de la boca
para evitar el reconocimiento.
Aquí no hay cafeteras
y el único café es el del suelo donde subyacen los cuerpos sin dientes.
Los espejos quedaron solos en las casas solas,
y quienes debieron de haber llorado de vergüenza y espanto no son ellos.
Los paraguas son parasoles y el agua cae de los ojos.
El veneno está en todas partes.
Los ombligos como lazo inescrutable de la concepción.
 
Sucede que me canso de jamás poder pasear con calma.
Los ojos: lámparas para aluzar toda la oscuridad del planeta.
Los zapatos de nosotras en los callejones y en la orilla de la carretera.
Cruzo por los lugares que no me pertenecen.
Por casas que esperan por sus dueñas.
Y de los alambres no cuelga la ropa:
colgamos nosotras.
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Selene Carolina Ramírez © Edith Cota
SELENE CAROLINA RAMÍREZ (Hermosillo, México, 1986). Es licenciada en Literaturas Hispánicas, maestra en Literatura Hispanoamericana y doctora en Humanidades por la Universidad de Sonora; coordinadora de los diplomados Problemas actuales de la filosofía y Filosofía, literatura y ciencia en la UNISON; correctora de estilo en Agencia Narrativas y Adx; tallerista de escritura creativa en CERESOS e ITAMAS, y autora de los libros De cuando ellos se narraron (ISC, 2016) y Love is love o de cómo ato las cintas (Nitro/Press, 2019). Fue presidenta del Colegio Sonorense de Académicos de la Lengua y la Literatura (2018-2020) y becaria de CONACyT, del FECAS y del FONCA en diferentes periodos (2011-2020).
Su línea de trabajo son los estudios literarios con perspectiva de género.
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JUAN FERNANDO AGUILAR CÁRDENAS

21/5/2022

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EL ÁRBOL RESUCITADO
 
En la tarde de la infancia te has sentado a mirar
las hojas del árbol muerto,
el verde, amarilleado de sol y de viento,
que visten a la tierra y a la piedra.
 
Es el árbol del estío y del recuerdo, no lo equivoques.
Aquel que muere cada tanto,
el que conoce tu voz
y toda la ropa que has dejado.
Es la madera de otros días.
Es la hierba de siempre.
 
Como hace tanto, te arrodillas a su sombra
y tu piel besa la piel del árbol,
derramada como un río
para cubrirte la desnudez de las piernas,
heridas de años y nostalgias.
 
El árbol ha muerto para que tú vivas,
para que el asfalto y las tumbas vuelven a ser hierba y flores.
 
Acaricias las hojas caídas
portan el aroma de la quietud de marzo
las lluvias de abril
el viento de agosto y el fuego de diciembre.
 
A su sombra vuelves a jugar
con tus manos y los pétalos,
con la tierra y los guijarros.
Sientes la muerte del árbol, pero no lo miras.
Sientes su cuerpo hecho de luces y sombras
pero no levantas el rostro.
 
El árbol resucitará y tendrás que irte,
pues, ya lo sabes, ha muerto para que tú vivas.
 
Una voz vieja, hecha de arcilla y arroz, te llama desde la casa.
¿Recuerdas tu casa?
El eco anida en tu pecho,
cincela una ventana
para que entren las hojas del árbol
como si quisieran sanarlo de tantas veces
que te han visto partir.
 
Miras la casa,
la llenas de sol.
La vieja de arcilla y arroz señala el árbol.
Es la vieja amada que no te olvida.
Alzas por fin la mirada.
El árbol renace
tallo a tallo, reverdece
y el viento se levanta siempre en agosto.
 
El árbol abre un camino, las raíces te acorazan las entrañas.
Debes irte, no demores la muerte
ni el renacer del futuro.
 
La voz te despide y te perdona.
La vieja entra en la casa anegada en sol,
te bendice con el Nombre que olvidaste.
Te pones de pie, las hojas son musgo en tus rodillas,
humedad de sangre, de heridas felices jaspeadas de barro y sal.
Así partes, te vas,
el viejo jardín queda atrás.
 
Te abrazas al árbol resucitado, a su cuerpo de memorias,
cubres su corteza con el verano,
con el viento amarillo de las tardes.
Te vas perfumado de flores y hierba
hueles a tiempo y a tierra.
 
No lo olvides.
El árbol que cada tanto muere
estará esperando
hasta que tu piel se seque y te vuelvas madera,
hasta que tu sangre sea savia
y ya no quede nada que perdonarte












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JUAN FERNANDO AGUILAR CÁRDENAS (Cali, Colombia, 1991). Desde niño supo que su destino estaría ligado a la literatura. Disfrutó siempre del olor de los libros viejos y del aroma de la tinta al deslizarse sobre el papel mientras se forjaba en la biblioteca de sus padres, entre los universos, peripecias y angustias que ofrece siempre la lectura. Decidió volverse escritor a los diez años, cuando leyó El Conde de Montecristo; no sabría cómo serlo sino hasta los dieciocho, mientras estudiaba psicoanálisis en la universidad. A los diecinueve leyó a Borges, después a Faulkner y a Mishima; comprendió que jamás desearía nada distinto. Ha escrito cuentos, poesías y novelas. Al sol de hoy escribe con el inapelable anhelo de vivir de la literatura. Ha publicado sus relatos en diversas revistas de Colombia, Venezuela y España.

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    POESÍA

    El Coloquio de los Perros.
    Revista de Literatura.
    ISSN 1578-0856



    ABREU LÓPEZ, ANDREA

    ADÓN, PILAR

    ADRADA DE LA TORRE, JAVIER

    AGUILAR CÁRDENAS, JUAN FERNANDO

    AGUILAR RODRÍGUEZ, ANTONIO

    ALBORNOZ, GEMA

    ALCARAZ, JOSÉ

    ALCARRIA, PEDRO

    ALEXANDRESCU, IOANA

    ALFARO GARCÍA, ANDREA

    ALONSO, MARTHA ASUNCIÓN

    ÁLVAREZ, ISRAEL

    ÁLVAREZ KOKI, FRANCISCO

    ANDREÑUK, DAMIÁN

    AQUINO, WALTER

    ARGÜELLES, HUGO

    ARIDJIS, HOMERO

    ÁVALOS DÍAZ, ROLY

    AULICINO, JORGE

    BAEZA, LAURA

    BARRIO (DEL), MANUEL

    BÉJAR, JULIO

    BELLIDO, ÁLVARO

    BERNAL, ADRIÁN

    BERNARDEAU, LUIS

    BONILLA, GSÚS

    BURSET CATINCHI, JEAN G.

    CABELLO, CÉSAR

    CÁCERES, ERNESTO

    CALERA, JUAN

    CAMACHO, CARMEN

    CAMARASA, RAFAEL

    CAMPUZANO, CLEOFÉ

    CÁNAVES, JAVIER

    CARAZA, XÁNATH

    CARBAJOSA, NATALIA

    CARTAGENA, LEÓN

    CASADO, MARINA

    CASTELAO-GÓMEZ, ISABEL

    CASTRO, ÓSCAR PAÚL

    CHELLE, FERNANDO

    CHESSA, ALBERTO

    CHICO, ÁLEX

    CISNERO, ALBERTO

    COBOS CRUZ, XIMENA

    CÓRDOBA, RAÚL

    CORMORÁN, URIEL

    CORTÉS, FRANCISCO

    COSTELLO, ANNIE

    COURTOISE, RAFAEL

    CRESPO, CARMEN


    CRUZ, ANTONIO

    DEL CASAL, REBECA

    DÍAZ, MARCELO

    DÍAZ ALTOZANO, PAULA

    DÍAZ MARQUIEGUI, DANIEL

    DÍAZ OSPINA, JHONNY

    DÍEZ, JOSÉ MANUEL

    DÍEZ, VÍCTOR M.

    ESPEJO, JOSÉ DANIEL

    ESQUIVIAS, ÓSCAR


    FALCATA, JOAN

    FERNÁNDEZ, RAQUEL

    FERNÁNDEZ, VÍCTOR HUGO

    FERRO, SARA

    FILADELFO, JOSÉ

    FONT, VIOLETA

    FRANCO GONZÁLEZ, LUIS

    FRANS, CRISTIAN

    FRESCO, ISABEL

    GAGO, IGNACIO

    GALLARDO, JOSÉ MANUEL

    GARCÍA, DIEGO L.

    GARCÍA CASTRO, FRANCISO

    GARCÍA CERDÁN, ANDRÉS


    GARCÍA CUEVAS, ANDRÉS Mª

    GARCÍA DE MESA, ROBERTO

    GARCÍA JOVER, RAFA

    GARCÍA RODRÍGUEZ, ANÍBAL

    GARCÍA ZAMBRANO, MARÍA

    GIGLIO, PAULA

    GOLDARACENA, INAXIO

    GÓMEZ OLIVARES, CRISTIÁN

    GONZÁLEZ, JOSÉ JAVIER

    GONZÁLEZ DE OZAETA, MARA

    GONZÁLEZ MORA, JUAN JOSÉ


    GONZÁLEZ ORTEGA, JOSÉ MARÍA

    GORRÍA, ANA

    GUERRERO CABRERA, MANUEL

    GUICHARD, LUIS ARTURO

    GUIJARRO, ÁLVARO

    GUTIÉRREZ GONZÁLEZ, FRANCISCO

    HERNÁNDEZ, ENZZO

    HERNÁNDEZ, GALA

    HERNÁNDEZ ZURBANO, CARMEN

    HERRERA, PACO

    HERRERA PERALTA, SARA

    HUERTA SÁNCHEZ, ANTONIA

    IGLESIA, CARMEN

    INDI, RAFAEL

    LARRINAGA, CARMEN

    LEITES, MARCELO

    LÉRIDA, ALEJANDRO

    LÓPEZ. LARA

    LÓPEZ, MILAGROS


    LÓPEZ FERNÁNDEZ, PEDRO

    LÓPEZ KOSAK, ANDREA


    LÓPEZ LLORENTE, JORGE

    LÓPEZ MORALES, MARÍA

    LOUZAO, ALICIA

    LOZANO BELANDO, SAÚL

    LUNA, INMA

    MACHUCA, LUIS

    MARCHENA, ADOLFO

    MARÍN, MARÍA

    MARÍN FALLAS, VICTORIA

    MARTÍN DE LAS MUELAS, ANTONIO

    MARTÍNEZ CLARES, JOSÉ LUIS

    MARTÍNEZ GARRIDO, DAVID

    MATUSKA, DAVID

    MÉNDEZ GONZÁLEZ, IVÁN

    MEZA, FRANCISCO

    MÍNGUEZ ARNÁIZ, ITZIAR

    MIRALLES, BEATRIZ

    MIRANDA, JOSÉ ANTONIO

    MIRANDA, MARCELO

    MOHAN, RIYA

    MOLINA MONTEAGUDO, CONSTANTINO

    MOLINERO, JORGE M.

    MORANO, CRISTINA

    MORANTE, JOSÉ LUIS

    MOYA, ANA PATRICIA

    MURES, MARÍA JOSÉ

    NICOLÁS, VIOLETA

    NIETO TAVIRA, CHRISTIAN

    NORIEGA-BOZOVICH, CECILIA

    NÚÑEZ TORRES, SEBASTIÁN

    NUÑO, SIHARA


    ORDAZ, ISABEL

    OJEDA, MÓNICA

    ONETTI, MANUEL

    ORONA, IRASEMA

    OROZCO, CARMEN ROSA

    ORTEGA GONZÁLEZ, JOSÉ MARÍA

    PABA, NORMAN

    PÁRRAGA, ALICIA

    PASTOR, JOSÉ

    PAZ, EMILIO

    PEÑA DACOSTA, VÍCTOR

    PÉREZ. ALEJANDRO

    PÉREZ LÓPEZ, MARÍA ÁNGELES

    PÉREZ SÁNCHEZ, BAETRIZ

    PÉREZ URIBE, WILSON

    PINA, ALEJANDRA

    PIQUERAS, CARMEN


    PRAENA, ANTONIO

    QUÍLEZ, CECILIA

    QUINTANA, MARIO

    QUINTO, RAÚL

    RAMÉNTOL, MARIAN

    RAMÍREZ, BYRON

    REAL, MIGUEL-ANGEL

    REYES, JONATÁN

    RIVAS, JOSÉ ANTONIO

    RIZZI, MARCELO

    RODRÍGUEZ, ENDER

    RODRÍGUEZ, JOSEP M.

    ROMÁN, ELENA

    ROSMARINE, MARCOS

    ROSSELL, XAVI


    RUEDA, BEGOÑA M.

    RUIZ, JUAN PEDRO

    RUIZ DE VIÑASPRE, NURIA

    RUIZ MACIÁ, TERESA

    SALAS, SEAN

    SÁNCHEZ, MELINA

    SÁNCHEZ HIDALGO, TOMÁS

    SÁNCHEZ MARTÍN, LUIS

    SÁNCHEZ MENÉNDEZ, JAVIER

    SANCHO GUINDA, CARMEN

    SANTIAGO, NILTON

    SANTOS, ABEL

    SCHUTZ, LOLA

    SEGUÍ, PABLO

    SIERRA GARCÍA, EMILIO

    SILVA, ELDER

    SILVA REY, ALICIA

    SILVEIRA, CECILIA

    SILVERIO, ROSA

    SOTO RAMÍREZ, ALEXIS


    SZWARC, SUSANA

    TARANCÓN ROYO, HÉCTOR

    TERRÓN, SILVIA

    TORRES NIETO, MANUEL

    TRIGOS BAENA, MANUEL FABIÁN

    TRINIDAD GÓMEZ, ELENA

    VALLECILLOS, TIRSO PRISCILO

    VALVERDE, ÁLVARO


    VARELA, PEDRO DIEGO

    VARGAS, IRIS MÓNICA

    VÁSQUEZ, JUAN CARLOS

    VAZ, EVA

    VICENCIO, ALDO

    VIDAL GUARDIOLA, NATXO

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    VILLARROYA, MARÍA JOSÉ

    VINUEZA, HUMBERTO

    VIVAS, JOSÉ MANUEL

    VIZCAÍNO GUILLÉN, PABLO

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    Jose Manuel Vivas
    Jose Maria Ortega Gonzalez
    Jose Pastor
    Josep M. Rodriguez
    Juan Calera
    Juan Carlos Vasquez
    Juan De Beatriz
    Juan Fernando Aguilar Cardenas
    Juan Manuel Uria
    Juan Pedro Ruiz
    Julio Bejar
    Julio Cesar Felix
    Lara Lopez
    Laura Baeza
    Laura Wittner
    Leon Cartagena
    Luis Arturo Guichard
    Luis Bernardeau
    Luis Franco Gonzalez
    Luis Machuca
    Luis Sanchez Martin
    Luna
    Manuel Del Barrio Donaire
    Manuel Fabian Trigos Baena
    Manuel Onetti
    Mara Gonzalez De Ozaeta
    Marcelo Leites
    Marcelo Miranda
    Marcelo Rizzi
    Maria Angeles Perez Lopez
    Maria Garcia Zambrano
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    Maria Jose Villarroya
    Maria Lopez Morales
    Marian Ramentol
    Marina Casado
    Mario Quintana
    Martha Asuncion Alonso
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