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TOCAMOS TODOS LOS PALOS, INCLUIDOS LOS DEL FLAMENCO
por LUIS GILBERTO CARABALLO Es importante resaltar que el Vacionismo se ha concebido desde la experiencia. Más que un ejercicio teórico, sus preceptos han sido hechos por la práctica, por su invocación permanente como una música que llega desde la otredad y constituye mi universo poético. El Vacionismo es la concreción de la comunicación con el mundo inmanente devuelto en diferentes significados y significantes en nuestro carácter más consciente. El vacío, tal como lo enuncia Alain Badiou con respecto al problema de lo uno y lo múltiple, se basa en la definición del vacío como nombre propio del ser. La afirmación de la ontología como teoría de lo múltiple puro en el marco del proyecto de Alain Badiou pone a la historia de la ontología de cabeza, al otorgar a las matemáticas el lugar de enunciación del ser-en-cuanto-ser. Las principales transformaciones que dicha operación impone a la filosofía pueden observarse a partir de una reconstrucción del movimiento realizado por Badiou en El ser y el acontecimiento en la definición de la ontología como teoría de lo múltiple puro. Siguiendo el hilo deductorio, podemos decir que indica que las matemáticas no son ni más ni menos que el discurso que enuncia lo que puede decirse del ser-en-cuanto-ser. O, para decirlo de otro modo, que son las matemáticas las que a lo largo de la historia han dado cuenta de la manera más rigurosa de las notas del ser-en-cuanto-ser. La multiplicidad propiamente inconsistente resulta informalizable antes de la teoría de conjuntos, la cual permitió captar una multiplicidad diseminada sin límites. He traído estas citas de Alain Badiou para constatar que el vacío está lleno de lo múltiple y que está regido por las matemáticas. Lo múltiple puro está lleno de música de alteridad, pero no es un vacío de inconsistencia, es un álgebra que no podemos alcanzar, llena de matemática pura, de donde deviene la poesía pura, y aunque Platón niega la existencia de lo uno, hay un punto que es el cruce de los planos supranormales e inconscientes con los planos más conscientes, donde lo múltiple se hace uno y lo uno se vuelve múltiple en la imaginación, en el sueño y en la razón. Y cito del ‘Metapoema de la noche’: El poema que me hizo sobre esta tierra fue arrojado en algún oleaje y a salvo yace, permanece debajo de muchos versos con su imponencia, surcando con su voz la finitud de aquellos versos que dejan sobre la hoja los rasgos, el corpus de la imagen que intenta ser simétrica, ha de ser equilibrada en algún punto para que se convierta en eje. No he visto un hilar de tan insospechada inmanencia como su temporalidad y carácter de ese poema inicial, lo he intentado desde la alturas, desde el centro, desde adentro buscando su faz, buscando que no sea un autorretrato de la voz, un eco que provenga del torrencial ocasional, pero sí que toque adentro como el canto que se hace sobre la montaña que emerge desde algún recodo del manto vegetal y se oye sobre ese vientre latir, fugarse a recorrer y sembrar, a veces con su rostro joven y templanza alza voces, ecos, ceremonias de inicio a fin. Hay características inherentes que lleva la poesía y por ende la resonancia del Vacionismo en sí. Está provisto de ambigüedad, es infinito, es atemporal, es matemática, es música, es sueño y realidad, es múltiple, es el ser puro expresado en matemáticas, en resonancias, en pureza. El lograr tocar la otredad en sus diferentes formas nos lleva a indagar en un espacio que está compuesto de otras reglas y conexiones que nada tienen que ver con la lógica, matemática pura, y con el entendimiento de nuestro mundo, que luego que ese material es traído a nuestros espacios o capas donde nos atrapan nuestros sentidos. En nuestro inconsciente y nuestra racionalidad, entonces, se inicia un proceso de darle entendimiento y darle apariencia a todo ese fluir de imágenes, de sensaciones, de cromatismos y de tantas sinestesias y contenidos en la otredad que no existe una explicación única para el abordaje. Dicho esto, quisiera hacer énfasis en varias relaciones que sustentan el abordaje infinito que se da en él, los procesos de conexión e interconexión. Para comenzar, me gustaría conversar que hay capacidades suprahumanas involucradas en dicha conexión que no poseen lógica, ni un orden, hay una subyacencia con el todo, con la interconexión amplia, y de interconexión de diferentes niveles. Que, si nos comparamos con lo que intenta la IA atinar, podemos decir que en ese espacio no hay data, no hay reglas lógicas no hay sino música e interconexión expresada bajo otras frecuencias y canales. Y entonces podemos decir que la Inteligencia Artificial no pudiera sostener o generar contenidos de la nada, ya que desconoce sus referencias, sus bases, su lógica o ilógica. Y la pregunta que surge entonces es cómo podemos los seres humanos obtener rizomas, como es mi caso. ¿Dónde todo está conectado con todo, y donde no hay una lógica, sino una simultaneidad de lógicas coexistiendo sin poder ser atrapados por una lectura visceral sino de resonancia, de amplitud? ¿Dónde el cerebro es capaz de reproducir esos vacíos, esos rizomas en poemas, en lenguaje que se expresa y se identifica por sí solo? SÍMBOLOS Y TIEMPOS Me he buscado / entre los símbolos / y con los tiempos; / las gotas han caído / los signos limpios traspasan / la ambigüedad. / Las visiones del mundo ancladas / han ido a la deriva / se han ido / con la imaginación. / Detén el alma que se va / en las metáforas. / Mi única visión del mundo / se ha ido. / Ahora he soñado. Uno de los ejercicios donde se evidencia con mayor claridad el intentar preservar el no orden aparente, la matemática pura, la música de lo inasible, entre otros, es cuando logramos colocar un rizoma como resultado de atar todos estos contenidos del Vacionismo al papel, y más cuando en estos no aparecen puntuaciones en un lenguaje libre, abierto, donde se conjuga y modula el vacío, se sostiene el no tiempo, la música pura y la matemática de otro orden. Hubo un fuego que ardía como un volcán elevó sus llamas con tal ímpetu el corazón de su lluvia ardió en nubes que besaron el cielo y cayeron en gotas a poseer el alma a hacerse páginas en las manos. (Luis Gilberto Caraballo) Me tropecé contigo con tu rostro impecable abanico sed en tus ojos de ríos río de ríos gravitan como satélites puestos en la noche con un cálculo exacto del manto estelar geometrías que me llevan a verterme en un hilo en un silencio en unas líneas y sus trapecios y círculos en un eco en un lirismo en una sinfonía en un humo en un parpadeo en un abrir y cerrar eras un cuerpo nítido palpable de una belleza y ese vaho en los dedos que se miran en la audición ese lirismo que vaga en el cielo con su arpa de fuego esa llama prendida aquel que fui en la zona desierta cubierto sujetado por la ciudad y parajes aquel exilio derribado al frente diciendo en un lenguaje que se aquieta en la mano que se precipita que arde en las yemas que se abre en el vuelo de las letras y cenizas con el viento voltean cono pájaros en el árbol del cielo palabras que se escriben por sí y desaparecen de mí en la página. (Luis Gilberto Caraballo) Los contenidos de las palabras, sílabas, sonidos rompientes, las hebras cuando en confesión de referentes han perdido cualquier tipo de referencias y se han diluido en el infinito. En el vacío de una existencia pretendida, aunque en el silencio yace en pausa aparente, y el mundo fulgente que alberga no posee visibilidad aparente, sólo entusiasma con sus concatenaciones a otros mundos que no se logran explicar. Puede ser que de origen aún no hayan sido tocadas por la vibración encendida del tiempo, o puede provenir de alguna perdida referencial que no permite identificar ninguna ilación en el mundo consciente. No podríamos llegar a los planos supraconscientes o al inconsciente onírico, tan sólo podemos conocer cuando esa materia en ausencia de algún tipo de referentes puede quedar libre y abrir la otredad, como un paso en su navegar por los hemisferios de lo inasible. Continentes aún sin exploración válida, universos que poseen mares, tan profundos y diluidos que algún día llegaremos a ellos. Ese material que pretendemos volver versos seguramente tendrá que necesariamente toparse en algún punto que lo estañe y lo pueda hacer visible, es un parpadeante relámpago que permite que esas otras puertas puedan conceder un pequeño hilo a la voz que adquiere significado al ser incorporado como parte de una nueva memoria. No sabemos si las referencias son transitorias o si albergan otras concatenaciones, eso lo vamos a redescubrir al tiempo, cuando podamos avizorar la inmanencia, que no es más que las relaciones de espacio-tiempo y tiempo. Espacio que se ensancha, tal como son o pueden mutar en metáforas, significados y significantes que se adentren en la oración del tiempo. El Vacionismo puede ser el elixir de un tiempo inexistente. Cuando un olor, una imagen, una sabor, un tacto o un sonido vienen del vacío, esto no tiene un significado como referente, sólo tienen en sí una silueta, un celaje, un corpus, una piel, un no tiempo, una música, una matemática pura con algún orden que desconocemos en el vacío que lo contiene y lo hace un olor no identificable en aroma, cuando toca los planos cercanos a los sentidos. Bien sean inconscientes, supraconscientes o más cercanamente conscientes, podemos iniciar la asociación de sus olores con las vibraciones que permeen su vibración en significado y significantes o permeen otro órgano que permita identificar su trama, relaciones con el mundo racional o pseudo-racional. Cuando hablamos que una vocal contiene el ritmo del río en su corpus, en su esencia, eso no tiene una explicación consciente, sólo se puede atender a la imagen desde la imaginación, desde la pureza de los sentidos, desde el alma se puede intentar discernir acerca de la vocal: ¿cómo será ese aroma en ella?, ¿cómo será su tacto, su gusto, su olor, su visión? Son preguntas que aún son tempranas para dilucidar el significado, porque aún no han llegado a la piel. No han sido trasvasadas al plano consciente, al plano racional, sólo sentidas, palpadas, imaginadas, obtenidas en un vuelo por el vacío. ¿Qué pasa si el aroma convoca desde el vacío la ventana del sueño del poeta y pasa por las membranas que permean y este, en su mediumnidad, delirio, ensoñación, logra palpar la hebra y esta, aún no identificable, pasa por la secuencia espacio-tiempo y toca algunos de los referentes? Puede ser que el verso sólo tenga una aproximación, sin embargo, tras su profundidad quedan los aromas que hilvanan las galerías del vacío. ¿Que cómo deseas llamarlo? Si quieres tomarlo como un aroma puro y darle nombre, el vacío podrá volver sobre su nombre que convoque con mayor gratitud el vuelo de su aroma que ha traspasado de lo inasible a los sentidos del ser humano. El sentido polivalente sólo podrá darse en la medida en que este se atreva a mover su pequeña estela con suficiente sutileza para trasladar sus inasibles puertas y significantes. Por último, dejo una clasificación que se le puede dar al Vacionismo como cierre al presente: ¿CÓMO CLASIFICAR AL VACIONISMO? El Vacionismo puede ser clasificado como un nuevo movimiento literario y filosófico que se distingue por su enfoque en la experiencia sensorial y la intersección entre filosofía, matemáticas y poesía. Al igual que otros movimientos vanguardistas, el Vacionismo busca romper con las convenciones tradicionales y explorar nuevas formas de expresión y comprensión del ser y el vacío. Algunos puntos clave que podrían ayudar a clasificarlo son: --Multidisciplinariedad. El Vacionismo integra elementos de la filosofía, la poesía, y las matemáticas, creando un diálogo entre estas disciplinas para explorar la naturaleza del vacío y la multiplicidad. --Experiencia sensible. Se enfoca en la experiencia sensorial y cómo los elementos del vacío (sonidos, imágenes, sabores, tactos) pueden ser percibidos y comprendidos a través de los sentidos y la imaginación. --Exploración ontológica: Influenciado por la obra de filósofos como Alain Badiou, el Vacionismo investiga la ontología del ser y el vacío, considerando el vacío como un espacio lleno de potencialidades y multiplicidades. --Estética de la ambigüedad. La ambigüedad, la infinitud y la atemporalidad son características esenciales del Vacionismo, que busca capturar la esencia de lo inefable y lo incomprensible a través de la poesía y el arte. --Innovación en el lenguaje. Utiliza un lenguaje libre y sin puntuaciones para reflejar la fluidez y la pureza del pensamiento, permitiendo una expresión más natural y orgánica de las ideas. --Rizoma y conectividad. Emplea la metáfora del rizoma para describir la interconexión de ideas y experiencias, subrayando la importancia de la multiplicidad y la diversidad en la creación de significados. --Visión única del ser. Propone una nueva forma de entender y experimentar el mundo, donde la poesía y la filosofía se entrelazan para explorar las profundidades del ser y del vacío. Al combinar estos elementos, el Vacionismo se posiciona como un movimiento innovador que ofrece nuevas perspectivas y métodos para explorar la realidad y la existencia, desafiando las limitaciones de la lógica y la racionalidad tradicionales. Este enfoque holístico y multidimensional lo distingue de otros movimientos literarios y filosóficos, presentándolo como una forma única de entender y expresar la condición humana. (*) Dedicado al poeta, editor y amigo Fernando Salazar Torres, a su memoria y al no tiempo a los infinitos. El presente material constituyó mi presentación realizada en el marco de la Mesa de Diálogo del Vacionismo, integrada por mi persona y la Dra. Diana Guemárez-Cruz.
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D10S Y LA PREGUNTA POR EL ORIGEN o DIEGO TAMBIÉN ERA NEGRO por MELINA SÁNCHEZ En Nápoles sacaron a pasear una de las estatuas del Diego por toda la ciudad... Diego, además de ser un ídolo profundamente incorrecto, era el más argentino de todos los ídolos, el más universal de ellos, indudablemente y mal que les pese a muchos, además el más latinoamericano. Aunque se nos enseñe lo contrario casi siempre, las mitologías fundacionales de las grandes culturas (las de todas las culturas) están plagadas de dioses imperfectos. En la nuestra, la contemporánea y apenas centenaria mitología argentina, D10S está al lado de Perón, Evita y El Che. Tiene peculiaridades de superhéroe porque, como obrero de la pelota, supo darle su vida, literalmente a la maquila del fútbol y darse, ofrecer su vida en ofrenda al pueblo futbolero. Y si bien también carga con otras características perturbadoras, inaceptables, olvidables, imperdonables, repudiables... ninguna de ellas, sin embargo, tiene la condición de negar el arte dionisíaco —lo pondremos en esos términos— de Diego. Y es que no caminarán ellas por calles atestadas de fanáticos mientras pasean en algún país lejano, ni tendrán la suficiencia de hacer que miles/millones del tercer mundo lloren porque finalmente se le ha ganado, en algo, aunque sea en una cancha, al imperialista Reino Unido, no sabrán ellas de política, ni imitarán ellas la foto del Che, fumando habanos que les haya regalado Fidel. No, nunca. Solamente Diego tuvo esa capacidad, se colaba por los intersticios del gol en escenas que históricamente le habían sido siempre negadas a su gente. Cuando Diego murió en medio de una pandemia dantesca, y de un padecimiento personal cruento que quizás algunos de su entorno creyeran tantas veces castigo correctivo al D10S descarrilado, por la adicción y las “malas costumbres”, de inmediato, como a lo largo de toda su vida, fue un acontecimiento: la gente común se largó cristianamente a la calle, y peregrinó sus exequias. Habitualmente se vincula en los mundiales de fútbol a «los argentinos soberbios» a estas señas: clasemedia, blancos, porteños, fresa —como dirían en México—... El fenómeno de los funerales de Maradona desbordó absolutamente cualquier cosa esperada por los analistas sociales. Este era un dolor que no se podía vivir frente al televisor, que necesitaba expresarse en colectivo, y que hasta hoy es de esa manera que se vive, de ninguna otra. Llorar a lágrima suelta, para los hombres machistas del fútbol, no fue esta vez una vergüenza. Todo en su funeral era político: en el mejor sentido de la palabra, los cabecitas peregrinaron desde las orillas hacia el centro político de Buenos Aires, efectivamente, la Casa Rosada y hasta la tomaron por un momento, una vez más nos regalaba el Diego una pieza literaria como diamante en bruto que difícilmente se les hubiera podido ocurrir a Borges o a Cortázar. Desde esa opinión pública clasemediera, blanca, latinoamericana, un poco envidiosa también, por qué no decirlo, cada vez que la Selección mayor argentina vuelve a ganar... fueron muchas las muestras de descontento del feminismo frente a las de amor al ídolo y dolor por su fallecimiento. No faltó tampoco el destrato del capitán de los Pumas, ¡no olvidar!, a quien otrora nuestro D10S generoso y prole fuera a alentar como lo que era, el ídolo máximo del deporte más popular del mundo y de Argentina, pero, además, el líder natural de un gremio de deportistas argentos que no existía en los papeles, pero en su amor por la camiseta, sí... Al rugbier agrandado lo ubicaron en el mapa los All Blacks, racializados del otro lado del mundo, ídolos indiscutidos de ese deporte que, en nuestro país, por el contrario, está muy asociado a la clase acomodada y a la violencia sobre las vidas de pibes como Fernando, vale decir, parecidos a Maradona, pero que en tierras maoríes está inevitablemente unido a la resistencia indígena. Hay una cosa como de odio a los argentinos poco latinoamericanista condensada en ese odio a Diego, siempre desde ciertos sectores no populares de la sociedad, paradójicamente de parte de los sectores que no se identifican para nada con la propia gente de sus pueblos: los que hincharon por Francia en el mundial, que venían envalentonados desde el funeral de Diego con cancelarlo postmortem, y trasladaron ese odio, a cuentagotas, dos años después a Messi, y a cada uno del resto de los jugadores argentinos... allí persiste un tufillo racista que sale de una olla que nunca se termina de destapar... Como si porque Maradona fue machista, no lo hubieran sido también el Che, Mandela, Fidel, Pelé, Evo, Foucault... Negando así que no era político (jamás se había postulado a un cargo, ni en la FIFA), ni escritor, ni se había ganado el Premio Nobel, era futbolista no más, y el mejor en eso. Pero además hay en esa visión sobre Diego y sobre la Argentina, por ende, un odio de clase mal direccionado. En días del mundial, cuando el partido Argentina vs México, por ejemplo, leía en el muro de alguien que hinchaba por México, porque, según su opinión, ese partido era algo así como «un combate contra el racismo» y que por eso «toda Latinoamérica» estaba con la selección mexicana (tuvo muchos me gusta ese posteo), como si de verdad en esa coyuntura y en esas redes, nos hubiesen odiado. Reforzaba alguien abajo: «Si gana Argentina, gana el racismo». El técnico de México, como los de toda Latinoamérica, era un argentino, había un argentino inclusive en la selección mexicana —¿en el banco de suplentes?—. Y si hay algo que Maradona no representa justamente es a esa pequeña porción de la sociedad argentina que les genera repulsa, contradictoriamente, quizás porque se quieran parecer a ella. Maradona era villero, hijo de migrantes, cabecita y, además, desde hace un par de años probadamente afrodescendiente, es decir, de las capas sociales más discriminadas por las clases pudientes. Y una de las tantísimas cosas que logró en eso de inigualable que tenía, fue unir, aunque sea en el fútbol, dos sectores que son como el agua y el aceite. Maradona es el producto argento más parecido al resto de Latinoamérica, que reconoce como suyo —por primera vez— esa parte racista de la Argentina negadora, blanca, sojera, que poco tiene que ver con el origen de ningún futbolista. Se deben desconocer además otros índices bastante obvios, entre ellos, que Maradona no fue casi a la escuela y que aun así fue maestro, que Diego a nadie le aconsejaba que cometa sus errores sino por el contrario que no la prueben nunca. Diego es la voz de quienes pocas veces tienen voz en este país racista: los negros y las negras tenemos la vida que Maradona tuvo en Fiorito, y soñamos con mucho de lo otro que le pasó. Como aquello que se esconde bajo la alfombra, lo que hace unos años se escondía bajo la alfombra y ahora los anuncios oficiales quieren volver a esconder bajo la alfombra: lo raro, lo gay, lo bisexual, lo negro, lo impropio. Una de sus novias lo acusó de ser gay, más tarde la prensa amarillista agiornó sus prejuicios históricos y dijo: fue un precursor en todo sentido, refiriéndose a su rumoreada bisexualidad. Maradona, a quien le dolió ser humano más que a nadie, se erige como D10S y la pregunta por el origen, la mejor lograda, porque a él llevan todos los caminos pobres y él recorrió todos esos caminos. En Argentina, pensadas desde una mirada blanca, las categorías negro e indio fueron intercambiables durante mucho tiempo. Lo indígena aparecía como visiblemente negro, el insulto negro de mierda, dicho sobre todo a los indígenas y a sus hijos mezclados, evidencia lo anterior. Por su parte, la cuestión negra, aparece invisibilizada, se guardaba bajo la alfombra. Es famosa la frase de uno de los presidentes argentinos más tristemente célebres, Carlos Menem, que dijo: en Argentina no hay negros, es un problema brasilero, en una charla en la Universidad de Maastrich (Holanda) en 1993, enfatizando en las raíces europeas del país (1). Esta invisibilización es la que se repite cuando, por ejemplo, se afirma sin fundamento que en la Selección Argentina de Fútbol —masculino— no hay negros en el artículo de Erika Denise Edwards en The Washington Post (2), desconociendo, por caso, que Diego Maradona fue descendiente del esclavo negro Luis Maradona (3), y que a su vez tiene sangre guaraní, como él mismo lo confirma, y como puede verse en cualquiera de los registros del periodismo sobre el origen correntino de los padres de Maradona y el vínculo de estos con el Río Paraná, emblemático del pueblo guaraní (4). Los pueblos eligen el matiz que quieren recordar de sus ídolos y su trascendencia no soporta contenciones ni alambrados. (1) https://www.theclinic.cl/2021/06/11/menem-macri-y-fernandez-frases-racistas-de-tres-presidentes-argentinos
(2) https://www.lanacion.com.ar/deportes/futbol/la-pregunta-del-washington-post-sobre-los-jugadores-de-la-seleccion-argentina-por-que-no-hay-negros-nid11122022 (3) https://www.nuevodiariosanjuan.com.ar/diego-maradona-es-descendientede-un-esclavo-sanjuanino (4) https://www.youtube.com/watch?v=p1zo5-J75Fg |
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